viernes, 16 de mayo de 2014

Monstruos

La palabra “erótico” viene de Eros, el dios griego del amor, el cual disparaba a ciegas flechas a sus víctimas desprevenidas. En ocasiones este es representado con los ojos vendados y eso representa el factor aleatorio, es decir, cómo personas distintas son alcanzadas por diferentes fuentes de estímulo. Lo que atrae a cada uno es cuestión muy personal ya que el erotismo puede ser muy específico para cada persona. Lo que sí es muy importante es que las imágenes deben transmitir cierta tensión o carga sexual para alcanzar su propósito aunque se dé el caso que para algunos no despierten ningún tipo de excitación o que alguna persona no se dé cuenta de lo que le resulta erótico hasta que lo ve.
Otras de las razones es la provocación. ¿Qué es la provocación? ¿Qué es exactamente lo que yo como fotógrafa intento “provocar”? Una reacción, seguro, pero pienso que es algo más que eso. Una toma provocativa debe generar la reacción que se espera de ella; algo inesperado y nuevo que excede los límites normales del contenido, la composición o el gusto. No buscaba o busco una provocación que vaya ligada a la ira o a la irritación, aunque si lo consigo tampoco me importa, más bien algo relacionado con la estimulación de los sentidos, una reacción emotiva y emocional. La intención de este proyecto es claramente una crítica hacia la censura, y la mejor manera de hacerlo es usando nuestro cuerpo.

Y lo más importante que quiero destacar es el tema de los trastornos sexuales y de la identidad sexual, donde se describen las disfunciones sexuales, las parafilias y los trastornos de la identidad sexual. Es en este tema en lo que realmente he centrado el proyecto.

Las disfunciones sexuales se caracterizan por una alteración del deseo sexual, por cambios psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación de malestar y problemas interpersonales.
Las parafilias son los impulsos sexuales intensos y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades o situaciones poco habituales. Estos trastornos producen malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Los trastornos de la identidad sexual se caracterizan por una identificación intensa y persistente con el otro sexo, acompañada de malestar persistente por el propio sexo.
Así que todo me lleva a un mismo sitio, a la educación. Desde muy pequeñas/os nos meten en la cabeza el tabú del sexo y todo lo que se considera “natural” y “normal” y contra eso no hay lucha alguna, pues te consideran un “enfermo”, UN MONSTRUO. Este tema la verdad que me deja algo trastocada ya que una vez más nos están diciendo con qué debemos y no debemos “ponernos cachondxs”, con qué nos tenemos que excitar, qué es lo normal (mujer con hombre) y qué es lo anormal (hombre con hombre… ya que mujer y mujer es extremadamente excitante para la sociedad patriarcal en la que vivimos y no hay ningún tipo de problema), la verdad es que este tema me da mucho que pensar… y sinceramente, me cabrea.
Mi intención es que la gente se pare a reconsiderar lo que nos imponen, ya sea el Estado, la iglesia, la educación, el DSM… reconsiderar lo que es que manden en tu cuerpo o sexo, hacer ver que en algunas ocasiones y casos, “Sufre más el que mira, que el que enseña.”
Y… ¿Por qué “Monstruos? Es una fácil respuesta, es lo que al fin y al cabo pensamos de aquellas personas que nos parecen fuera de lo común, es simplemente, una (de las 7) definición de la RAE.
monstruo.
6. m. coloq. Persona de extraordinarias cualidades para desempeñar una actividad determinada.


Galería y blog de donde lo extraje: http://www.pikaramagazine.com/2014/05/monstruos/
- See more at: http://www.pikaramagazine.com/2014/05/monstruos/#sthash.o3bPz1tu.dpuf

El fueguito interior

Vivir con un poco menos, no pintarse las uñas ni tener más de cuatro pares de zapatos. Frecuentar muy poco los supermercados, los grandes centros comerciales, las horribles oficinas. Acudir, sin embargo, más al bosque, al parque, a las riveras de los ríos, a la sombra de las encinas, al mar solitario, aunque sea descalza, aunque sea con el mismo jersey gastado que llevábamos en el instituto. Trabajar al aire libre, a media jornada y por cuenta propia. Tener un montón de tiempo para una, pasar largos días en la propia compañía, sin utilizar el móvil ni el ordenador ni la tablet ni… Escuchar a los pájaros como si nos fuera la vida en ello, caminar, caminar mucho por entre las cortezas, las ramas, el musgo, las flores. Tener un lago enteramente nuestro, para bañarnos desnudas, y ver cómo se acercan los martines pescadores, esas criaturas de azul vibrante y naranja tan necesarias para el alma. No protegernos de la lluvia, dejarnos empapar por el cielo que tiene algo que decirnos. Depilarnos menos y leer a las grandes mujeres, mujeres de todos los tiempos que dejaron su sabiduría para nosotras, su legado. Cocinar todos los días por placer, porque podemos hacer verdadera magia para la vista y la sangre con sólo cocinar. Dormir sin bragas, aprovechar las noches de verano para dormir a la intemperie, mirar fijamente al sol cuando está casi escondiéndose por la lejana montaña. Rodearse de belleza, alimentar el fuego creativo, respetar el ritmo que nos marcan nuestros ciclos. Respirar profundamente cada cinco minutos, volviendo la conciencia al cuerpo, ese templo tan hermoso que tenemos. Convivir con animales salvajes, como los felinos, los perros y los pájaros, correr y volar con ellos. Amamantar a nuestras crías, dormir a su lado, darles masajes todo el tiempo. Leer cuentos infantiles, son un remedio eficaz contra la desilusión y la desesperanza. Bailar en la naturaleza, mover las caderas entre montañas o en la ancha llanura castellana, rodearse de mujeres que quieren vivir más libres y más ellas. Tocarnos los pechos un día sí y otro también, agradeciendo, amando y respetando su presencia. Dejarse inspirar por lo siguiente: viajes, águilas, sueños, indígenas, plantas, meditación, silencio, niños, arte, acantilados…
Todas podemos introducir algunos de estos cambios en nuestra vida cotidiana. Es esencial que lo hagamos, si no queremos morir de hambre. La mujer de hoy ha sido civilizada en exceso, está sobreestimulada intelectualmente en un trabajo que le ocupa ocho o más horas diarias, en una vida virtual que la satura con estímulos que nada le aportan: entrevistas a no sé quién, anuncios graciosos, fotos de personas a las que ni siquiera conoce, conversaciones frívolas, jueguecitos en el móvil… Lo bueno de ésto es que, tarde o temprano, deja de funcionar, la humana llega a niveles altísimos de fatiga, desinterés y ansiedad, y se ve obligada a buscar en otra parte, quizás debajo de las raíces de los árboles, quizás en su propio corazón.
Puede que tú seas una de esas mujeres y te sientas al borde del cansancio, del profundo vacío, del sinsentido que duele como la peor de las heridas. Quizás no logres encontrar espacio para tí, para alimentarte por dentro, para fortalecer tus pasiones y grandes sueños. Si te encuentras sin fuerzas en una encrucijada del camino y no sabes para dónde tirar…. Escucha estas palabras, hembra, PRIORIZA. Lárgate sola al bosque, al campo, a esa ciudad que tanto te ha inspirado siempre. Deja lo que tengas que dejar atrás: el trabajo, una relación que ya no te nutre, unos estudios que no satisfacen tus inquietudes, obligaciones varias… COGE el pulso firme que te queda y dedícate en exclusiva a llamar al fuego que perdiste, la libido que antaño te permitía ilusionarte de verdad, hacer las cosas con verdadera alegría y PODER. Sólo te tienes a ti, linda, con tus dos alas grandes y tus garras de águila. NO TE ABANDONES ahora. Vuela sobre las veredas, otea todos los riscos, tantea los diferentes tipos de viento hasta que te encuentres de nuevo. Para eso estás aquí, mujer. Y lo sabes.
Gracias por estar ahí,
Nuria.



Extraido de: http://mujertaruk.wordpress.com/2014/05/07/el-fueguito-interior/

jueves, 1 de mayo de 2014

El sexo como obligación social. La supuesta libertad sexual y la norma

“La sexualidad es como las lenguas. Todos podemos aprender varias.”
Beatriz Preciado.

A partir del siglo XIX se vendrían construyendo una serie de retoricas teóricas que derivarían en la hipótesis represiva del sexo, como respuesta a ello Michel Foucault sería antagonista desclasificando desde una perspectiva histórica el origen falaz de dicho postulado, analizaría el desarrollo no represor de la sexualidad(1). El filósofo francés nos diría que solo a partir del siglo XVII el sexo sería silenciado –no quiere decir reprimido- y homogeneizado a la regulación de dispositivos sexuales direccionados por la norma, funcionará entonces por normalización y no por prohibición o represión.
La intelectualidad dominante, los medios de información masiva y el discurso colectivo Occidental se volverían a esforzar tras concluidos ciertos regímenes represores fascistas de finales del Siglo XX en instalar en nuestro imaginario social la hipótesis represiva del sexo, tarea que ya había comenzado un siglo antes, ello no sería sin intenciones previas, serviría para justificar un conjunto de procesos biopoliticos que llevarían a promocionar un tipo de sexualidad única y direccionada por la construcción dual de género(2), por la heterosexualidad y por las relaciones de poder. Se constituiría entonces una norma sexual que enseñaría o homogenizaría –a través de instituciones y agentes normativos- a todos los miembros de la sociedad a normalizarse a su cuadro, se promocionaría a través de la norma la “libertad prometida” como respuesta a la hipótesis represiva, pero no sería más que otro truco del poder dominante.
Por medio de la norma sexual, la cultura imperante capitalista construiría una sociedad sexual en principio y desarrollo, se impondrán modelos de vida sexual, se venderá a través del sexo todas las mercancías -¿o el sexo se mercantilizaría?- sean tangibles o no, las relaciones sociales responderán a un tipo de imaginario sexual pre-determinado por la norma, está será propagada por diferentes estímulos del mercado. Las instituciones y relaciones de intercambio sexual –el novio, los amantes u otras- serán reguladas por el modelo de sexualidad impuesto, el placer sexual será producto de intercambio capitalista.
Por otro lado las instituciones normativas medicas, la mediatización de imágenes –la publicidad, la industria del porno, el mercado, etc- y el discurso colectivo de la “vida sana” se encargarían de transformar el sexo como acto en una obligación, ritual y contrato social del sujeto “normal y sano” con su contexto, se hablaría de la edad para tener sexo, por supuesto obedeciendo a un proceso previo de sexualización normativa en la infancia. El sexo pasaría a ser gracias a literatura de erótica micro-capitalista y discursos de la medicina institucional sinónimo de una “vida sana y plena”, casi respondiendo patrones falaces que en el pasado sirvieron para construir la tiranía de la belleza. Se patologizará cualquier rechazo al desarrollo sexual impuesto, se intentará corregir tipos de sexualidad fuera del cuadro, y se buscará la normalización de resistencias individuales o colectivas a la norma.
Serán también sectores supuestamente disidentes quienes promocionaran la obligación normativa del sexo, aparecerán eróticas eufemísticas y discursivas patriarcales que servirían para transformar a la mujer –“libre” dirán- en una maquina sexual a la par con la exigencia social al hombre, se tratará de responder a la supresión erótica de la mujer con recolecciones de orgasmos que pasarán a ser mediaciones de un sexo mercantil y regulado por las estructuras de la norma sexual y no mucho menos también por el patriarcado como sistema social hegemónico. Serán los discursos de “libertad sexual” y otro tipo de eufemismos los soportes de la norma en los sectores disidentes. Un ejemplo histórico de lo fracasado que resultaría esto sería la sexualidad supuestamente libre que presentaba el movimiento hippie en los 60 y 70, ya sabemos cómo terminaría aquel proceso de normalización después.
El desarrollo de sexualización normativa tendrá dos caras, uno que será promocionado por el mercado y otro que será difundido de manera silenciosa en las relaciones, el segundo será silencioso porque debe convivir con la moralidad cristiana, pero tanto la norma sexual como el pensamiento cristiano cohesionaran en muchos aspectos, por ejemplo coincidirán en la monogamia como institución normativa predominante –no significa que no se promocionen transgresiones previstas-, lo mismo pasará con la heteronorma, o el discurso patriarcal en torno a la figura de la mujer.
Posiblemente lo expuesto servirá para ser la caricatura fácil de puritanismo, pero muy por el contrario se ha tratado de cuestionar la estructura actual del sexo, así mismo lo falaz que resulta la retorica de la “libertad prometida sexual”, no invitando a dejar de tener sexo ni queriendo sugerir que la abstención sea algún tipo de resistencia –aunque tampoco se afirmaría lo contrario-, sino a la reflexión crítica y subversiva en torno a la pedagogía sexual que hemos codificado en nuestras vidas.
Escrito por Orlando S.
Periódico anarquista El Amanecer.
Notas:
(1). La Historia de la Sexualidad, Vol 1: La voluntad del saber, Michel Foucault (1979)
(2). Se sugiere leer “El Género en Disputa” (1999) de Judith Butler.

martes, 29 de abril de 2014

¿De dónde se es? Paisaje y arraigo

La idea del anarquista como un sujeto desarraigado es una no­ción que debe revisarse perma­nentemente. El amor a la patria es una cosa, amar un paisaje es otra.

Este periódico se reconoce oriundo de la Región Chilena, si hemos utili­zado esta idea es porque nuestros compañeros del la primera época de El Surco también se referían así al contexto territorial desde donde escribían. Porque no creemos en el concepto de Chile como un República (de esas que a uno le enseñan en el colegio), para nosotros, lo que se hizo acá fue trazar líneas imaginarias sobre una región del globo terráqueo.

Desde esta aparentemente sutil diferencia, proyectamos las palabras venideras, donde queremos comentar con respecto a ciertos nociones del anarquista como un sujeto desarraigado, es decir, una persona que no es de aquí, ni de allá (diría Facundo Cabral), incapaz de establecer lazos emocionales con un territorio, por el hecho de no creer en la patria, repúblicas o estados.
Es claro que esta idea está cargada de una concepción errónea de lo que significa anarquía, el que escribe se considera un internacionalista, en la idea de que como Homo sapiens nos tocó poblar un mismo planeta y aquello nos conecta como espe­cie. No obstante, hay un paisaje que me es propio, hay una combinación de elementos atmosféricos que recuerdo con nostalgia cuando estoy lejos: plantas, olores, sonidos y casas, es un todo que no podría describir ni pintar, construido desde la experiencia y con el cual he desarrollado lazos afectivos y emocionales que lo convierten en único.

Conviene invocar en este las palabras del geógrafo cultural Yi Fu-Tuan: “Un paisaje es, ante todo, una composición. Revela grandes y pequeñas armonías, la mayoría de las cuales les resultan invisibles a las personas que ha­bitan en él y deben atender sus necesidades inmediatas”1 .

La cita se refiere a una jerarquía de armo­nías, no especifica, pero es claro que estas armonías son creadas por quien vive el paisaje. Nuestra concepción de un paisaje acotada a su dimensión visual es errónea por simplista, el paisaje es una experiencia, y como tal es multisensorial. Así, todos nues­tros sentidos se disponen hacia el paisaje, reconociendo armonías (que no deben ser necesariamente bellas) como puede ser un olor en relación a un sonido, o un sabor en función de un color.

Como fetichistas de la historia, no podemos dejar de lado la relación entre el individuo y el paisaje que se genera desde la interac­ción en el tiempo, ésta carga el paisaje de vivencias sobre las que volvemos cada vez que lo visitamos. Aquella esquina deja de ser una intersección y se convierte en el ne­fasto lugar donde nos caímos de la bicicleta, aquel árbol abandona su follaje actual, para nosotros solía ser más pequeño.

El arraigo pasa necesariamente por esas relaciones: Uno es, donde ha sido, suena redundante, pero lo que queremos expli­car es que la posibilidad de reconocerse, es mucho mayor en los lugares donde hubo una conexión entre el espacio y la persona. Mantengamos caliente la idea de “experiencia”.

Cuando nos dicen “ama a tu patria”, se nos pide verter un sentimiento íntimo sobre una molde abstracto. En lo personal, me es imposible proyectar amor en algo que no concibo, para mi esto de las líneas que no se ven y las banderas son sólo construccio­nes de otros que me han impuesto. Por ser impuestas, no puedo sentir aprecio sobre las mismas.

No sucede lo mismo con un paisaje, este genera placer porque existe un vínculo (arraigo), que cueste definir lo que más gusta de un paisaje, no quiere decir que no tengamos claro lo que compone dicho conjunto, sólo explica lo difícil que es poner en palabras una experiencia. Así entonces, estamos dispuestos a sentirnos parte de un territorio, lo importante es tener claro cuánto se está dispuesto a sacrificar por este territorio (entendiendo como territorio el emplazamiento físico sobre el que se construye un paisaje).

Para ejemplificar este sacrificio, prefiero hablar desde un yo: ¿Estaré dispuesto a matar por mi derecho a un territorio? La verdad la pregunta suena extrema, pero creemos que en el fondo esa es la consigna que sustenta las guerras. Suelo hacerme esta pregunta cuando miro por la ventana de la pieza, reconociendo esos detalles íntimos, sutiles despojos de realidad que he hecho míos. La verdad querido lector, es que no tengo una respuesta definitiva.

Todo lo que está ante nosotros, no nos pertenece, a pesar de ser nuestro (una cosa es poseer, otra cosa es ser dueño). Por lo tanto no tiene sentido morir defendién­dolo, sin embargo, todos los sentimientos vertidos nos van a impedir entregarlo así como así, tiene mucho de injusto el sentirse desplazado.

La patria es una multiplicidad de paisajes, muchos de los cuales no son más que una postal para nosotros, por lo mismo creo imposible sentirse arraigado en Chile, como podría uno sentirse arraigado en un espacio personal. A pesar de que los paisa­jes que amamos se proyectan desde Chile. La gran diferencia está en que el territorio es una posibilidad de arraigo, la intención de sentir que se puede ser en un lugar, es algo personal, va con nosotros y por lo tanto puede aplicarse a voluntad sobre el territorio que nos plazca.

No hay que creer en esa consigna patriotera que transforma un objeto abstracto en una suerte de “madre”, nosotros, como humanos, podemos sentirnos cómodos incluso en los lugares más inhóspitos, eso depende de la voluntad de arraigo.

Si le pusieron un nombre al territorio que va desde las cordillera al mar, eso me es indiferente, para mi puede tener múltiples nombres, según mi estado de ánimo.

Entonces uno comprende por dentro esos versos conocidos del compañero Pezóa Velis:

“Entonces, muerto de angustia,
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.”

Citas:
[1]. Tuan, Yi-fu, Escapismo, formas de evasión en el mundo actual; trad. Karen Muller. Península, Barcelona, 2003. Pág. 161

Autor: Rako
Publicado en: El Surco Nº 17, Chile

Sustituyendo los huevos por alimentos vegetales

EN REBOZADOS

Mezclar cerveza o soda con harina (de trigo, de arroz, de maíz…) hasta formar una pasta consistente y pasar los alimentos antes de freir.Harina de tempura. Los alimentos rebozados con esta harina (preparada con agua) crecen bastante y tienen un sabor muy especial. No es necesario añadir sal.Harina de soja diluida en agua. 2 cucharadas de harina de soja con 4 de agua.Linaza(semillas de lino) molida diluida en agua. 2 cucharadas de linaza en 4 de agua, dejando que repose al menos 20 minutos. La mezcla será viscosa.Mezcla de harinas. Podemos mezclar harinas que queden más crujientes, como la de arroz y la de maíz, con otras que queden más cremosas, como la de trigo, garbanzo o soja.


EN TORTILLAS

La harina de garbanzo, es un buen sustituto por su color y su textura. Mezclar con agua y un poco de vinagre o zumo de limón para quitar el sabor excesivo a garbanzo.Harina para cocinar sin huevo mezclada con harina de trigo normal, o con harina de maíz.Harina de arroz con harina de trigo a partes iguales y mezclar con bebida de soja(sin endulzar) ó agua.Para cosas similares a los huevos revueltos, usar tofu blando y saltear con el resto de ingredientes, o bien hacer una tortilla fina con harina de garbanzo y maicena y cortar en trocitos.Para dar sabor “a huevo” a tus tortillas, utiliza sal kala namak al finalizar la cocción.

EN DECORACIÓN

Pincela tus platos con aceite de oliva antes de meterlos al horno.Para conseguir un efecto tostado en dulces y bollos, pincélalos con una mezcla de 50 ml de leche de soja con 1 cucharadita de melaza, sirope de agave o sirope de arce.Mezclando maicena u otro almidón con agua fría, sal y azafrán o cúrcuma obtenemos una cobertura de un bonito tono amarillo y sabor.En caso de hojaldres y dulces, derrite una cucharada de margarina vegetal con 2 de azúcar y un poco de agua y pinta por encima.Con agar-agar y agua conseguimos gelatina con la que podemos cubrir muchos postres y pastelitos. Si además le agregamos unas gotas de sirope de fresa por ejemplo, tenemos una cobertura brillante, transparente, rosa y con sabor a fresa. Sólo tenemos que diluir el agar en agua hirviendo y esperar a que esté templado.Con azúcar glacé y unas gotas de agua cubrimos la bollería que queramos a la vez que le añadimos dulzura (es como la cobertura de los donuts).La melaza es además un sustituto de la miel. Tiene su misma textura pegajosa y es igual de dulce. La melaza normal es de caña de azúcar, pero también podemos encontrar melazas hechas de arroz. El sirope de arce y el sirope de agave también sirven. 

EN TARTAS, BIZCOCHOS Y CREPES

No siempre es necesario sustituir los huevos, en muchos casos se pueden omitir directamente. Para encontrar el sustituto perfecto hay que atender a la función que ocupa el huevo en la preparación.En el caso de bizcochos, magdalenas y tartas, confiere un poco de elasticidad, pero sobre todo mantiene la humedad de la masa mientras se hornea, por eso quedan después tan jugosos. En estos casos podemos optar por utilizar el clásico plátano amarronado, que no tiene nada de mágico, simplemente se han apelmazado los azúcares, un poco de melaza o sirope que sea denso, como el de arce, savia o agave. También funciona muy bien utilizar azúcar moreno o panela, o alguno de los sustitutos que te mostramos a continuación.Para dar elasticidad a las masas finas, como en las crepes, tortitas y bizcochos genoveses, basta con agregar almidón de maíz (maizena) o de tapioca a la masa. En el caso de las galletas, se pueden suprimir directamente los huevos o agregar alguno de los siguientes sustitutos, en menor cantidad.Utiliza harina para cocinar sin huevo mezclada con agua. Las cantidades son aproximadamente 1 cucharada y media por cada huevo que queramos sutituir.Aprovecha los plátanos muy maduros y amarronados. Son perfectamente comestibles y de hecho están más dulces. Aplástalos con un tenedor hasta hacerlos pulpa. Usa un plátano por cada huevo que vayas a sustituir. Puedes usar también cualquier otra fruta carnosa, como manzana, pera o kiwi. Para hacerlo mucho más ligero prueba con sandía o melón .Diluye 2 cucharadas de harina de soja o de linaza molida en 4 cucharadas de agua, por cada huevo que vayas a sustituir. 

EN OTROS

Para puddings, natillas, cremas y flanes utiliza almidón de maíz (maizena) o de tapioca mezclado con agua fría. Aproximadamente 1 cucharada por cada huevo a sustituir mezclada con 3 de agua fría. Utilízalo igual que el huevo. Por ejemplo para las natillas habría que hervir leche (utiliza cualquier leche vegetal), retirar del fuego, añadir el huevo (añade la mezcla de almidón) y volver a poner en el fuego, removiendo para que espese.Para dar sabor “a huevo” utiliza sal kala namak. Es una sal de color morado que sabe a huevos cocidos. Es bastante delicada y su sabor se ve afectado por altas temperaturas de cocción, así que es mejor utilizarlo justo antes de servir y en preparaciones no demasiado calientes. 

Fuente: www.creativegan.net


Sawabona - Shikoba.

Hay una tribu africana que tiene una costumbre especial. Cuando alguien hace algo perjudicial o se equivoca, ellxs llevan a la persona al centro de la aldea y toda la tribu se concentra y lo rodea. Durante dos días, le dicen todas las cosas buenas que él/ella ya ha hecho.



La tribu cree que cada ser humanx viene al mundo como unx ser buenx. Cada unx de nosotrxs, desea seguridad, amor, paz y felicidad. Pero a veces, en la busca de esas cosas, las personas cometen errores. La comunidad ve aquellos errores como un grito de socorro.

La tribu se une entonces para erguirlo, para reconectarlo con quien es realmente, hasta que él/ella se acuerde totalmente de la verdad de la cual se había desconectado temporalmente: “Yo soy buenx”.

SAWABONA, es un saludo usado en África del Sur y quiere decir: “Yo te respeto, yo te valoro. Eres importante para mí.” En respuesta las personas contestan SHIKOBA, que es: “Entonces, yo existo para ti.”

jueves, 17 de abril de 2014

Anarquía y meditación



Anarquía es organización social horizontal. Sin más amo que uno mismo, sin más soberanía que la individual y la del colectivo organizado, asambleariamente recomendamos.
La meditación es la actividad posible en el ser humano, donde observamos la vida, el individuo y el colectivo, la totalidad.
El desarrollo anarquista implica autocontrol sobre el ego, pues el ego, naturalmente tiende a querer protagonizar, acaparar, acumular, poseer. Y esto no es siempre práctico, en ocasiones sí es útil pero en muchas otras veces lo que sucede es que impide que el ser humano crezca, impide que podamos consensuar, llegar a acuerdos y tener experiencias en común, impide la cooperación. El anarquismo desarrolla la cooperación. La meditación no es reflexión, la meditación es observación y la observación trae consigo la comprensión. La meditación nos libera del imperio del ego, nos sitúa como observadores, conscientes de nuestra conexión con la vida, el movimiento; conscientes de nuestra conexión con el ego. Meditando no negamos la existencia del ego, lo observamos. Observamos nuestras relaciones humanas, las comprendemos. Comprender es un acto de amor. Tolerar es también un acto de amor. Para tolerar es bueno, útil, comprender, para hacer una auténtica cesión, pues eso es tolerar: ceder. En cooperación es necesario ceder. Pero también es necesario defender y luchar por aquello que consideramos correcto, útil, práctico, para uno y el colectivo. La meditación nos entrega la calma, la paciencia y la visión para poder encontrar respuestas. con la meditación las respuestas no vienen del intelecto, vienen del espacio que creamos entre nosotros y el movimiento de la creación. Meditando observamos, creamos ese espacio y las respuestas vienen. Pero meditar no es dormir. Es lo contrario, es estar atento y despierto por lo que cuando observamos las respuestas las señalamos conscientemte. Esas respuestas son útiles, son soluciones y eso es lo que necesitamos para desarrollar anarquismo real, en el día a día.
Meditando obtenemos clarividencia, nos centramos, centramos nuestra energía y nos volvemos eficaces. Pero no una eficacía basada en el conflicto biológico, en el estrés, por muy práctico que sea el estrés. Sino una eficacia ‘zen’. la eficacia del monje zen que llegado el momento suelta los dedos que sujetan la flecha y la flecha se dirije al centro de la diana. Si no se da en el centro no importa. No importa ese tipo de éxito, importa la práctica, la acción en estado de meditación. La acción nos lleva al resultado, un resultado pacífico y armónico. Claro que hay obstáculos y fuerzas que impiden la realización de nuestra acción. Meditando nos armonizamos con esas energías, y si algo es posible, lo realizamos. Y si se nos muestra como imposible, meditando nos armonizamos con esa aparente imposibilidad. Meditando logramos ver el aspecto posible de lo imposible.

Anarquismo es autogestión. La autogestión implica organización, trato social, inteligencia. La autogestión nos lleva a conocer nuestros recursos y posibilidades, observar recursos y posibilidades con mente abierta, a nuestro alrededor y más allá. La meditación nos lleva a la visión, el enfoque panorámico necesario para lograr autogestión. La meditación no es una religión con dioses y normas. Es una actividad natural, una acción voluntaria del organismo de contemplación.
Meditar es tomar control, soberanía, empoderamiento. De la meditación surje una nueva educación, una visión fresca y realista. Hay una política natural, biológica que surje del desarrollo de la conciencia, de la autorealización de la persona. Esta política es el anarquismo. Una conciencia desarrollada dota al organismo de autocontrol, sensibilidad, inteligencia natural. Una conciencia desarrollada no busca luchar con otros seres humanos, sino que se da cuenta de las otras personas nos necesitan y les necesitamos. Una conciencia alerta, despierta, pasa a la acción para que su organismo tenga alimento, pero esa acción tiene una ética, una ética fruto de la observación. Una conciencia desarrollada entiende la cooperación como fórmula de supervivencia y desarrollo. Y esto es de lo que habla el anarquismo. Una meditación real, profunda, que nos abre el corazón y nos libera del miedo, que nos vuelve activos, sociables, respetuosos con el otro donde nos lleva es al anarquismo. Un anarquismo práctico, constante, que busca soluciones, modos de convivir activa y pacificamente nos lleva a la meditación.

Claro que anarquismo es desarrollo social e individual libre. Uno libremente acepta acuerdos y compromisos. Y las plataformas de supervivencia autogestionadas nos permiten disfrutar de nuestra libertad, y desarrollar nuestros sueños, aquello que queremos hacer, sobre todo: vivir. La meditación consiste en eso, en vivir, en ser libres en armonía con nuestra situación actual. Y las cosas pueden ponerse muy difíciles externamente, meditar nos ayuda a tener la energía y la visión para pasar a la acción y solucionar nuestra situación por grave que sea porque nos armonizamos con esa situación sin apegarnos a ella, seguimos viviendo. Meditar es desapego. El desapego natural es el estado del ser más incontrolable por las fuerzas psicóticas que están en el poder egoista. Por esa razón desconocemos qué es meditación y asociamos la meditación con sectas pastoriles y lavados de cerebro. Sin duda que la meditación nos lava y baña la mente pero para ser nosotros mismos, no el diseño esclavista convencional implantado socialmente a golpe de sometimiento cultural y político.