tag:blogger.com,1999:blog-4708952362840769222024-03-05T01:26:59.992-08:00Equilibrio SalvajeNit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.comBlogger165125tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-72812943088806001202017-01-05T17:37:00.000-08:002017-01-05T17:37:19.978-08:00El Amor Romántico como utopía emocional de la posmodernidad.<div style="text-align: justify;">
El amor en la posmodernidad es una utopía colectiva que se expresa en y sobre los cuerpos y los sentimientos de las personas, y que, lejos de ser un instrumento de liberación colectiva, sirve como anestesiante social.</div>
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El amor hoy es un producto cultural de consumo que calma la sed de emociones y entretiene a las audiencias. Alrededor del amor ha surgido toda una industria y un estilo de vida que fomenta lo que H.D. Lawrence llamó “egoísmo a dúo”, una forma de relación basada en la dependencia, la búsqueda de seguridad, necesidad del otro, la renuncia a la interdependencia personal, la ausencia de libertad, celos, rutina, adscripción irreflexiva a las convenciones sociales, el enclaustramiento mutuo…</div>
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Este enclaustramiento de parejas propicia el conformismo, el viraje ideológico a posiciones más conservadoras, la despolitización y el vaciamiento del espacio social, con notables consecuencias para las democracias occidentales y para la vida de las personas. Las redes de cooperación y ayuda entre los grupos se han debilitado o han desaparecido como consecuencia del individualismo y ha aumentado el número de hogares monoparentales. La gente dispone de poco tiempo de ocio para crear redes sociales en la calle, y el anonimato es el modus vivendi de la ciudad: un caldo de cultivo, pues, ideal para las uniones de dos en dos (a ser posible monogámicas y heterosexuales).</div>
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De este modo, nos atrevemos a afirmar que los modelos de relación erótica y amorosa de la cultura de masas están basadas en la ideología del “sálvese quién pueda”. Mucha gente se queja de que los amores posmodernos son superficiales, rápidos e intensos, como la vida en las grandes urbes. Es cada vez más común el enamoramiento fugaz, y pareciera que las personas, más que lograr la fusión, lo que hacen es “chocar” entre sí.</div>
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Creo, coincidiendo con Erich Fromm, que a pesar de que el anhelo de enamorarse es muy común, en realidad el amor es un fenómeno relativamente poco frecuente en nuestras sociedades actuales: “La gente capaz de amar, en el sistema actual, constituye por fuerza la excepción; el amor es inevitablemente un fenómeno marginal en la sociedad actual”. Y lo es porque el amor requiere grandes dosis de apertura de uno mismo, de entrega, generosidad, sinceridad, comunicación, honestidad, capacidad de altruismo, que chocan con la realidad de las relaciones entre los hombres y las mujeres posmodernas.</div>
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Por eso creo que el amor, más que una realidad, es una utopía emocional de un mundo hambriento de emociones fuertes e intensas. En la posmodernidad existe un deseo de permanecer entretenido continuamente; probablemente la vida tediosa y mecanizada exacerba estas necesidades evasivas y escapistas. Esta utopía emocional individualizada surge además en lo que Lasch denomina la era del narcisismo; en ella las relaciones se basan en el<a href="http://www.entretantomagazine.com/2013/04/21/es-egoista-el-amor-romantico/"> egoísmo y el egocentrismo del individuo.</a></div>
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Las relaciones superficiales que establecen a menudo las personas se basan en una idealización del otro que luego se diluye como un espejismo. En realidad, las personas a menudo no aman a la otra persona por como es, en toda su complejidad, con sus defectos y virtudes, sino más bien por cómo querría que fuese. El amor es así un fenómeno de idealización de la otra persona que conlleva una frustración; cuanto mayores son las expectativas, más grande es el desencanto.</div>
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El <a href="http://www.entretantomagazine.com/2013/05/21/los-mitos-del-amor-romantico/">amor romántico</a> se adapta al individualismo porque no incluye a terceros, ni a grupos, se contempla siempre en uniones de dos personas que se bastan y se sobran para hacerse felices el uno al otro. Esto es bueno para que la democracia y el capitalismo se perpetúen, porque de algún modo se evitan movimientos sociales amorosos de carácter masivo que podrían desestabilizar el statu quo. Por esto en los medios de comunicación de masas, en la publicidad, en la ficción y en la información nunca se habla de un “nosotros” colectivo, sino de un “tú y yo para siempre”. El amor se canaliza hacia la individualidad porque, como bien sabe el poder, es una fuerza energética muy poderosa. Jesús y Gandhi expandieron la idea del amor como modo de relacionarse con la naturaleza, con las personas y las cosas, y tuvieron que sufrir las consecuencias de la represión que el poder ejerció sobre ellos.</div>
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El amor constituye una realidad utópica porque choca con la realidad del día a día, normalmente monótona y rutinaria para la mayor parte de la Humanidad. Las industrias culturales actuales ofrecen una cantidad inmensa de realidades paralelas en forma de narraciones a un público hambriento de emociones que demanda intensidad, sueños, distracción y entretenimiento. Las idealizaciones amorosas, en forma de novela, obra de teatro, soap opera, reality show, concurso, canciones, etc. son un modo de evasión y una vía para trascender la realidad porque se sitúa como por encima de ella, o más bien porque actúa de trasfondo, distorsionando, enriqueciendo, transformando la realidad cotidiana.</div>
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Necesitamos enamorarnos del mismo modo que necesitamos rezar, leer, bailar, navegar, ver una película o jugar durante horas: porque necesitamos trascender nuestro “aquí y ahora”, y este proceso en ocasiones es adictivo. Fusionar nuestra realidad con la realidad de otra persona es un proceso fascinante o, en términos narrativos, maravilloso, porque se unen dos biografías que hasta entonces habían vivido separadas, y se desea que esa unión sitúe a los enamorados en una realidad idealizada, situada más allá de la realidad propiamente dicha, y alejada de la contingencia. Por eso el amor es para los enamorados como una isla o una burbuja, un refugio o un lugar exótico, una droga, una fiesta, una película o un paraíso: siempre se narran las historias amorosas como situadas en lugares excepcionales, en contextos especiales, como suspendidas en el espacio y el tiempo. El amor en este sentido se vive como algo extraordinario, un suceso excepcional que cambia mágicamente la relación de las personas con su entorno y consigo mismas.</div>
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Sin embargo, este choque entre el amor ideal y la realidad pura se vive, a menudo, como una tragedia. Las expectativas y la idealización de una persona o del sentimiento amoroso son fuente de un sufrimiento excepcional para el ser humano, porque la realidad frente a la mitificación genera frustración y dolor. Y, como admite Freud (1970), “jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos; jamás somos tan desamparadamente infelices como cuando hemos perdido el objeto amado o su amor”.</div>
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Quizás la característica más importante de esta utopía emocional reside en que atenúa la angustia existencial, porque en la posmodernidad la libertad da miedo, el sentido se ha derrumbado, las verdades se fragmentan, y todo se relativiza. Mientras decaen los grandes sistemas religiosos y los bloques ideológicos como el anarquismo y el comunismo, el amor, en cambio, se ha erigido en una solución total al problema de la existencia, el vacío y la falta de sentido.</div>
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Otro rasgo del amor romántico en la actualidad es que en él confluyen las dos grandes contradicciones de los urbanitas posmodernos: queremos ser libres y autónomos, pero precisamos del cariño, el afecto y la ayuda de los demás. El ser humano necesita relacionarse sexual y afectivamente con sus semejantes, pero también anhela la libertad, así que la contradicción es continua, y responde a lo que he denominado la insatisfacción permanente, un estado de inconformismo continuo por el que no valoramos lo que tenemos, y deseamos siempre lo que no tenemos, de manera que nunca estamos satisfechos. A los seres humanos nos cuesta hacernos a la idea de que no se puede tener todo a la vez, pero lo queremos todo y ya: seguridad y emoción, estabilidad y drama, euforia y rutina.</div>
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La insatisfacción permanente es un proceso que nos hace vivir la vida en el futuro, y no nos permite disfrutar del presente; en él se aúna esa contradicción entre idealización y desencanto que se da en el amor posmoderno, porque la nota común es desear a la amada o el amado inaccesible, y no poder corresponder a los que nos aman. La clave está en el deseo, que muere con su realización y se mantiene vivo con la imposibilidad.</div>
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Si la primera contradicción amorosa posmoderna reside fundamentalmente en el deseo de libertad y de exclusividad, la segunda reside en la ansiada igualdad entre mujeres y hombres. Por un lado, la revolución feminista de los 70 logró importantes avances en el ámbito político, económico y social; por otro, podemos afirmar que el patriarcado aún goza de buena salud en su dimensión simbólica y emocional.</div>
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En algunos países las leyes han logrado llevar las reivindicaciones de los feminismos a la realidad social, pese a que la crisis económica nos aleja aún más de la paridad y la igualdad de mujeres y hombres en el seno de las democracias occidentales. Además de esta ansiada igualdad legal, política y económica, tenemos que empezar a trabajar también el mundo de las emociones y los sentimientos. El patriarcado se arraiga aún con fuerza en nuestra cultura, porque los cuentos que nos cuentan son los de siempre, con ligeras variaciones. Las representaciones simbólicas siguen impregnadas de estereotipos que no liberan a las personas, sino que las constriñen; los modelos que nos ofrecen siguen siendo desiguales, diferentes y complementarios, y nos seguimos tragando el mito de la media naranja y el de la eternidad del amor romántico, que se ha convertido en una utopía emocional colectiva impregnada de mitos patriarcales.</div>
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Algunos de ellos siguen presentes en nuestras estructuras emocionales, configuran nuestras metas y anhelos, seguimos idealizando y decepcionándonos, y mientras los relatos siguen reproduciendo el mito de la princesa en su castillo (la mujer buena, la madre, la santa,) y el mito del príncipe azul (valiente a la vez que romántico, poderoso a la par que tierno). Muchos hombres han sufrido por no poder amar a mujeres poderosas; sencillamente porque no encajan en el mito de la princesa sumisa y porque esto conlleva un miedo profundo a ser traicionados, absorbidos, dominados o abandonados.Los mitos femeninos han sido dañinos para los hombres porque al dividir a las mujeres en dos grupos (las buenas y las malas), perpetúan la deigualdad y el miedo que los hombres sienten hacia las mujeres. Este miedo aumenta su necesidad de dominarlas; el imaginario colectivo está repleto de mujeres pecadoras y desobedientes (Eva, Lilith, Pandora), mujeres poderosas y temibles (Carmen, Salomé, Lulú), perversas o demoníacas (las harpías, las amazonas, las gorgonas, las parcas, las moiras).</div>
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Paralelamente, multitud de mujeres han besado sapos con la esperanza de hallar al hombre perfecto: sano, joven, sexualmente potente, tierno, guapo, inteligente, sensible, viril, culto, y rico en recursos de todo tipo. El príncipe azul es un mito que ha aumentado la sujeción de la mujer al varón, al poner en otra persona las manos de su destino vital. Este héroe ha distorsionado la imagen masculina, engrandeciéndola, y creando innumerables frustraciones en las mujeres. El príncipe azul, cuando aparece, conlleva otro mito pernicioso: el amor verdadero junto al hombre ideal que las haga felices.</div>
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Pese a estos sueños de armonía y felicidad eterna, las luchas de poder entre hombres y mujeres siguen siendo el principal escollo a la hora de relacionarse libre e igualitariamente en nuestras sociedades posmodernas; por ello es necesario seguir luchando por la igualdad, derribar estereotipos, destrozar los modelos tradicionales, subvertir los roles, inventarnos otros cuentos y aprender a querernos más allá de las etiquetas.</div>
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<a href="http://www.entretantomagazine.com/tag/coral-herrera-gomez/">Artículos relacionados</a></div>
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Leer más de Coral Herrera en <a href="http://haikita.blogspot.com.es/">El rincon de Haika</a></div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-44196504497785891202017-01-05T17:05:00.001-08:002017-01-05T17:05:35.015-08:00La era del humanismo está terminando<div style="text-align: justify;">
No hay indicios de que el 2017 vaya a ser muy diferente del 2016.</div>
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Bajo ocupación israelí por décadas, Gaza seguirá siendo la mayor prisión a cielo abierto de la Tierra.</div>
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En los Estados Unidos, la matanza de gente negra a manos de la policía continuará ininterrumpidamente y cientos de miles más se unirán a los que ya están alojados en el complejo industrial-carcelario que vino a instalarse tras la esclavitud de las plantaciones y las leyes de Jim Crow.</div>
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Europa continuará su lento descenso hacia el autoritarismo liberal o lo que el teórico cultural Stuart Hall llamó populismo autoritario. A pesar de los complejos acuerdos alcanzados en los foros internacionales, la destrucción ecológica de la Tierra continuará y la guerra contra el terror se convertirá cada vez más en una guerra de exterminio entre varias formas de nihilismo.</div>
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Las desigualdades seguirán creciendo en todo el mundo. Pero lejos de abastecer un ciclo renovado de luchas de clase, los conflictos sociales tomarán cada vez más la forma de racismo, ultranacionalismo, sexismo, rivalidades étnicas y religiosas, xenofobia, homofobia y otras pasiones mortales.</div>
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La denigración de virtudes como el cuidado, la compasión y la generosidad va de la mano con la creencia, especialmente entre los pobres, de que ganar es lo único que importa y que quién gana –en virtud del medio que sea necesario– es en última instancia el que está en lo correcto.</div>
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Con el triunfo de este acercamiento neo-darwiniano al hacer-historia, el apartheid bajo diversas modulaciones será restaurado como la nueva vieja norma. Su restauración pavimentará el camino hacia nuevos impulsos separatistas, a la construcción de más muros, a la militarización de más fronteras, a formas mortales de policialización, a guerras más asimétricas, a alianzas rotas y a innumerables divisiones internas, incluso en democracias establecidas.</div>
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Nada de lo señalado más arriba es accidental. En todo caso, es un síntoma de cambios estructurales, cambios que se harán cada vez más evidentes a medida que se despliegue el nuevo siglo. El mundo tal como lo conocíamos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con los largos años de la descolonización, la Guerra Fría y la derrota del comunismo, ese mundo ha terminado.</div>
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Ha comenzado otro largo y mortífero juego. El principal choque de la primera mitad del siglo XXI no será entre religiones o civilizaciones. Será entre la democracia liberal y el capitalismo neoliberal, entre el gobierno de las finanzas y el gobierno del pueblo, entre el humanismo y el nihilismo.</div>
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El capitalismo y la democracia liberal triunfaron sobre el fascismo en 1945 y sobre el comunismo a principios de los 90 cuando colapsó la Unión Soviética. Con la disolución de la Unión Soviética y el advenimiento de la globalización, sus destinos fueron destrenzados. La creciente bifurcación entre la democracia y el capital es la nueva amenaza para la civilización.</div>
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Apoyado por el poder tecnológico y militar, el capital financiero ha logrado su hegemonía sobre el mundo mediante la anexión del núcleo de los deseos humanos y, en el proceso, convirtiéndose él mismo en la primera teología secular global. Fusionando los atributos de una tecnología y una religión, se basó en dogmas incuestionables que las formas modernas de capitalismo habían compartido a regañadientes con la democracia desde el período de posguerra –la libertad individual, la competencia en el mercado y la regla de la mercancía y de la propiedad, el culto a la ciencia, la tecnología y la razón.</div>
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Cada uno de estos artículos de fe está bajo amenaza. En su núcleo, la democracia liberal no es compatible con la lógica interna del capitalismo financiero. Es probable que el choque entre estas dos ideas y principios sea el acontecimiento más significativo del paisaje político de la primera mitad del siglo XXI, un paisaje formado menos por la regla de la razón que por la liberación general de pasiones, emociones y afectos.</div>
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En este nuevo paisaje, el conocimiento se definirá como conocimiento para el mercado. El mercado mismo será re-imaginado como el mecanismo primario para la validación de la verdad. A medida que los mercados se convierten cada vez más en estructuras y tecnologías algorítmicas, el único conocimiento útil será algorítmico. En lugar de gente con cuerpo, historia y carne, las inferencias estadísticas serán todo lo que cuenta. Las estadísticas y otros datos importantes se derivarán principalmente de la computación. Como resultado de la confusión de conocimiento, tecnología y mercados, el desprecio se extenderá a cualquier persona que no tenga nada que vender.</div>
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La noción humanista y de la Ilustración del sujeto racional capaz de deliberación y elección será reemplazada por la del consumidor conscientemente deliberante y elector. Ya en construcción, triunfará un nuevo tipo humanidad. Este no será el individuo liberal que, no hace mucho tiempo atrás, creíamos que podría ser el tema de la democracia. El nuevo ser humano será constituido a través y dentro de las tecnologías digitales y los medios computacionales.</div>
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La era computacional –la era de Facebook, Instagram, Twitter– está dominada por la idea de que hay pizarras limpias en el inconsciente. Las formas de los nuevos medios no sólo han levantado la cubierta que las eras culturales previas habían puesto sobre el inconsciente, sino que se han convertido en las nuevas infraestructuras del inconsciente. Ayer, la socialidad humana consistía en mantener los límites sobre el inconsciente. Pues producir lo social significaba ejercer vigilancia sobre nosotros mismos, o delegar a autoridades específicas el derecho a hacer cumplir tal vigilancia. A esto se le llamaba represión. La principal función de la represión era establecer las condiciones para la sublimación. No todos los deseos pueden ser cumplidos. No todo puede ser dicho o hecho. La capacidad de limitarse a sí mismo era la esencia de la propia libertad y de la libertad de todos. En parte gracias a las formas de los nuevos medios y a la era post-represiva que han desencadenado, el inconsciente puede ahora vagar libremente. La sublimación ya no es necesaria. El lenguaje se ha dislocado. El contenido está en la forma y la forma está más allá, o excediendo el contenido. Ahora se nos hace creer que la mediación ya no es necesaria.</div>
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Esto explica la creciente posición anti-humanista que ahora va de la mano con un desprecio general por la democracia. Llamar a esta fase de nuestra historia fascista podría ser engañoso, a menos que por fascismo nos refiramos a la normalización de un estado social de la guerra. Tal estado sería en sí mismo una paradoja, pues en todo caso la guerra conduce a la disolución de lo social. Y sin embargo, bajo las condiciones del capitalismo neoliberal, la política se convertirá en una guerra apenas sublimada. Esta será una guerra de clases que niega su propia naturaleza: una guerra contra los pobres, una guerra racial contra las minorías, una guerra de género contra las mujeres, una guerra religiosa contra los musulmanes, una guerra contra los discapacitados.</div>
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El capitalismo neoliberal ha dejado en su estela una multitud de sujetos destruidos, muchos de los cuales están profundamente convencidos de que su futuro inmediato será una exposición continua a la violencia y a la amenaza existencial. Ellos desean genuinamente un retorno a cierto sentido de certeza –lo sagrado, la jerarquía, la religión y la tradición. Ellos creen que las naciones se han convertido en algo así como pantanos que necesitan ser drenados y que el mundo tal como es debe ser llevado a su fin. Para que esto suceda, todo debe ser limpiado. Están convencidos de que sólo pueden salvarse en una lucha violenta para restaurar su masculinidad, cuya pérdida atribuyen a los más débiles entre ellos, los débiles en que no quieren convertirse.</div>
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En este contexto, los emprendedores políticos más exitosos serán aquellos que hablen de manera convincente a los perdedores, a los hombres y mujeres destruidos por la globalización, y a sus identidades arruinadas.</div>
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La política se convertirá en la lucha callejera, la razón no importará. Tampoco los hechos. La política se revertirá a un asunto de supervivencia brutal en un ambiente ultracompetitivo.</div>
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En estas condiciones, el futuro de la política de masas de izquierda, progresista y orientada hacia el futuro, es muy incierto. En un mundo centrado en la objetivación de todos y de todo ser viviente en nombre del lucro, la borradura de lo político por el capital es la amenaza real. La transformación de lo político en negocio plantea el riesgo de la eliminación de la posibilidad misma de la política. Si la civilización puede dar lugar a alguna forma de vida política, tal es el problema del siglo XXI.</div>
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Por Achille Mbembe en Mail & Guardian</div>
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Traducción del inglés al español: Gonzalo Díaz Letelier.</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-19904934648785808072017-01-04T16:13:00.000-08:002017-01-04T16:13:07.490-08:00Decálogo feminista para hombres cis* o decálogo para hombres cis que realmente quieren la igualdad <div style="text-align: justify;">
Solo hace falta abrir un poco los ojos y mirar el mundo que nos rodea con un poco de perspectiva feminista o de género, para rápidamente confirmar que vivimos en un mundo aún profundamente desigual y en el que se ejerce violencia de forma sistemática contra las mujeres, las minorías sexuales y de género. No aburriré con datos ya de sobra conocidos, y si no se conocen, de fácil acceso (salarios desiguales, división sexual del trabajo, quién concilia vida laboral y doméstica, techo de cristal, etc.) o con cifras que, a pesar de su dureza escalofriante y supongo que debido a su cotidianidad, parecen provocar una lacerante insensibilidad e inmovilismo en amplios sectores de la sociedad, sobre todo entre los hombres cis (véanse feminicidios, agresiones sexuales, asesinato de niñas y niños como agresión a sus madres, trata con fines de explotación sexual, violaciones como arma de guerra, mutilación genital femenina, etc.).</div>
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Sin embargo, sí es necesario hacer un pequeño esfuerzo para ver que, desde hace ya algún tiempo, se viene poniendo en cuestión la suficiencia de tener un discurso proigualdad, llevar a cabo ciertas actividades domésticas o de cuidados o incluso desear la igualdad, para realmente estar aportando algo por conseguirla. Y he aquí la pregunta que motiva este decálogo, ¿son suficientes el acercamiento por parte de los hombres cis a espacios, actividades y responsabilidades tradicionalmente feminizadas y la afirmación de un discurso proigualdad como formas de acción contra la desigualdad de género?</div>
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Mucho me temo que no.</div>
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Muchas y muchos estaremos de acuerdo en que la raíz de la desigualdad de género es la ideología machista, cuyo fin último es la dominación y sumisión de las mujeres y las minorías sexuales o de género, con el fin de perpetuar la relación de poder de los hombres sobre estas. Esto puede parecer un simplismo o algo obvio, pero no lo es tanto si lo transformamos en preguntas: ¿se pueden compartir los cuidados de hijos e hijas y seguir teniendo una relación desigual de poder? (cámbiese “los cuidados de hijos e hijas” por cualquier actividad o responsabilidad tradicionalmente feminizada) , ¿se puede afirmar que las mujeres deberían cobrar un mismo salario por el mismo trabajo y sin embargo seguir manteniendo relaciones desiguales de poder? (cámbiese “cobrar un mismo salario por el mismo trabajo” por cualquiera de las expresiones de las desigualdades de género).</div>
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Y atreviéndome a dar una paso más allá, pregunto ¿y qué pasa con la violencia machista? Evidentemente la mayoría de nosotros nos situaremos diametralmente en contra de los asesinatos de mujeres y niños/as y de las violaciones, abusos y agresiones sexuales, faltaría más. Pero llegados a este punto es importante advertir que la violencia, más que una categoría dicotómica (ejercer violencia-no ejercer violencia), es un continuo de conductas que transita desde “No ejercer ningún tipo de violencia” hasta el “asesinato de mujeres” como forma más extrema de la misma<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftn1">[1]</a>, pasando por el control, la invisibilización, el menosprecio, el aislamiento, el no aceptar un “no” por respuesta, el humor sexista, el no dejar espacios de opinión y/o desarrollo personal, las actitudes paternalistas o el chantaje emocional entre otras muchas formas de agresión. Como hombres cis tenemos que reflexionar sobre dónde nos situamos en este continuo y, por tanto, qué tipo de violencias podemos estar ejerciendo o haber ejercido en algún momento de nuestra vida.</div>
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Con el fin de poder situarnos adecuadamente en la lucha contra el machismo y sus violencias, y no alimentar consciente o inconscientemente la desigualdad de género, os propongo el siguiente decálogo:</div>
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Decálogo feminista para hombres cis</div>
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Renunciar al poder sobre las mujeres y las minorías sexuales o de género en cualquier contexto, de forma explícita, diciéndolo o gritándolo cuando sea necesario, o callándote y dando un paso atrás<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftn1">[2]</a> cuando la situación lo requiera<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftn2">[3]</a>.</div>
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No ser ingenuo, no basta con que tú no te sientas un hombre cis, la sociedad patriarcal te identifica como tal y te confiere privilegios como tal. Renunciar a ellos no va a ser tan fácil.</div>
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Identificar, desenmascarar y luchar contra el sexismo, el machismo y la trans-lesbo-homofobia allí donde se produzcan.</div>
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Dejar de ejercer cualquier tipo de violencia machista y luchar contra ella y contra la cultura de la violación.</div>
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Poner el cuidado de la vida en el centro de todo lo que hagas.</div>
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No caer en la autocomplacencia. Somos el sujeto político en el que el patriarcado se encarna. Hacerse consciente de ello y el proceso de cambio son dolorosos, pero no somos víctimas del patriarcado al mismo nivel que las mujeres. Está en nuestras manos comenzar a expresar nuestros sentimientos, implicarnos en los cuidados o dejar de asumir conductas de riesgo, pero en las manos de las mujeres no está el dejar de ser minusvaloradas, violadas y asesinadas por hombres.</div>
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Asumir la responsabilidad del cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria.</div>
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Cuestionar qué es ser hombre y qué es ser mujer, así como los roles y prácticas asociados, hasta que los límites y fronteras se borren y todas las personas podamos ser iguales y libres.</div>
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Reconocer a los feminismos como el marco teórico y la tradición de pensamiento y lucha política desde los que luchar contra el machismo y sus violencias.</div>
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Explicar todo esto a otros hombres cis (y a quien le pueda venir bien).</div>
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En definitiva, como hombres cis tenemos que transitar hacia espacios donde tradicionalmente no ha habido nadie o muy pocos hombres cis. Como ejemplo, John Stuart Mill<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftn3">[4]</a> estableció una relación personal e intelectual de respeto, reconocimiento y admiración con Harriet Taylor y tras 20 años de relación nada convencional para la época que les tocó vivir, y para nada exenta de dificultades, renunció públicamente y por escrito a los derechos que el matrimonio en la Inglaterra de 1851 le otorgaba sobre su mujer. Y luego supongo que negociarían quien plancha o deja de planchar y quién hace las tareas con los/as niños/as. También escribieron diferentes ensayos sobre el matrimonio y el divorcio en los que reflexionaron sobre cómo vivir las relaciones de pareja de forma que estas no supongan el sometimiento de la mujer, sino un contrato entre iguales.</div>
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Con esto no quiero decir que haya unas tareas más elevadas que otras o que no sea crucial el compartir la responsabilidad en la realización de tareas tradicionalmente feminizadas. Lo que quiero decir es que no será hasta que los hombres cis, además de asumir responsabilidades y actividades tradicionalmente feminizadas, nos posicionemos real y públicamente fuera y frente a la ideología machista, nos dispongamos a desactivar constantemente todas las situaciones en las que de una u otra forma se nos confieren injustos privilegios y dejemos de ejercer cualquier tipo de violencia contra las mujeres y minorías sexuales o de género, cuando empecemos a avanzar efectivamente contra la desigualdad de género y sus violencias.</div>
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*El prefijo “cis” o el término “cissexual”, “cisgénero”, señala a una persona que está cómoda y de acuerdo con el sexo y el género asignados en el nacimiento. Para más información: <a href="http://glosario.pikaramagazine.com/glosario.php?lg=es&let=b&ter=biomujer-y-biohombre-cismujer-y-cishombre">http://glosario.pikaramagazine.com/glosario.php?lg=es&let=b&ter=biomujer-y-biohombre-cismujer-y-cishombre</a></div>
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<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftnref1">[1]</a> Luis Bonino, 2009. Hombres y violencia de género. Más allá de los maltratadores y de los factores de riesgo<a href="http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/publicaciones/colecciones/libroscoleccionVG/libro2.htm">.</a> Madrid: Ministerio de Igualdad.</div>
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<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftnref1">[2]</a> <a href="http://www.pikaramagazine.com/2014/10/una-carta-abierta-a-los-hombres-feministas/">http://www.pikaramagazine.com/2014/10/una-carta-abierta-a-los-hombres-feministas/</a></div>
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<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftnref2">[3]</a> Identificar estas situaciones y qué se requiere de nuestra parte en cada una de ellas también es un acto por la igualdad, así que presta atención.</div>
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<a href="http://www.pikaramagazine.com/2016/02/decalogo-feminista-para-hombres-cis-o-decalogo-para-hombres-cis-que-realmente-quieren-la-igualdad/#_ftnref3">[4]</a> <a href="http://nuriavarela.com/john-stuart-mill-el-marido-de-la-feminista/">http://nuriavarela.com/john-stuart-mill-el-marido-de-la-feminista/</a></div>
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Nacho Álvarez Lucena en Pikara magazine</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-68059084357466125022016-10-27T06:34:00.001-07:002016-10-27T06:34:43.653-07:00Trata a tus hijos con cuidado: están hechos de sueños<div style="text-align: justify;">
La infancia tiene su propio ritmo, su propia manera de sentir, de ver y de pensar. Pocas pretensiones pueden ser tan erróneas como intentar sustituirlas por nuestra forma de sentir, ver o pensar, porque los hijos, jamás serán copias de sus padres. Los niños son hijos del mundo y están hechos de <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/los-enigmas-que-guardan-nuestros-suenos/">sueños</a>, de esperanzas y de ilusiones que construir en sus mentes libres y privilegiadas.</div>
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Hace solo unos meses salía a los medios una <a href="http://www.elmundo.es/papel/todologia/2016/01/26/56a740cc22601d24188b458c.html">noticia</a> que nos desconcierta y nos invita a la reflexión. En Reino Unido muchas familias preparan a sus niños de 5 años para que a los 6, puedan hacer una prueba de acceso que les permita entrar a los mejores colegios de élite. Un supuesto “futuro prometedor” va ahora de la mano de la pérdida de la infancia. En convertir en “opositores” a niños que deberían estar jugando en los parques.</div>
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¿De qué nos sirve un niño que sabe decirnos cómo se llaman las lunas de Saturno si no sabe cómo manejar su tristeza o su rabia? Eduquemos niños sabios en emociones, niños llenos de sueños y no de miedos.</div>
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En la actualidad, muchas madres y padres siguen con la idea de “acelerar” las competencias de sus hijos, de estimularnos cognitivamente, de ponerles a Mozart mientras aún duermen en el <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/4-cosas-que-aprendemos-antes-de-nacer/">vientre materno</a>. Ahora bien, puede que esa necesidad por criar niños aptos para el mundo esté educando a niños aptos para sí mismos. Criaturas que con solo 5 o 6 años ya sufren el estrés de un adulto.</div>
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<b>Nuestros hijos y las competitividad del entorno</b></div>
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<b><br /></b></div>
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Todos tenemos claro que en estas sociedades cambiantes y competitivas se necesitan ante todo personas capaces de adaptarse a dichas exigencias. Tampoco dudamos que los niños británicos que logren entrar a los mejores colegios de élite tengan el día de mañana un buen empleo. No obstante, también es necesario preguntarnos…</div>
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¿Habrá valido la pena todo ese coste emocional? ¿El perder su <a href="http://mejorconsalud.com/6-pasos-sanar-las-heridas-emocionales-la-infancia/">infancia</a>? ¿El seguir las pautas que sus padres tenían programadas para ellos desde que tenían 5 años?</div>
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Cabe decir que a día de hoy no existen estudios concluyentes que respalden la idea de que “acelerar” ciertas competencias, como es el caso de la lectura, en niños de 4 años sea tan positivo ni que repercuta a largo plazo en su desempeño académico. Lo que se consigue en muchos casos es que los pequeños empiezan a conocer dimensiones como la frustración, el estrés y ante todo, tener que ajustarse a las expectativas paternales.</div>
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Los niños están hechos de sueños y hay que tratarlos con cuidado. Si nos empeñamos en llenar su <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/como-podemos-mejorar-tiempo-trabajo/">tiempo </a>de objetivos que cumplir y competencias que asumir, cada día estaremos rompiendo un pedacito de sus alas. Esas con las que tal vez, alcanzaría el día de mañana sus propios sueños. Si les damos obligaciones de adulto cuando aún son solo niños, arrancaremos también las alas de sus cometas, para aferrarlos al suelo, haciéndoles perder su infancia.</div>
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<img src="https://lamenteesmaravillosa.com/wp-content/uploads/2015/11/ni%C3%B1os-en-globo.jpg" /></div>
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<b>La crianza que respeta los tiempos, los afectos y los sueños del niño</b></div>
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Frente a la aceleración de aprendizajes y competencias se hallan esos otros enfoques que a día de hoy, empiezan a abrirse paso con bastante fuerza, como son, por ejemplo, “la crianza respetuosa”, o el “Slow parenting”. Cabe decir, eso sí, que antes de optar por la aceleración, siempre sería más adecuado facilitar primeras aproximaciones. Unas aproximaciones relacionadas, por ejemplo, con acercar los <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/mejores-libros-motivacion/">libros</a> a los niños de 3 o 5 años sin obligarles a leer o a iniciar el aprendizaje.</div>
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Nuestra obligación más importante con los niños es darles un “rayo de luz” para después, seguir nuestro camino.</div>
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-María Montessori-</div>
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La curiosidad es la mayor motivación de un <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/como-superar-las-huellas-emocionales-infantiles/">cerebro infantil</a>, por ello, es adecuado que tanto padres, madres y educadores se alcen como facilitadores del aprendizaje y no como agentes de presión. Veamos ahora con detalle esos interesantes enfoques de crianza respetuosos con los ciclos naturales del niño y con sus necesidades.</div>
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<img src="https://lamenteesmaravillosa.com/wp-content/uploads/2015/10/ni%C3%B1os-con-cazamariposas-atrapando-la-luna.jpg" /></div>
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<b>Slow parenting</b></div>
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<b><br /></b></div>
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El “Slow Parenting” o la crianza a fuego lento es el fiel reflejo de esa corriente social y filosófica que nos invita a ir más despacio, a ser más conscientes de lo que nos envuelve. Por ello, en lo que se refiera a la crianza, se promueve un modelo más simplificado y paciente, con el que respetar los ritmos del niño en cada etapa evolutiva.</div>
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Los ejes básicos que definen el slow parenting serían los siguientes:</div>
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- La necesidad básica de un niño es <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/jugando-con-el-amigo-imaginario/">jugar</a> y descubrir el mundo.</div>
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- No somos los “amigos” de nuestros hijos, somos sus madres y sus padres. Nuestro deber es amarlos, guiarlos, ser su ejemplo y facilitar su madurez sin presiones.</div>
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- Recuerda siempre que “menos es más”. Que la creatividad es el arma de los niños, que un lápiz, un papel y un campo tienen más poder que un teléfono o un ordenador.</div>
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- Comparte tiempo con tus hijos en espacios tranquilos.</div>
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<b>La crianza respetuosa</b></div>
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Estamos seguros de que ya has oído hablar de la crianza respetuosa. A pesar de que lo más conocido de este enfoque sea el uso del refuerzo positivo por encima de la sanción o las clásicas regañinas, este estilo educativo encierra otras muchas dimensiones que merece la pena tener en cuenta.</div>
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- Hay que educar sin gritar.</div>
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- El uso de las recompensas no siempre es adecuado: corremos el riesgo de que nuestros hijos se acostumbren a esperar siempre gratificaciones sin comprender el beneficio intrínseco del esfuerzo, del logro personal.</div>
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- Decir que “no” y ponerles límites no les va a generar ningún <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/cuando-el-miedo-se-transforma-en-trauma/">trauma</a>, es necesario.</div>
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- La crianza respetuosa hace uso intenso de la comunicación, de la escucha y la paciencia. Un niño que se siente atendido y valorado es alguien que se siente libre para conservar esos sueños de infancia y darles forma en la madurez.</div>
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Respetemos su infancia, respetemos esa etapa que ofrece <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/en-el-amor-quiero-alas-para-volar-y-raices-para-crecer/">raíces</a> a sus esperanzas y alas a sus expectativas.</div>
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Por Valeria Sabater</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-34985846588874463412016-10-09T17:32:00.002-07:002016-10-09T18:06:54.778-07:00¿Por qué es importante cuidar a tu gente cuando te enamoras?<div style="text-align: justify;">
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Una de las reglas de oro para sufrir menos y disfrutar más del amor, es tener una buena red de afectos llena de ternura, compañerismo, solidaridad, apoyo mutuo, cariño y empatía. Y sin embargo, mucha gente cuando se enamora, se olvida del mundo, y al emparejarse, se aísla y se encierra en el nidito de amor. </div>
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Hasta que el amor se acaba: entonces nos damos cuenta de lo solos o lo solas que estamos, y es entonces cuando lamentamos haber abandonado nuestros grupos familiares y de amistad. Cuesta mucho recuperarlos. A veces es completamente imposible: las amigas y los amigos no son esos seres humanos a los que puedes acudir para llorar cuando tienes mal de amores, o cuando necesitas dinero o apoyo emocional. </div>
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Los grupos de amor parecen cosa de adolescentes: cuando la gente se hace mayor, y se empareja y se casa, estos grupos de amor se disuelven o se dividen entre los solteros y los emparejados, los que se convierten en papás y mamás y los sinhijos.</div>
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<a href="http://haikita.blogspot.com/2014/09/sin-tiempo-para-el-amor-romantico.html">Tenemos poco tiempo</a> en nuestras apretadas agendas para los amigos de siempre y para hacer nuevos amigos mientras construimos el hogar junto a nuestro amado o amada. El asunto es que parece que no hay alternativas: o te emparejas, o te quedas solo y te juntas con los que no se han emparejado, que son siempre minoría al final de la treintena.</div>
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La soledad es la gran enfermedad de nuestro tiempo, por eso hay gente que se empareja aunque no le apetezca demasiado: es lo que toca y nadie quiere parecer una persona fracasada en una sociedad en la que el éxito consiste en emparejarse, convertirse en propietario de una hipoteca, casarse y reproducirse. Como todos necesitamos compañía, la única salida posible parece que es la pareja: sin ella parecemos bichos raros y sufrimos presiones del entorno más cercano para que pasemos por el aro como todo el mundo. </div>
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Vivimos en la era del individualismo más salvaje y del "sálvese quién pueda": cada cual va a lo suyo y se busca la vida como puede, y esto también constituye una amenaza para los grupos de gente que se quiere, porque dedicamos más tiempo y energías a ganar dinero para pagar facturas, y nos centramos en nuestros proyectos individuales o en dúo. Se nos olvida entonces la cantidad de alegrías que sentimos con nuestras tribus, y lo bien que nos viene a todos disfrutar de esas tardes de risas, confesiones, conversaciones ricas, fiestas y momentos trascendentales. </div>
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Hemos abandonado las grandes utopías colectivas, y como nos hemos resignado a la idea de que no podemos transformar ni mejorar nuestro mundo, al menos nos queda el consuelo de la salvación individualista. <a href="http://haikita.blogspot.com/2009/12/el-amor-romantico-como-utopia-emocional.html">La nueva utopía</a> ya no es social, sino personal: la meta es encontrar a tu media naranja y construir juntos el paraíso romántico en el que seremos felices y comeremos perdices. </div>
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Así pues, para poder encontrar el amor verdadero parece que hay que estar más sola que la una. Todos los protagonistas de los cuentos que nos cuentan están solos: en las historias no hay grupos de gente que se junta para resolver problemas o para celebrar la vida. Los héroes son siempre hombres que se enfrentan solos a los peligros en las aventuras que corren, y las mujeres esperan solas a que ellos lleguen a salvarlas. <a href="http://bodas%20disney%20y%20finales%20felices/">Las princesas Disney</a>no tienen mamá, ni papá, ni hermanas o hermanos. Ninguna de ellas tiene tías, primas, vecinas, y por supuesto no tienen amigas. Están secuestradas, hechizadas, explotadas, pero nadie las ayuda, porque están solas en el mundo. Solas, desvalidas, sin herramientas para fugarse, para rebelarse, para diseñar estrategias que les permitan liberarse. Son mujeres pasivas que sueñan con su media naranja y esperan a ser rescatadas por el príncipe azul.</div>
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Millones de niñas aprenden a diario con estos mitos y estereotipos sobre la feminidad que las mujeres son malas(todas menos tú, que eres especial y por eso <a href="http://haikita.blogspot.com/2014/01/que-me-tenga-como-una-reina.html">tu príncipe te va a tener como una reina</a>), y que para que te elija debes de estar sola y aparentar ser frágil, delicada, miedosa, pasiva, tranquila, obediente y dulce. Lo más importante es que El se de cuenta de que eres especial, que no eres como las demás mujeres: son todas unas envidiosas, abusonas, codiciosas, violentas, y malas personas. prendemos pronto a desconfiar unas de otras, porque las mujeres que vemos en los cuentos tratarán de aprovecharse de la protagonista, hacerla daño o quitarte el novio, como la bruja de Blancanieves o la madrastra y hermanastras de Cenicienta.</div>
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Esta es la razón por la cual muchas mujeres desconfían de otras mujeres y no tienen amigas, mientras que los hombres siempre tienen su grupo de amigos con los que ir al bar, al gimnasio, al fútbol o al puticlub. En nuestra cultura patriarcal se ensalza la amistad entre los hombres, pero nunca la amistad entre mujeres. Los únicos personajes femeninos que se organizan y se unen para luchar o para celebrar la vida son <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/12/el-poder-de-las-brujas.html">las brujas</a>, esos seres malvados, feos, espantosos, crueles y peligrosos que se comen a los niños en sus akelarres nocturnos. </div>
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El patriarcado nos necesita solas, aisladas, tristes, amargadas, envidiosas, miedosas, celosas, frágiles, vulnerables, dependientes de un solo hombre. Por eso <a href="http://haikita.blogspot.com/2012/08/para-que-sirve-el-feminismo.html">el feminismo</a> trabaja para desmitificar a las princesas solas y dependientes, y propone justamente lo contrario: construir redes de afecto, solidaridad y apoyo mutuo entre nosotras para ser libres y autónomas, para que nadie nos domine, nos controle y nos robe la libertad. Con sororidad, las mujeres unidas somos mucho más fuertes y más felices.</div>
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Al capitalismo y al patriarcado les conviene que las mujeres tengamos miedo a la soledad y que nos juntemos a los hombres no desde la libertad, sino desde la necesidad (económica y emocional). </div>
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Cuanto más solas estamos, más necesitadas, más baja está nuestra autoestima, más vulnerables y dependientes somos: esta es la razón por la cual aguantamos malos tratos, humillaciones, y relaciones de dominación basadas en el machismo más violento Por eso una de las claves para salir de esos infiernos es siempre poder contar con ayuda de otras mujeres: amigas, madres, hermanas que nos refuercen la autoestima, nos recuerden que tenemos derecho a vivir una vida libre de violencias y nos acojan en sus hogares para poder empezar otra vida lejos del agresor. </div>
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El patriarcado aplica sobre nosotras la ley del "divide y vencerás", y nos hace creer que las mujeres somos enemigas, por eso es tan necesario tejer redes de cooperación y ayuda mutua, y reivindicar el valor de la amistad, de la ternura, del cariño entre nosotras.</div>
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Gracias al feminismo, las mujeres hemos aprendido a construir relaciones igualitarias, respetuosas, y horizontales entre nosotras y con los hombres que saben relacionarse de tú a tú, sin jerarquías y sin violencia. Ninguna de las princesas Disney tiene amigos varones porque el principal mandato del patriarcado es que en nuestras vidas solo puede haber un hombre: primero papá, y después <a href="http://haikita.blogspot.com/2014/02/el-salvador-y-el-principe-azul-grandes.html">el príncipe azul.</a> Y a eso se reduce el amor: a una sola persona que colmará todas nuestras necesidades, nos amará para siempre, y nos hará muy felices.</div>
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El amor de la tribu </div>
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Los mitos románticos nos hacen creer que el amor de pareja es el más sublime de todos los amores: para que no nos juntemos en grandes grupos en los cuentos nunca se ensalza la amistad, ni el amor colectivo.</div>
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Las redes de amor son el mayor tesoro con el que contamos los seres humanos: necesitamos a los demás para sobrevivir porque somos seres sociales, sociables y emocionales. Nuestra especie ha logrado sobrevivir gracias al amor y a los cuidados, y siempre hemos vivido en tribus y grupos solidarios. El dúo romántico es un invento moderno del indvidualismo posmoderno: los humanos tenemos una hermosa e increíble capacidad para cooperar, para trabajar en equipo, para unirnos y hacer frente a los problemas colectivamente. Necesitamos a los demás para aprender a hablar, a caminar, a escribir, a contar, a comer, y a ser autónomos. Necesitamos a los demás para dar amor y recibirlo, para que nos cuiden cuando somos bebés y ancianas, cuando enfermamos gravemente, o cuando pasamos por momentos difíciles o dolorosos.</div>
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Sin nuestra red de afectos y cuidados, enfermamos y morimos de soledad. La pareja jamás cubrirá todas nuestras necesidades, y es mentira que el amor romántico es incondicional o eterno. Es mentira que al encontrar a nuestra media naranja ya no necesitamos a nadie más, y es mentira que una sola persona pueda cubrir todas nuestras necesidades sociales y afectivas.</div>
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Es mentira que somos mitades que solo nos completamos cuando encontramos a nuestra otra mitad: somos naranjas enteras, y lo que necesitamos es amor a manos llenas. Necesitamos compañía, no sólo en momentos difíciles, sino también en las alegrías de la vida. A los humanos nos encanta celebrar cumpleaños, bodas, graduaciones, cambios de estación, fiestas locales o nacionales, etc. Nos gusta mucho cantar y bailar con gente, emborracharnos, abrazarnos y mostrarnos cariño, nos gusta darnos premios y reconocimientos los unos a los otros, nos encanta hacer regalos, acompañar en los funerales y en los partos, ayudar a la gente a ser más felices. Nos gusta hacer deporte juntos, nos gusta inventar juegos, celebrar concursos, contarnos cuentos, componer música para compartir con los demás. Por eso hacemos teatro, baile, óperas, cine, conciertos... hacemos arte para conmover, para entretener, para comunicar, para emocionar a los demás. </div>
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Uno de los mayores terrores que sentimos los humanos es el miedo a quedarnos solos, el miedo a ser abandonados, el miedo a que nos rechace la tribu a la que pertenecemos. Necesitamos sentirnos parte de algo, sentir que le importamos a alguien, sentir que somos aceptadas por la comunidad en la que vivimos. Pienso mucho en los ancianos y ancianas de las grandes ciudades que mueren y nadie se da cuenta hasta pasados unos días, cuando los cadáveres empiezan a oler mal. Me pregunto dónde están sus hermanos y hermanas, sus hijos e hijas, sus nietos y nietas, sus amigos y amigas... y no puedo entender cómo alguien puede morirse y que a nadie le importe. Pienso en toda esa gente cuya única compañía es la televisión o la radio porque su aislamiento es tal que no hablan ni con los vecinos. Gente que va a pasar la tarde a urgencias para entablar conversación y para que alguien les toque el cuerpo: la necesidad de contacto físico, de dar amor, de sentir que alguien se preocupa por nosotros, de sentir que somos importantes o significativos para otros humanos es universal.</div>
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Hace unos años leí que en Japón ya se pueden alquilar perros para sacarlos a pasear: acariciar a un perro genera oxitocina y endorfinas, y nos permite conocer a otros dueños de perros con los que entablar conversación. Ahora también podemos alquilar amigos por horas que nos escuchen, nos sonrían y nos den un abrazo. El afecto que recibimos a cambio de dinero es falso, pero muchos creen que es mejor eso que nada. Tener afectos reales es hoy en día un tesoro: en este mundo lleno de Narcisos y de valores consumistas, de relaciones virtuales y espejismos emocionales, de amores líquidos y descomprometidos, se nos olvida a veces lo importante que es alimentar nuestros vínculos y cuidar a la gente que queremos. Los afectos son una de las cosas que hacen que la vida merezca la pena, y son la mayor fuente de emociones fuertes y duraderas que tenemos. </div>
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El romanticismo es antisocial </div>
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<a href="http://haikita.blogspot.com/2010/03/el-romanticismo-patriarcal.html">El romanticismo patriarcal </a>es un modelo amoroso profundamente antisocial porque está basado en el egoísmo, la posesividad, la exclusividad, la propiedad privada, los celos, el miedo y la mezquindad. Nuestra cultura amorosa mitifica las relaciones interesadas y de dependencia mutua para que nos esclavicemos mutuamente, y para que hagamos pactos basados en el aislamiento, la monogamia, la renuncia y el sacrificio (generalmente de las mujeres, porque la doble moral no castiga el adulterio masculino con la misma dureza que el femenino).</div>
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Las que salimos perdiendo bajo las normas del romanticismo somos las mujeres, generalmente, porque sufrimos mucho más el aislamiento social al vernos relegadas al rol doméstico. Las relaciones de control y dominación anulan nuestra libertad, nuestro derecho a decidir, nuestra autonomía, pero a veces no nos damos cuenta porque todo este esquema de poder se disfraza de amor: "no quiere que salgas con tus amigas porque te ama tanto que te quiere solo para él", "sus celos son una prueba de que te ama", "se enfada porque quiere tenerte a su lado todo el tiempo"...</div>
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Con estos modelos se construyen las relaciones esclavizantes y los infiernos conyugales de los que resulta imposible o muy difícil salir si estamos solas, por eso aguantamos relaciones en las que no hay amor, por eso renunciamos a nuestra salud emocional y a nuestro bienestar, por eso nos resignamos a lo que nos ha tocado... y por eso nos cuesta a veces salir de relaciones en las que no somos felices o en las que no nos tratan bien.</div>
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Las redes de amor y afecto nos empoderan: la gente que nos quiere bien nos ayuda, nos apoya, nos abre los ojos cuando nos autoengañamos, nos escucha, nos respeta, nos quieren ver bien, nos animan a romper con lo que nos hace daño, nos animan a trabajar por nuestro bienestar y a buscar la felicidad. La gente que nos quiere bien ama nuestra libertad, y sentimos con elles que podemos ser nosotras mismas, por eso es tan importante rodearse de buena gente, y cuidar a los amigos y a las amigas, tengamos o no pareja.</div>
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Nunca la pareja y las amistades son incompatibles: en realidad el amor del bueno siempre se multiplica y se comparte, no nos limita, no nos coacciona ni nos encierra. Cuando nos quieren bien y estamos rodeadas de amor, es más fácil tener presente que amar no implica sufrir, que no tenemos por qué sacrificarnos por nadie ni renunciar a nada, que tenemos derecho a ser felices, a tener todos los amigos y amigas que nos apetezca, a organizar nuestros espacios y nuestro tiempo como nos venga en gana. </div>
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Tenemos derecho a construir nuestras familias con la gente que queramos, a vivir con quien nos apetezca, a juntarnos y a separarnos como queramos: la vida es más hermosa con amores diversos, y estos amores nos hacen más libres, porque no nos exigen exclusividad, ni nos atan, ni nos esclavizan. En libertad es más fácil construir relaciones igualitarias, horizontales, respetuosas y sanas sin que nos condicione la necesidad. </div>
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Si tenemos una buena red social y afectiva podremos unirnos y separarnos con quien queramos, cuando queramos, como queramos, sin depender de nadie, sin miedo a quedarnos solos o solas. </div>
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Desde esta perspectiva, la amistad, el compañerismo y la solidaridad son revolucionarias: cuantos más amigos y amigas tenemos, más libres e independientes somos. Y es que el amor del bueno solo se puede construir en libertad, y sólo se puede disfrutar si lo compartimos con mucha gente y lo multiplicamos hasta el infinito. </div>
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Coral Herrera</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-63588128622334362082016-09-11T15:16:00.001-07:002016-11-05T10:50:20.178-07:00Confianza: Un pilar del desempoderamiento<div style="text-align: justify;">
Como nos dice Agustín GARCIA CALVO, el Estado y el Mercado dominantes nos dan su Seguridad y nos ofrecen su Futuro (donde nos hacen caer en la conduit) cuando aceptamos al Hombre: ese que pisó la Luna, ese que se crea con la Sociedad del Bienestar y que pertenece al dominio de los Señores y de la Cultura, y que luego se fue democratizando con la Mujer y la Infancia; esa misma Seguridad que nos promete el Desarrollo, siempre que nos dejemos conducir hacia el Futuro (construyéndonos una identidad con unos contenidos que pueden ser institucionales, alternativos, masivos...). Lo que nos provoca una merma en nuestra confianza, que si se acentúa puede llegar a lo que nos plantea Niklas LUHMANN (2005:5): “una completa ausencia de confianza le impediría incluso levantarse en la mañana. Sería víctima de un sentido vago de miedo y de temores paralizantes”; es la cara oculta de la Seguridad.</div>
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La Seguridad del Poder, del Hombre, de la Mujer, de la Infancia frente a la confianza de la gente (como pilar del desempoderamiento). La confianza es tanto del pensar, del sentir, como del hacer y se trata de una decisión: el tener una apertura con la que poder empezar a construir colectivamente. La confianza depende de esa apertura que nos facilite un aprendizaje que posibilite el depender del otr@, en pugna con una sociedad que nos empuja a la competencia; así nos lo cuenta Ivan ILLICH (2006:387-388):</div>
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“Sin embargo, la transición del presente estado de cosas a un modo de producción convivencial amenazará a mucha gente, incluso en sus posibilidades de sobrevivir. En opinión del hombre industrializado, los primeros en sufrir y morir, a consecuencia de los límites impuestos a la industria, serían los pobres. (…) La transición pues a una sociedad convivencial irá acompañada de extremos sufrimientos: hambre para algunos, pánico para otros. (...) Exige una renuncia general a la sobrepoblación, a la sobreabundancia y al superpoder, ya se trate de individuos o de grupos. Esto redunda en renunciar a la ilusión que sustituye la preocupación por lo prójimo, es decir del más próximo, por la insoportable pretensión de organizar la vida en las antípodas. Esto implica renunciar al poder, en servicio tanto de los demás como de sí mismo. La supervivencia dentro de la equidad no será producto de una clase de los burócratas, ni efecto de un cálculo de los tecnócratas. Será resultado del idealismo de los humildes. La convivencialidad no tiene precio, pero se debe saber muy bien lo que costará desprenderse del modelo actual. El hombre reencontrará la alegría de la sobriedad y de la austeridad, reaprendiendo a depender del otro, en vez de convertirse en esclavo de la energía y de la burocracia todopoderosa”. </div>
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Confías en las demás personas aportando tus habilidades para un bien común, igual que las demás hacen contigo, creándose así las identificaciones, tanto individuales como grupales y colectivas, que surgen del estar. Y es algo que va creciendo en cuanto se va desarrollando, es algo que genera el clima necesario para que el resto de pilares puedan desenvolverse con más facilidad. Pensamos que la confianza potencia una serie de competencias que son las que facilitan ese clima necesario (para desenvolverse más fácilmente en la complejidad), convenimos así; reinterpretando a Gérard MARANDON (2003:78): “[La confianza se define por] la capacidad de componer con esta complejidad (…). Entre las competencias psicosociales de base que [potencia la confianza] nos quedaremos con las siguientes: </div>
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la capacidad de reducir la ansiedad y la incertidumbre (Gudykunst, 1993; 1995; 1996);</div>
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la vigilancia mental –mindfulness– (Hanh, 1976; Langer, 1989) o “la aptitud de gestionar cognitivamente sus afectos” que Gudykunst (1993; 1995) considera como condición psicológica común de la reducción de la ansiedad y la incertidumbre;</div>
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aptitud para iniciar y gestionar las relaciones (Cui & Van den Berg, 1991; Hammer et al., 1978);</div>
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el acento sobre la relación en contraposición con la tarea (Ruben, 1976);</div>
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la creatividad (Dodd, 1995, 233)”.</div>
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La confianza es alógica, rompe la causalidad lineal y por tanto entorpece la conduit, también está vinculada a un tipo de ética cotidiana basada en la importancia del cara a cara de las relaciones... La confianza sólo depende del grupo, refuerza la sensación de pertenencia y estaría en la línea de que estos movimientos (los que se invisibilizan para transformar la sociedad) tienden a autonutrirse. Y así lo plantea también Edgar MORIN (2011:283): “Pero todo ha empezado a transformarse ya sin que nos hayamos dado cuenta. Hay millones de iniciativas que florecen en todas partes del mundo. Es cierto que, a menudo, son ignoradas, pero cada una, en su vía, aporta confianza y conciencia”.</div>
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La confianza permite que la crítica sea más fluida, el poder decir en cada momento lo que pensamos/sentimos/hacemos, evitando separarlos, además permite construir colectivamente los satisfactores adecuados a nuestras necesidades. Potencia vínculos y riega cultivos sociales generando nuevas situaciones que posibilitan la esperanza de lo imposible.</div>
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Gérard MARANDON (2003:90-91): “La confianza, ya lo hemos visto, es necesaria en los intercambios cotidianos, (...) pero es primordial en las situaciones interculturales [o multiculturales], debido a su complejidad (…).</div>
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Por lo que respecta a las propiedades de la confianza, ésta es, en primer lugar, un recurso moral neguentrópico (Powell, 1996:52). Como dice Hirschman (citado por Lewicki & Bunker, 1996:126), “la confianza es un recurso extraño, un recurso que aumenta con el uso en vez de disminuir”. Por otro lado, la confianza es un recurso autogenerativo (Creed & Miles, 1996:18) y progresivamente acumulativo que “se establece lentamente y de manera continua, a medida que crecen los niveles de la fuerza relacional” (Burt & Knez, 1996:83). En efecto, lo propio de la confianza sin ser escogida ni establecida definitivamente, se desarrolla “a través de las transacciones y mientras se desarrollan las relaciones interpersonales” (Creed & Miles, 1996:23; Powell, 1996:63). Finalmente, los estudios que comparan los procesos relativos a la confianza y la desconfianza demuestran que la confianza puede o bien degradarse o pararse de una manera brusca (Lewicki & Bunker, 1996:126). En cambio, no podríamos decir lo mismo de la desconfianza, que por naturaleza es más dramáticamente “catastrófica” (Tyler & Kramer, 1996:7), en el sentido que puede aumentar bruscamente, en el caso de relaciones particularmente débiles (Burt & Knez, 1996: 83). </div>
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Se pueden distinguir tres etapas en la elaboración de la confianza (Lewicki & Bunker, 1996:119-124; Sheppard & Tuchinsky, 1996:144-145). La confianza basada en el cálculo y la disuasión, en primer lugar, remite a una concepción pragmática de los intercambios humanos. En esta primera etapa, la confianza se da a alguien en función de las sanciones potenciales directas o indirectas (reputación), más que recompensas negociadas. </div>
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La segunda etapa, la de la confianza basada en el conocimiento, consiste en recabar información sobre el otro a fin de conocerlo suficientemente bien para poder anticiparse a sus comportamientos y hacer predicciones sobre su fiabilidad. Estas informaciones se recogen para terceras personas, pero también directamente para el mismo interesado. A medida que las interacciones se repiten para mejorar la comprensión del otro, la relación pasa a ser cada vez más estrecha y la confianza aumenta. </div>
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Finalmente, la tercera etapa en la elaboración de la confianza está basada en la identificación con los deseos y las intenciones del otro, de manera que se desarrolla una comprensión mutua entre las partes presenciales. En esta fase, el grado de confianza es tal que cada uno puede contar incondicionalmente con el otro y encomendarlo para defender sus intereses o endosar responsabilidades que le incumben, sin estimar necesario controlarlo (…).</div>
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Esta confianza mutua tiene dos componentes (Kipnis, 1996:40): la confianza acordada y la confianza recibida. (...) Es verdaderamente una empresa con riesgos compartidos. La confianza mutua, que incluye, sobrepasándolas, las dos primeras fases –cálculo e información sobre el otro– es el grado más elaborado de la confianza y constituye el fundamento de la cooperación (Mishra, 1996:265), es decir, relaciones interdependientes que giran hacia los objetivos y los intereses comunes. Existe, de hecho, una estrecha relación entre confianza mutua y cooperación, sea horizontal (entre iguales) o vertical (como en la delegación de poderes [Lunacek, 1994])”. </div>
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El hecho de que las propuestas, acciones, sentimientos, etc… vayan a ser respetadas inunda de confianza el trabajo y la vida. Por supuesto, todo esto no sería posible sin que existiera la cercanía o proximidad entre tod@s. Con ella además aprendemos a romper con las ideas preconcebidas que tenemos de los otr@s.</div>
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Una técnica que aparece cuando se da la confianza es la transferencia. Puede ser una apropiación individual o grupal; pero que no atiende a intereses particulares (incorpora “cosas” a otro trabajo colectivo, haciendo trascender lo cotidiano), ni tiene afán ejemplarizante (se transfiere con los sentidos de la sensibilidad, la oportunidad y la creatividad; para desarrollar algún trabajo concreto o desbloquear la seguridad de lo posible), ni entra en el juego del empoderamiento. La sistematización final no puede confundirse con la transferencia porque empodera al expone algo cerrado y ejemplarizante, mientras que la transferencia desempodera porque expone algo abierto que ha servido en otro lugar y/o momento; pero que hay que reelaborar para que sirva en éste, repensándolo/resintiéndolo/rehaciéndolo desde la autonomía.</div>
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Aplicando los 13 sentidos hemos percibido por un lado lo mismo que nos plantea Iván ILLICH (2006:425): “Los hombres disponen de la capacidad innata de cuidarse, reconfortarse, desplazarse, adquirir conocimientos, construir sus moradas y enterrar a sus muertos. Cada uno de estos poderes responde a una necesidad. Los medios para satisfacer estas necesidades no faltan: mientras los hombres sigan dependiendo de lo que puedan hacer por y para sí mismos, el recurso a los profesionales será marginal. Estas actividades tienen un valor de uso y no han sido afectadas por el valor de cambio. Su ejercicio no se considera un trabajo”. Pero al mismo tiempo percibimos que es lo que ocurre cuando se rompe esta capacidad innata mediante la desconfianza: nos conduce a la dependencia técnica facilitando el separar pensar/sentir/hacer:</div>
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Cuando separamos el Pensar del sentir y el hacer, estamos en la concienciación, información, asesoramiento, cuestionamiento, crítica…; siempre de forma vertical y desde la seguridad del Conocimiento (desde el vanguardismo). Al unir Pensar+Hacer se cae en la tecnocracia y en el programar sin tener en cuenta la situación en la que se encuentra la gente, perdemos la implicación, la perspectiva del ahora...</div>
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Cuando nos situamos en el Sentir sin pensar ni hacer, entramos en el asistencialismo o en un bloqueo, no sabemos lo que está pasando y comenzamos a vivir una situación de agobio y/o euforia, ambas paralizantes a la hora de trabajar la transformación social. Al unir Sentir+Pensar (dejando a un lado el hacer), no sabemos qué es lo que pasa, si sirve lo que hacemos o si esto tiene sentido a medio/largo plazo.</div>
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Cuando separamos el Hacer del sentir y del pensar, pasamos como una apisonadora por encima de la gente (cayendo en el puro activismo) y cuando terminamos el camino, al volver la vista atrás se ve la senda que no se ha de volver a pisar adoquinada de cadáveres, de gente que no quisimos escuchar o sentir. Al unir Sentir+Hacer (dejando a un lado el pensar), no sabemos qué pasa más allá de lo puntual, del momento del hacer, y nos cuestionamos por qué la gente no se une a nosotr@s, y acude a nuestras acciones, a pesar de todo lo que hemos hecho por ell@s.</div>
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Separando el Pensar del Sentir y del Hacer es difícil aprender, porque sujetamos a cada persona a la conduit (simplificamos la complejidad sujetando al personal docente e investigador al pensar, a la gente la fijamos al hacer y a los marginados al sentir). Sin embargo, cuando lo unimos comienzan a abrirse las posibilidades desde el aprendizaje colectivo. Para construir espacios y tiempos autogestionados y desempoderados es importante deconstruir y desaprender al mismo tiempo que construimos y aprendemos colectivamente, potenciando muchas de las capacidades, sentidos, saberes, etc… que estaban dormidos o sin autoestima.</div>
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Dicho de otra manera y en palabras Edgar MORIN (2011:283): “Las reformas son interdependientes. La reforma de vida, la moral, la de pensamiento, la de la educación, la de civilización y la política están interconectadas y, por eso, sus progresos les permitirían dinamizarse mutuamente”. O como lo diríamos nosotr@s: el sentir, el hacer y el pensar son interdependientes y es cuando se produce esa interdependencia; cuando se abre la posibilidad de dinamizar la transformación social.<br />
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Extraído de: http://desempoderamiento.blogspot.com.es/</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-51697612778171863092016-09-05T19:01:00.000-07:002016-09-05T19:01:10.846-07:00Cómo la no violencia es tergiversada<div style="text-align: justify;">
Peter Gelderloos en su libro “Cómo la no violencia protege al Estado”, afirma que la noviolencia es inefectiva, racista, estatista, patriarcal, inferior táctica y estratégicamente, y engañosa (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#1">1</a>). Su ataque contra la noviolencia es feroz e implacable.</div>
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Para valorar las afirmaciones de Gelderloos, primero resumiré mi argumentación a favor de la noviolencia y la argumentación en contra de la violencia que se deriva de ella. Esto proporcionará las bases para examinar los argumentos de Gelderloos. Le prestaré una atención especial a su cuestionable hipótesis de que la violencia siempre triunfa sobre la noviolencia. A mi juicio, los argumentos de Gelderloos se basan en una doble vara de medir bastante extendida. Además, el autor no consigue explicar en detalle qué niveles y tipos de violencia considera aceptables, una omisión que debilita su argumentación. Finalmente, repasaré las conexiones existentes entre anarquismo y violencia/noviolencia.</div>
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Soy un partidario de la noviolencia de toda la vida, así que es predecible que soy bastante crítico con los argumentos de Gerderloos. Pero también creo que el análisis crítico es valioso. Los activistas noviolentos pueden llegar a ser más efectivos sometiendo sus creencias al escrutinio lógico y la prueba empírica.</div>
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<b>Argumentos a favor de la acción noviolenta</b></div>
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A través de las clases de Historia, las películas de Hollywood y las noticias diarias, la mayoría de la gente llega a creer dos cosas de la violencia. Una es que los grupos con mayor capacidad de violencia -ejércitos, armamento, industria militar y crueldad- casi siempre pueden ganar a los que tienen una menor capacidad. Ésta es la suposición oculta detrás de la pregunta “¿Qué harías tú para detener a los nazis?”, formulada retóricamente como una supuesta refutación de la noviolencia (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#2">2</a>). Segundo, la mayoría de la gente cree que la violencia es una herramienta, normalmente una herramienta neutra. Si la usan los malos -el enemigo, los terroristas o criminales- la violencia es mala, pero cuando la usan los buenos -”nuestro bando”- entonces es buena. La mayoría de los partidarios de la guerra revolucionaria aceptan estas hipótesis; creen que la revolución es una buena causa y esperan emplear la lucha armada para llevarla a cabo.</div>
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La acción noviolenta cuestiona ambas suposiciones. Los éxitos de la acción noviolenta cuestionan la creencia de que la violencia superior siempre gana, y las características de la acción noviolenta la convierten en una herramienta especialmente adecuada para ayudar a crear una sociedad noviolenta.</div>
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Mohandas Gandhi fue la figura clave en la toma de conciencia de la acción noviolenta como enfoque característico para el cambio social, principalmente a través de las campañas en Sudáfrica que empezaron en 1906 y después en la India desde 1915 a los años cuarenta. La acción noviolenta había sido usada ya durante siglos antes de Gandhi. Por ejemplo, los húngaros que se oponían a la dominación austriaca usaron una serie de métodos de no cooperación entre 1850 y 1867 (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#3">3</a>). Uno de los logros de Gandhi fue poner la noviolencia en la agenda como una cuestión estratégica.</div>
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Las campañas de Gandhi tuvieron una enorme influencia en todo el mundo, llevando al desarrollo y difusión de las campañas, técnicas y filosofía noviolentas. En muchos movimientos sociales, la acción noviolenta se ha convertido en el enfoque principal.</div>
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<br /></div>
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La acción política convencional incluye el voto, la presión política y la realización de campañas -cualquier cosa que sea rutinaria dentro de una sociedad. La acción económica convencional incluye el trabajo, la compra y venta de bienes y participaciones. La acción social convencional incluye reuniones de asociaciones o vecinos y vecinas, la labor asistencial y muchas cosa más. La acción noviolenta, en contraste, va más allá del comportamiento rutinario, a menudo cuestionando las prácticas convencionales. Ejemplos de ello pueden ser unos manifestantes que interfiriendo una reunión gubernamental disfrazados de payasos, una asociación de vecinos montando un sistema alternativo de bienestar social, unos resistentes a la guerra negándose a pagar impuestos, unos clientes activistas bloqueando el funcionamiento de un banco abriendo y cerrando pequeñas cuentas, unos conductores de autobús negándose a cobrar billetes, unos empleados enviando ficheros grandes para atascar un sistema de correo electrónico, o una comunidad poniendo en marcha una moneda alternativa.</div>
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La frontera entre la acción convencional y la noviolenta depende de las circunstancias. Cuando la represión del gobierno es intensa, repartir una hoja informativa podría contar como acción noviolenta, mientras que en algunos sitios, las huelgas son tan comunes y ampliamente acepadas que participar en una podría considerarse una acción convencional.</div>
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La violencia quiere decir fuerza física usada contra seres humanos, incluyendo el encarcelamiento, las palizas, los disparos, las bombas y las torturas (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#4">4</a>). La acción noviolenta excluye todo esto. El sabotaje -violencia contra objetos- se encuentra en el límite entre violencia y noviolencia (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#5">5</a>).</div>
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Así pues, la acción noviolenta abarca un amplio abanico de actividades que van más allá de la acción convencional y rutinaria, pero que no implican violencia física contra los seres humanos. Cuando la gente piensa en las protestas noviolentas, lo que viene primero a la mente de normal son las concentraciones y las sentadas, pero existen muchos otros tipos de acción, como cuando los trabajadores se niegan a derribar un edificio emblemático, los jueces dimiten en protesta por las presiones políticas, los activistas contra la construcción de carreteras levantan las calles y plantan cultivos, y los empleados de oficina esconden o destruyen ficheros de disidentes que son objetivos de vigilancia y detención.</div>
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La acción noviolenta es acción -no incluye la pasividad o la inacción- y va más allá de los métodos convencionales de comunicación y acción política, como el debate, la negociación o la presión. La acción noviolenta es noviolenta por parte de quienes la utilizan. Sus adversarios pueden usar la violencia y a menudo lo hacen, a veces brutalmente.</div>
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La acción noviolenta se puede dividir en acciones contra algo, como la mayoría de huelgas y boicots, y acciones a favor de algo, como cuando los trabajadores se organizan para producir productos útiles o realizar su trabajo sin jefes. Las acciones contra algo normalmente tienen como objetivo injusticias, y las acciones a favor de algo normalmente intentan construir una sociedad mejor.</div>
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Con este esquema de la acción noviolenta, ¿qué razones hay para elegirla en vez de la acción convencional o la violencia? Existen dos tradiciones principales, comúnmente denominadas noviolencia basada en principios y noviolencia pragmática (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#6">6</a>). La noviolencia por principios se emprende por razones morales, concretamente, porque es erróneo usar la violencia. Ésta es la tradición gandhiana. La noviolencia pragmática se emprende porque se cree que es más efectiva que las alternativas, en particular, más efectiva que la violencia.</div>
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La gente que utiliza la noviolencia por principios rechaza el uso de la violencia bajo cualquier circunstancia. Por ejemplo, se niega a formar parte de los ejércitos, por muy noble que sea su causa. A pesar de ello, muchos activistas noviolentos por principios prestan mucha atención a la eficacia: se niegan a usar la violencia, pero escogen sus tácticas cuidadosamente (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#7">7</a>). Los activistas de la noviolencia pragmática, por otro lado, a menudo proclaman su compromiso con la noviolencia, sabiendo que esto aumenta su credibilidad. Así que, en la práctica, existe un solapamiento de las lógicas pragmática y ética.</div>
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Ahora me concentraré en los argumentos a favor de la noviolencia pragmática debido a que permiten una comparación más directa con la argumentación de Gelderloos. La noviolencia por principios tiene sus propios argumentos y criterios, que son importantes, pero les prestaremos menos atención aquí.</div>
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Gene Sharp, el más destacado investigador de la noviolencia pragmática, divide los métodos de acción noviolenta en tres categorías:</div>
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<ul>
<li>protesta y persuasión, como por ejemplo marchas, burla de autoridades, desnudos de protesta y renuncia de honores;</li>
</ul>
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<ul>
<li>no cooperación, incluyendo muchos tipos de huelgas y boicots sociales, políticos y económicos;</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>intervención, incluyendo ayunos, sentadas, ocupaciones, tomas de tierras e instituciones alternativas (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#8">8</a>).</li>
</ul>
</div>
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Desde una perspectiva pragmática, ¿cuáles son las razones para optar por la acción noviolenta? En otras palabras, ¿cuáles son los beneficios de la acción noviolenta en comparación con las alternativas? De muchas otras que se podrían enumerar, aquí tenemos cuatro:</div>
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<ol>
<li>La acción noviolenta implica la retirada de apoyo al sistema. Es un desafío a la legitimidad de los comportamientos o políticas estándar (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#9">9</a>). En contraste, las acciones convencionales, como el voto, apoyan implícitamente el sistema al usar sus propios métodos</li>
<li>La acción noviolenta normalmente consigue un apoyo más amplio que la violencia. Las acciones noviolentas -al menos cuando se escogen bien- dejan abierta una mayor oportunidad para la comunicación. Al no dañar físicamente a los adversarios, se les concede un cierto respeto: implícitamente, su salud y sus vidas son respetadas. Los adversarios tienen menos miedo y por lo tanto no tienen que ser tan feroces en la defensa o el ataque. Cuando se usa la violencia contra activistas noviolentos, esto es visto ampliamente como algo injusto, y puede conducir a una reacción mayor contra los atacantes violentos, un proceso que Sharp denomina “jiu-jitsu político” (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#10">10</a>). Esto puede animar a los activistas noviolentos a ser más activos, estimular la participación del lado de los activistas de terceras partes no participantes, e incluso indignar a algunos de los adversarios de los activistas, provocando un cambio en sus lealtades.</li>
<li>La acción noviolenta permite una participación amplia. Mujeres, niños y niñas, gente de avanzada edad y personas con discapacidad pueden participar en muchas formas de acción noviolenta. Esto puede ser un objetivo en sí mismo.Buena parte de la acción noviolenta puede organizarse abiertamente. Esto permite mayor participación que las operaciones clandestinas. Buena parte de la acción noviolenta es fortalecedora para sus participantes, generando sentimientos de capacidad, solidaridad y satisfacción (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#11">11</a>). Mayor participación significa mayor empoderamiento.</li>
<li>La acción noviolenta como método es compatible con el objetivo de una sociedad noviolenta.</li>
</ol>
</div>
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Usar métodos que reflejen el objetivo perseguido se denomina prefiguración: los métodos prefiguran -en otras palabras, anticipan o replican con antelación- el objetivo. La prefiguración proporciona entrenamiento y experiencia en lo que se persigue. Ayuda a crear un elemento del objetivo, también en el caso de que una campaña no tenga éxito. Y ayuda a llevar los esfuerzos por el buen camino.</div>
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Si el objetivo es una sociedad sin violencia organizada, la acción noviolenta tiene todas estas ventajas prefigurativas. Aporta experiencias de una vida sin violencia, reduce la violencia inmediata en el aquí y el ahora, hasta cuando las campañas fracasan, y garantiza que los esfuerzos se hacen en una dirección noviolenta.</div>
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Cada uno de estos cuatro puntos puede aplicarse también a la violencia:</div>
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<li>La violencia implica una retirada de apoyo al sistema. Respecto a esto, noviolencia y violencia son similares.</li>
</ul>
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<ul>
<li>La violencia a menudo aleja a los potenciales partidarios. Los adversarios pueden enrocarse y resistir más tenazmente. Una perspectiva psicológica llamada teoría de la inferencia correspondiente puede ayudar a explicar el por qué. La gente a menudo infiere las motivaciones de alguien examinando las consecuencias de sus acciones. Si las acciones provocan la muerte de gente, la inferencia es que la motivación de los activistas es matar -no liberar, lo cual podría ser su motivación real. Esta teoría ayuda a explicar por qué los motivos de los terroristas se malinterpretan tan habitualmente (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#12">12</a>). La violencia pone en el punto de mira a personas individuales, pero hacer daño a las personas no es un forma eficaz de cuestionar los sistemas de opresión. Matar a un político no debilita al Estado, porque los políticos pueden ser sustituidos, a veces con unos peores. Además, alguien que es político tiene otros roles, como el de padre, amigo y músico. La violencia, al no distinguir entre los diferentes roles, destruye muchas cosas que son buenas, en vez de poner en el punto de mira los roles dañinos y reforzar los que son beneficiosos (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#13">13</a>). Cuando los activistas usan la violencia, esto le proporciona una mayor legitimidad a la violencia estatal contra ellos. El efecto jiu-jitsu se reduce, incluso cuando el Estado usa mucha más violencia contra los activistas.</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>La violencia restringe la participación. Los hombres jóvenes en forma predominan tanto en los ejércitos como en los movimientos armados de liberación. El secretismo que acompaña a la lucha armada también limita la participación. La violencia puede ser empoderadora para quienes participan en ella, pero una participación limitada significa que el empoderamiento está restringido.</li>
</ul>
<ul>
<li>La violencia como método choca con el objetivo de una sociedad noviolenta. Usar la violencia proporciona entrenamiento, experiencia y legitimidad a la violencia. Causa un sufrimiento inmediato. Y es más fácil que las campañas pierdan el rumbo, hacia un camino de violencia habitual y la dominación que ello implica.</li>
</ul>
</div>
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Los puntos 2, 3 y 4 constituyen el núcleo de la argumentación contra la violencia, desde un punto de vista noviolento.</div>
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Tengamos en cuenta que estos argumentos a favor de la acción noviolenta y contra la violencia son tendencias, no verdades universales. Por ejemplo, la acción noviolenta normalmente recibe más apoyo que la violencia, pero no siempre. Algunos métodos noviolentos permiten solamente una participación limitada, mientras que algunos movimientos violentos tienen muchos participantes. Al adoptar la acción noviolenta desde un punto de vista pragmático, hay que prestar atención a las circunstancias.</div>
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Muchas campañas noviolentas son ampliamente espontáneas, sin mucha preparación, planificación o entrenamiento. Nadie espera que los movimientos armados sin armamento, entrenamiento o planes tengan mucho éxito. Considerando las enormes cantidades de dinero y esfuerzo invertidas en las operaciones militares, es razonable esperar que la acción noviolenta llegue a ser muchísimo más eficaz con más recursos.</div>
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Para aquellas personas con un compromiso ético con la noviolencia las circunstancias no importan; rechazan la violencia, incluso si el asesinato de un dictador pudiera reducir el sufrimiento de millones de personas. Pero existe un importante vínculo entre las variantes pragmáticas y las posturas basadas en principios. Si, pragmáticamente, la acción noviolenta es normalmente la mejor opción, entonces puede ser (pragmáticamente) sensible a hacer un compromiso basado en principios, porque reduce los riesgos de malentendidos por parte de la gente participante, de ser falsamente etiquetada como violenta por los adversarios, y de salirse del camino planeado en direcciones violentas.</div>
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<b>Gelderloos</b></div>
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Gelderloos es anarquista. Se opone a los sistemas basados en la jerarquía y es partidario de las relaciones sociales igualitarias creadas y sostenidas por la gente implicada en ellas. Se opone al Estado, al capitalismo, al racismo, al patriarcado. Su oposición al capitalismo le coloca generalmente en la izquierda, pero como anarquista, se opone al Estado, incluyendo al socialismo de Estado, ya sea defendido por reformistas socialistas que persiguen alcanzar el poder estatal por medios electorales, o por marxistas-leninistas que quieren apoderarse del control del Estado, habitualmente por medio de la lucha armada, para poder aplastar el capitalismo. Gelderloos quiere en cambio destruir el Estado -y el capitalismo, el racismo y el patriarcado- para que la gente pueda crear sus propios sistemas no jerárquicos de autogobierno.</div>
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Gelderloos es un activista y ha pasado algún tiempo en la cárcel como consecuencia de su participación en acciones de protesta. Su apasionado compromiso con la emancipación no puede ponerse en duda. Pero a la vez que se muestra respeto por su visión, dedicación y energía, es posible criticar sus argumentos, conclusiones y métodos.</div>
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En vez de repasar una a una las afirmaciones de Gelderloos sobre la noviolencia, es más esclarecedor entender su punto de vista como algo que procede de unas pocas suposiciones clave. En el núcleo de su pensamiento está la afirmación de que la noviolencia no puede tener éxito frente a la violencia.</div>
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El Estado, en la concepción sociológica convencional, se basa en el monopolio del el uso de la violencia legítima. Gelderloos es partidario del cambio revolucionario incluyendo el derrocamiento y la disolución del Estado. Él cree que los líderes del Estado no estarán de acuerdo con esto, así que, concluye, habrá que usar la violencia física.</div>
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Si la acción noviolenta no puede tener éxito frente a la violencia, entonces se sigue el resto de conclusiones de Gelderloos:</div>
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<li>La noviolencia es inefectiva contra sistemas de opresión basados en la violencia (pp. 21-38).</li>
<li>La noviolencia es racista, porque permite que persista el racismo: “Predicando la noviolencia y abandonando a la represión estatal a aquellos que no escuchan obedientemente, los activistas blancos que creen estar preocupados por el racismo están en realidad poniendo en práctica una relación paternalista y cumpliendo el útil papel de pacificar a los oprimidos”. (p. 50).</li>
<li>La noviolencia es estatista, porque protege al Estado del único cuestionamiento que Gelderloos cree que puede derribarlo, es decir, la violencia: “Dicho llanamente, la noviolencia garantiza al Estado el monopolio de la violencia”. (p. 61)</li>
<li>La noviolencia es patriarcal, porque evita que las mujeres usen una poderosa herramienta -la violencia- contra la dominación machista: “una práctica pacifista que prohíbe el uso de cualquier otra táctica, no deja opción a la gente que necesita protegerse a sí misma de la violencia ahora”. (p. 83).</li>
<li>La noviolencia es “táctica y estratégicamente inferior”: “La lucha contra la autoridad será violenta, porque la propia autoridad es violenta y la inevitable represión es una escalada de la represión. […] Las campañas de presión para conseguir el cambio social son una pérdida de los escasos recursos de los movimientos radicales”. (p. 110).</li>
<li>La noviolencia engaña cuando explica cómo puede producirse el cambio revolucionario: “sería mucho más fácil acabar con los patrones psicológicos de la violencia y la dominación una vez que hubiéramos destruido las instituciones sociales, los órganos políticos y las estructuras económicas constituidas específicamente para perpetuar la dominación coercitiva. Pero la gente que propone la noviolencia se bate valientemente en retirada, declarando que deberíamos tratar los síntomas mientras que la enfermedad tiene vía libre para extenderse, defenderse y concederse un aumento de sueldo”. (p. 142).</li>
</ul>
</div>
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Algunos de estos argumentos suenan raro. ¿Cómo, por ejemplo, puede ser patriarcal la noviolencia cuando las mujeres han tenido un papel tan destacado en la acción noviolenta, mientras que los grupos armados están casi siempre dominados por hombres? Pero el argumento de Gelderloos tiene una coherencia subyacente construida sobre su suposición de que la noviolencia no puede tener éxito contra la violencia, lo que conduce a la conclusión de que la violencia es necesaria para derribar los sistemas de opresión, incluyendo el patriarcado: “si un movimiento no es una amenaza, no puede cambiar un sistema basado en la coerción y la violencia centralizada” (p. 38). Aquí, “amenaza” quiere decir tener el potencial de usar la violencia. Como la noviolencia, a ojos de Gelderloos, no supone una amenaza en este sentido, él concluye que es patriarcal.</div>
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Por lo tanto, en vez de analizar en detalle las afirmaciones de Gelderloos sobre el racismo, el patriarcado y cosas similares, es más útil contrarrestar su afirmación central de que la noviolencia es incapaz de ser efectiva frente a la violencia, sobre todo porque esta suposición es un lugar común. Entonces, ¿en qué basa Gelderloos su afirmación?</div>
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Lo que sí que es cierto es que no se basa en el análisis de la teoría de la noviolencia, pues no la examina sistemáticamente (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#14">14</a>). Gelderloos trata toda la noviolencia como noviolencia basada en principios éticos, dejando de lado por tanto la noviolencia pragmática. Menciona a Gene Sharp sólo de pasada y no discute la teoría del poder de Sharp, o sus métodos y dinámicas de la acción noviolenta. No aborda la dinámica del jiu-jitsu político, central para entender la acción noviolenta, y que explica cómo la violencia utilizada contra los activistas noviolentos puede provocar efectos contrarios a los esperados.</div>
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Gelderloos ni siquiera examina la estrategia de George Lakey para la revolución noviolenta (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#15">15</a>). De hecho, Gelderloos asume que la noviolencia no puede ser revolucionaria, por ejemplo refiriéndose a los “activistas revolucionarios y los activistas noviolentos” (p. 98).</div>
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En lugar de eso, Gelderloos valora la noviolencia examinando una serie de campañas noviolentas. Descarta cada una de ellas por no tener éxito mediante el uso de una serie de argumentos desplegados selectivamente, a menudo con un doble rasero en relación a la violencia.</div>
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<ul>
<li>El primer argumento de Gelderloos contra las campañas noviolentas es decir que no fueron completamente noviolentas. Si puede señalar evidencias de violencia presente en una campaña, desestima la contribución de la acción noviolenta. Al referirse a los disturbios raciales en 1962 en Georgia y Alabama, Gelderloos concluye lo siguiente: “Quizás la mayor de las limitadas, si no vacías, victorias del movimiento de derechos civiles llegó cuando la población negra mostró que no iba a seguir siendo pacífica para siempre.” (p. 28) Esto es un ejemplo de doble rasero. En las guerras de guerrillas y otras campañas que implican violencia, también existe una gran cantidad de acción noviolenta, por ejemplo durante la guerra de Vietnam, la guerra de Iraq y la segunda Intifada palestina. ¿Por qué hay que darle todo el mérito a la violencia cuando se usa tanto la violencia como la noviolencia?</li>
<li>El segundo argumento de Gelderloos contra las campañas noviolentas es decir que en realidad no cambiaron nada. No fueron emancipadoras. No derribaron el Estado -solamente a los gobernantes de entonces- y no derribaron el capitalismo. “El movimiento de liberación en la India fracasó. Los británicos no fueron obligados a abandonar la India. Más bien, eligieron transferir el territorio desde un dominio colonial directo a un dominio neocolonial”. (p. 23) Con este argumento, Gelderloos exhibe de nuevo una doble vara de medir, porque no valora las campañas violentas con las mismas exigentes expectativas. Menciona de manera aprobatoria a los Black Panthers en los EEUU de los años 60 y 70, y a los revolucionarios anarquistas en la Ucrania de los años 20, entre otros, ninguno de los cuales derribaron el capitalismo o el Estado. Aplaude esas iniciativas por haberse levantado contra el Estado, por haber mostrar lo que puede ser alcanzado, por provocar el miedo en el corazón de los gobernantes y por empoderar a la gente participante. Todo eso está muy bien, pero no otorga a las campañas noviolentas el mérito de unos logros equivalentes. Gelderloos no da un solo ejemplo de lucha armada que haya conducido a la clase de sociedad liberada por la que él aboga. ¿Por qué no? Sin duda porque las luchas armadas exitosas -como en China, Cuba, Argelia y Vietnam- no han abolido el Estado sino mas bien, si acaso, lo han fortalecido. La lucha armada potencia la militarización del movimiento, haciéndolo más jerárquico y autoritario. Estas características raramente se debilitan tras las victorias revolucionarias.</li>
<li>Si una campaña fracasa, Gelderloos lo atribuye a la utilización de la acción noviolenta y al insuficiente uso de la violencia. En el movimiento prodemocrático de 1989 en China, “los estudiantes que se pusieron bajo el control del movimiento se negaron a armarse...” (p. 138). El doble rasero estriba aquí en que Gelderloos no menciona el fracaso de los movimientos armados en Bolivia, Letonia, Malasia, Filipinas, Uruguay y muchos otros países. Gelderloos ignora la diferencia entre la acción noviolenta estratégica y la espontánea (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#16">16</a>). Muchas campañas fracasadas se basaron principalmente en el acción noviolenta espontánea, sin una planificación y un entrenamiento cuidadoso. Calificarlas de fracasos de la acción noviolenta como método, sería como descalificar la violencia como método por el fracaso de los disturbios espontáneos.</li>
<li>Al referirse a las recientes campañas que descabalgaron gobiernos en Serbia, Ucrania y otros países, Gelderloos dice que fueron “orquestadas” por el gobierno de EEUU (p. 100). Pero no aporta evidencia alguna para sostener esta afirmación, aparte de citar una noticia de un periódico. Es cierto que el gobierno de EEUU ha proporcionado ayuda económica a algunos movimientos noviolentos, como por ejemplo Otpor en Serbia, un grupo resistente clave en desatar el movimiento de masas que llevó al derrocamiento del presidente Slobodan Milosevic en 2000. La contribución de la ayuda del gobierno de EEUU a esos movimientos ha sido debatida no sólo entre activistas noviolentos, algunos de los cuales han argumentado en contra de aceptar ayudas por el riesgo de ser acusados de ser peones del gobierno de EEUU. Gelderloos no aborda ninguna de las complejidades de tales situaciones, simplemente asumiendo que como el gobierno de EEUU estaba implicado, se puede concluir automáticamente que había orquestado toda la operación (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#17">17</a>). Aquí, la doble vara de medir estriba en que Gelderloos no hace afirmaciones similares en relación a las luchas violentas. Durante la guerra de Vietnam, el Frente de Liberación Nacional recibió una asistencia considerable del gobierno soviético. ¿Significa esto que la victoria del FLN fue orquestada por el gobierno soviético? Desde luego que no. El éxito de la lucha dependió del apoyo y sacrificio masivo de la población vietnamita. Exactamente lo mismo se puede decir de las campañas noviolentas que reciben apoyo económico del gobierno de EEUU: las campañas no tendrían ninguna opción sin el apoyo popular. Gelderloos exhibe también un doble rasero en su análisis cuando se olvida de mencionar casos en los que el gobierno de EEUU ha apoyado la resistencia armada. En Afganistán, después de la invasión soviética de 1979, la CIA financió secretamente a los muyahidines opositores. En Kosovo, el gobierno de EEUU ignoró una década de lucha noviolenta (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#18">18</a>) y entonces dio apoyo un movimiento armado, el Ejército de Liberación de Kosovo, previamente clasificado como organización terrorista. Siguiendo la lógica de Gelderloos, estas luchas armadas fueron orquestadas por el gobierno de EEUU, y por lo tanto, el papel de la violencia puede ser descartado.</li>
<li>Gelderloos ignora un gran número de campañas noviolentas, evitando así la necesidad de tratar el desafío que éstas suponen para su argumentación. Su afirmación de que el gobierno de EEUU orquesta las campañas noviolentas fracasa totalmente con las campañas anteriores a 1990, para las que no existe ninguna evidencia de asistencia del gobierno de EEUU. En uno entre muchos ejemplos posibles, en 1944 el dictador de El Salvador -un estado satélite de EEUU- fue derrocado por una campaña popular noviolenta (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#19">19</a>).</li>
</ul>
</div>
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<br /></div>
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Gelderloos afirma que la estrategia noviolenta de desobediencia generalizada no puede devolver el poder a la población porque el Estado aun así controlaría los recursos clave y la lealtad de la policía y el ejército: “en décadas recientes, las únicas deserciones militares significativas han ocurrido cuando el ejército se enfrentaba a la resistencia violenta y el gobierno parecía estar en los estertores de la muerte” (p. 115). Al contrario, existe un buen número de casos en los que las deserciones militares han ocurrido sin que existiera mucha resistencia violenta, incluyendo Filipinas en 1986, varios países del Este de Europa en 1989, la Unión Soviética en 1991, y Serbia en 2000. Gelderloos tiene razón en que las deserciones del ejército son esenciales para la revolución (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#20">20</a>), pero la deserciones pueden ocurrir como resultado del empleo de métodos noviolentos, como por ejemplo la confraternización.</div>
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<br /></div>
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<b>Comparar violencia y noviolencia</b></div>
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El desprecio de Gelderloos por el poder de la acción noviolenta es tan unilaterial y lleno de dobles raseros que sería fácil perder de vista un punto importante: se han realizado pocas comparaciones sistemáticas de la efectividad de la violencia y de la noviolencia.</div>
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Hacer comparaciones es difícil, porque el éxito de una campaña o movimiento depende de muchos factores, incluyendo los sistemas de creencias, los recursos materiales y humanos, la cohesión social, los alineamientos políticos y factores internacionales, añadidos a los métodos usados por los activistas. La elección de métodos violentos o noviolentos puede inclinar la balanza en alguna circunstancias, pero todavía hay que tomar en consideración otros factores. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#21">21</a>)</div>
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<br /></div>
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En el enorme corpus de la investigación de los movimientos sociales, hay poco sobre la efectividad de la violencia. En uno de los pocos estudios relevantes, el sociólogo William Gamson analiza en su libro “The Strategy of Social Protest” 53 grupos activistas de EEUU entre 1800 y 1945. En un capítulo titulado “El éxito de los rebeldes”, Gamson valora los resultados de los grupos que utilizaron la violencia comparado con los que fueron objeto de violencia sin responder con ella (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#22">22</a>). En esta comparación, los grupos que usaron la violencia era mucho más probable que tuvieran éxito, es decir, que lograran aceptación y obtuvieran nuevas ventajas. Sin embargo, Gamson es reacio a atribuir el éxito a la violencia, argumentando más bien que “no es la debilidad del usuario sino la debilidad del objetivo lo que causa la violencia”: la violencia es “en la misma medida un síntoma de éxito que un causa” (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#23">23</a>).</div>
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Gamson no usa la expresión “acción noviolenta” ni referencia ningún texto en ese campo. Pero sí que analiza el uso que hacen los movimientos de “coacciones”, incluyendo huelgas, boicots y denuncia social”. Concluye que los movimientos que usan coacciones pero no la violencia era mucho más probable que tuvieran éxito que los que no usaban coacciones. En efecto, Gamson demuestra que los métodos coercitivos de acción noviolenta -lo que Sharp llamaría métodos de no cooperación e intervención- tienen relación con el éxito.</div>
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El estudio de Gamson, aunque es esclarecedor, no compara directamente la eficacia de las opciones para un movimiento dado porque, como él mismo reconoce, está analizando diferentes movimientos en diferentes circunstancias. A pesar de ello, sí da un fuerte respaldo a la conclusión de que la “rebeldía” de un movimiento está asociada con el éxito (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#24">24</a>). Violencia y noviolencia son maneras diferentes de rebeldía.</div>
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En 2005, Freedom House publicó un estudio de 67 transiciones políticas acaecidos en países con gobiernos autoritarios en el periodo 197-2000, examinando el nivel de violencia, el origen de la violencia y la fuerzas que conducían la transición. Usando las calificaciones preexistentes sobre nivel de libertad antes y después de la transición elaboradas por Freedom House, los autores pudieron valorar los papeles comparativos de violencia y noviolencia. Sus principales hallazgos fueron estos:</div>
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<li>“Primero, los movimientos de 'poder popular' son importantes, porque las fuerzas civiles noviolentas son una gran fuente de presión para generar cambios decisivos en la mayoría de las transiciones”.</li>
</ul>
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<ul>
<li>“Segundo, comparativamente existen pocos efectos positivos para el grado de libertad en las transiciones 'de arriba a abajo' que fueron lanzadas y lideradas por élites”.</li>
</ul>
<ul>
<li>“Tercero, la presencia de coaliciones civiles noviolentas fuertes y cohesionadas es el más importante de los factores examinados en cuanto a su contribución a la libertad”.</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>“Cuarto, los datos sugieren que las perspectivas de libertad se potencian significativamente cuando la propia oposición no usa la violencia”. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#25">25</a>)</li>
</ul>
</div>
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Estas conclusiones contradicen directamente las afirmaciones de Gelderloos. Aunque pueda desestimarlas debido a las políticas de la Freedom House o debido a que ninguna de las transiciones políticas implicaron un derrocamiento revolucionario del capitalismo y el Estado, estas conclusiones debilitan sin embargo sus afirmaciones sobre la ineficacia de las acción noviolenta.</div>
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En un artículo de próxima aparición, Maria Stephan y Erica Chenoweth analizan datos de 323 campañas de resistencia violenta y noviolenta entre 1900 y 2006, concluyendo que las campañas noviolentas tienen más probabilidades de lograr objetivos estratégicos. Según ellas mismas afirman, “las campañas noviolentas tienen mas probabilidades de conseguir legitimidad, atraer un amplio apoyo doméstico e internacional, neutralizar las fuerzas de seguridad del adversario, y forzar cambios de lealtades entre los inicialmente partidarios de los adversarios que campañas armadas, que exigen el apoyo activo de un número de personas relativamente pequeño, ofrecen al adversario una justificación para emprender contraataques violentos, y es menos probable que provoquen cambios en las lealtades y deserciones” (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#26">26</a>). Son necesarios detallados estudios adicionales de campañas y resultados, debido a que es muy sencillo llegar a la conclusión deseada mediante la selección de unos pocos ejemplos adecuados.</div>
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<b>¿Está justificada la violencia de los rebeldes?</b></div>
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Gelderloos destaca frecuentemente la violencia del Estado -”el mayor administrador de violencia” (p. 158)- y de otros sistemas de opresión, con la hipótesis implícita de que esto justifica la violencia para destruir estos sistemas. La cuestión de la legitimidad recibe no poca atención en los debates sobre la violencia. William T. Vollmann se centra en su gigantesco análisis sobre la violencia “Rising Up and Rising Down” en las justificaciones y consecuencias de la violencia, e incluye un detallado cálculo moral. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#27">27</a>)</div>
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Pero el que la violencia pueda estar justificada no quiere decir por sí solo que sea la mejor opción. Si alguien nos insulta en una fiesta, podríamos estar legal y moralmente legitimados para plantear una denuncia por difamación, pero rara vez será buena idea hacerlo: es probable que sea muy costoso y podría dañar nuestra reputación aún más (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#28">28</a>). Análogamente, en el caso de la violencia, aunque justificada, podría ser contraproducente al legitimar la contraviolencia, reducir la participación y conducir a un camino hacia más violencia. Esto subraya una vez más la importancia de comparaciones cuidadosas sobre la eficacia de la violencia y la noviolencia, tomando en cuenta tanto los resultados inmediatos como el impacto a largo plazo sobre la moral, la solidaridad y la movilización.</div>
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<b>Atribuciones</b></div>
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Los argumentos de Gelderloos contra la acción noviolenta fracasan en parte debido a que interpreta erróneamente la noviolencia y realiza afirmaciones sin pruebas. Por ejemplo:</div>
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“... muchos pacifistas actualmente en EEUU también creen que si causas problemas o conflicto es que estás haciendo algo mal.” (p. 36)</div>
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La única evidencia aportada para demostrar esta afirmación generalizada es un correo electrónico.</div>
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Observemos que el persistente uso que hace Gelderloos del término “pacifista” es engañoso. Históricamente, muchos pacifistas no han utilizado la acción noviolenta, y muchos activistas noviolentos no son pacifistas.</div>
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“Pero los pacifistas parecen no haber concedido la debida consideración a la violencia del patriarcado”. (p. 82)</div>
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En realidad, existen mucha feministas dentro de las campañas de acción noviolenta y han trabajado contra la violencia machista. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#29">29</a>)</div>
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“... la noviolencia... glorifica la pasividad”. (p. 84)</div>
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Ésta es una concepción errónea bastante extendida (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#30">30</a>). Los términos satyagraha y acción noviolenta fueron desarrollados para reemplazar la confusa expresión “resistencia pasiva”.</div>
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“La noviolencia se centra en cambiar las mentes y los corazones, pero subestima la industria cultural y el control mental por parte de los medios de comunicación”. (p. 100)</div>
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La persuasión es solamente una de las formas en que funciona la noviolencia. Sharp enumera decenas de métodos de no cooperación e intervención. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#31">31</a>)</div>
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Los pacifistas “tienen la opción de renunciar a la confrontación con el poder del Estado y fingir que están implicados en algún proceso de transformación mágica del Estado mediante el 'poder del amor', o su 'testimonio noviolento', o difundiendo imágenes conmovedoras de marionetas de cartón a través de los medios, o bazofias similares”. (p. 124)</div>
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<br /></div>
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En realidad, los activistas noviolentos se han enfrentado repetidamente al poder del Estado (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#32">32</a>).</div>
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“La noviolencia nos engaña al repetir que los medios determinan los fines...” (p. 145)</div>
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La afirmación normal es que los medios influyen en los fines (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#34">33</a>).</div>
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“La visión pacifista de la lucha, basada en una dicotomía polarizada entre violencia y noviolencia, es ingenua y contraproducente”. (p. 158)</div>
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Los activistas noviolentos son perfectamente conscientes de los diversos grados de la violencia. Es posible trazar una línea entre violencia y noviolencia en la teoría y en la práctica a la vez que se reconocen diferentes tipos de acciones en el interior de cada categoría.</div>
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<br /></div>
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Hay muchos otros ejemplos de afirmaciones engañosas de Gelderloos para las que no aporta evidencia alguna o cita correos electrónicos o comentarios personales, pero saca conclusiones con la intención aparente de ser aplicadas a todos los activistas noviolentos. Gelderloos puede tener razón en que algunos activistas noviolentos son -quizás inconscientemente- racistas, paternalistas o demasiado tímidos. Pero esto no quiere decir que la acción noviolenta como método de lucha tenga las mismas características, lo mismo que el racismo u otros rasgos de los activistas violentos signifique que la violencia es racista.</div>
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Gelderloos a menudo usa las fuentes de una forma selectiva y engañosa. Por ejemplo, critica un artículo de Carol Flinders sobre las mujeres y la noviolencia, presentándolo incorrectamente como diciendo que las mujeres son inherentemente noviolentas (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#34">34</a>). Cita el libro de Martha McCaughey “Real Knockouts”, un análisis del movimiento de autodefensa de las mujeres en apoyo de su argumento de la violencia de las mujeres contra el patriarcado, ignorando la complejidad y sofisticación de la argumentación de McCaughey. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#35">35</a>)</div>
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Gelderloos cita aprobatoriamente (pp. 114-115) el libro de Martin Oppenheimer “The Urban Guerrilla” en relación a las limitaciones de la noviolencia, pero omite toda mención a las incisivas críticas de Oppenheimer a la violencia:</div>
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<li>“Porque la organización de la violencia, con cualquier objetivo, básicamente subvierte los valores e instituciones democráticas, y el hábito de resolver los problemas políticos por medios violentos, lejos de ser liberador, aprisiona a las personas y las personalidades de manera que la participación verdaderamente democrática en la toma de decisiones se vuelve casi imposible”.</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>“... la clase de personas que participan en insurrecciones y sobreviven a ellas, tiende a no ser la clase de gente que creará un orden positivo y humanista... la clase de organización al parecer necesaria para conducir un esfuerzo violento es inherentemente contrario a dicho orden”.</li>
</ul>
</div>
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<ul>
<li>“... tanto en términos de personalidad como de organización, la violencia, lejos de ser terapéutica, pone en peligro cuando no destruye totalmente el componente humanista de un movimiento social”. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#36">36</a>)</li>
</ul>
</div>
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<b>Violencia: ¿de qué tipo y cuánta?</b></div>
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“Cómo la no violencia protege al Estado” es curiosamente comedido respecto al papel real que la violencia podría desempeñar en la liberación. Gelderloos se niega explícitamente a presentar una definición de violencia: “... uno de los argumentos críticos de este libro es que la violencia no puede ser claramente definida” (p. 17). Dice que muchos activistas consideran violencia actividades cotidianas como por ejemplo “comprar ropa fabricada en talleres clandestinos”, y dice que el concepto de violencia no es útil cuando “ni siquiera dos personas pueden ponerse de acuerdo en lo que significa” (pp. 140). Sin embargo, aunque los activistas puedan tener concepciones diferentes sobre los términos, aún así es posible que los analistas se pongan de acuerdo en los significados.</div>
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<br /></div>
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Gelderloos, al dejar la violencia pobremente definida, puede ahorrase explicar en detalle lo que él considera un uso adecuado o inadecuado de la violencia en los movimientos de liberación. Prefiere centrarse en cambio en la jerarquía como la clave de la opresión y decir que todos los medios para cuestionar la jerarquía deberían ser tenidos en cuenta, sin preocuparse por la diferencia entre violencia y noviolencia. Gelderloos aboga por la “diversidad de tácticas”, asumiendo que cuantas más tácticas tengamos a disposición para ser utilizadas, más eficaz podrá ser un movimiento. Como un compromiso con la noviolencia implica descartar algunas tácticas, Gelderloos concluye que la noviolencia por fuerza será menos eficaz que una diversidad de tácticas más amplia.</div>
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En el texto se encuentran algunas pistas de en qué tipos de acciones piensa Gelderloos:</div>
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“enfrentarse a los policías o participar en actos clandestinos de sabotaje” (p. 18);</div>
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“protestas violentas, uso de explosivos y destrucción de la propiedad” (p. 31);</div>
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“golpear a un policía o lanzar un ladrillo contra una ventana” (p. 75);</div>
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“Matar a un policía que viola a personas transgénero sin techo y prostitutas, quemar las oficinas de una revista que conscientemente publicita un estándar de belleza que conduce a la anorexia y la bulimia, secuestrar al presidente de una empresa que lleva a cabo tráfico de mujeres” (p. 83);</div>
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“reventar una industria emisora de dioxinas que están contaminando la leche materna”; “matar al general que envía a los soldados que violan mujeres en las zonas de guerra” (p. 86);</div>
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“expropiar dinero para financiar y aumentar enormemente las capacidades de los medios de comunicación de base” (p. 106).</div>
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La cuestión que se plantea entonces es: ¿hay algún método que Gelderloos rechace? ¿Rechaza el uso de ametralladoras? ¿Rechaza los misiles? ¿Rechaza las armas biológicas? ¿Rechaza las armas nucleares? ¿Rechaza la tortura? (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#37">37</a>) Si Gelderloos rechaza alguno de estos métodos, quizás por ser inhumanos o contraproducentes, entonces está trazando una línea, aceptando que no todos los métodos son aceptables en una “diversidad de tácticas”.</div>
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Una de las quejas principales de Gelderloos es que los activistas noviolentos se niegan a dar apoyo a los activistas que usan la violencia. ¿Está a favor Gelderloos de dar apoyo a cualquier activista , incluso a los que usen minas antipersona y armas químicas? Si no es así, entonces sus críticas a los activistas noviolentos, que trazan la línea en un lugar diferente, reflejan un doble moral en su argumentación.</div>
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<b>Anarquismo y violencia</b></div>
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Como Gelderloos se define a sí mismo enfáticamente como anarquista, algunos lectores podrían llevarse la impresión equivocada de que habla en nombre de los anarquistas en general. En realidad, los anarquistas han debatido largamente y han sido incapaces de llegar a un acuerdo sobre si el uso de la violencia conduce al cambio social. Algunos anarquistas creen que la violencia está justificada y es necesaria. La más famosa lucha armada llevada a cabo por anarquistas tuvo lugar durante la revolución y la guerra civil españolas entre 1936-1939, cuando los trabajadores dirigieron granjas e industrias y las milicias anarquistas defendieron la revolución tanto de los fascistas de Franco (apoyados por Hitler) como de los comunistas.</div>
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Sin embargo, desde entonces la lucha armada anarquista no ha desempeñado un papel destacado, aunque algunos anarquistas han abogado por usar métodos de guerrilla diseñados para un país industrializado. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#38">38</a>)</div>
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Existe también una tradición paralela dentro del anarquismo que se opone al uso de la violencia. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#39">39</a>)</div>
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Y no sólo eso, algunos anarquistas están abiertamente comprometidos con la noviolencia. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#40">40</a>)</div>
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Pragmáticamente, las oportunidades para la liberación armada en el interior de los países industrializados han sido mínimas durante décadas. En este contexto, muchos anarquistas creen que usar de la violencia sería un esfuerzo inútil (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#41">41</a>). El destacado anarquista Murray Bookchin escribió: lo siguiente:</div>
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“El poder del Estado al que nos enfrentamos es demasiado enorme, sus arsenales son demasiado destructivos, y, si su estructura está todavía intacta, su eficacia es demasiado convincente para ser eliminado mediante una competición en la que el armamento sea el factor determinante. El sistema debe caer, no combatir; y solamente caerá cuando sus instituciones hayan sido tan vaciadas por la nueva Ilustración, y su poder tan socavado físicamente y moralmente, que una confrontación insurreccional será más simbólica que real”. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#42">42</a>)</div>
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<br /></div>
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Otra línea de razonamiento procede de la creencia anarquista en la prefiguración, es decir, que los medios deben reflejar los fines. Si el objetivo es un mundo sin violencia organizada, esto implica evitar la violencia en la lucha por construir ese mundo. Sin embargo, los anarquistas han debatido largamente sobre la aplicación de este principio al uso de violencia. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#43">43</a>)</div>
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<br /></div>
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Los marxistas, por el contrario, raramente invocan la prefiguración. Estos, en cambio, asumen que los fines justifican los medios, de manera más notoria en el caso de la toma del poder del Estado para aplastar el capitalismo, tras la cual se supone que el Estado se debilitará: el fin último de los marxistas es el comunismo, en el cual no existe Estado, el mismo objetivo que los anarquistas. (Éste es el significado original de comunismo, a diferencia de la realidad de los Estados gobernados por partidos comunistas). Los anarquistas en el siglo XIX argumentaron contra los marxistas, advirtiendo proféticamente de que tomar el poder estatal era una receta para gobiernos dictatoriales.</div>
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Gandhi pude ser considerado como un anarquista (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#44">44</a>). Se opuso al Estado, proponiendo en su lugar la democracia municipal. Rechazó la oferta de gobernar la recién independizada India, a diferencia de los anarquistas que se unieron al gobierno de la República española en los años 30.</div>
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<br /></div>
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El objetivo de los anarquistas es una sociedad construida alrededor de estructuras no jerárquicas organizadas por la gente que participa en ellas -un enfoque conocido como autogestión- y por ello los anarquistas se esfuerzan por crear estructuras no jerárquicas en sus propias organizaciones y campañas. Han promovido la organización cooperativas y el control de los trabajadores como alternativas a la empresa capitalista. Han promovido las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres.</div>
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<br /></div>
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Otro punto de debate dentro del anarquismo es la cuestión de la revolución. Algunos, como Gelderloos, creen en la destrucción del capitalismo y el Estado mediante un levantamiento de masas que conduzca a sistemas autogestionados. Otros señalan ejemplos de autogestión en el interior de las sociedades actuales, en la creencia de que las prácticas anarquistas pueden desarrollarse en los intersticios de las instituciones existentes y finalmente suplantarlas (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#45">45</a>). Si comparamos las estructuras sociales con un bosque, entonces la revolución es como talar los árboles y plantar nuevas especies, mientras que en un modelo evolucionario, nuevas especies crecen entre las viejas, y finalmente se convierten en las dominantes. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#46">46</a>)</div>
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Gelderloos no da ninguna pista de los debates sobre violencia y revolución dentro del movimiento anarquista: para él, anarquismo parece que equivale a su propio sistema de creencias. Ni siquiera reconoce la sensibilidad anarquista extendida en los movimientos noviolentos (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#48">47</a>). Muchos activistas son escépticos respecto al Estado y otras instituciones dominantes y están a favor de formas de organización no jerárquicas, a pesar de no estar familiarizados con los escritos anarquistas. También están a favor de la acción noviolenta, lo cual puede explicar por qué Gelderloos no otorga reconocimiento a su sensibilidad anarquista.</div>
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<b>Conclusión</b></div>
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Desde los días de las campañas de Gandhi, los personas activistas noviolentas han sido criticadas por los partidarios de lucha armada (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#48">48</a>). En los últimos años, las críticas más completas a la noviolencia las han realizado Howard Ryan (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#49">49</a>), Ward Churchill (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#50">50</a>) y Gelderloos. Desgraciadamente, muchas críticas adolecen de una adecuada comprensión de la noviolencia, a menudo debido a la escasez de escritos en este campo. (<a href="http://mocvalencia.org/es/content/c%C3%B3mo-la-noviolencia-es-tergiversada#51">51</a>)</div>
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<br /></div>
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Gelderloos ha mostrado un enorme compromiso como activista y una gran energía en la compilación de una crítica completa de la noviolencia. Por desgracia, no ha alcanzado su objetivo: en esencia, ataca la noviolencia basada en principios éticos desde una perspectiva en la que los fines justifican los medios. Desestima las campañas de acción noviolenta usando una serie de argumentos que exhiben sistemáticamente una doble vara de medir.</div>
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Lo que subyace a la argumentación de Gelderloos es la suposición de que la violencia es más efectiva que la noviolencia. Se trata ciertamente de una suposición común, pero para que una critica de la noviolencia tenga la solidez suficiente, esa suposición necesita ser justificada y los contraejemplos deben ser tenidos en cuenta.</div>
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Gelderloos demuestra no tener casi ningún referencia de la tradición pragmática de la acción noviolenta. Representa erróneamente la acción noviolenta como algo consistente exclusivamente en protesta y persuasión, olvidando los métodos más coercitivos de no cooperación e intervención. Más aún, Gelderloos ignora un gran número de grandes luchas noviolentas, con éxito o sin éxito.</div>
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Una omisión central en la argumentación de Gelderloos es un debate sobre los límites de la diversidad de tácticas: no dice si algunos método deberían ser descartados. Casi todas las personas activistas estarán de acuerdo en que algunos métodos no deberían ser utilizados, ya sea el asesinato, las minas antipersona o las armas biológicas. Así que la cuestión está en dónde se dibuja la línea roja.</div>
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<br /></div>
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Las limitaciones de los argumentos de Gelderloos señalan algunas maneras en que el activismo noviolento podría mejorar la presentación de sus propios puntos de vista:</div>
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<li>Cuestionar la suposición de que la violencia es siempre más efectiva que la noviolencia usando ejemplos sencillos, por ejempo de cuándo la violencia es contraproducente para el Estado o las protestas.</li>
<li>Revelar las dobles raseros en los debates sobre violencia y noviolencia, por ejemplo, señalando los fracasos de la violencia.</li>
<li>Familiarizarse más con los estudios de caso de campañas noviolentas.</li>
<li>Familiarizarse con las tradiciones pragmática y ética de la noviolencia, y la interacción entre principios y eficacia.</li>
</ul>
</div>
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<br /></div>
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<b>Agradecimientos</b></div>
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<br /></div>
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Gracias a Andy Chan, Howard Clark, Jørgen Johansen, Colin Salter, Maria Stephan, Ralph Summy, Tom Weber y Steve Wright por sus valiosos comentarios.</div>
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<b>Notas y referencias</b></div>
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(1) Peter Gelderloos, <a href="http://www.libreriaelinsurgente.net/files/noviolencia_1.pdf">Cómo la no violencia protege al Estado</a> (Barcelona-Sabadell, Ediciones Anomía, 2010).</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(2) Debate en Michael C. Stratford, “Can nonviolent defence be effective if the opponent is ruthless?: the Nazi case,” Social Alternatives, Vol. 6, No. 2, Abril 1987, pp. 49-57; Brian Martin, “The Nazis and nonviolence,” Social Alternatives, Vol. 6, No. 3, Agosto 1987, pp. 47-49; Jacques Semelin, Unarmed Against Hitler: Civilian Resistance in Europe 1939-1943 (Westport, CT: Praeger, 1993); Ralph Summy, “Nonviolence and the case of the extremely ruthless opponent,” Pacifica Review, Vol. 6, No. 1, Mayo-Junio 1994, pp. 1-29.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(3) Tamás Csapody y Thomas Weber, “Hungarian nonviolent resistance against Austria and its place in the history of nonviolence,” Peace & Change, Vol. 32, No. 4, Octubre 2007, pp. 499-519.</div>
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<br /></div>
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(4) El daño causado a la gente por los sistemas opresivos, como la explotación, la pobreza y las enfermedades prevenibles, se llama habitualmente “violencia estructural”.</div>
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<br /></div>
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(5) Algunas formas de sabotaje, por ejemplo, unos trabajadores dañando el equipamiento para interrumpir la producción, como en las industrias armamentísticas nazis, son consideradas como acción noviolenta. Otras, como destruir grandes presas, no lo son, sobre todo cuando el riesgo de herir a otras personas es significativo. Los desacuerdos y las disputas sobre el sabotaje son un rasgo recurrente de los debates sobre acción noviolenta.</div>
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<br /></div>
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(6) Judith Stiehm, “Nonviolence is two,” Sociological Inquiry, Vol. 38, Winter 1968, pp. 23-30.</div>
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<br /></div>
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(7) Gene Sharp, Gandhi as a Political Strategist (Boston: Porter Sargent, 1979).</div>
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<br /></div>
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(8) Gene Sharp, The Politics of Nonviolent Action (Boston: Porter Sargent, 1973), Part Two. Sobre la relación de Sharp con Gandhi, ver Thomas Weber, “Nonviolence is who? Gene Sharp and Gandhi,” Peace & Change, Vol. 28, Abril 2003, pp. 250-270.</div>
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<br /></div>
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(9) Sharp, Politics of Nonviolent Action, pp. 7-62; Gene Sharp, Social Power and Political Freedom (Boston: Porter Sargent, 1980), pp. 21-67, 309- 378.</div>
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<br /></div>
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(10) Sharp, Politics of Nonviolent Action, pp. 657-703.</div>
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<br /></div>
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(11) Ibid., pp. 777-799.</div>
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<br /></div>
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(12) Max Abrahms, “Why terrorism does not work,” International Security, Vol. 31, No. 2, Otoño 2006, pp. 42-78.</div>
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<br /></div>
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(13) Le doy las gracias a Jørgen Johansen por este punto.</div>
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(14) Kurt Schock, “Nonviolent action and its misconceptions: insights for social scientists,” PS: Political Science and Politics, Vol. 36, No. 4, Octubre 2003, pp. 705-712, enumera 18 concepciones erróneas comunes sobre la acción noviolenta. Gelderloos exhibe unas cuantas de ellas.</div>
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<br /></div>
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(15) George Lakey, Strategy for a Living Revolution (New York: Grossman, 1973). Sobre la revolución noviolenta ver también Bart de Ligt, The Conquest of Violence: An Essay on War and Revolution (London: George Routledge & Sons, 1937); Dave Dellinger, Revolutionary Nonviolence: Essays (Indianapolis: Bobbs-Merrill, 1970); Narayan Desai, Towards a Non-violent Revolution (Rajghat, Varanasi: Sarva Seva Sangh Prakashan, 1972); Geoffrey Ostergaard, Nonviolent Revolution in India (New Delhi: Gandhi Peace Foundation, 1985). Sobre puntos de vista anarquistas, ver Andy Chan, “Violence, nonviolence, and the concept of revolution in anarchist thought,” Anarchist Studies, Vol. 12, No. 2, 2004, pp. 103- 123.</div>
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<br /></div>
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(16) Sobre esto último, ver Peter Ackerman and Christopher Kruegler, Strategic Nonviolent Conflict: The Dynamics of People Power in the Twentieth Century (Westport, CT: Praeger, 1994); Robert L. Helvey, Sobre conflicto Estratégico Noviolento: Thinking about the Fundamentals (Boston: Albert Einstein Institution, 2004).</div>
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<br /></div>
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(17) Valerie Bunce and Sharon Wolchik, “Bringing down dictators: American democracy promotion and electoral revolutions in postcommunist Eurasia,” Mario Einaudi Center for International Studies, Cornell University, Working Paper 5-07, Julio 2007, p. 15: “Reducir las revoluciones electorales a las maquinaciones de EEUU, sin embargo, es un grave error.” Ver también Andrew Wilson, Ukraine’s Orange Revolution (New Haven, CT: Yale University Press, 2005), pp. 183-189. Gracias a Howard Clark por recomendar estas referencias.</div>
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<br /></div>
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(18) Howard Clark, Civil Resistance in Kosovo (London: Pluto, 2000).</div>
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<br /></div>
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(19) Patricia Parkman, Nonviolent Insurrection in El Salvador: The Fall of Maximiliano Hernández Martínez(Tucson: University of Arizona Press, 1988). Para otros casos, ver Peter Ackerman and Jack DuVall, A Force More Powerful: A Century of Nonviolent Conflict (New York: St. Martin’s Press, 2000); Ralph E. Crow, Philip Grant, and Saad E. Ibrahim (eds.), Arab Nonviolent Political Struggle in the Middle East (Boulder: Lynne Rienner, 1990); Philip McManus and Gerald Schlabach (eds.), Relentless Persistence: Nonviolent Action in Latin America (Philadelphia: New Society Press, 1991); Patricia Parkman, Insurrectionary Civic Strikes in Latin America 1931-1961 (Cambridge, MA: Albert Einstein Institution, 1990); Kurt Schock, Unarmed Insurrections: People Power Movements in Nondemocracies (Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, 2005); Stephen Zunes, “Unarmed insurrections against authoritarian governments in the Third World: a new kind of revolution,” Third World Quarterly, Vol. 15, No. 3, 1994, pp. 403-426; Stephen Zunes, Lester R. Kurtz, and Sarah Beth Asher (eds.), Nonviolent Social Movements: A Geographical Perspective(Oxford: Blackwell, 1999).</div>
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<br /></div>
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(20) Katherine Chorley, Armies and the Art of Revolution (London: Faber & Faber, 1943).</div>
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(21) Gracias a Howard Clark por recalcar este punto.</div>
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(22) William A. Gamson, The Strategy of Social Protest (Homewood, IL: Dorsey Press, 1975), pp. 72-88. Gracias a Doug McAdam por recomendar esta referencia.</div>
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(23) Ibid., p. 82.</div>
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<br /></div>
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(24) Un argumento similar se puede encontrar en Frances Fox Piven and Richard A. Cloward, Poor People’s Movements: Why They Succeed, How They Fail (New York Vintage, 1979). See also Doug McAdam and Yang Su, “The war at home: antiwar protests and Congressional voting, 1965 to 1973,” American Sociological Review, Vol. 67, October 2002, pp. 696- 721.</div>
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<br /></div>
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(25) Adrian Karatnycky and Peter Ackerman, How Freedom is Won: From Civic Resistance to Durable Democracy (New York: Freedom House, 2005), pp. 6-8.</div>
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<br /></div>
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(26) Maria J. Stephan and Erica Chenoweth, “Why civil resistance works: the strategic logic of nonviolent political conflict,” International Security, Vol. 33, No. 1, Summer 2008, pp. 7-44.</div>
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<br /></div>
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(27) William T. Vollman, Rising Up and Rising Down, 7 volumes (San Francisco: McSweeney’s Books, 2003). Vollman formula comentarios despectivos sobre los puntos de vista de Gandhi. A pesar de ello, tampoco aborda la noviolencia pragmática ni compara sistemáticamente la noviolencia y violencia.</div>
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(28) Truda Gray and Brian Martin, “Defamation and the art of backfire,” Deakin Law Review, Vol. 11, No. 2, 2006, pp. 115-136.</div>
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<br /></div>
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(29) Aruna Gnanadason, Musimbi Kanyoro and Lucia Ann McSpadden (eds.), Women, Violence and Nonviolent Change (Geneva: WCC Publications, 1996); Pam McAllister, The River of Courage: Generations of Women’s Resistance and Action (Philadelphia: New Society Press, 1991).</div>
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(30) Ésta es la primera concepción errónea enumerada por Schock, “Nonviolent action and its misconceptions.”</div>
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(31) Sharp, Politics of Nonviolent Action, Part Two.</div>
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(32) Ver las referencias citadas anteriormente sobre el derrocamiento de regímenes.</div>
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(33) Ver la cita de Martin Oppenheimer en el texto a continuación.</div>
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(34) Carol Flinders, “Nonviolence: does gender matter?” PeacePower: Journal of Nonviolence & Conflict Resolution, Vol. 2, Issue 2, Verano 2006. Gelderloos (p. 95, nota 33) dice que Flinders elogió el “pacifismo innato de las ‘devotas esposas hindúes’” mientras que en realidad Flinders sólo refirió la conducta de las “devotas esposas hindúes” sin elogiarla o atribuirla a un pacifismo innato.</div>
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(35) Martha McCaughey, Real Knockouts: The Physical Feminism of Women’s Self-Defense (New York: New York University Press, 1997).</div>
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(36) Martin Oppenheimer, The Urban Guerrilla (Chicago: Quadrangle Books, 1969), pp. 50, 57 y 64. Subrayado en el original.</div>
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(37) Producir combatientes eficaces requiere un entrenamiento especial para romper la instintiva repugnacia a asesinar: ver Dave Grossman, On Killing: The Psychological Cost of Learning to Kill in War and Society (Boston: Little, Brown, 1995). Gelderloos no dice si aprueba esta clase de entrenamiento para activistas.</div>
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(38) International Revolutionary Solidarity Movement, First of May Group, Towards a Citizens’ Militia: Anarchist Alternatives to NATO and the Warsaw Pact (Over the Water, Sanday, Orkney: Cienfuegos Press, 1980).</div>
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(39) You Can’t Blow up a Social Relationship: The Anarchist Case against Terrorism (San Francisco: See Sharp Press, 1990).</div>
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(40) Por ejemplo, Anarchists Against the Wall es “un grupo de acción directa” de activistas de Israel que “trabaja en colaboración con gente palestina en una lucha conjunta noviolenta contra la ocupación”:<a href="http://www.awalls.org/">http://www.awalls.org</a>. Le agradezco a Maria Stephan este ejemplo.</div>
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(41) Andy Chan, “Anarchists, violence and social change: perspectives from today’s grassroots,” Anarchist Studies, Vol. 3, No. 1, Spring 1995, pp. 45-68.</div>
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(42) Murray Bookchin, Toward an Ecological Society (Montreal: Black Rose Books, 1980), p. 260.</div>
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(43) Benjamin Franks, Rebel Alliances: The Means and Ends of Contemporary British Anarchisms(Edinburgh: AK Press, 2006), pp. 139-152; Vernon Richards (ed.), Violence & Anarchism: A Polemic(London: Freedom Press, 1993).</div>
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(44) Geoffrey Ostergaard and Melville Curle, The Gentle Anarchists: A Study of the Leaders of the Sarvodaya Movement for Non-violent Revolution in India (Oxford: Clarendon Press, 1971).</div>
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(45) Colin Ward, Anarchy in Action (London: George Allen and Unwin, 1973).</div>
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(46) Le debo esta metáfora a Val Plumwood y Richard Sylvan.</div>
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(47) Brian Martin, “Eliminating state crime by abolishing the state” in Jeffrey Ian Ross (ed.), Controlling State Crime: An Introduction (New York: Garland, 1995), pp. 389-417, at pp. 400-401.</div>
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(48) El enfoque de Gandhi ha sido criticado desde una serie de perspectivas: Thomas Weber, “Gandhian nonviolence and its critics,” Gandhi Marg, Vol. 28, No. 3, October-December 2006, pp. 269-283.</div>
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(49) El libro de Howard Ryan Critique of Nonviolent Politics: From Mahatma Gandhi to the Anti-Nuclear Movement — una benévola crítica que ataca los textos sobre noviolencia de una manera informada — ya no está disponible online. Para una revisión detallada, ver Brian Martin, “Critique of violent rationales,” Pacifica Review, Vol. 9, No. 1, 1997, pp. 83-91.</div>
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(50) Ward Churchill, Pacifism as Pathology: Reflections on the Role of Armed Struggle in North America(Edinburgh: AK Press, 2007). El análisis de Churchill contiene muchas de las mismas ideas falsas, omisiones y dobles vara de medir que el de Gelderloos.</div>
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(51) Nonviolence and Its Violent Consequences (Gualala, CA: III Publishing, 2000), de William Meyers, muestra poco conocimiento de los textos sobre noviolencia. Steven Best and Anthony J. Nocella II (eds.),Terrorists or Freedom Fighters: Reflections on the Liberation of Animals (New York: Lantern Books, 2004) cuenta con muchas aportaciones que hablan de noviolencia pero casi ningún reconocimiento de la noviolencia pragmática.</div>
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* Brian Martin es investigador social en la Faculty of Arts School of Humanities and Social Inquiry de la Universidad de Wollongong, Australia. Su tema de investigación es la supresión del disenso. Entre sus publicaciones se encuentran libros como Non-violence Unbound, Backfire Manual, Whistleblowing: A Practical Guide, y The Controversy Manual.</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-73926407958242688852016-09-05T05:20:00.001-07:002016-09-05T05:20:13.121-07:00Rupturas amorosas, separaciones cariñosas.<div style="text-align: justify;">
¿Es verdad que de amor al odio hay un paso?, ¿es posible separarse sin hacer la guerra?, ¿puede un divorcio ser amoroso?, ¿hay alguna manera de acabar una relación con el mismo cariño con el que se empieza un romance?, ¿cómo aprender el arte de decir adiós a los seres queridos?, ¡cómo cuidar a nuestra pareja en el proceso de separación?....</div>
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Somos gente guerrera: basta con encender la televisión o abrir un periódico para comprobarlo. El mundo está en guerra, los países resuelven sus conflictos con violencia, unos grupos humanos explotan y masacran a otros, unos pocos hombres poderosos dominan al resto. En nuestra vida cotidiana también hacemos la guerra a diario: en casa, en el trabajo, en la familia.... las luchas de poder son constantes en un mundo de jerarquías y desigualdad.</div>
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Nos cuesta relacionarnos con amor, pese a que vivimos en un sociedad muy romántica: nos encantan los boleros y las baladas, las películas con finales felices, las bodas y los corazoncitos… Sin embargo, no sabemos querernos bien, y tampoco sabemos separarnos bien, porque no sabemos gestionar las emociones ni tenemos las herramientas que nos permitan acabar una relación con el mismo amor con el que la empezamos . </div>
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Incluso aunque un romance haya sido hermoso, cuando llega el momento de la ruptura los amantes se convierten la mayor parte de las veces en auténticos monstruos. De la noche a la mañana nos convertimos en seres despiadados sin escrúpulos capaces de utilizar las más viles estrategias para vengarnos, y para hacer daño a la persona que ya no nos ama. Cuando el despecho invade nuestros corazones, dejamos de ser románticos y sensibles, y nos convertimos en seres malvados y despiadados capaces de cometer las mayores atrocidades. </div>
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Un ejemplo de las<a href="http://haikita.blogspot.com/2015/02/menos-guerras-romanticas-y-mas-amor-por.html"> guerras románticas</a> es la comedia de “La guerra de los Rose”, aquella película en la que la pareja formada por Katheleen Turner y Michael Douglas lucha a muerte cuando llega la hora de separarse. Aun se quieren, y aún sienten una fuerte atracción sexual el uno por el otro, pero no saben quererse bien, y por eso se separan con odio. </div>
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El triple mensaje que nos lanza Hollywood en esta película (y en la mayor parte de las películas de desamor) es siempre el mismo: del amor al odio hay un paso, quien bien te quiere te hará llorar, y los que más se desean, son los que más se pelean. </div>
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Este triple mensaje es muy recurrente en nuestra cultura amorosa, y sirve para justificar la violencia contra la persona amada. En Occidente lo "normal" es que cuando una relación termina, una de las personas sea la "culpable" y la otra, la "víctima". La víctima puede dar rienda suelta a su afán de venganza con total libertad: si te rompen el corazón, parece justificado que devuelvas el daño que te han hecho con creces. </div>
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El mensaje que nos lanzan es que es normal que pierdas la cabeza y que utilices la violencia en todas sus formas cuando ya no te aman. A la violencia pasional le ponen la etiqueta de "locuras de amor", por eso hay gente que cree que es "normal" asesinar a una mujer que ya no quiere seguir a tu lado, y por eso los periodistas machistas siguen utilizando la expresión "crimen pasional" para justificar los feminicidios: "él la mató porque ella le abandonó", "él la mató porque tenía celos: ella le engañó con otro", "él la asesinó porque estaba triste y desesperado, y tenía miedo de perderla". </div>
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La gran paradoja del romanticismo radica en que hay personas que aparentan ser muy sensibles, dulces, generosas, y tiernas cuando todo va bien, y después se convierten en verdaderos monstruos llenos de crueldad y odio. En nombre del “amor” justificamos los actos más viles (acusaciones falsas, chantajes, amenazas, insultos, y putadas variadas) con la excusa de que tenemos todo el derecho del mundo a ser mezquinos y crueles con la persona que ya no nos ama.</div>
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Y es que el desamor se vive como la gran traición, y a los o las traidoras hay que castigarlas bajo el lema de que en el amor vale todo. Por eso hay gente que es capaz de cualquier cosa con tal de herir a su pareja o ex pareja. Uno de los castigos más habituales es amenazar a la pareja con impedirle ver a sus hijos e hijas: “si no quieres estar conmigo, no vas a verlos", "si te separas de mi, te separo de ellos y dejarán de quererte”. </div>
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Otro método de castigo suele ser tratar de sacar a la otra persona todo el dinero y los recursos posibles: hay un montón de abogados y abogadas que animan a las mujeres, por ejemplo, a dejar en la ruina a sus ex maridos, a "sacarles hasta el último euro". </div>
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Otra vía infalible para vengarse: aislar afectiva y socialmente al ex para que se quede solo o sola después de la separación, mediante el método de hacerse la víctima con el grupo familiar y de amigos. Siempre se espera que los demás se pongan de parte del bueno y castiguen al malo…</div>
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Son muchas y muy variadas las formas de hacer la guerra cuando nos separamos: violencia psicológica, violencia física, violencia sexual... que afecta no sólo a los protagonistas de estas guerras, sino a toda su gente querida: hijos e hijas, padres y madres, familiares y amistades. </div>
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Nuestra cultura nos hace creer que el amor de verdad ha de ser eterno: por eso cuando acaba hacemos un drama total, y elegimos siempre el lugar de la víctima: no utilizamos la expresión "nos hemos separado", sino: "me ha abandonado", que sirve para tratar de despertar la solidaridad en la gente cercana. </div>
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El trauma del divorcio es tal que hay personas que convierten su odio hacia el ex en el centro de sus existencias, y pasan años tratando de destrozarle la vida como si eso les hiciese sentir mejor. Sin embargo, hay culturas, como los Mosuo de China, que no viven las rupturas sentimentales de un modo tan traumático y violento, quizás porque entre ellos no establecen relaciones basadas en la propiedad privada. Las mujeres Mosuo viven en sus casas con sus hijos e hijas, y van de noche a la casa del amante a visitarlo, de manera que cuando uno de los dos miembros ya no desea seguir con la relación, la estructura vital de ambos no se desmorona: cada uno tiene su casa y sus bienes, y lo único que han de sufrir es el duelo de la separación, no el derrumbe de su vida entera.</div>
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En la cultura amorosa occidental mezclamos lo sentimental con lo económico, ya la dependencia emocional se le suma la dependencia económica. En las sociedades donde hay mayor igualdad entre hombres y mujeres, es más fácil construir relaciones igualitarias, libres y sanas. En nuestra sociedad, sin embargo, las mujeres somos más pobres y nuestras condiciones laborales son muy precarias, y eso nos hace más dependientes de los dueños de las tierras y los medios de producción. </div>
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Además, nos hacen creer que al amar a alguien nos convertimos en la propiedad privada de ese alguien, y viceversa: "Tu eres mía" signfica que no somos libres para quedarnos o para irnos cuando queramos. Parece que al firmar un contrato matrimonial ya no podemos juntarnos y separarnos con alegría, con cariño, y con generosidad. </div>
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Sin embargo, solo se puede amar en libertad. El amor no se puede comprar, y no podemos obligar a nadie a permanecer a nuestro lado en contra de su voluntad, ni que nos obliguen a nosotras a continuar en una relación cuando ya no somos felices. Realmente, es monstruoso que alguien se quede a tu lado por miedo o por pena, o bajo amenazas. </div>
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Nos cuesta mucho entender que los amores se acaban, y que cuando las cosas no van bien, es mejor separarse. Dice el refrán que siempre es mejor estar sola que "mal acompañada", pero nos cuesta aplicarlo porque vivimos en un mundo muy individualista y uno de los peores terrores que nos atacan es el miedo a la soledad. El miedo a que nadie nos quiera. El miedo a no ser importantes para nadie, a que nuestros seres queridos hagan su vida sin necesitarnos en ella. </div>
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Son muchos los miedos que nos invaden cuando decidimos acabar una relación, pero es porque no nos enseñan a separarnos, y porque asociamos el divorcio al fracaso. En las películas apenas tenemos referencias de gente que se separe con amor. En la vida real, tampoco es frecuente ver a parejas que se separan tratarse con cariño y con ternura. </div>
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En lugar de sentirnos agradecidos por haber podido vivir una historia de amor hermosa con la otra persona, nos sentimos heridos porque la historia se acaba. Igual suena muy fuerte eso de decirle a alguien: “Margarita, gracias por los 3 años de felicidad que vivimos juntos, ojalá que seas feliz en tu nueva etapa”, o “Manolo, lo pasé de maravilla estos 4 meses de amor, gracias por disfrutar de este ratito de tu vida junto a mí”, pero sin duda nos iría mucho mejor si lograsemos asumir que las historias empiezan y se acaban, y que siempre es mejor dejarlas cuando aún no duelen, cuando todo está bien, cuando se pueden hablar las cosas con tranquilidad. </div>
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Las rupturas amorosas nos harían mucho <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/03/el-amor-no-dura-para-siempre-aceptalo-y.html">más cortos los duelos románticos</a>, lo que haría más fácil curar las heridas del desamor y volver a empezar otra etapa en nuestras vidas, bien a solas, bien con otras personas. Pero para ello tendríamos que aprender a separarnos, a conectar con la otra persona con el mismo amor con el que empezamos la relación, a dialogar asertiva y sinceramente, a comunicarnos con transparencia pero tratando de no hacer daño a la otra persona. Podríamos vivir la ruptura como una oportunidad para reformular la relación, y convertirla en otra cosa, por ejemplo, amistad. </div>
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Las separaciones cariñosas no son una utopía: hay muchas parejas que si logran separarse con mucha comunicación y cuidándose mucho mutuamente. No son los casos más comunes, pero haberlos haylos. </div>
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Todos y todas tenemos una buena persona en nuestro interior: solo hay que dejarla brillar en momentos de intenso dolor. Cuando sufrimos por el final de un amor, es posible conectar con tu lado más generoso y abierto, y decir adiós dejando a un lado el rencor, los miedos, los reproches y los egoísmos: sólo hay que ser generoso/a, y aprender a amar no sólo la libertad propia, sino también la libertad de las personas a las que amamos. </div>
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Fromm decía que el amor es un arte: el desamor también lo es. Si entrenamos para aprender a decir adiós con amor, podríamos disfrutar más del presente, preocuparnos menos por el futuro, y dejar el pasado atrás sin sufrimientos. Sería más fácil asumir que la gente no nos pertenece, que la vida es un camino por el que transitamos, a ratos a solas, a ratos acompañadas por gente linda. </div>
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Y que esa gente linda va y viene, como nosotros y nosotras. Los compañeros del colegio, de la universidad, de los trabajos por los que pasamos llegan y se van; los abuelos y abuelas se van, los padres y las madres, los hijos y las hijas también se van. Los amores aparecen, se quedan un tiempo, y se van también... y nosotras mismas también llegamos a la vida de la gente y nos vamos de ella. Bien porque migramos, bien porque viajamos, bien porque evolucionamos o nos morimos: ninguno de nosotros es eterno, y las relaciones tampoco lo son. </div>
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La base del buen amor es la libertad para quedarnos o para irnos, para elegir nuestros caminos, para compartir ratitos de la existencia, y para decir adiós con generosidad y agradecimiento... practiquemos y ensayemos este arte para <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/01/sufrir-menos-y-disfrutar-mas-del-amor.html">sufrir menos, y disfrutar más del amor</a>. </div>
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Otras formas de separarse son posibles: es más fácil si nos cuidamos a nosotras mismas y a la gente con la que compartimos trocitos de nuestras vida. Cuidarse mutuamente, con mucho amor del bueno...</div>
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Coral Herrera Gómez</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-21939801478492089482016-08-29T18:28:00.001-07:002016-08-29T18:28:38.042-07:00¿Por qué hoy no es posible la revolución?<div style="text-align: justify;">
Cuando hace un año debatí con Antonio Negri en el Berliner Schaubühne, tuvo lugar un enfrentamiento entre dos críticas del capitalismo. Negri estaba entusiasmado con la idea de la resistencia global al empire, al sistema de dominación neoliberal. Se presentó como revolucionario comunista y se denominaba a sí mismo profesor escéptico. Con énfasis conjuraba a la multitud, la masa interconectada de protesta y revolución, a la que confiaba la tarea de derrocar al empire.La posición del comunista revolucionario me pareció muy ingenua y alejada de la realidad. Por ello intenté explicarle a Negri por qué las revoluciones ya no son posibles.<br /><br />¿Por qué el régimen de dominación neoliberal es tan estable? ¿Por qué hay tan poca resistencia? ¿Por qué toda resistencia se desvanece tan rápido? ¿Por qué ya no es posible la revolución a pesar del creciente abismo entre ricos y pobres? Para explicar esto es necesario una comprensión adecuada de cómo funcionan hoy el poder y la dominación.<br /><br />Quien pretenda establecer un sistema de dominación debe eliminar resistencias. Esto es cierto también para el sistema de dominación neoliberal. La instauración de un nuevo sistema requiere un poder que se impone con frecuencia a través de la violencia. Pero este poder no es idéntico al que estabiliza el sistema por dentro. Es sabido que Margaret Thatcher trataba a los sindicatos como “el enemigo interior” y les combatía de forma agresiva. La intervención violenta para imponer la agenda neoliberal no tiene nada que ver con el poder estabilizador del sistema.<br /><br />El poder estabilizador de la sociedad disciplinaria e industrial era represivo. Los propietarios de las fábricas explotaban de forma brutal a los trabajadores industriales, lo que daba lugar a protestas y resistencias. En ese sistema represivo son visibles tanto la opresión como los opresores. Hay un oponente concreto, un enemigo visible frente al que tiene sentido la resistencia.<br /><br />El sistema de dominación neoliberal está estructurado de una forma totalmente distinta. El poder estabilizador del sistema ya no es represor, sino seductor, es decir, cautivador. Ya no es tan visible como en el régimen disciplinario. No hay un oponente, un enemigo que oprime la libertad ante el que fuera posible la resistencia. El neoliberalismo convierte al trabajador oprimido en empresario, en empleador de sí mismo. Hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona. También la lucha de clases se convierte en una lucha interna consigo mismo: el que fracasa se culpa a sí mismo y se avergüenza. Uno se cuestiona a sí mismo, no a la sociedad.<br /><br />Es ineficiente el poder disciplinario que con gran esfuerzo encorseta a los hombres de forma violenta con sus preceptos y prohibiciones. Es esencialmente más eficiente la técnica de poder que se preocupa de que los hombres por sí mismos se sometan al entramado de dominación. Su particular eficiencia reside en que no funciona a través de la prohibición y la sustracción, sino a través del deleite y la realización. En lugar de generar hombres obedientes, pretende hacerlos dependientes. Esta lógica de la eficiencia es válida también para la vigilancia. En los años ochenta, se protestó de forma muy enérgica contra el censo demográfico. Incluso los estudiantes salieron a la calle. Desde la perspectiva actual, los datos necesarios como oficio, diploma escolar o distancia del puesto de trabajo suenan ridículos. Era una época en la que se creía tener enfrente al Estado como instancia de dominación que arrebataba información a los ciudadanos en contra de su voluntad. Hace tiempo que esta época quedó atrás. Hoy nos desnudamos de forma voluntaria. Es precisamente este sentimiento de libertad el que hace imposible cualquier protesta. La libre iluminación y el libre desnudamiento propios siguen la misma lógica de la eficiencia que la libre autoexplotación. ¿Contra qué protestar? ¿Contra uno mismo?<br /><br />Es importante distinguir entre el poder que impone y el que estabiliza. El poder estabilizador adquiere hoy una forma amable, smart, y así se hace invisible e inatacable. El sujeto sometido no es ni siquiera consciente de su sometimiento. Se cree libre. Esta técnica de dominación neutraliza la resistencia de una forma muy efectiva. La dominación que somete y ataca la libertad no es estable. Por ello el régimen neoliberal es tan estable, se inmuniza contra toda resistencia porque hace uso de la libertad, en lugar de someterla. La opresión de la libertad genera de inmediato resistencia. En cambio, no sucede así con la explotación con la libertad. Después de la crisis asiática, Corea del Sur estaba paralizada. Entonces llegó el FMI y concedió crédito a los coreanos. Para ello, el Gobierno tuvo que imponer la agenda liberal con violencia contra las protestas. Hoy apenas hay resistencia en Corea del Sur. Al contrario, predomina un gran conformismo y consenso con depresiones y síndrome de Burnout. Hoy Corea del Sur tiene la tasa de suicidio más alta del mundo. Uno emplea violencia contra sí mismo, en lugar de querer cambiar la sociedad. La agresión hacia el exterior que tendría como resultado una revolución cede ante la autoagresión.<br /><br />Hoy no hay ninguna multitud cooperante, interconectada, capaz de convertirse en una masa protestante y revolucionaria global. Por el contrario, la soledad del autoempleado aislado, separado, constituye el modo de producción presente. Antes, los empresarios competían entre sí. Sin embargo, dentro de la empresa era posible una solidaridad. Hoy compiten todos contra todos, también dentro de la empresa. La competencia total conlleva un enorme aumento de la productividad, pero destruye la solidaridad y el sentido de comunidad. No se forma una masa revolucionaria con individuos agotados, depresivos, aislados.<br /><br />No es posible explicar el neoliberalismo de un modo marxista. En el neoliberalismo no tiene lugar ni siquiera la “enajenación” respecto del trabajo. Hoy nos volcamos con euforia en el trabajo hasta el síndrome de Burnout [fatiga crónica, ineficacia]. El primer nivel del síndrome es la euforia. Síndrome de Burnout y revolución se excluyen mutuamente. Así, es un error pensar que la multitud derroca al empire parasitario e instaura la sociedad comunista.<br /><br />¿Y qué pasa hoy con el comunismo? Constantemente se evocan el sharing(compartir) y la comunidad. La economía del sharing ha de suceder a la economía de la propiedad y la posesión. Sharing is caring, [compartir es cuidar], dice la máxima de la empresa Circler en la nueva novela de Dave Eggers, The Circle. Los adoquines que conforman el camino hacia la central de la empresa Circler contienen máximas como “buscad la comunidad” o “involucraos”. Cuidar es matar, debería decir la máxima de Circler. Es un error pensar que la economía del compartir, como afirma Jeremy Rifkin en su libro más reciente La sociedad del coste marginal nulo, anuncia el fin del capitalismo, una sociedad global, con orientación comunitaria, en la que compartir tiene más valor que poseer. Todo lo contrario: la economía del compartir conduce en última instancia a la comercialización total de la vida.<br /><br />El cambio, celebrado por Rifkin, que va de la posesión al “acceso” no nos libera del capitalismo. Quien no posee dinero, tampoco tiene acceso al sharing.También en la época del acceso seguimos viviendo en el Bannoptikum, un dispositivo de exclusión, en el que los que no tienen dinero quedan excluidos. Airbnb, el mercado comunitario que convierte cada casa en hotel, rentabiliza incluso la hospitalidad. La ideología de la comunidad o de lo común realizado en colaboración lleva a la capitalización total de la comunidad. Ya no es posible la amabilidad desinteresada. En una sociedad de recíproca valoración también se comercializa la amabilidad. Uno se hace amable para recibir mejores valoraciones. También en la economía basada en la colaboración predomina la dura lógica del capitalismo. De forma paradójica, en este bello “compartir” nadie da nada voluntariamente. El capitalismo llega a su plenitud en el momento en que el comunismo se vende como mercancía. El comunismo como mercancía: esto es el fin de la revolución.<br /><br />Byung-Chun Han es filósofo.<br /><br />Traducción de Alfredo Bergés.<br /><br />Leido en El país</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-76408237006111669972016-08-11T16:15:00.000-07:002016-08-11T16:15:10.070-07:00El encuentro más íntimo entre dos personas no es el sexual, es el desnudo emocional.<div style="text-align: justify;">
El encuentro más íntimo entre dos personas no es el sexual, es el desnudo emocional. Un intercambio que se produce cuando se vence el miedo y nos damos a conocer al otro tal y como somos en cada una de nuestras vertientes.</div>
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No es fácil de lograr. De hecho, un desnudo emocional no es algo que se consiga a la ligera ni con cualquiera. Hace falta tiempo, fuerza y ganas de escuchar, sentir y abrazar emociones. Autoconocimiento y heteroconocimiento, es decir, el conocimiento de uno mismo y el de la realidad del otro.</div>
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Visto así, no parece casual término que los escritos bíblicos utilizan para hablar de <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/sexo-la-mujer-cerebro-relajado-debajo-la-cintura/">amor sexual</a> o del establecimiento de la intimidad es CONOCER. De conocernos y desnudarnos en pasiones, en sentimientos y en historia emocional va a tratar este artículo…</div>
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El desnudo emocional comienza por uno mismo</div>
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El desnudo emocional comienza por uno mismo. Es decir, es muy importante que las personas nos identifiquemos con lo que sentimos y nos demos cuenta de cómo nos sentimos cómodos o incómodos, qué pensamos y cómo podemos utilizar nuestras emociones al servicio de nuestros pensamientos.</div>
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Escucharnos, conectar y conocer nuestra herencia emocional, es decir, escanear nuestro cuerpo emocional es imprescindible para destapar nuestros <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/alimentamos-los-ninos-amor-los-miedos-moriran-hambre/">miedos</a>, nuestros conflictos, nuestras inseguridades, nuestros logros, nuestros aprendizajes, etc.</div>
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Conocer nuestra filosofía emocional, explorar nuestras vulnerabilidades permanentes, ser conscientes de lo doloroso y que eso fluya, es imprescindible para poder contemplar la imagen que nuestro espejo emocional nos proyecta al quitarnos las prendas que nos“visten”.</div>
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El autoconocimiento de nuestras vulnerabilidades emocionales no hace que estas desaparezcan, pero tener una concepción más profunda sobre ella implica que cada vez que aparezca en nuestra vida podamos identificarla y actuar sobre ella, impidiéndole que ahogue nuestras conexiones emocionales.</div>
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Nuestra herencia emocional, la clave para conectar</div>
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Nuestra herencia emocional ejerce un fuerte impacto tanto en nuestra capacidad de conectar emocionalmente con los demás como en las ocasiones que tenemos de hacerlo. Es precisamente este bagaje, esta piel, la que nos hace matizar y actuar sobre nuestras sensaciones, sentimientos y emociones de una determinada manera.</div>
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Exponernos a nuestros recuerdos y a aquellas sensaciones que pueden resultarnos desagradables no es fácil y muchas veces ni siquiera se contempla como útil. Sin embargo, existen muchas razones por las que resulta recomendable quitarse las prendas:</div>
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Si queremos tener relaciones más significativas, es importante que nos detengamos a mirar al pasado y a <a href="http://mejorconsalud.com/6-pasos-sanar-las-heridas-emocionales-la-infancia/">sanar las heridas emocionales de nuestra infancia</a>.</div>
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El cableado de conducción que transporta nuestros mensajes emocionales debe ser descubierto para que nuestras reacciones no nos manejen. Por ejemplo, cuando decimos que “nuestro hermano nos saca de quicio”, realmente estamos teniendo la sensación de que sabe en qué tecla tocar para enfadarnos.</div>
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Conocer estas pautas de reacción emocional y comunicarlas nos ayuda a regenerar nuestros pensamientos y nuestro estado de bienestar general.</div>
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Así, cuando realizamos una labor de autoconocimiento, nuestro diálogo interno puede lograr cambiar de “Las personas son peligrosas para mí” a “La forma en que me trataron me hizo daño, pero ya soy consciente y procuro que eso no influya”.</div>
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Cuando accedemos a nuestra herencia emocional y comprendemos cómo los sentimientos del pasado matizan las experiencias del presente, podemos ser más hábiles a la hora de establecer fuertes y sanos lazos de unión con quien nos rodea.</div>
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Ser conscientes de los <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/7-senales-madurez-emocional/">filtros emocionales</a>, de los abrigos y de las corazas que nos ponemos contribuye a hacernos hábiles lectores e intérpretes tanto de los intentos de conexión de los demás como de los propios.</div>
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No es fácil desnudar a una persona herida</div>
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Desnudar emocionalmente a las personas muy marcadas por su pasado puede resultar difícil, pues hace falta lidiar con las corazas, con las prendas que le vuelven inaccesible, las desilusiones que envuelven a la persona, los miedos al rechazo, al abandono, a la soledad…</div>
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Para hacerlo se necesita ser inteligente, amar a la persona y abrir los oídos, los ojos y la piel desterrando los <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/la-trampa-los-prejuicios/">prejuicios</a> y la actitud de juzgar. Es decir, una escucha activa emocional a través de todos los sentidos sin “peros” ni comas fuera de lugar.</div>
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Para hacer esto debemos saber que un desnudo emocional no se crea en cualquier tipo de ambiente sino que deben darse las condiciones idóneas para generar emociones, sentirlas, manipularlas, examinarlas y usarlas.</div>
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Los escenarios emocionales ideales para el desnudo son aquellos en los que prima la escucha desde el interior, la <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/empatia-hoy-quiero-aprender-entenderte/">empatía</a> y la inteligencia emocional. Escenarios en los que se potencia la comunicación y la comprensión con una gran base de respeto y tolerancia.</div>
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Solo así lograremos crear un ambiente emocionalmente distentido en el que realmente pueda darse en el encuentro íntimo, el desnudo de los miedos, de las inseguridades y de la verdad emocional. Solo así lograremos esos abrazos que rompen los miedos, que cierran nuestros ojos y que nos entregan al 200% en cuerpo y alma.</div>
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Raquel Aldana. La mente es maravillosa</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-13246671192222653622016-07-17T16:56:00.002-07:002016-07-17T16:56:36.325-07:00En defensa de los animales<div style="text-align: justify;">
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Explicaba Alphonse de Lamartine que “No se tienen dos corazones, uno para los animales y otro para los humanos. Se tiene un corazón o no se tiene”. La editorial <a href="http://editorialkairos.com/portada">Kairós</a> ha publicado recientemente, en traducción de Miguel portillo, una obra fundamental para acercarnos a la relación de los animales no humanos con el hombre, En defensa de los animales, del monje budista Matthieu Ricard, residente en Nepal.</div>
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El objetivo fundamental de Ricard es el de “evidenciar las razones y el imperativo moral que justifican ampliar el altruismo a todos los seres sensibles, sin limitación de orden cuantitativo ni cualitativo”, dado que habitamos un mundo “esencialmente interdependiente, donde la suerte de cada ser, sea el que sea, está íntimamente ligada a la de los demás”.</div>
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Ricard asegura que la bondad no ha de limitarse a la relación de los humanos entre sí, sino que debemos extenderla sin condición a los animales, una extensión que “es en primer lugar una cuestión de actitud responsable hacia lo que nos rodea”. Dado el frenético ritmo de nuestra sociedad occidental, nos resulta imposible recapacitar sobre el sufrimiento que infligimos a los animales, manteniendo -afirma- una “esquizofrenia moral que nos empuja a ocuparnos enormemente de nuestros animales de compañía a la vez que hincamos el tenedor a los millones de cerdos que se envían al matadero, aunque no son menos conscientes o sensibles al dolor e inteligentes que nuestros perros o gatos”.</div>
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Visión mecanicista heredada de la Modernidad e Ilustración europeas, que hizo que la mayor parte de los sabios e intelectuales de tales épocas pasaran por alto el dolor de los animales, incluso en el ámbito científico. El mismísimo Kant, severo moralista, escribe en sus Lecciones de ética que “los animales no tienen conciencia de sí mismos y en consecuencia no son más que medios para un fin. Este fin es el ser humano. Y éste no tiene deber alguno inmediato hacia ellos […]. Los deberes que tenemos para con los animales no son más que deberes inmediatos para con la humanidad”. Aserto frente al que se rebelaron otras corrientes y autores, muy anteriores, como los cátaros o el enciclopedista Voltaire, quien escribe en el artículo “Bestias” de la Enciclopedia:</div>
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"Varios bárbaros atrapan a ese perro, que aventaja al hombre en ser fiel a la amistad, lo atan a una mesa y lo abren en vivo para examinarle sus entrañas, descubriendo en él los mismos órganos del sentimiento que tiene el hombre. Contestadme, mecanicistas: ¿es que la naturaleza concedió los órganos del sentimiento a los animales con el fin de que no sintieran? Teniendo nervios, ¿pueden ser impasibles? ¿No supone esto contradecir las leyes de la naturaleza?"</div>
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Aunque la visión kantiana no resulta exclusiva de los siglos XVIII y XIX, sino también del XX, cuando leemos en Sartre (Cuadernos para una moral) que “la libertad del animal no resulta inquietante porque el perro sólo es libre para adorarme. El resto es apetito, humor, mecanismo fisiológico; al apartarse de mí, al gruñir, recae en el determinismo o en la oscura opacidad del instinto”. Como vemos, Sartre niega el estatuto moral de los animales en tanto que les priva de libertad, atándolos sin más a los más prefijados e inalterables mecanismos naturales, pasando por alto la empatía afectiva y cognitiva. Aunque, por otro lado, ¿está por más demostrada la libertad e independencia del ser humano respecto a la naturaleza? ¿No es él, también, un ser atado a las leyes más inexorables?</div>
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Como apunta acertadamente Matthieu Ricard, los pueblos cazadores de nuestra especie no consideraban en absoluto a los animales como seres inferiores en ninguna faceta, sino como unos iguales que luchan, igualmente, por su supervivencia. Por ejemplo, los hewong de Malasia, explica el etólogo Dominique Lestel, “no dividen el mundo entre humanos y no humanos. Consideran que los representantes de cada especie tienen una visión del mundo que les es propia. […] Lo que cada especie percibe es, para ella, tan cierto como lo que percibe el ser humano”.</div>
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Frente a esta posición de igualitarismo animal, en la actualidad predomina la visión utilitarista, ya sostenida en su Ética por Spinoza: “La ley que prohíbe matar a los animales está basada más en una vana superstición y en una piedad de mujer que en una sana razón; […] no existe razón para no buscar lo que nos resulta útil, y por ello para no utilizar a los animales como mejor convenga a nuestros intereses”. Concepción proveniente del cristianismo, en cuyo seno se defiende que Dios encumbró a la humanidad por encima del resto de los animales, confiriendo al hombre un estatuto moral superior. Aunque ya Plutarco, en su Acerca de comer carne, escribía:</div>
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"Os preguntáis cuáles fueron las razones en que Pitágoras se basó para abstenerse de comer carne de animal. Por mi parte me preguntaría cuál fue el accidente o el estado anímico o mental que hizo al primer hombre comerla, tocar con sus labios la sangre coagulada y llevarse a la boca carne de una criatura muerta. ¿Quién se aventuraría a llamar alimentos a lo que poco antes vivía, se movía y chillaba? ¿Cómo pudieron sus ojos observar la matanza? ¿Cómo pudo su nariz soportar el hedor? ¿Cómo pudo la corrupción convencer a su gusto y éste pudo entrar en contacto con las heridas de otro, beber sus secreciones y la sangre que manaba por las mortales heridas? […] [M]ediante una sensualidad cruel, degollamos a esas bestias desgraciadas, les privamos de la luz de los cielos, les arrancamos esa débil porción de vida que la naturaleza les destinara. ¿Creemos, además, que los gritos que emiten no son más que sonidos inarticulados, y no oraciones y justas reclamaciones por su parte?"</div>
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<img src="https://elvuelodelalechuza.files.wordpress.com/2016/01/derechos-animales.jpg?w=700" /></div>
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Meslier sostenía: “Benditas sean las naciones que tratan benigna y favorablemente a los animales, y que se compadecen de sus miserias y dolores, y malditas sean las naciones que los tratan con crueldad, que los tiranizan, que gustan de verter su sangre, y que están ávidas de devorar su carne”</div>
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Ni siquiera la revolución darwiniana fue capaz de modificar el paradigma carnívoro, cuando el autor inglés mostró que las especies y su evolución no revela más que transiciones graduales entre ellas. Un Darwin que, en su condición de biólogo y amante de la naturaleza, se mostró muy preocupado por este asunto. En una anotación de su diario afirmaba que “La humanidad hacia los animales inferiores es una de las más nobles virtudes de las que el ser humano ha sido dotado, y se trata del último estadio del desarrollo de los sentimientos morales. Sólo cuando nos preocupamos de la totalidad de los seres sensibles nuestra moral alcanza su nivel más elevado”. También el escritor decimonónico Émil Zola, casi contemporáneo de Darwin, apuntaba:</div>
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¿No podríamos empezar por estar de acuerdo acerca del amor que se les debe a los animales? […] Y eso simplemente en nombre del sufrimiento, para matar el sufrimiento. El abominable sufrimiento que vive la naturaleza y que la humanidad debería esforzarse en reducir todo lo posible, mediante una lucha continua, la única lucha a la que sería sabio lanzarse.</div>
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Matthieu Ricard escribe un magnífico y documentado volumen en el que repasa histórica y críticamente, sin salmodias ni propagandas, todas las concepciones que, a lo largo del devenir humano, han hecho de los animales meros objetos de consumo, concluyendo con una llamada a la razón y a la bondad humana. Y es que, como ya considerara uno de los padres de los derechos de los animales, Arthur Schopenhauer, “Una compasión sin límites que nos una a todos los seres vivos, tal es la garantía más sólida y segura de la moralidad. Quien la posea será incapaz de perjudicar a nadie, de violentar a nadie, de hacer daño a quien sea; sino que, más bien, mostrará tolerancia para con todos, perdonará, ayudará con todas sus fuerzas, y cada una de sus acciones estará del lado de la justicia y de la caridad”.</div>
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Así, termina Ricard, contundente: “Es hora de ampliar la noción de prójimo a otras formas de vida. Si comprendemos y sentimos conscientemente que en realidad todos somos ciudadanos del mundo, en lugar de considerar a los animales como una subcategoría de seres vivos, no nos permitiremos seguir tratándoles como lo hacemos”.</div>
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Extraído de: https://elvuelodelalechuza.com</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-12352225799576089642016-06-26T17:25:00.001-07:002016-06-26T17:26:28.425-07:00Mujeres contra mujeres, la trampa del patriarcado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZT-aoOG7Vqcue3JY3FrxZDeUFfxoulQCCGKH3WzVee9Y5C5EPxypc_e043sbbqKJdhRXqb3Y3gaN4VQMNosy3cPZrW2DFp0T2r5neVuXoyOy2ewuYbD2KKTYG2lkSnTBPM_mwPfc1BM0/s1600/Entrevista-a-Juliet-Mitchell-foto-alejandro-olivares.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZT-aoOG7Vqcue3JY3FrxZDeUFfxoulQCCGKH3WzVee9Y5C5EPxypc_e043sbbqKJdhRXqb3Y3gaN4VQMNosy3cPZrW2DFp0T2r5neVuXoyOy2ewuYbD2KKTYG2lkSnTBPM_mwPfc1BM0/s320/Entrevista-a-Juliet-Mitchell-foto-alejandro-olivares.jpg" width="213" /></a></div>
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Juliet Mitchell es psicoanalista y feminista, dos frentes que no terminan de amigarse pero cuya relación es inevitable para comprender la situación de las mujeres en la cultura.</div>
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Fundadora del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Cambridge, hace ya cincuenta años escribió el artículo que la ubicó entre las voces protagónicas de la segunda ola feminista: “Mujeres, la revolución más larga”. Y el tiempo le dio la razón, pues la igualdad de género sigue siendo una tarea pendiente que da pasos adelante y hacia atrás. Juliet visitó el país invitada por el Doctorado en Psicología y el Instituto de Humanidades de la UDP –con el patrocinio de Fondecyt– y Theclinic conversò con ella sobre los aciertos y errores de un feminismo que, según cree, necesita pasar a una nueva fase.</div>
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El feminismo ha rechazado al psicoanálisis debido a conceptos como la envidia al pene, la supremacía fálica, la anatomía como destino predeterminado. ¿Qué validez tendrían hoy estos conceptos?</div>
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–Son conceptos que hay que mirar de manera crítica, no como hace cuarenta años. Por ejemplo, la envidia al pene no es al pene, sino una representación de la envidia al poder. Y aunque se trate de una representación, desde el feminismo no se usa mucho. ¿Acá se usa esa expresión?</div>
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Como una ofensa se usa mucho. Bajo la expresión “te falta pico”, para acusar que una mujer está haciendo algo motivada por la amargura o la envidia.</div>
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–En ese caso se trata de mujeres haciendo lo que les place. Lo que ocurre es que cuando una mujer hace cosas que la igualan a los hombres, son ellos los que ven envidia.</div>
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¿Y de qué manera crees que el saber del psicoanálisis sobre el deseo inconsciente podría aportar al feminismo?</div>
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–Ayuda a comprender la repetición compulsiva por la cual, sea lo que sea que las mujeres ganamos, volvemos siempre a la posición de segundo sexo. Los seres humanos tenemos, junto a la tendencia de movernos hacia delante, una tendencia regresiva representada por la pulsión de muerte, esta pulsión conservadora de ir hacia atrás. Y el psicoanálisis sirve para comprender este impulso que nos lleva a mantener el statu quo y hace del cambio algo tan difícil.</div>
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¿La idea de que el psiquismo femenino se orienta hacia la pasividad es una forma de empuje hacia atrás? ¿O habría placer en el sometimiento?</div>
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–Esa posición femenina es algo disponible para ambos géneros, pero el problema es que siempre ha sido devaluada, denigrada. La segunda ola feminista apuntaba a que los hombres también pudieran disponer de su lado pasivo. La pasividad tiene un rol positivo en las relaciones, para poder comprender al otro. Por ejemplo, ¿cómo comprender el llanto de un bebé si no es a través de la pasividad frente a esa acción?</div>
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Pero a las mujeres nos cuesta seguir viendo la pasividad como algo tan positivo. ¿Se puede aspirar a un amor sin pasividad?</div>
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–Todos queremos ser sujetos y no objetos, es legítimo que las mujeres queramos estar del lado de la actividad y no del objeto pasivo. Ahora, si ninguno de los géneros tiene apertura a ponerse del otro lado, se pierden la posibilidad y los beneficios de entender al otro, y se cae en mirarse sólo a uno mismo. Necesito pasividad para entender cómo te sientes, es importante para el amor. Pero ha sido devaluado por asociarse a un grupo social oprimido, las mujeres.</div>
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¿Crees, por ejemplo, que las mujeres para acceder al poder necesitamos masculinizarnos?</div>
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–Sería muy interesante que nadie tuviera que tener poder. Porque el poder siempre se ejerce sobre otro, nunca es algo neutral. Por eso es que nunca logramos estar demasiado felices. Es una lástima que todos busquemos poder.</div>
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Sobre mujeres con poder se dicen cosas como que Dilma es una inepta, Cristina K. una histérica, Bachelet alguien que se mueve por intuiciones.</div>
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–Son típicas denigraciones sexistas, que no tienen que ver con ellas como mandatarias. Es decir, las tres pueden cometer faltas como cualquiera, pero ese tipo de críticas son de género. Por lo demás, usar la intuición no es algo negativo. La intuición no es algo que caiga del cielo, viene de la experiencia.</div>
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¿No serán víctimas de explotar justamente esas habilidades blandas, cercanía, empatía?</div>
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–¿Y por qué no? ¿Cuál es el problema con eso? Si esas habilidades permiten entender ciertas situaciones, está bien. Pero se las atribuyen como faltas por el hecho de ser mujeres. ¿Has visto el nuevo gabinete de Brasil? ¡Compuesto sólo de hombres, como el de Corea del Norte!</div>
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Al mismo tiempo, se ponen de moda las nuevas primeras damas, como la Sra. Macri, la mujer de Temer en Brasil o la esposa de Trump. Todas mujeres bellas y jóvenes que se muestran subordinadas a los deseos masculinos.</div>
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–Es triste y es de cierta forma una traición al género. Porque ellas permiten ser usadas, objetivizadas, para ponerse en contra de otras mujeres. Es como un esclavo usado para atacar a otros esclavos.</div>
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¿Crees que el deseo de jugar a ser objeto de deseo, por ejemplo en la seducción, sería algo criticable?</div>
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–Hace muchos años tuve una intensa discusión sobre eso. El punto es cómo ser irónica en usarlo. Si necesitas cambiar la rueda del auto, pues usa tu encanto si eres una bella chica. Pero si eres una mujer sin encanto, ¿qué vas a usar? Es decir, sólo un pequeño grupo de mujeres puede usar eso. No digo que sea algo malvado, pero de todos modos es una forma de jugar en contra de otras mujeres.</div>
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Algunas mujeres dicen temerles a las feministas, se sienten criticadas si juegan a sexys o se depilan, porque las acusan de “regalonas del patriarcado”.</div>
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–Eso es profundamente antifeminista. El feminismo implica no estar en contra de otras mujeres. Definir cómo tiene que ser una mujer cierra el futuro. Y en esta revolución no sabemos qué va a ser un hombre y una mujer, es un futuro abierto. No podemos definir una posición ideal.</div>
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De hecho, a los transgénero se les permite jugar más con el imaginario femenino. Pero el rechazo a las mujeres parece venir tanto de hombres como de nosotras mismas.</div>
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–Ese es mi punto principal, y por eso la revolución de las mujeres es la más larga: la definición de ser una mujer, socialmente, es una definición oprimida en sí, es una definición negativa con relación al hombre. Se la define como objeto, por tanto no puede ser sujeto de su propia historia. Como el caso de la mujer agredida a la que le sacan los ojos: ahí se trata de que su cuerpo le pertenece al hombre. Ese es el corazón de la misoginia y de que lo que se entiende como “diferencia entre los sexos”: la objetivización de las mujeres entre los límites de una definición. Habría igualdad si todos pudiéramos ser sujetos activos y pasivos dependiendo del contexto, pero el punto es que para las mujeres parece algo definicional. Por eso las mujeres también denigramos a otras mujeres.</div>
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¿Cómo se entiende que algunas mujeres rechacen un movimiento a favor de ellas?</div>
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–Estuve hablando con una mujer exitosa, joven, atractiva, que decía no ser feminista. Pero al preguntarle qué haría en determinadas situaciones que no eran las suyas, reconocía que entonces lo sería. Ella no necesitaba ser feminista porque para ella la liberación ya estaba dada. Pero estaba en una posición temporal que pocas mujeres pueden tener, y si fuera vieja y fea, seguramente pensaría distinto. Entonces lo importante es que, si vas a ser parte de una élite por sólo cinco minutos, mejor no uses tu posición en contra de otras mujeres.</div>
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DE VUELTA A LA CASA</div>
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Se habla de una tendencia a la hipermaternidad. Una que lleva al extremo la “teoría del apego” del psicoanalista John Bowlby, promoviendo la lactancia extendida y el colecho. ¿Podría ser una nueva trampa o es una apropiación de la maternidad?</div>
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–¡Es un trampa total! Pobre de esa madre y de ese hijo. Probablemente nunca Bowlby estuvo tanto tiempo con sus hijos. Es idealizar una maternidad enloquecedora, nadie puede desear estar con un hijo las 24 horas, el bebé llora, no deja dormir. Esto empuja a negar lo que una mujer realmente puede sentir en la maternidad. Se trata de nuevo de la mujer como objeto, en este caso a través de esa maternidad idealizada. Naturalizar la maternidad es una cuestión ideológica. Es interesante, porque esto va y viene. En los tiempos del Flower Power apareció esto mismo, incluso en una parte progresista del movimiento.</div>
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Pero, al menos acá, parece políticamente incorrecto criticar a unas madres que defienden este ideal con furia. ¿Por qué esta tendencia retorna?</div>
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–Puede estar relacionado con la economía. La historia muestra que se promueve que las mujeres salgan a la calle a trabajar en tiempos de recesión o de transición económica, porque son mano de obra barata. Luego pasan a ser reserva trabajadora y se las devuelve al hogar. Bowlby planteó sus ideas en la posguerra, en tiempos donde las mujeres volvieron a casa. Hay que mirar siempre a la economía para ver qué está pasando con las mujeres.</div>
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¿Y por qué lo aceptamos, incluso gratamente?</div>
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–Porque para la mayoría la experiencia laboral no es demasiado grata: malos sueldos, malos trabajos. No hay igualdad en el trato, ni en los honorarios, ni en el trabajo. El hogar resulta un lugar más idealizado. Pero toda idealización tiene su contraparte, la denigración. Seguramente estas madres ideales del apego son la imagen de una élite, en cambio a la mujer pobre se le diría que salga a trabajar ya que mientras amamanta a uno tiene a otros hijos muriendo de hambre. Es una posición peligrosa, de un grupo reducido que es usado en contra de otras mujeres. Es la misma lógica que describíamos a propósito de las nuevas primeras damas.</div>
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Tenemos un gran problema si las mujeres actuamos en contra de nosotras mismas.</div>
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–Si el feminismo se trata de algo, es de decirles a las mujeres que no permitan ser usadas en contra de otras. Y esto ocurre cada vez que las mujeres usan su posición de privilegio olvidando que la mayoría no son eso. Mira en el metro cuántas calzan con la madre de Bowlby o con el tipo de amante de Trump. El patriarcado opera no sólo con la oposición de hombres contra las mujeres, sino también, de manera crucial, poniendo a mujeres contra mujeres. Tal oposición socava cualquier posibilidad de protesta de las mujeres contra su posición. El feminismo debe ir en esa vía: incluso las que no lo necesitan, las mujeres aún bellas y jóvenes, deben apoyar a las oprimidas. Es decir, el feminismo se trata fundamentalmente de promover la solidaridad entre mujeres. No se trata de querer a todas las mujeres, sino de solidarizar. No atacar, pero sí mostrar cuando una mujer permite ser usada por el patriarcado en contra de otras. Allende en su último discurso agradece en primer lugar a las mujeres, como grupo oprimido que apoya a otros grupos, esa es una señal muy potente. Pienso que se requiere de un nuevo movimiento.</div>
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¿Otro movimiento?</div>
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–Falta teorizar las posiciones de hombres y mujeres en esta nueva fase, en la que se ha incrementado la igualdad y esto parece ser una amenaza. Y la situación estructural de la mujer como objeto resiste. Necesitamos entender las repeticiones que vivimos. Por ejemplo, entender por qué los femicidios. Este punto es muy importante, y siempre aumenta cuando hay una situación económica complicada. Engels ya hacia esta observación por ahí por 1840: cuando la clase dominante, en este caso los hombres, pierde su estatus, ataca a las mujeres, ya que suponen que éstas no pueden estar en una mejor posición que ellos. Hombres humillados, sin trabajo, vuelcan su violencia hacia las mujeres. Es muy importante que exista una legislación fuerte en estas materias, ya que a mayor crisis, más violencia de género. Debiéramos estar muy atentos a eso, porque está empeorando. En este momento hay una muy mala posición para las mujeres, y quizás por eso viene esta compensación de las madres de Bowlby: volver a casa como señal de la precaución que debemos tener ante el aumento de la violencia. La idealización del hogar es sólo la distracción. En la historia esto pasa una y otra vez. Estaba presente en los años 50 y 60 y ahora está volviendo.</div>
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fuente: www.theclinic</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-322778693161135942016-06-12T18:37:00.000-07:002016-06-12T18:37:06.795-07:00Las etapas de la vida<div style="text-align: justify;">
"Podemos dividir el período de vida de una persona en cuatro etapas: infancia, juventud, vejez y muerte. En cada una de estas etapas se producen cambios fundamentales.</div>
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En la infancia, nuestra sangre es fuerte y nuestra energía es plena. La mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción, son uno. Todo lo que hacemos está en armonía con el orden natural. El niño no se ve afectado por las cosas que suceden a su alrededor. La virtud y la ética no pueden limitar su voluntad. Desnudo y libre de las convenciones sociales, sigue el camino natural del corazón.</div>
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Durante la juventud, nuestra sangre se eleva y se hace volátil. Aumentan el deseo, las preocupaciones y la ansiedad. Las circunstancias externas dirigen en esos momentos la aparición y la desaparición de las emociones. La voluntad y la intención son limitadas por las convenciones sociales. La competición, el conflicto y la planificación, constituyen la norma de las interacciones con los demás. La aprobación y la desaprobación de los demás se convierten en algo importante, y se pierde la expresión honrada y sincera de los pensamientos y de los sentimientos.</div>
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Durante la vejez, la fuerza de la sangre empieza a declinar. En consecuencia, también se debilitan el deseo y las preocupaciones. En comparación con los años de juventud, estamos más pacíficos y en armonía con nosotros mismos. Las convenciones sociales y las influencias externas tienen menos efecto sobre nosotros porque ya no estamos interesados en el heroísmo y en la competición. Aunque la persona mayor no se halle tan en armonía con el orden natural de las cosas como el niño, sin duda alguna es más fiel a sí mismo que cuando era joven.</div>
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Con la muerte, todo retorna a la calma. En ese momento no sabemos nada, no hacemos nada ni sentimos nada. Nuestra energía se une de nuevo a su fuente.</div>
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Confucio también habló de las etapas de la vida. Él la dividió en tres períodos: durante la juventud, nuestra sangre y nuestra energía están inestables. Por ello, en ese período necesitamos controlar nuestro deseo sexual. Con la madurez, nuestra sangre y nuestra energía son fuertes y agresivas. Por ello, en esta etapa de la vida, tenemos que domesticar nuestra naturaleza competitiva. Durante la vejez, nuestra sangre y nuestra energía son débiles. Por ello, en nuestros últimos años, tenemos que disolver nuestro apego a las cosas.</div>
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Tanto los taoístas como los confucianos proporcionan profundas comprensiones válidas de la naturaleza humana y de los cambios que se producen en nuestra vida. Para los confucianos, lo importante es entender lo que hay que hacer en cada período de la vida, de forma que podamos ser útiles a la sociedad, vivir de forma honorable e interactuar armoniosamente con los demás. Para los taoístas, lo importante es entender que la infancia, la juventud, la vejez y la muerte son etapas de la vida que debemos atravesar. Si entendemos esto, podemos aceptar los cambios que atravesamos y considerarlos como una secuencia natural de acontecimientos en el ciclo del nacimiento y de la muerte".</div>
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(Extraído del clásico taoísta "Lie Tsé o libro de la Perfecta Vacuidad", versión de Eva Wong)</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-75489281322538332822016-06-04T15:27:00.001-07:002016-06-04T15:27:25.084-07:00Me dejé violar por amor<div style="text-align: justify;">
Hace días que estoy dándole muchas vueltas a publicar o no esta historia. Lo cómodo es guardarlo para mí; total, solamente han sido dos agresiones más de las múltiples que he recibido en mi vida. Si he podido sobrevivir sin traumas, también sobreviviré a estas… y tampoco es “tan grave”…<br /><br />Finalmente he decidido hacerlo público, por varios motivos. En primer lugar, porque me he hecho pública y me he mediatizado, precisamente en un tema, el de la prostitución, que desata duros debates dentro del feminismo. Mi postura, como prostituta que soy (esto es, me gano la vida prostituyéndome desde el año 1989), es defender los derechos fundamentales de las personas que ejercen la prostitución -no así la de los “empresarios”, que quede claro-: lucho contra el estigma de la prostituta y contra que se nos trate como “pobrecitas” que no sabemos tomar decisiones ni asumir riesgos. Asimismo, defiendo que no todos los hombres que recurren al sexo de pago son maltratadores, ni violadores, sino que, mayoritariamente, las relaciones se pactan entre adultos (prácticas sexuales a realizar, obligación de usar preservativo, tiempo, etc.).<br /><br />Cuando me preguntan si nunca he sido agredida por parte de algún cliente, -aunque solo sea por estadística, me tenía que haber tocado- mi respuesta es ‘no, jamás he sido agredida por ninguno de los ya decenas de miles de hombres con los que he tenido relaciones’. ¿Que ha habido y hay agresores potenciales? Por supuesto, he sido testigo y he llorado con compañeras, pero en mi caso, he sabido prevenir las situaciones de riesgo potencial. Tampoco consiento el acoso callejero y sé enfrentarme a esos acosadores. Entonces, ¿en qué contexto he sufrido agresiones? En la vida cotidiana, fuera del ámbito de la prostitución, y siempre, siempre, con hombres con los que había una relación previa de confianza: hombres de mi familia, vecinos del barrio, jefes en varios de los trabajos que he tenido, compañeros de trabajo y un “enamoramiento” por parte mía (leáse la “emoción del anamoramiento”).. Sí, he sufrido acoso sexual, abusos sexuales, y finalmente dos violaciones por parte de hombres de mi entorno de confianza.<br /><br />Cuando publiqué mi libro ‘Una mala mujer’, ya expliqué los malos tratos y la violencia en la que nací y crecí, por parte de mi padre y mi madre; después, una violación por parte de los vecinos “gamberros” del barrio, cuando tenía 12 años, así como los abusos sexuales, de uno de mis jefes, en los que realmente me sentía “puta” y sucia, pero por miedo a perder el trabajo, una mierda de trabajo, todo hay que decirlo, porque no salía de la miseria, accedía a todo lo que él me pedía, fingiendo que a mí también me gustaba ser “su amante”, pero ni él me gustaba, ni yo quería tener relaciones con él, las tenía por puro miedo. No expliqué otros episodios de tocamientos, también en la adolescencia, con dos primos, que a mí me dejaron entre sentir la excitación por lo prohibido y el asco que me daba que me tocaran, porque no me pedían permiso, simplemente lo hacían y punto y yo, pues yo me dejaba…<br /><br />Y así, con estos antecedentes, llegamos a la actualidad: ¿Cómo es que una mujer que en 26 años ejerciendo la prostitución jamás ha sido agredida por ningún cliente es violada y abusada sexualmente -“tocamientos” por encima de la ropa por parte de un conocido y que ahora no relataré para no extenderme- en cuestión de semanas? Pues desde aquel episodio de los 12 años, y que yo pensé que nunca más me volvería a pasar, he sido violada por enamoramiento, por ese estado de imbecilidad que me dejó bloqueada y me impidió reaccionar.<br /><br />Es un hombre que conocí por las redes sociales, que previamente admiraba mucho, que un día dio un paso de acercamiento y yo por esa admiración bajé la guardia, que supo ilusionarme primero, y después enamorarme, con bonitas palabras, y haciendo apreciaciones sobre mis inquietudes y con un sexo virtual muy excitante y que francamente disfruté. Finalmente, llegué a creerme que de verdad le importaba como persona, que no le importaba que me ganase la vida como prostituta, porque me implicó totalmente en su vida cotidiana, dándome a conocer a su familia, diciéndome que estaba en proceso de separación, me decía que me amaba… Cuando llegó el momento de conocernos en persona, yo deseaba ese encuentro sexual. Lo que no me esperaba, porque nada de su actitud me lo había hecho sospechar, es que iba a ser tan agresivo.<br /><br />Nos citamos en un hotel, yo llegué antes y lo esperaba excitada y con ansía, tenía preparado el preservativo, encima de la mesita… Él llegó puntual y, después de cuatro besos, cuatro besos literalmente, dados de cualquier manera (que ya me tenían que haber alertado), me empezó a tocar agresivamente, muy bruto, los senos, la vagina por debajo del vestido, y en ese momento yo ya me bloqueé, fui incapaz de pararle, de frenarle, de decirle “¡oye no seas tan bruto!”, de empujarle. ¿Lo demás? Ya no soy capaz de recordar detalles, sé que en un instante estaba tirada en la cama y sin bragas y el sólo se bajó los pantalones y sencillamente me penetró, así tal cuál. Eso sí, se corrió enseguida, terminó, se levantó, “me tengo que ir”… Todo en apenas unos minutos…<br /><br />Y yo me quedé llorando, pensando: “Pero… ¿qué ha pasado? Sí… ¡Me ha violado!” Y sí, “me la he metido sin preservativo”, “no me ha preguntado si puedo quedarme embarazada, o si tomo anticonceptivos”, “no me ha preguntado qué me gustaba y qué no”, “no era así como teníamos que haber estado”, “¿cómo no he sido capaz de salir de la habitación, nada más tocarme de esa manera?”… “pero… pero… ¿cómo he podido dejar que me tratara así? y ¿qué hago ahora?”, “¿Por qué me ha pasado esto y he bajado la guardia?” Después de varios días de meditar, se lo conté a dos “amigas”, lo vieron más como una aventura que había salido mal. Solamente una compañera de trabajo, es decir, prostituta, tuvo empatía conmigo y coincidía conmigo en identificarlo como violencia machista, además sin ningún escrúpulo, hacía las mujeres incluida su propia mujer.<br /><br />Todo esto es reflejo de la violencia estructural machista. Un grave problema de educación machista, que arrastramos generación tras generación, por el que las mujeres no tenemos y nos cuesta encontrar las herramientas necesarias para saber gestionar las emociones como el miedo o el enamoramiento. Ese “amor romántico” que internalizamos desde pequeñitas y que hace que nos entreguemos, sin más cuestionamientos, y que por más que luego aprendamos y sepamos que es una construcción cultural perversa, ¡qué difícil es no caer en sus redes! Nos afecta a todas las mujeres, sin distinción de niveles socioculturales, en mayor o menor medida… Y me indigna más si cabe porque, en mi caso particular, en el contexto de sexo de pago lo controlo todo y reacciono, no me bloqueo.<br /><br />Así es la magnitud y la sutileza de esta violencia machista. Todas las mujeres somos vulnerables, tenemos mucho que hacer si queremos dejar el mundo mejor que lo hemos encontrado y evitar que las siguientes generaciones sigan reproduciendo esta estructura. Me indigna que no tengamos una educación sexual y afectiva desde la niñez… No sé qué más decir… Solo espero que compartiendo esta experiencia, si todavía no hay quién conozca la envergadura de esta violencia machista, sea plenamente consciente de cómo se manifiesta. Una violación no es solamente que seamos violadas a la fuerza, con amenazas y agresiones físicas, una violación también se da cuando un estado emocional provocado por esa educación nos impide reaccionar, y no solo el miedo a recibir una agresión mayor o el miedo al rechazo o el miedo a que piense que “soy una estrecha”.<br /><br />Si me defino como feminista es porque lucho para que las mujeres podamos expresarnos como realmente queramos, cada una en su contexto y en sus circunstancias personales, y que no seamos oprimidas por esta cultura machista que hace que seamos incapaces de decir: “¡No, así no!” y “¡nada ni nadie me va a impedir que, por ser mujer, no pueda ser yo, ni pueda realizar mis sueños!”<br /><br />Por Montse Neira<br /><br />Prostituta, madre, activista feminista, investigadora social, y a veces ¡pienso! Y afronto mis contradicciones. http://prostitucion-visionobjetiva.blogspot.com/<br /><br />- See more at: http://www.pikaramagazine.com/2015/06/me-deje-violar-por-amor/#sthash.kUc4xmpR.dpuf</div>
<div id="stcpDiv" style="left: -1988px; position: absolute; top: -1999px;">
<div align="JUSTIFY">
Hace
días que estoy dándole muchas vueltas a publicar o no esta historia. Lo
cómodo es guardarlo para mí; total, solamente han sido dos agresiones
más de las múltiples que he recibido en mi vida. Si he podido sobrevivir
sin traumas, también sobreviviré a estas… y tampoco es “tan grave”…</div>
<div align="JUSTIFY">
Finalmente he decidido hacerlo público, por varios
motivos. En primer lugar, porque me he hecho pública y me he
mediatizado, precisamente en un tema, el de la prostitución, que desata
duros debates dentro del feminismo. Mi postura, como prostituta que soy
(esto es, me gano la vida prostituyéndome desde el año 1989), es
defender los derechos fundamentales de las personas que ejercen la
prostitución -no así la de los “empresarios”, que quede claro-: lucho
contra el estigma de la prostituta y contra que se nos trate como
“pobrecitas” que no sabemos tomar decisiones ni asumir riesgos.
Asimismo, defiendo que no todos los hombres que recurren al sexo de pago
son maltratadores, ni violadores, sino que, mayoritariamente, las
relaciones se pactan entre adultos (prácticas sexuales a realizar,
obligación de usar preservativo, tiempo, etc.).</div>
- See more at: http://www.pikaramagazine.com/2015/06/me-deje-violar-por-amor/#sthash.kUc4xmpR.dpuf</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-86442846107164560092016-05-29T17:31:00.000-07:002016-05-29T17:31:10.931-07:00Cuando los ganaderos se convierten en veganos<div style="text-align: justify;">
¿Qué lleva a cuatro granjeros de éxito a poner su vida patas arriba y convertirse en veganos? ¿Qué tienen en común la española María, Bob de Nueva York, Jan, un alemán del norte, y Howard del estado de Montana? ¿Qué es lo que hizo tambalear su existencia hasta los cimientos?<br /><br /> María pasó su niñez cuidando cerdos. Con 10 años cargaba sacos de 25 kg, con 12 el médico se sorprendió al descubrir que la pequeña tenía varices. El negocio familiar, en el que María y su hermana limpiaban los establos y ayudaban al padre en el engorde, era muy duro para las dos niñas. María soñaba con una vida diferente y los cerdos le resultaban un estorbo, animales recién nacidos que pasaban allí unos meses hasta alcanzar el peso necesario para ir al matadero. "Me gustaba la carne y los productos que se elaboraban en casa a raíz de la matanza, pero lo cierto es que desconocía que nos podemos alimentar de otra manera. Los animales estabulados en granjas se reparten en diferentes cuadras que se van quedando más y más pequeñas conforme crecen. Recuerdo claramente como en la etapa final del engorde el estrés les llevaba a pelearse y no solo acababan heridos, sino que los más débiles morían, pero no a causa de las heridas, sino por el sufrimiento padecido. Les fallaba el corazón". <br /><br /><br /> Jan interrumpió sus estudios de biología y matemáticas en los años setenta para hacerse cargo de la próspera granja familiar. Sus antepasados, varias generaciones de ganaderos, llevaban décadas produciendo leche y queso en Butjadingen, una península en el Mar del Norte. Jan se especializó en explotaciones agrícolas y fue el primer ganadero de la región en convertir su granja en ecológica. Menos animales, establos más grandes y más tiempo de los terneros con sus madres antes de la separación. "Pronto nos dimos cuenta de que la ganadería ecológica no es garantía de una vida digna para los animales y llegó un punto en que no era capaz de conciliar negocio y conciencia. Cuando un animal no era rentable, había que enviarlo al matadero, y eso cada vez se me hacía más difícil".<br /><br /> Bob vive en el estado de Nueva York, tiene 40 años y ha dedicado los diez últimos a la cría de cerdos. Convencido de que la ganadería industrial es un verdadero desastre para todos, decidió invertir todo lo que tenía en montar una granja ecológica. Se sentía orgulloso de su trabajo, hasta una mañana en la que todo cambió: "Lo primero que noté fue lo triste que estaba. A veces me sentía algo confuso, incluso culpable, pero ¿triste? ¿Una tristeza profunda en la boca del estómago, en los hombros, en los ojos? No, jamás. Criar cerdos había sido, a pesar de los conflictos internos, una alegría. En casi diez años nunca me había sentido así".<br /><br /><br /><br /><br /><img src="http://images.eldiario.es/opinion/Bob-Comis-CThe-Last-Pig_EDIIMA20160209_0072_5.jpg" /><br /><br /><br /> Bob Comis con uno de sus animales ©The Last Pig <br /><br /><br /><br /> Howard era un cowboy de cuarta generación y su granja un ejemplo de eficiencia. 45 años dedicado a la ganadería industrial, llegó a tener más de 7.000 reses. "Triturábamos animales y se los dábamos de comer a los otros animales, no había un producto químico que no me gustara. Todos los malos hábitos que se pueden tener, los tenía yo. Desayunaba, comía y cenaba hamburguesas. En el año 1979 me encontré paralizado de cintura para abajo, el diagnóstico fue un tumor en la médula espinal".<br /><br /> Cuando tenía 14 años, María conoció a una de las profesoras del instituto de su ciudad, que era vegetariana. Como ella misma explica, aquel encuentro abrió su conciencia y confirmó lo que antes solo eran intuiciones. "Lo que ahora advierte la Organización Mundial de la Salud, que la carne procesada es tóxica como alimento y todo eso, ya lo sabíamos nosotras entonces". Así que María, su hermana y su madre decidieron dejar de comer animales. "Fue como una conquista. Me hice vegetariana por amor a los animales y al mismo tiempo comencé a investigar la relación entre los alimentos y la salud".<br /><br /> Bob también había decidido dejar de comer carne, creyendo honestamente que podía ser vegetariano y criador de cerdos a la vez, porque consideraba fundamental que hubiera tantas granjas ecológicas como fuera posible, especialmente regentadas por alguien que respetaba profundamente a los animales. "Aquella mañana los cerdos parecían diferentes. Yo parecía diferente. Mi perspectiva se había trasladado a otro plano, en el que no era capaz de ver dónde terminaba su existencia y dónde empezaba la mía. Mientras estaba allí, sentado en mi tractor, entendí que algo mucho más profundo que mi dieta había cambiado. No era tanto el hecho de sentirme incómodo con la contradicción vegetariano - criador. Fue más bien una revelación. En aquel momento sentí un intenso deseo de no tener nada más que ver con su muerte".<br /><br /> Por su parte, Jan conoció a la que hoy es su pareja, Karin, una enfermera muy activa en la defensa de los animales. "Cuando la conocí, le plantee mis dudas y ella me respondió: es fácil, deja a las vacas vivir. ¿Y de qué viviremos nosotros entonces?, le dije yo". Así fue como la granja se convirtió en fundación, la pintoresca <a href="http://www.stiftung-fuer-tierschutz.de/"> residencia para vacas jubiladas</a> Hof Butenland. Un santuario en el que las más veteranas conviven con cerdos, gallinas, patos, perros, gatos, caballos, conejos y los visitantes que deciden pasar allí unos días de descanso. Además de cuidar de los animales y fotografiar el día a día de la granja, Karin es la responsable de cocinar para los huéspedes y acaba de publicar un libro de recetas libres, por supuesto, de ingredientes de origen animal.<br /><br /><br /><br /><br /><img src="http://images.eldiario.es/opinion/Karin-Trine-Christine-CHof-Butenland_EDIIMA20160209_0075_5.jpg" /><br /><br /><br /> Karin con Trine y Christine ©Hof Butenland <br /><br /><br /><br /> “Durante mucho tiempo, negaba que me cayesen bien las vacas", cuenta Jan. "Era la única manera de seguir, tenía que ganarme la vida. Ahora las veo como a camaradas. Estoy de buen humor y les hablo, como se habla a un perro o a un gato; yo no veo ninguna diferencia".<br /><br /> La operación de Howard era de alto riesgo y él lo sabía. "Había visto a los animales morir, había visto la tierra contaminarse, pero no fue hasta que me vi paralítico que fui consciente de que el problema era yo. Yo sabía que lo que estábamos haciendo era totalmente insostenible, pero era una especie de histeria colectiva. Todos lo hacían así, desde siempre". La operación fue un éxito y Howard salió del quirófano caminando, pero era una persona totalmente diferente a la que había entrado en él. "La pregunta ¿deberíamos seguir comiendo animales? es la más esencial que me he planteado en toda mi vida".<br /><br /><br /><br /><br /><img src="http://images.eldiario.es/opinion/Howard-Farm-Sanctuary-CHoward-Lyman_EDIIMA20160209_0076_5.jpg" /><br /><br /><br /> Howard en Farm Sanctuary ©Howard Lyman <br /><br /><br /><br /> Howard decidió compartir su experiencia. "He recorrido más de 160.000 km al año, ha habido épocas en las que he dado tres o cuatro conferencias al día. Pero mi objetivo no es salvar el mundo, mi objetivo es que la gente pueda tomar sus decisiones teniendo toda la información".<br /><br /> María y su hermana también se armaron de valor y le plantearon a su padre que no querían seguir explotando animales. No fue fácil, el padre puso el grito en el cielo, pero con el tiempo incluso él dejó de comer carne. María es hoy una madre feliz, orgullosa de sus dos hijos, vegetarianos desde la infancia. El negocio familiar se reconvirtió en un taller de artesanía. Más de 30 años después, los antiguos establos que albergaron tanto dolor y tanto miedo solo almacenan cerámica. "Ahora los únicos cerditos que viven allí son de loza".<br /><br /> En un instante tomó Bob la decisión de dejar de criar cerdos y convertirse en agricultor. "Tras diez años de convivir con estos increíbles animales he comprendido que, cuando miras a sus ojos, nunca ves el vacío, siempre hay alguien mirándote al otro lado". Pero algo así no podía hacerse de un día para otro. Se trataba de dejar un negocio próspero que, después de los duros inicios, ya había despegado. "Tenía demasiados compromisos, deudas y no sé prácticamente nada sobre agricultura ecológica. Sabía que tenía que ser cuidadoso, para no arruinar la relación con mi mujer, mi futuro financiero y la consideración de mí mismo en mis compromisos con los demás. Calculé que, sin violar ninguno de esos criterios, la transición me iba a costar aproximadamente un año".*<br /><br /> A día de hoy, Howard sigue dando conferencias por el mundo. "Cuando tratas el tema con alguien de la industria su argumento suele ser "es que vosotros no lo entendéis". Pero yo sí lo entiendo. He matado más animales que la mayoría de ellos y sé que lo que estamos haciendo es nocivo para nuestra salud, terrible para los animales y perjudicial para el planeta. Cuando antes lo paremos, mucho mejor".<br /><br /> María, Howard, Jan y Bob son solo algunos ejemplos de una larga lista. Otros representantes ilustres son el ganadero Harold Brown, que protagonizó el premiado documental <a href="http://www.peaceablekingdomfilm.org/"> Peaceable Kingdom</a> y es hoy activista por los derechos animales y el famoso Dr. T. Colin Campbell, autor de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=6-s5OCDBAa4"> El Estudio de China</a>, una verdadera revolución en la historia de la nutrición, que pasó toda su infancia en la granja de vacas lecheras de su familia.<br /><br /> * La productora Argo Films está en la actualidad recaudando fondos para completar el documental The Last Pig , sobre este trascendental año en la vida de Bob. Su directora, Allison Argo, ha ganado más de 100 premios internacionales, incluidos seis Emmys, y ha rodado documentales para PBS, National Geographic y el canal Nature. Allison lleva más de 20 años rodando en primera línea, luchando por un tratamiento más justo hacia los animales.</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-35214463149160710902016-05-29T17:23:00.000-07:002016-05-29T17:23:08.911-07:00Maternidades y crianza en las afueras<div style="text-align: justify;">
Debajo de esta entradilla hay tres historias. No son modelo de nada. No representan a nadie más que a sí mismas. Sólo tienen en común el estar fuera del discurso dominante, el ser un manojo de estrategias para criar en la incertidumbre. Cuando hay que nombrarlo, sus protagonistas hablan de “cuidado extenso” o de “crianza colectiva” o de “asamblear las crianzas”. Sus experiencias cuestionan el relato tradicional, con la pareja heterosexual en el centro, sosteniendo a duras penas el mito de que se puede criar entre dos. Y demuestran que hay otros relatos. <br />1. La red feminista <br /><br />“Aceptar desde el principio el proceso de codependencia es bastante básico y un pilar para sortear esos malestares en los que se suele convertir a veces la maternidad”, dice Elena. Decidió ser madre “sola”, aunque cuando tomó esa decisión vivía en pareja. “Tenía claro que ese esquema no era el mío, creo que el núcleo tradicional reproduce unos roles que a mí no me convencían”, explica.<br /><br /><br /><br /><br /><br />Lo de “sola” está entre comillas porque son sus palabras. En realidad, en la crianza de sus mellizos está bastante acompañada. “Yo soy madre sola pero no crío sola, ni los peques se sienten criados solos”. En su red hay siete personas –llegaron a ser doce en los primeros meses– entre amigas de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, amigas de “otros sentires”, exparejas y abuelos. La red se fue tejiendo tras nacer las criaturas: “Las cuestiones materiales las tenía atadas pero se me olvidaban las codependencias. No me vi en la situación de hacer una red hasta que me meto en el hospital y salgo tres días después con los brazos ocupados”. <br /><br />La idea de la red ya estaba ahí. Pasaron de prestarse el coche, o la casa, o ayudarse con la compra, a organizar turnos para acompañar a Elena. “Y en ese proceso hay gente que aparece, hay amigas que no quieren saber nada de niños, y hay gente que se presenta y te dice que le apetece estar ahí”, dice. “Y vamos caminando y viendo cómo le vamos dando forma”. <br /><br />Criar con red no está libre de conflictos: “La sostenibilidad de la red pasa por mí y a veces es agotador. Yo tenía idealizadas las redes colectivas, pero esto agota”. <br /><br />“Yo, cada vez que alguien me dice que quiere ser madre sola, le digo que lo primero que tiene que hacer es cuidar a sus amigas. Y pedir, que no estamos acostumbradas las mujeres a pedir”. <br /><br />A veces, dice Elena, le pregunta a alguna amiga:<br /> —Y tú, ¿por qué estás en esta tribu?<br /> —¿Y qué te responden?<br /> —Por necesidad. Y porque no tenemos que vivirnos solas. <br />2. La tribu mutante <br /><br />“Al nombrarlo parece que se puede definir. Pero lo que pasa aquí no se puede etiquetar. Si alguien pregunta, explico que los cuidados de S. los hacemos entre varias personas. Depende de la ocasión somos unas u otras, y de si nos apetece o no nos apetece”. Candela mira a Arantxa: “¿Molaría hablarlo por la mañana al levantarnos, en plan: oye, ¿cómo la crianza colectiva?”. Y se ríen. <br /><br />Está sobre la mesa la crianza colectiva. O compartida. O social. O en grupo. Es el hecho de que personas que no comparten lazos familiares se involucren en los cuidados de otras completamente dependientes de los adultos. Y, en este caso, algo más. Es complicado relatar a Candela y Arantxa. Su experiencia podría llamarse, para entendernos, –acordamos– de crianza colectiva. Pero, además, en su caso, lo colectivo empieza bastantes años antes de la crianza. “Crianza, sexualidad, el cómo te relacionas con la gente, el lenguaje, la economía compartida... todo eso se puede dar en este espacio, y el cuidado de este espacio es nuestro colchón político”, explican. <br /><br />En ese espacio, que es físico –y mutante– y que componen unas diez personas, Candela se queda embarazada. “No pensamos en cómo iba a ser, pasó y lo afrontamos, y creo que lo hicimos en colectivo”, dice. La primera vez que tuvo que ir al centro de salud, lo hizo acompañada por todos. El colectivo se implicó también en el parto, que fue en una casa por decisión suya y que se financió entre todos, gracias a varias fiestas. <br /><br />“Alguien me cogía una rodilla, otro un tobillo, otra el cuello, el codo... Tengo muchas partes en el cuerpo y estaba muy cansada, así que toda esa gente hacía que el parto fuera más fácil”. Así habla Candela de su parto. Fue en una casa, la de sus padres. Con mucha gente, unas veinte personas. “Fue muy íntimo aunque hubiera un montón de gente; estamos acostumbrados a este tipo de intimidad y no fue nada estresante, todo lo contrario”. <br /><br />Luego llegó S. “Y flipamos, porque no teníamos ni idea de la cantidad de tiempo que implica ni de cómo transforma tu vida”, dice Arantxa. “Pero no teníamos unas tareas, en ningún momento nos hemos juntado para hablar de quién hace qué”. <br /><br />El primer año, la urgencia es cuidar a la madre mientras S. duerme y pide teta. En cierto modo, explican, se pueden repartir los cuidados. Pero “no deja de ser tu viaje; por más que puedas entender el mismo lenguaje la experiencia es tan personal y tan única que me parece difícil que se entienda”, explica Candela. La llegada de S. obligó a tomar posiciones. “Cada uno nos fuimos posicionando, y hubo mucha gente que no lo quería, y yo lo entiendo. Poco a poco la gente que quisimos estamos como queremos y está muy repartido”. <br /><br />Arantxa interviene: “Las cosas van cambiando constantemente, S. va cambiando, Candela también, y yo, y nuestra relación, y nuestra relación con el espacio, y eso va transformando eso que llamas crianza. No se puede hablar de una forma estanca de un proceso que muta todo el rato”. <br />3. LOS AFECTOS <br /><br />“El imaginario dominante nos impone un relato que no es bueno pero es muy eficaz”, dice Eva: “Tenemos potencia para vivir las vidas de mil maneras posiblemente mucho mas potentes de como las vivimos”. Su historia es una carambola que la instala en las afueras de la familia nuclear al amparo de un “cuidado extenso”, en sus palabras. <br /><br />“Quería que alguien creciera a mi lado. Y lo hice. Y de repente me asusté muchísimo”. Y, aunque “la familia se atrinchera para sostener el fetiche capitalista de la familia feliz”, ellas salieron de la trinchera. Tuvieron que “asamblear” la crianza. “Hemos tenido que confiar en la gente y dejarnos cuidar por quien puede compartirnos y disfrutarnos”, cuenta. <br /><br />Lo cuenta así en ‘<a href="https://elestadomental.com/diario/por-una-crianza-social">La crianza social</a>’, un texto publicado en El estado mental: “En mi caso, me fuerzo a concretar y descubro que llevo años desafiando, cobardemente, ‘el nombre del padre’. Los dos últimos años nuestras semanas escolares se estructuraron en recogidas sucesivas del colegio de cuatro hombres distintos. [...] Cada uno resolvió como pudo la respuesta que en el parque les hacían de ¿quién era el padre? Una pregunta impertinente en nuestra crianza. Que sin embargo es ineludible. La ‘cabeza de familia’ soy yo, aunque eso no sea lo que la legalidad reconoce, porque di paternidad legal a su padre biológico sin darle importancia alguna. [...] Con la distancia necesaria, nuestra relación se sostiene potentísima desde una autonomía implacable”. <br /><br />Eva habla de un “dejarse caer” –”así se vuela”– en el cual, además, se quedó sin empleo. “Soy de una generación a la que le colaron el discurso de la independencia relacionada con conseguir trabajo, pero me encontré con que se hacía incompatible la vida laboral con criar, y eso no ha sido sólo mi caso”. Porque cuidar “no es inmaterial”. Ocupa tiempo de trabajo, mucho. “Ese relato que dice que puedes criar y trabajar me parece una gran mentira que nos estamos comiendo las mujeres porque no hacemos evidentes los agujeros de esta sociedad”, asegura. Para criar es esta ‘crisis de época’, Eva ve necesario “hacer inmensos ejercicios de imaginación”.</div>
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<a href="https://www.diagonalperiodico.net/taxonomy/term/23434">Patricia Reguero</a></div>
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Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-27690102192215753432016-05-26T16:42:00.001-07:002016-05-26T16:42:42.980-07:00Muerte entre las flores: el conflicto entre el ecologismo y la defensa de los animales no humanos<div style="text-align: justify;">
La idea de que la defensa de los animales y el ambientalismo/ ecologismo pue dan ser movimientos con fines y propuestas prácticas enfrentados entre sí puede resultarle a mucha gente, a primera vista, sorprendente. Al parecer común, la defensa del entorno natural implicaría la defensa de sus habitantesno humanos y la defensa de los intereses de éstos acarrearía una toma de posición conservacionista sobre el entorno natural.<br />Sin embargo, esta idea, pese a estar tan extendida, resulta al menos cuestionable.<br />Para entender el conflicto en cuestión, conviene, en primer lugar, conocer los principios y objetivos que sigue el movimiento en defensa de los animales, así como los principales argumentos que sustentan dicha posición. Una vez hecho esto, podremos ver en qué medida estos principios y fines son irreconciliables con los presupuestos ambientalistas/ecologistas<span style="font-size: xx-small;"> /1</span>. </div>
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<br />Así, podremos comprender, por último, aquellos casos en los que esta distinción toma carácter<br />práctico, al condicionar la orientación de las políticas de gestión medioambiental hoy practicadas o las que podrían serlo en el futuro.<br /><br />1. La consideración de los animales no humanos y la crítica al especismo.<br /><br />Los animales no humanos son utilizados como recursos para la satisfacción de nuestros intereses en ámbitos de lo más diverso. A lo largo de las últimas décadas, un número creciente de personas se han posicionado a favor de dar a los animales una mayor consideración, sin cuestionar, no obstante, tal uso. Esta inquietud ha desencadenado que, en ciertos casos, los gobiernos hayan asumido la necesidad de legislación que venga a regular las condiciones en las que la explotación de los animales se realiza. Sin embargo, como muchos autores han puesto de manifiesto (por ejemplo, Dunayer 2004; Francione, 1996; Regan, 1983; Singer, 1975) nuestras responsabilidades hacia los animales no se reducen a dispensarles un trato más o menos benigno subordinado a los intereses humanos. De hecho, incurrimos rutinariamente en una forma más de discriminación, llamada especismo, que consiste en la consideración desfavorable de unos individuos basada en su no pertenencia a una determinada especie, concretamente la humana.<br />Pero, ¿no será el especismo defendible? ¿Acaso no posee la especie humana determinadas características, ausentes en los restantes animales, que justifican la diferente consideración de sus miembros? La mayoría de la gente cree que los seres humanos poseen ciertas capacidades cognitivas (razón, lenguaje o capacidad moral, entre otras) o mantienen ciertas relaciones especiales (solidaridad, simpatía, poder, etc) que no están al alcance de los seres no humanos.<br />Esta idea generalizada ha sido apoyada por argumentos de distintos autores que han buscado justificar que atribuyamos peso a los intereses de unos individuos (humanos) pero no a los de otros (no humanos), basándose en el funcionamiento cognitivo complexo (Leahy, 1991; Scruton, 1996) o en las relaciones especiales (Goldman, 2001; Narveson, 1997; Scanlon, 1998) exhibidas por la especie humana.<br />Ahora bien, para que tuvieran éxito, estos argumentos tendrían que cumplir dos requisitos básicos. En primer lugar, las características a las que apelan tendrían que estar presentes en todos los seres humanos, y solamente los seres humanos podrían poseerlas. Por ejemplo, si apelamos a la capacidad del lenguaje como la capacidad que determina la inclusión de los seres humanos en la esfera moral y la exclusión de los seres no humanos de ésta, todos los seres<br />humanos tendrán que poseer esta capacidad y ningún otro animal diferente al humano podrá exhibirla. En segundo lugar, tendrían que ser moralmente relevantes. Esto quiere decir que deberán ser significativas a la hora de decidir cómo actuar hacia un individuo cuando podemos afectarle negativamente (causándole un daño) o de forma positiva (generándole un beneficio). Sin embargo, estas condiciones no parecen ser satisfechas.<br />En primer lugar, incluso dejando de lado la posibilidad de que algunos animales no humanos sean capaces de adquirir lenguaje u otro tipo de capacidades cognitivas complejas <span style="font-size: xx-small;">/2</span> , el hecho es que no todos los seres humanos son poseedores de las mismas. Esto es así cualquiera que sea la capacidad cognitiva (razón, capacidades de agencia moral, etc) o relacional (solidaridad, simpatía, poder, etc) a la que apelemos, dado que todas ellas están ausentes en muchos seres humanos, ya sea de forma transitoria (bebés, infantes) o permanente (personas con diversidad funcional intelectual, por ejemplo).<br />Sin embargo, la mayoría de la gente no aceptaría que estos seres humanos pudieran ser tratados como objetos por carecer de tales rasgos. Pensemos, por ejemplo, en un individuo con diversidad funcional intelectual, ausente de cualquier actividad cognitiva compleja y sin relaciones del tipo indicado. Casi cualquier persona se horrorizaría al pensar en la posibilidad de experimentar en ese ser humano con propósitos científicos, aunque eso pudiera beneficiar a otros individuos.<br />En segundo lugar, y como se puede ya atisbar en el ejemplo anterior, las capacidades cognitivas o relacionales nos parecen irrelevantes a la hora de determinar la consideración moral que atribuimos a otros individuos. Lo que parece ser relevante es si un determinado individuo puede ser dañado o beneficiado por lo que le sucede. La capacidad que da a los individuos esa posibilidad es la sintiencia, esto es, la capacidad para sufrir y disfrutar. Un individuo sintiente posee un interés en tener experiencias positivas (disfrutar) y en evitar las negativas (sufrir), de modo que esos intereses constituyen la razón para que sea objetable tratarle de determinadas formas, por ejemplo, causándole sufrimiento.<br />Ahora bien, la capacidad para sufrir y disfrutar no es, evidentemente, exclusiva de los seres humanos. Por el contrario, se encuentra presente en la mayoría de los animales no humanos<span style="font-size: xx-small;">/3</span>. Por ello, si en lo que es moralmente relevante animales humanos y no humanos son iguales, sus intereses (en no sufrir y en disfrutar) deberán ser igualmente considerados. Por esa razón, la consideración y el tratamiento desfavorable de los intereses no humanos está injustificada. El especismo deberá, por lo tanto, ser rechazado.</div>
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<br />2. La consideración de los animales no humanos en el ecologismo/ambientalismo.</div>
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<br />De acuerdo con una importante tendencia en el seno del ecologismo (patente en determinadas políticas ambientales), la consideración moral debe ser desplazada de los individuos al conjunto de las entidades biológicas. La base de esta posición es el holismo ético, según el cual el bien del todo deberá preceder a los intereses de sus componentes. Esto implicará, al nivel de la consideración de los animales no humanos, que las entidades moralmente considerables no van a ser los individuos sintientes, sino los ecosistemas donde éstos habitan, o bien las especies en su conjunto. Así, en palabras de uno de los precursores del ecologismo moderno, Aldo Leopold, independientemente del daño o del beneficio causado a los individuos “<br />algo es correcto cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica. Es incorrecto cuando tiende a otra cosa” (Leopold, 2000 [1949], p. 155).<br />Importa remarcar que a pesar de existir diversas perspectivas ecologistas, la mayoría de ellas comparten el presupuesto básico del valor intrínseco de las entidades y procesos naturales <span style="font-size: xx-small;">/4</span>, aunque puedan divergir sobre las razones en el que se basa tal valor. Esto significa que, al contrario de lo que a menudo se cree, para el ecologismo (aunque no para el ambientalismo antropocéntrico) la preservación del entorno natural no tiene un mero valor instrumental, es decir, no sirve a intereses individuales (alimento, recreo, placer estético, entre otros), sino que deberá ser perseguida al margen de los beneficios o perjuicios que dehacerlo deriven para los seres (humanos y no humanos) que lo integran. Este principio establecerá un conflicto de fondo entre el ecologismo y una posición centrada en la defensa de los animales no humanos, dadas sus implicaciones prácticas para la consideración de los animales que viven en la naturaleza. Por una parte, el ecologismo tenderá a defender intervenciones en la naturaleza siempre que el bien de un ecosistema así lo exija, aunque de ello resulte el sacrificio en masa de sus integrantes. Por otra parte, el principio nos compromete a no intervenir en los procesos naturales de formas que puedan beneficiar a los animales no humanos, aunque podamos hacerlo sin costes para nosotros. Desde la defensa antiespecista de los animales no humanos se erigirá, como veremos, una fuerte oposición a ambos escenarios.</div>
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<br />3. Oposiciones entre el ecologismo y la defensa de los animales no humanos, en la práctica. I: Intervenciones en los procesos naturales perjudiciales para los animales.<br /> </div>
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El ser humano ha procurado desde siempre intervenir en la naturaleza, con vista a la satisfacción de sus necesidades e intereses. Tan sólo recientemente, en las sociedades modernas, se ha comenzado a desarrollar una acción coordinada dirigida a la consecución de objetivos medioambientales que no se reduzcan a la satisfacción inmediata de los intereses humanos. Estas acciones, al contrario de lo que pueda parecer inicialmente, resultan frecuentemente en máximos perjuicios para las vidas de los animales presentes en un ecosistema dado.<br />Un caso de este tipo es el representado por los llamados programas de restauración de ecosistemas. Estos programas consisten en un tipo de intervención sobre el ambiente que podríamos denominar como “limpieza biológica” y que consiste en la eliminación de todos los animales pertenecientes a especies no autóctonas – llamadas invasoras – de un ecosistema, en aras de recrear el ambiente original. Uno de las más populares acciones restaurativas de este tipo se llevó a cabo en la Isla de Santa Cruz, en California, donde se procedió a la eliminación de la totalidad de ovejas europeas allí presentes, lo que dio lugar a la muerte de más de 37,000 individuos (Shelton, 2004).<br />Escenarios muy similares a éste pueden ser también observados en España, donde las políticas de gestión ambiental de las especies foráneas se vienen desarrollando según las mismas pautas. De acuerdo con el Real Decreto 1628/2011<span style="font-size: xx-small;"> /5</span>, que establece el catálogo de las especies consideradas invasoras en España, se determina la erradicación masiva de individuos de distintas especies, entre ellos muflones, mapaches, malvasías canela o lobos hibridados<span style="font-size: xx-small;"> /6</span>.<br />En otras situaciones, la intervención en los ecosistemas orientada a restaurar el ambiente se realiza de modo indirecto, mediante la creación de la llamada “ecología del miedo”. Esta práctica consiste en la introducción de depredadores extintos en ese ambiente natural, de forma que disminuya la presencia de determinados individuos herbívoros en las áreas de vegetación de una determinada especie que se pretende conservar. Esto se consigue, en parte, en virtud de la depredación pero, en mayor medida, ocurre a través de la generación de un ambiente de alerta permanente que conduce a estos seres a alejarse de dichas áreas, por miedo a ser depredados. Esto los desplaza a lugares donde la presencia de depredadores es menor pero donde escasean el alimento y el agua que necesitan. Tal situación causa a dichos animales un gran sufrimiento y complicaciones adicionales por falta de alimento y agua, lo que les conduce, frecuentemente, a una muerte cierta (Horta, 2010).<br />Este tipo de intervenciones en la naturaleza colisionan de forma evidente contra los intereses de los animales no humanos involucrados. A pesar de ello, su justificación se sigue directamente del razonamiento ético de tipo holístico, característico del ecologismo: el bien de los ecosistemas deberá ser perseguido como un fin en sí mismo, que prevalece sobre el bienestar de sus miembros. Pero las implicaciones de asumir consistentemente un principio como el enunciado nos llevarían a escenarios difícilmente aceptables por cualquier persona.<br />En efecto, si de tales principios se sigue el sacrificio de individuos integrantes de los ecosistemas en beneficio de estos últimos, ello implicaría –en ausencia de especismo— que tal sacrificio estaría también prescrito en el caso de que fueran seres humanos quienes representaran una amenaza ecosistémica.<br />A pesar de esa implicación directa, el ecologismo, con raras excepciones (Linkola, 2009), rechaza la erradicación de seres humanos como forma de preservación de los ecosistemas (siendo la especie humana la que en mayor medida amenaza la estabilidad de los mismos). Las intervenciones en los procesos naturales propugnadas por el ecologismo contemplan la excepción de que en el caso en cuestión se encuentren en juego vidas humanas. Esto es, debemos intervenir en los procesos naturales si el bien del ecosistema está en juego, aunque ello implique sacrificar animales sintientes, siempre y cuando esos individuos no pertenezcan a las especie humana. Cabe, entonces, preguntar: si los seres humanos no pueden ser sacrificados por el bien de los ecosistemas, ¿por qué pueden serlo los muflones?<br />Esta situación deja clara la inconsistencia del ecologismo, relativizando la promoción del bien último a la satisfacción de intereses humanos individuales. Ello demuestra también que el ecologismo termina por sucumbir al antropocentrismo (paradójicamente, la posición de la que originalmente busca distanciarse). En una posición diametralmente opuesta, se edificará la defensa de los animales no humanos que identificará el ecologismo con una modalidad más de especismo que deberá ser rechazada. Esto implicará oponerse a aquellas intervenciones que resulten en perjuicio de animales sintientes, tanto humanos como no humanos, en la medida en que hacerlo supone desestimar sus intereses, causándoles un daño injustificado.<br /> </div>
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4. Oposiciones entre el ecologismo y la defensa de los animales no humanos, en la práctica. II: Intervenciones en los procesos naturales en beneficio de los animales.<br /> </div>
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Un buen número de personas cree que la consideración moral de los animales implica abstenerse de causarles daños innecesarios, por lo que se deberían abolir todas aquellas prácticas que causen el sufrimiento y la muerte de animales. Esta idea es correcta, de acuerdo con lo<br />que hemos visto. Sin embargo, parece insuficiente para comprender el alcance de nuestras obligaciones morales hacia los animales no humanos. Si el sufrimiento animal es moralmente relevante cabe preguntar si, tal y como ocurre en el caso humano, además de no causar sufrimiento a los animales debemos también ayudar aquellos individuos que lo necesitan, aliviando el sufrimiento que padecen por causas no producidas por seres humanos como, por ejemplo, fenómenos naturales<span style="font-size: xx-small;"> /7</span>.<br />Desde una posición que rechace el especismo, la respuesta a esta cuestión es afirmativa. El argumento parte de la premisa ampliamente consensuada según la cual debemos prevenir o aliviar el sufrimiento de otros individuos siempre que esté a nuestro alcance hacerlo. Dado que, al contrario de lo que mucha gente piensa, la vida de los animales salvajes dista de ser idílica (los animales salvajes sufren múltiples daños en la naturaleza, de una forma sistemática, que les causan gran sufrimiento y muertes violentas por depredación, enfermedades, inanición, condiciones climatológicas extremas, etc), debemos intervenir para prevenir o aliviar el sufrimiento de los animales salvajes siempre que podamos, tal y como lo hacemos cuando están en juego seres humanos.<br />El ecologismo, sin embargo, no sólo no acepta este tipo de intervenciones en la naturaleza, sino que las condena. Esto es así porque, como hemos visto antes, lo que hace que algo sea malo no es el daño causado a los individuos, sino el impacto en el equilibrio ecosistémico. Así, aun en el caso de que esté en juego el sufrimiento individual, debemos abstenernos de interferir con los procesos naturales.<br />Veamos, a continuación, cuáles serán las consecuencias de sostener una postura ambientalista para el caso de las intervenciones en la naturaleza en beneficio de los individuos afectados por daños naturales, considerando el siguiente caso. El 1 de Noviembre de 2011, en la Laguna Kapani, en Zambia, un bebé elefante se quedó atrapado en el barro <span style="font-size: xx-small;">/8</span>. Su madre acudió a socorrerle pero se quedó igualmente atrapada. Los animales gritaban y luchaban por sus vidas pero, impotentes e inmovilizados, no podían liberarse sin ayuda. El orden natural de las cosas había dictado que morirían ese día, como tantos otros animales en similares circunstancias. Sin embargo, en esta ocasión no fue así, ya que los trabajadores del parque natural, saltándose todas las normas conservacionistas, intervinieron contra el orden natural en su auxilio y pudieron rescatarles, con éxito. ¿Deberían haberlo hecho?<br />Desde el punto de vista ecologista, la respuesta es negativa. El ser humano debe abstenerse de interferir con los procesos naturales, los cuales son intrínsecamente valiosos, independientemente de las consecuencias negativas para los individuos afectados por ellos. Como afirmó una integrante del equipo de rescate en cuestión, reconociendo la impopularidad de su actuación, “la mayoría de los conservacionistas cree que el hombre no debe inmiscuirse con el orden natural y que debemos dejar a la naturaleza seguir su curso, por más cruel y nefasto que nos parezca”. Sin embargo, esta idea no es consistente con prácticas humanas habituales que van en contra del orden natural, como es el rescate de humanos en situación de catástrofes naturales.<br />Consideremos un caso similar al anterior, que ocurrió en el reciente terremoto de Turquía, de octubre del 2011. Cuarenta y ocho horas después del terremoto, el equipo de rescate encontró a un bebé humano y su madre atrapados en los escombros, todavía con vida. Todos los esfuerzos se movilizaron en su auxilio hasta que finalmente, ambas pudieron ser rescatadas por los socorristas <span style="font-size: xx-small;">/9</span>. No hace falta cuestionar, en este caso, si los socorristas actuaron correctamente. Evidentemente, la mayoría de las personas consideraría reprobable no ayudar a estos seres humanos, cuando estuviera en nuestro poder hacerlo. Sin embargo, esta acción va en contra de la prescripción ecologista de no intervenir en los procesos naturales (intrínsecamente buenos), siempre y cuando el equilibrio ecosistémico no esté en riesgo. Desde una posición antiespecista que tenga en cuenta los intereses de todos los individuos sintientes, deberíamos intervenir para prevenir o aliviar una situación perjudicial para éstos, aunque esta situación sea efecto de los procesos naturales. Esto es así porque son los individuos sintientes, capaces de sufrir y disfrutar, quienes pueden ser efectivamente beneficiados por nuestra acción y como tal debemos actuar, siempre que podamos, a fin de prevenir o aliviar su sufrimiento.<br />En efecto, al contrario de lo que se pueda pensar, hay una inmensidad de formas en las que los animales salvajes se podrían ver beneficiados por nuestra ayuda, por ejemplo, viéndose asistidos a nivel de salud o alimentación. De hecho, los seres humanos, a menudo intervienen en la naturaleza para tratar animales que sufren de alguna enfermedad. Sin embargo, la asistencia sólo se lleva a cabo cuando el animal pertenece a una especie amenazada o hay riesgo de que la enfermedad se extienda a los seres humanos. Pero el sufrimiento de los animales que no cumplen con estas condiciones (la mayoría de los animales salvajes) no parece ser diferente del sufrimiento de aquellos que sí las cumplen. Desde el punto de vista del animal, la experiencia de estar enfermo es igualmente dolorosa y estresante, independientemente del nivel de población de su especie o del riesgo que constituye para humanos o otros animales. Por ese motivo, si el sufrimiento animal es moralmente relevante, no hay razones de peso para no extender esa asistencia a todos los animales que viven en la naturaleza, siempre que esté al nuestro alcance prevenir o aliviar su sufrimiento.<br /><br />5. Conclusiones.</div>
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<br />A lo largo de este artículo se intentó demostrar la existencia de un conflicto de fondo entre el ecologismo y una posición centrada en la defensa de los animales no humanos (o antiespecismo). El reconocimiento de ese conflicto contraría la visión habitual según la cual ser ecologista implica defender a los animales y viceversa. Esta visión, a pesar de extendida socialmente, es incorrecta.<br />En primer lugar, al nivel de los principales criterios normativos, dichas posiciones divergen en cuanto a qué entidades no humanas debemos los humanos tener en cuenta a la hora de decidir como actuar. Si desde el antiespecismo se sostiene que los animales deben ser tenidos en cuenta porque pueden sufrir y disfrutar, desde el ecologismo se defiende que las entidades moralmente valiosas son, no los individuos sintientes, sino el conjunto de las entidades biológicas, como las especies o los ecosistemas.<br />En segundo lugar, el conflicto puede ser claramente observado considerando las consecuencias que se siguen de cada una de las posiciones para el tratamiento de los animales que viven en la naturaleza. Esto puede ser constatado a dos niveles distintos. Por una parte, al nivel de las intervenciones humanas en los procesos naturales que se llevan a cabo con propósitos ecologistas y que producen consecuencias negativas para los animales que viven en la naturaleza y por tanto, contrarias a la defensa de los intereses de los individuos no humanos. Por otra parte, el conflicto se pone de manifiesto al nivel de las intervenciones en los procesos<br />naturales que tienen por objeto beneficiar a los animales no humanos, prescritas por el antiespecismo y terminantemente rechazadas por el ecologismo.</div>
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<br /><span style="font-size: x-small;"><i>1/<br />Las posiciones ecologistas / ambientalistas de carácter asumidamente antropocéntrico —sostenidas por autores como Passmore (1980) o Hargrove (1992), entre otros— no serán objeto de análisis en este artículo. La razón es que dichas posiciones presuponen una parcialidad hacia la satisfacción de los intereses humanos, de partida, incompatible con la defensa de los animales no humanos (fundada en la critica al especismo antropocéntrico). Lo que se busca aquí, en alternativa, es determinar si aquellas posiciones ecologistas/ambientalistas que buscan distanciarse del antropocentrismo son capaces de acomodar en su seno la consideración de los intereses de los animales no humanos. Esto nos permitirá evaluar en qué medida la idea de que ser ecologista/ambientalista equivale a ser un defensor de los animales no humanos es correcta<br /><br />2/<br />Esta cuestión ha sido desarrollada para el caso de los Grandes Simios, de forma detallada, en Singer y Cavalieri (1993).<br /><br />3/<br />Ver por ejemplo, Dawkins (1993) y Griffin (1992) .<br /><br />4/<br />Esto puede ser observado en los autores más representativos de otros enfoques ecologistas como el Biocentrismo (Goodpaster, 1978; Taylor, 1986; Varner, 2002) o la Ecología Profunda (Naess, 1989)<br /><br />5/<br />http://www.boe.es/boe/dias/2011/12/12/pdfs/BOE-A-2011-19398.pdf<br /><br />6/<br />La publicación de este decreto ha sido celebrada por organizaciones ecologistas/ conservacionistas en el Estado Español, como Greenpeace o Adena-WWF.<br /><br />7/ <br />Distintos autores han llamado la atención para esta implicación, entre ellos, Cowen (2003), Nussbaum (2006) y Sapontzis (2004).<br /><br />8/ <br />http://www.dailymail.co.uk/news/article-2059502/Baby-elephant-mother-pulled-muddy-grave-conserva-tion-workers-Zambia.html<br /><br />9/ <br />http://newsfeed.time.com/2011/10/25/two-week-old-baby-and-her-mother-rescued-from-earthquake-rub-ble-in-turkey/</i></span></div>
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Bibliografía citada:<br /><br /><div style="text-align: justify;">
Callicott, J. B. (1989) “Animal Liberation and environmental ethics: Back together again”. En<br />P. Cavalieri y P. Singer (eds.) (1993)<br />The ‘Great Ape’ Project: Equality beyond humanity.<br />Londres: Forth Estate Limited.<br />Cowen, T. (2003) “Policing Nature”. Environmental Ethics, 25, 169-182.<br />Dawkins, M. S. (1993) Through Our Eyes Only? The Search for Animal Consciousness.NuevaYork: W. H. Freeman. Dunayer, J. (2004) Speciesism. Derwood: Ryce.<br />Goldman, M. (2001) “A Trascendental Defense of Speciesim”. Journal of Value Inquiry, 33, 59-69.<br />Goodpaster, K. (1978) “On Being Morally Considerable”. Journal of Philosophy,75, 308-25.<br />Griffin, D. R. (2001) Animal Minds: Beyond Cognition to Consciousness. Chicago: Chicago University Press.<br />Hargrove, E. (1992) “Foundations of Wildlife Protection Attitudes”. En E. Hargrove (ed.) <br />The Animal Rights/Environmental Ethics Debate: The Environmental Perspective (pp. 151-183). Albany: SUNY press. <br />Horta, O. (2010) “The Ethics of the Ecology of Fear against the Nonspeciesist Paradigm: A Shift in the Aims of Intervention in Nature”. Between the Species , 13 (10), 163-187. <br />Leahy, M.(1991) Against Liberation: Putting Animals in Perspective Londres: Routledge. Leopold, A. (2000 [1949]). Una ética de la tierra . Madrid: Los libros de la Catarata (título ori- ginal: A Sand County Almanac . Oxford: Oxford University Press, 1949).<br />Linkola, P. (2009). Can Life Prevail?: A Radical Approach to the Environmental Crisis. Londres: Integral Tradition Publishing. <br />Næss, A. (1989) Ecology, community and lifestyle. Cambridge: Cambridge University Press.<br />Narveson, J. (1977) “Animal Rights”. Canadian Journal of Philosophy, 7, 161-178.<br />Nussbaum, M. C. (2006) Frontiers of Justice: Disability, Nationality, Species Membership. Cambridge: Harvard University Press.<br />Passmore, J. (1980) Man’s Responsibility for Nature: Ecological Problems and Western Tradi-<br />tions. Londres: Duckworth. <br />Regan, T. (1983) The Case for Animal Rights. Berkeley: University of California Press.<br />Sagoff, M. (1984) “Animal Liberation and Environmental Ethics: Bad Marriage, Quick Divorce”. Osgood Hall Law Journal. 22, 297-307.<br />Sapontzis, S. F. (1984) “Predation”. Ethics and Animals, 5, 27-38.<br />Scanlon, T. (1998) What We Owe to Each Other.Cambridge: Harvard University Press.<br />Scruton, R. (1996) Animal Rights and Wrongs. Londres: Metro.<br />Shelton, J. A. (2004) “Killing Animals that Don’t Fit In: Moral Dimensions of Habitat Restora-<br />tion”. Between the Species, 13 (4), 1-21. <br />Singer, P. (1975) Animal Liberation. Nueva York: Harper Collins.<br />Taylor, P. (1986) Respect for Nature. Princeton, N. J.: Princeton University Press.<br />Varner, G. (2002) “Biocentric Individualism”. En D. Schmidtz y E. Willot (eds.) <br />Environmental Ethics: What Really Matters, What Really Works(pp. 108-120). Oxford: Oxford Univer-sity Press</div>
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Por: Catia Faria (https://www.vientosur.info/IMG/pdf/VS125_C_Faria_Muerte_entre_flores.pdf)</div>
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Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-56871216891487492902016-05-24T18:33:00.000-07:002016-05-24T18:33:00.651-07:00Agamia, más allá del amor<div style="text-align: justify;">
Son muchas las razones por las que merece la pena someter al amor a un juicio serio e inclemente. Sin embargo, la mayoría de ellas necesitan, para ser reconocidas como tales, de cierta cooperación por parte del interlocutor. El amor está protegido por una corteza de dogmas de fe, flexible y resistente, que acaba agotando la moral de prácticamente cualquier proyecto de crítica. <br /><br />Hay dos argumentos, sin embargo, cuya evidencia no puede pasar por alto forma alguna de sentido común. <br /><br />El primero es que el amor, paradójicamente, es una caudalosa fuente de desamor. Llámesele odio, conflicto o distancia, el amor parece uno de esos productos raros y valiosos cuya importancia para el mercado normalizara una montaña de deshechos en su elaboración. Si los sopesamos llegaremos a la conclusión de que sólo para un mercado irreflexivo tiene razón de ser responder a esta demanda. Además del odio que regularmente acompaña a la relación misma de amor, debe hacerse balance del daño causado al resto de los lazos sociales. En la nómina de los damnificados habituales del amor aparece prácticamente el conjunto de las relaciones consideradas no amorosas, en tanto que se definen, precisamente, por diferencia con respecto a la pareja. El caso más evidente es el de las relaciones de pareja anteriores, cuya incompatibilidad es de todos sabida. Pero debemos pensar también en las posibles relaciones futuras que quedan descabezadas para no amenazar al amor. Junto con ellas, el resto de las relaciones consideradas no sexuales sufren una limitación que hemos aceptado como naturalísima, pero que resulta aberrante a todas luces si consideramos la distancia en cuanto a intimidad que existe entre la relación de pareja y la que ocupa la posición inmediatamente inferior. <br /><br />En definitiva: más que relaciones de amor, lo que vivimos son deforestaciones afectivas en torno a una persona a la que consideramos pareja. <br /><br />Sólo obviando el recuerdo de cada una de las barreras afectivas que hemos creado o encontrado para defender nuestra relación de pareja o para no perjudicar otras, podremos pensar que el amor es una dinámica afectiva cordial. <br /><br />Pero si resultara insuficiente para someter al amor a reconsideración, dispondríamos aún de un hecho mucho más persuasivo, por ser mucho más inaceptable. El amor, lejos de ofrecerse a las personas de manera indistinta e igualitaria, establece una jerarquía arbitraria pero estricta que convierte a unos cuantos en privilegiados consumidores perpetuos de sus mieles, a muchos en famélicos obsesionados, que deben conformarse con lo mínimo para su subsistencia afectiva, y a demasiados en desterrados completos, apartados del más mínimo contacto con lo que parece unánimemente reconocido como la causa de felicidad más importante que conocemos. <br /><br />Si miramos con valentía a nuestro alrededor veremos que el amor nos somete a una discriminación de clase transversal a la económica, rodeándonos de unos pocos privilegiados y de un gran número de desgraciados, avergonzados de su fracaso e, incluso, de su sufrimiento. <br /><br />Que un mecanismo tan universal chirríe de esta manera, y que su chirrido resulte, a pesar de todo, inaudible para una parte mayoritaria de la sociedad, parece el cuadro sintomático de una patología muy concreta y muy conocida: el sistema. <br /><br />Si el amor no nos funciona y, a pesar de ello, defendemos su prestigio y asumimos con alegría su opresión, es porque alguna otra función debe de estar desempeñando, seguramente mucho más importante. <br /><br />No dispongo aquí de espacio suficiente para desarrollar mi tesis al respecto, de modo que sólo la indicaré: el amor es la ideología que permite al sistema persuadirnos para realizar el trabajo reproductivo en el tiempo que nos deja libre del trabajo productivo. Esta optimización de nuestra fuerza productiva sería difícilmente alcanzable sin una maquinaria demagógica que nos convenciera sistemáticamente de que lo mejor que todos y cada uno de nosotros podemos hacer con nuestra libertad es construir una familia. Al amor le importa muy poco cumplir con lo que nos promete a nosotros. Su cometido se origina en otro lugar, y lo lleva a cabo con ejemplar eficacia. <br /><br />Los cambios socioculturales de las últimas décadas han obligado al amor a adaptarse. El ateísmo, el feminismo o la revolución sexual han forzado al amor a flexibilizar su discurso. Hoy es un junco dramáticamente inclinado que, sin embargo, nos sigue conduciendo, sorprendentemente, a la misma vieja raíz reproductiva y socialmente atomizadora. <br /><br />Es esta raíz la que debe ser eliminada si queremos poner nuestras relaciones al servicio de nuestra felicidad, y no a nosotros al servicio de unas relaciones que, como hemos visto, beben de fuentes muy insanas. <br /><br />Con este fin nace la agamia. <br /><br />La agamia es un modelo de relación aparecido el 1 de enero de este año 2014. Su presupuesto principal, aquél que le da nombre, es la renuncia a establecer el “gamos”, o vínculo matrimonial que, en nuestra cultura, recibe un sinnúmero de nombres englobables todos bajo la categoría de “pareja”. <br /><br />Así, la agamia sería el libre crecimiento del conjunto de las relaciones sociales del individuo, una vez que éstas no son coartadas por la relación de pareja. La agamia entiende la vida socio-afectiva del individuo como un entramado que va creciendo e intensificándose a lo largo de su existencia, estableciendo lazos cada vez más ricos y sólidos con el entorno. <br /><br />Factor clave constituyen las relaciones sexuales, que son para las parejas “gámicas” el sacramento fundacional. La pareja queda establecida por la relación sexual misma. Tras ella podrá empezar a utilizarse el lenguaje del amor. Tras ella se habrá firmado un contrato consuetudinario que cualquiera de los miembros de la pareja podrá reivindicar en su camino hacia la formación de una familia. Vivimos el sexo como un símbolo del plan familiar o de cualquiera de sus sublimaciones contemporáneas. <br /><br />La agamia libera al sexo de esta función sagrada y lo devuelve al uso cotidiano, reintegrado con el resto de las actividades y diversificado libremente según el criterio personal. Lejos de trivializar el sexo, la agamia trascendentaliza las relaciones, cuya importancia no depende ya de su componente sexual. El amor sexualizaba nuestras relaciones, confundiendo y frustrando con ello nuestra vida afectiva y sexual. Para la agamia “relacionarse es relacionarse”, es decir, no un sinónimo de sexo. <br /><br />Pero en una cultura cuyo ámbito privado está dominado sin resquicios por la ideología del amor, un modelo alternativo de relaciones se enfrenta con una importante cantidad de aparentes paradojas cuya resolución le conviene manejar con soltura. <br /><br />A este fin se especifican para la agamia ocho presupuestos ideológicos, que son también líneas de reflexión, desarrollo y experimentación, y que pueden enunciarse así: <br /><br />-Renuncia al amor. <br /><br />La agamia entiende el amor como un subsistema ideológico que sirve a los intereses patriarcales y de clase. Tras su promesa de felicidad, espera la esclavitud psíquica y social. <br /><br />-Reivindicación de la razón. <br /><br />El dogma transversal utilizado en toda democracia que se desea convertir en sociedad de la desinformación es la sustitución de la razón consciente por la intuición, que acaba siendo pura voluntad sensual. Recuperar la razón es recuperar la libertad. La agamia devuelve el corazón a la caja torácica y pone al cerebro al volante. <br /><br />-Reivindicación de las relaciones éticas. <br /><br />“En el amor como en la guerra” no debería ser un aforismo que nos liberara de responsabilidad, sino el que nos abriera los ojos sobre la depravación moral del amor. Desde el momento en que el amor empieza a asumir responsabilidades al nivel de cualquier otra forma de relación social, deja de ser amor. <br /><br />-Abolición del género. <br /><br />Aunque sea un concepto profundamente desprestigiado, poco importa si mujeres y hombres presentamos diferencias sustanciales. Lo único que verdaderamente nos concierne es que las diferencias, sustanciales o no hoy, deben dejar de serlo. El género o el sexo son categorías tan triviales que dan absolutamente igual. <br /><br />-Sustitución de la sexualidad por el erotismo. <br /><br />La sexualidad es esclava de la reproducción, de la expresión de afecto, de la fusión espiritual y, sobre todo, de la objetualización posesiva. Soltemos todo este lastre y, si algo queda, veamos en qué consiste. <br /><br />-Sustitución de los celos por la indignación. <br /><br />Los celos son la cárcel del amor. Sin encontrar escapatoria, cualquier paso es imposible. Sobreponerse por la fuerza es algo que sólo puede lograrse en situaciones de privilegio. Sólo entendiendo cuándo nuestra indignación es justa y cuándo es injusta, podremos transformar una emoción ineficaz en una importante herramienta de socialización. <br /><br />-Redefinición de la belleza según criterios libres y justos. <br /><br />No es cierto que los criterios de belleza sean imposiciones naturales, como no es cierto que el oro sea más hermoso que el cobre. Determinamos nuestro gusto según funcionalidades que manejamos de modo consciente o inconsciente. Si nos hacemos cargo de ella, veremos como algo hermoso lo que es bueno, precisamente porque es bueno. <br /><br />-Sustitución de la familia por la agrupación libre. <br /><br />El más mezquino de los argumentos a favor del amor es que no hay otro medio que la pareja tradicional para lograr compañías estables y pactos de crianza. Las figuras “madre” y “padre” son arbitrarias y generalizables bajo la categoría de “tutor” o “tutores”, y éstos pueden ser quienes quiera que se comprometan a satisfacer las necesidades de los hijos. En cuanto a la compañía, de cara al final de la vida, hay que recordar que al menos uno de cada dos monógamos muere viudo y solo. <br /><br /><a href="http://hyperbole.es/wp-content/uploads/2014/03/Couple-and-Dogleonardfreed.jpg"><img height="215" src="http://hyperbole.es/wp-content/uploads/2014/03/Couple-and-Dogleonardfreed-1024x691.jpg" width="320" /></a><br /><br />La agamia no es una utopía: ante todo es una declaración ideológica. Ser ágam@ no implica ejercer de ágam@, porque el trato con otr@s y con nuestro propio contexto establecerá límites. Pero la comprensión de esos límites, así como la extensión del consenso alrededor de los principios de la agamia, hará accesible su superación. A diferencia de la adhesión a una ideología política utópica, la agamia no se vive a la espera de una gran transformación, sino construyendo cotidianamente esa transformación en torno nuestro. <br /><br />Ser ágam@ es ir desarrollando las ideas, herramientas y relaciones que acercan la vida a una vida ágama. Es entender que la eliminación de los lazos amorosos nos permite construir otros más coherentes, integradores y estables; que era precisamente dentro del amor, y no fuera de él, donde estábamos solos.</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-37750769695207423462016-05-24T18:27:00.000-07:002016-05-24T18:27:26.805-07:00Entrevista Carolina Olmo<div class="mce-body mce no-sticky-adv-socios" id="edi-body">
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<br />Poco se debía imaginar la diputada de la CUP Anna Gabriel que abriría <a href="http://www.eldiario.es/catalunya/CUP-Anna-Gabriel-enciende-tradicional_0_514799365.html"> la caja de los truenos del debate sobre el modelo de familia</a> cuando hizo unas declaraciones a Catalunya Radio en las que decía que le gustaría tener hijos en comunidad. Gabriel planteó que en otras culturas "la concepción de la maternidad o la paternidad no está tan individualizada, la concepción es que quien educa es la tribu". Mientras tanto, Carolina del Olmo se mira con sorpresa las críticas a la diputada. Esta gestora cultural, licenciada en filosofía, publicó en 2013 un libro que se titulaba precisamente ¿Dónde está mi tribu?, fruto de la desazón de una madre que se encuentra que, en vez de una tribu, con lo que cuenta para criar sus hijos es con un puñado de libros de expertos que se contradicen.<br /><br /><br /><br />Por la polémica que hemos tenido estos días, parece que nuestra sociedad está poco dispuesta a cuestionar el modelo tradicional de familia.<br /><br /><br /><br /><br />Me ha dejado fascinada la sensación de que todo el mundo finge que todo va bien. Cualquiera sabe que esto es un desastre. ¿Por qué estamos tan cerrados a una posibilidad diferente, que ni siquiera es nueva? La gente se escandaliza y dice que le quieren quitar a sus hijos cuando en realidad los padres vemos a los niños dos horas al día, más o menos. Mis hijos duermen casi doce horas y se tiran tropecientas en el colegio. Un padre de su escuela, que creció en un kibutz en Israel, contaba en una entrevista que pasaban el día en la casa de niños y una hora al día con sus padres. A la gente le pareció súper escandaloso. Pregúntale a los niños que recoge el abuelo o el cuidador remunerado a qué hora llegan sus padres a casa y cuánto rato los ven. Mientras sea que cuando tú no estás lo está cuidando el colegio o una empleada dominicana, parece que son pequeñas muletas que no cuentan, como si la crianza de verdad la estuvieras haciendo tú. Eso es una ficción completamente insostenible.<br /><br /><br /><br />¿Qué entendemos hoy en día por familia?<br /><br /><br /><br />Según la antropología hay seis o siete grandes tipos de familia, pero luego está la noción de familia estrecha que tenemos hoy en día, que es una innovación histórica. Es lo que se conoce como la familia nuclear moderna: padre, madre e hijos conviviendo en un mismo hogar. Otras relaciones familiares ya no son de convivencia como solía haber en otras épocas o hay en otras culturas. Que los padres críen a los hijos solos no es ni mucho menos lo que se ha hecho toda la vida. Familia y tribu no son conceptos contrapuestos, sino que lo habitual siempre ha sido una familia-tribu o una familia insertada en una tribu. Lo que sí son ideas contrapuestas es la crianza cooperativa, en un marco más amplio, y la familia nuclear moderna, todos agobiados en un apartamento pequeño.<br /><br /><br /><br />¿Cómo surge ese modelo de familia nuclear moderna?<br /><br /><br /><br />Con la industrialización se va imponiendo el paso de lo rural a lo urbano, y también unos ritmos y una organización del trabajo que sacan del hogar lo que tenía que ver con la producción. Los hogares antiguos eran sitios donde la gente no solo dormía, charlaba o educaba, sino que también se producía ropa, alimento, de hecho casi todos los útiles diarios. La producción estaba totalmente imbricada en en el trabajo de reproducción. Pero esto desaparece con la modernización, el tamaño de los hogares se reduce y la dependencia de producción ajena para sobrevivir o emplearse hace que las cosas sean menos estables. Todo esto va erosionando las estructuras amplias de solidaridad, ya fuera la familia extensa, o los pueblos y barrios bien cohesionados. Lo que queda es un núcleo familiar mínimo, muy pequeñito. Y ese proceso sigue en marcha. Las familias siguen teniendo cada vez menos hijos y el número de hogares unipersonales es el que más crece, cuando hace cien años un hogar de una sola persona era una cosa muy exótica. Por otro lado también es verdad que aparecen modelos nuevos y nuevas formas de hacer comunidad que funcionan, pero la tendencia general evidente es individualizarse y deshacer los pegamentos sociales, y va ganando preponderancia la familia pequeñita, la unidad mínima.<br /><br /><br /><br />Se impone esta unidad mínima pero hay otros elementos, como la escuela, que siguen interviniendo en la crianza. ¿No es un mito, este modelo?<br /><br /><br /><br /><br />Esa unidad es una unidad de convivencia, pero hay una gran mitología sobre lo que sucede ahí dentro. Primero desapareció la producción de los hogares, pero luego también desapareció casi todo lo importante del trabajo reproductivo: ya no se muere ni se nace en casa, sino en un hospital, la educación no es preponderantemente en casa, sino en la escuela, a los enfermos tampoco se les atiende en casa, … Cada vez más procesos relacionados con la reproducción de la vida suceden fuera del hogar, y los que suceden dentro están fuertemente tutelados por un lado por el Estado y por el otro por los expertos. Cada vez hay más expertos en la vida personal: pedagogos, psicólogos, pediatras, psiquiatras, que dan indicaciones de como vivir la vida. Y luego el Estado extiende sus redes de control, con asistentes sociales, por ejemplo, para controlar lo que pasa en los hogares. Las familias pierden capacidad de organización autónoma. Esto es positivo en algunos casos y negativo en otros, pero en cualquier caso tienen muchas menos responsabilidades que antes. Sin embargo, vivimos obsesionados y convencidos que lo importante en la educación del niño es lo que le hacen los padres.<br /><br /><br /><br />¿Y no lo es?<br /><br /><br /><br />Me interesa mucho un libro de Judith Rich Harris que en España se llama El mito de la educación y en el que demuestra hasta qué punto hemos exagerado el papel de los padres en la crianza y el peso que le damos en la conformación de la identidad adulta. Ves una persona alcohólica y violenta y piensas: "¿cómo lo educaría su madre?", porque se aplica sobre todo a las madres. La autora habla de la importancia de los pares para la socialización. A los niños les afecta una barbaridad, muchísimo más de lo que estamos dispuestos a aceptar, lo que les pasa con otros niños que lo que les pasa con los padres. Un ejemplo clarísimo de esto es el acoso escolar y los casos de suicidio.<br /><br /><br /><br />¿A qué se debe la proliferación de expertos en asuntos de la vida cotidiana?<br /><br /><br /><br />Los expertos son reclamados por la gente. Tú tienes un bebé y estás en tu casa, en un apartamento urbano, no se acerca nadie, sin internet o el libro o la revista de turno estás aún más perdido.<br /><br /><br /><br />¿Entonces la gente reclama a los expertos como consecuencia del modelo de familia que se ha impuesto?<br /><br /><br /><br />Claro, y por la pérdida de cauces de transmisión de saberes, que se transmitían por cauces informales, que tienen que ver con el roce y el cariño. La gente está muy desarmada y requiere a los expertos. Por otro lado, los expertos tampoco son totalmente inocentes. En la historia de la medicina, se sacó por ejemplo el parto de las casas. Se arrancaron cosas como esa de las manos sobretodo de mujeres, que sabían bastante bien lo que hacían, para recluirlas en el reino del experto. Eso tiene mucho de violencia y privatización de saberes.<br /><br /><br /><br />El sociólogo <a href="http://www.eldiario.es/catalunya/Lucas-Platero-rompian-mariquitas-marimachos_0_344715843.html"> Lucas Platero nos decía en una entrevista</a> que "los padres tienen que entender que no son ellos los que tienen hijos, sino que son los hijos los que tienen padres". ¿Hay un sentimiento de propiedad sobre los hijos?<br /><br /><br /><br />Sí. En cierto modo es inevitable. Estás encerrado con ellos y eres responsable en un nivel muy alto de lo que les pase, hay muy poco apoyo social, uno está muy solo frente a sus hijos. Eso propicia la idea de que los hijos son tuyos y es tu responsabilidad criarlos. Y además vivimos en una sociedad bastante individualista, consumista, y dada a ser propietaria de todo. No llevamos muy bien que las cosas no sean exactamente de nadie. También tiene mucho que ver que todo el mundo busque en los rasgos de cualquier individuo huellas de la crianza que ha recibido de sus padres, cuando a veces casi no queda. Siempre pensamos que la causalidad va de padres a hijos y no tiene porque. También los hijos generan un tipo de padres. Los que tienen hijos tranquilos parece que educan a sus hijos con gran serenidad, y la gente piensa qué bien lo están haciendo, pero es bastante fácil que la cosa vaya al revés. Si tienes un hijo muy activo de estos que se tiran de cabeza por todos lados te conviertes en un loco histérico de esos que van gritando "¡No! ¡Cuidado! ¡Para!", muy desmelenado y muy poco fino [ ríe].<br /><br /><br /><br />Hay quien dice que la función de la escuela es quitarles los niños a sus padres.<br /><br /><br /><br />La sociología crítica siempre ha resaltado la tarea de las escuelas, los asistentes sociales, los pediatras y un montón de expertos que tutelan la vida de las personas. Son lo que Foucault llama los biopoderes y la biopolítica, que se meten en tu vida, en tu dormitorio, en todas partes, con el objeto de ejercer control y que los niños no salgan de las familias sino que sean leales al Estado. Lo que pasa es que las familias también son unos entornos peculiares, y yo en este tema cambio de idea con mucha facilidad. En principio soy más de pensar que el Estado está intentando tutelar nuestras vidas y esto es intolerable, pero luego por otro lado hablas con algún asistente social que dice que las familias son reinos inexpugnables, que pueden estar destrozándole la vida a un niño y no hay manera de incidir. También es verdad. Pero en general la tutela experta me resulta bastante desagradable. Me fastidia mucho como la escuela te intenta reglamentar la vida, con los deberes, por ejemplo, o con las manualidades para hacer en casa. En la familia nos organizamos como nos dé la gana, tienen a los niños ahí un montón de horas.<br /><br /><br /><br />María Jesús Izquierdo, también socióloga, <a href="http://www.eldiario.es/catalunya/poder-hombres-generado-trabajo-mujeres_0_492051644.html"> nos hablaba de opresiones en las relaciones de cuidados</a>. ¿El modelo actual de familia genera violencia?<br /><br /><br /><br />Esta manera de criar por fuerza tiene que disparar la violencia de madres desesperadas que hacen alguna barbaridad con sus hijos. La autora feminista Adrienne Rich cuenta que en una tertulia de noticias alguien comentó que una mujer de un suburbio americano, deprimida y en situación de pobreza, mató a sus hijos, y que lo sorprendente fue que todas las mujeres presentes lo comprendieron. Es espantoso, el peor crimen del mundo, pero a la vez no es nada ajeno, decía. No es una cosa patológica ni monstruosa que no se pueda pensar, sino al revés: casi todas las mujeres que han tenido hijos en soledad han sentido en algún momento de su vida cierta atracción por la violencia, o por lo menos han comprendido lo desesperada que puedes llegar a estar, y lo que se te puede ir la cabeza con algo así. Me imagino que con una crianza respaldada, apoyada y bien organizada será mucho más difícil que te pase esto.<br /><br /><br /><br /> ¿El modelo imperante es esclavizador para las madres?<br /><br /><br /><br />Lo que esclaviza no es la crianza, es el trabajo. Se habla de las cargas familiares y cómo conseguir que las mujeres no lleven todo el peso, y es verdad que hay que repartir la responsabilidad, pero se habla poco de la carga laboral. La crianza, incluso en soledad, en una familia monomarental, no tiene nada que ver con una jornada laboral de 20 horas o con una de 40 horas. Pero sí que hay cierta esclavización, hiperresponsabilización y culpabilización de la madre. Si un niño muerde a otro en la guardería, todo el mundo mira a la madre con cara de "a ver qué estará haciendo".<br /><br /><br /><br />¿Y qué soluciones hay para estas cargas laborales?<br /><br /><br /><br />La herramienta fundamental para una mejor crianza sería una reducción general de la jornada laboral. Llevamos muchísimos años con la jornada de 40 horas, que fue una revolución y un éxito sin precedentes del movimiento obrero, pero fue hace muchísimo. Hemos tecnologizado nuestra sociedad una barbaridad, hemos avanzado en todos los sentidos y tenemos unos niveles completamente desaforados de paro. Sólo cabe en la cabeza de algunos economistas, que son los que mandan en nuestra sociedad, que estas jornadas laborales tan estúpidamente largas tengan sentido. Hay que repartir el trabajo, tocarían a 20 horas a la semana como mucho y esto nos permitiría también repartir el trabajo de cuidados, el ocio, todo.</div>
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Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-27434370001086369002016-05-24T18:21:00.000-07:002016-05-24T18:24:32.615-07:00La Anarquía antes del Anarquismo<br />
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La Anarquía antes del Anarquismo I: El problema de las raices <br />
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Se suele asimilar las ideas anarquistas con la figura de los árboles: se dice que el árbol de la anarquía ha sido fecundo, que se desenvuelve en ramas diversas, que entrega frutos, que los anarquistas son sembradores. Incluso, es posible vislumbrar un tronco, conformado por las bases y los denominados clásicos, lugar donde algunos discuten cuál es el verdadero anarquismo, definiendo su ontología social y declarándose herederos de una tradición, según su parecer, fácil de determinar.<br />
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Sin embargo, pocos se preguntan por las raíces de este árbol, que son igual de diversas que las ramas y, sobre todo, son difíciles de medir, pues permanecen ocultas bajo la tierra. Más aún, sería menester, también, preguntarse cómo la semilla de ese árbol logró germinar, qué agentes trabajaron la tierra durante los siglos anteriores y cuáles fueron los otros seres vivientes que interactuaron en este ecosistema libertario, ¿cabría consultarnos si sólo ha brotado un árbol?, ¿será posible que en la extensa historia del Planeta Tierra, e incluso del Cosmos, hayan brotado otros árboles ácratas? Bakunin nació hace 200 años, período que no es siquiera un parpadeo del Universo.<br />
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Lo cierto es que esta inquietud no es nueva. Max Nettlau, el Heródoto de la Anarquía según Rudolf Rocker, escribió al comienzo de su voluminoso libro “La Anarquía a través de los tiempos” que “una historia de la idea anarquista es inseparable de la historia de todos los desarrollos progresivos y de las aspiraciones hacia la libertad” Sus palabras, sin duda, evocan a los dichos del comediante latino Terencio, quien en su obra “El atormentador de sí mismo” pone en boca del personaje Cremes la expresión “Homo sum, nihil homini a me alienum puto”, es decir, “Humano soy, nada humano me es ajeno”. La Anarquía, idea de lo<br />
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humano y su entorno, es un pensamiento que no puede separarse del desarrollo de las sociedades y sus culturas a lo largo del Tiempo, incluso antes del nacimiento de la Historia. Elisée Reclus, en efecto, señaló en su texto “El ideal anarquista” que “la anarquía no es una teoría nueva”, dado que “siempre ha habido hombres libres, despreciadores de la ley, gentes que han vivido sin amos, según el derecho primordial de su existencia y de su pensamiento”.<br />
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No se trata, en ningún caso, de suponer que existe un paleoanarquismo o un protoanarquismo que fundamente históricamente las ideas libertarias, ni mucho menos que conformen una supuesta construcción histórica que decantó en lo que conocemos como anarquismo desde el siglo XIX. Se trata, más bien, de comprender dilemas como los que Piotr Kropotkin señala en su libro “Ética: Origen y evolución de la moral”, donde expresa, por ejemplo, que el libro “Investigación sobre la justicia política e influencia sobre la virtud y la felicidad en general” de William Godwin, que fue escrito en Inglaterra el año 1793, “contiene la exposición completa y sincera de lo que más tarde ha sido propagado con el nombre de anarquismo”. Incluso, si consideramos la categoría de “anarquistas sin saberlo” que Kropotkin esboza en su “Moral anarquista” para referirse al dramaturgo noruego Henrik Ibsen y al filósofo francés Jean-Marie Guyau, el dilema es más claro aún: ¿Existe tal cosa como un origen de los anarquistas?, ¿tiene fecha el nacimiento de las ideas anarquistas?, ¿una ubicación geográfica exacta? Y si todo nacimiento supone que habrá una muerte, ¿cuándo morirá el anarquismo, si es que ya no murió hace décadas? No, no son esos los términos para pensar en el ideario ácrata. La discusión entre el geógrafo ruso Piotr Kropotkin y el historiador canadiense George Woodcock nos aclara, en cierta medida, esta problemática: según Kropotkin, el fundamento de las ideas anarquistas reposa en la dinámica que le ha sido propia a todos los tiempos y que se compone por la lucha entre dos principios, uno de libertad y otro de coerción, siendo el primero de estos al que le debemos la evolución, conforme sostiene en su libro “El apoyo mutuo: un factor de la evolución”. No obstante, Woodcock piensa que el anarquismo es una “tendencia desarrollada, articulada y claramente identificable, [que] aparece solamente en la era moderna de las revoluciones sociales y políticas”, lo que significa que “es una doctrina político-social con un específico objetivo encaminado a cambiar la sociedad, pasando de una forma de administración autoritaria a una administración libertaria” (véase su libro “Albores del anarquismo”). <br />
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¿Tenemos que optar por una de estas visiones para saber dónde se hunden las raíces del anarquismo? No necesariamente; según nuestro parecer, ambas tienen razón e, incluso, se complementan entre sí. Y es que, justamente, no podemos obviar que “poseemos textos de más de dos mil años en los que no sólo se describen sociedades humanas sin gobierno, ejército ni leyes restrictivas, sino que también aseguran que este tipo de relaciones sociales es el ideal del género humano”, como nos cuenta el profesor Bert F. Hoselitz en “The political philosophy of Bakunin: Scientific Anarchism”. Precisamente, en la obra “Metamorfosis” del poeta romano Ovidio, se narra el proceso de las edades, etapas que constituyeron la prehistoria del hombre y que estuvieron sujetas a un constante devenir. Allí, entre los versos 89 a 115 se cuenta cómo era la primera edad del hombre, o sea, la edad de oro: sin ley, ni castigos ni jueces, donde “no existía la espada”, tampoco el miedo y, menos aún, las amenazas, y la gente podía disfrutar sus “blandos ocios sin uso de soldado”. Se relata, en efecto, la utopía anarquista, narrando, incluso, los beneficios de una fructífera tierra que sin necesidad de arado daba frutos en una primavera eterna, casi como si se tratase de la propuesta que Piotr Kropotkin plantea en “Campos, fábricas y talleres”, según la cual –en contraposición a las ideas de Malthus– se podría desarrollar una producción infinita de alimentos para todas y todos. <br />
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La diferencia, sin embargo, es clara: para los anarquistas, la edad dorada puede estar en el porvenir, y no necesariamente como un pasado lejano. Es lo que ya anunció, con gran claridad, Gustav Landauer: el socialismo no es un invento, sino más bien un descubrimiento, una forma de relación que subyace a la vida humana y que sólo basta con querer desarrollarla para vivir en anarquía. Las raíces, en tal caso, no tienen relación con la Historia, ni mucho menos con condiciones geográficas o económicas. Al contrario, las raíces se hunden en nosotros mismos y, sencillamente, en toda práctica de libertad que se articula ante cada escenario, tanto en lo individual como en lo colectivo. <br />
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Anarquistas ha habido, y existen mucho antes de lo que luego se elaboró bajo el título de “anarquismo”. Incluso hoy en día, muchos anarquistas viven fuera del anarquismo, de su tradición y discusiones. Nuestra tarea, por el momento, será observar desde esta amplitud aquellos viejos ácratas que vivieron en la Grecia Antigua, en las guildas medievales o en Oriente. No para pensar un nacimiento. No creemos que al final esté la muerte. Nos interesa, más bien, pensar en formas, métodos, formas de relación que aún tienen mucho para enseñarnos hoy en día.<br />
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La Anarquía antes del Anarquismo II: Prometeo, el titán rebelde<br />
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El viejo ácrata Enrique Arenas reflexionó: “Se puede ser rebelde y no anarquista; pero no se puede ser anarquista sin ser rebelde; de aquí que, afirmemos que la rebeldía no es anarquismo”. Un silogismo muy cierto que se refiere a una característica esencial de la Idea anarquista y que, al momento de pensar en aquellas figuras que antecedieron a la forma moderna del anarquismo, nos permite comprender las formas y principios que impulsaron a quienes hoy podríamos considerar como anarquistas antes del anarquismo.<br />
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Es, justamente, Max Nettlau quien reflexiona acerca de la relación que existe entre la rebelión y la Anarquía en los tiempos prehistóricos, señalando que podemos encontrar en la mitología la memoria de las rebeliones: “Son los Titanes que dan el asalto al Olimpo, Prometeo desafiando a Zeus, las fuerzas sombrías que en la mitología nórdica provocan el crepúsculo de los dioses, es el diablo que en la mitología cristiana no cede nunca y lucha a toda hora y en cada individuo contra el buen Dios, ese Lucifer rebelde que Bakunin respetaba tanto, y muchos otros”.<br />
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En este sentido, viene al caso preguntarse: ¿Cuál era el contenido de las rebeliones a las que hace alusión Nettlau? Se trata de rebeliones originarias, mitológicas, que podríamos situar en las antípodas del origen del hombre y que, por lo tanto, ponen en duda su propia condición y se enfrentan a la creación como tal. Ya lo señaló Albert Camus en El Hombre Rebelde: “(…) no puedo dudar de mi grito y tengo que creer, al menos, en mi protesta”. Las rutas que posteriormente tome la rebelión, en cuanto movimiento mismo de la vida, pondrán en tensión la posibilidad de la destrucción de los otros, o bien su capacidad de levantar un ser, como gesto de amor y fecundidad. No obstante, como el hombre es aquel ser que se niega a sí mismo, es capaz de olvidar sus generosos orígenes, y hacer de la rebelión una máquina mortífera en nombre del poder y la historia. <br />
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Reflexionar sobre la Anarquía antes del anarquismo supone, entonces, pensar en el origen generoso de la rebelión. De ahí que nos interese el razonamiento de Max Nettlau y, particularmente, la historia del titán Prometeo, memoria de una obstinada rebeldía, o relato de un desobediente amor por los hombres. <br />
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Prometeo era primo de Zeus: el primero era hijo del titán Japeto, mientras que el segundo lo fue de Crono. Como todo mito, la historia de Prometeo tiene diversas versiones. Según se señala en la Teogonía de Hesíodo, escrita por el siglo VII y VIII a.C., Prometeo nació de Japeto y Clímene, una bella Oceánide. Mientras que algunas versiones relatan que Prometeo creó a los hombres moldeándolos con arcilla, en la versión de Hesíodo es, simplemente, el bienhechor de la humanidad, el titán filántropo. Ciertamente, esto último es su rasgo principal y es el que podemos encontrar en sus diversas historias y versiones, además de su carácter<br />
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mañoso y astuto.<br />
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La historia a la que nos referiremos a continuación es, sin duda, la más conocida de todas, y que ha tenido referencia en variados autores griegos y latinos, como Esquilo, Aristófanes, Luciano de Samosata, Virgilio y Ovidio, y otros más modernos, como Percy Shelley y Nikos Kazantzakis. Todo comienza en Mecona, durante una celebración que termina con la separación entre dioses y hombres. Allí, Prometeo ofreció un buey dividido en dos partes: en un lado coloca la carne cubierta por el vientre del buey, y en el otro los huesos disimulados bajo brillante grasa blanca. Ofrece a Zeus su parte, para que el resto quede para los hombres. Zeus escoge la brillante grasa, sin percatarse que en el fondo eran solo huesos. Encolerizado, castiga a los hombres, benefactores de la astucia prometeica, quitándoles el fuego. Es entonces cuando, según la descripción de Esquilo en su tragedia Prometeo Encadenado, los hombres, sin fuego, se asemejan a fantasmas de un sueño, amasando la vida al azar. Prometeo, en su amor por la humanidad, roba el fuego de la “rueda del Sol” de los dioses y corre a entregárselo a los hombres, para que hicieran uso del fuego en beneficio de ellos.La connotación de este hecho es doble: por un lado, el acto de rebeldía de Prometeo, y, por otro lado, la significancia del fuego. Respecto al primero, hay que señalar que Prometeo es duramente castigado por Zeus, quien lo ata a una roca en lo alto del Cáucaso, abandonado de todo, y le envía un ave de amplias alas, que devora su inmortal hígado durante el día, creciendo por las noches las mismas proporciones devoradas. Pese a todo, y aun cuando se ofrece su liberación si dice cómo será la caída de Zeus (Prometeo tenía la facultad de ver el futuro), Prometeo se mantiene obstinado: “no cambiaría mi sufrimiento por tu servilismo”, dice en la tragedia de Esquilo, o “sabes bien que aborrezco a los dioses todos”, según Aristófanes en su comedia Los Pájaros. De aquí podemos vislumbrar la segunda connotación del mito: el valor de su acto, y las razones por las cuales Prometeo cree en él, es que el fuego no solo es un elemento transformador, el motor de la sofisticación de la técnica, sino también es el arte. De hecho, la palabra griega “téchne” se traduce como “arte”, “ciencia” o “profesión”, es decir, arte y técnica habitan juntas y, más aún, ellas suponen la esencia del hombre: para dejar de vivir como fantasmas de un sueño, necesitamos del arte.De esta forma, la rebeldía de Prometeo le dio al hombre una facultad única: la creación artística. Si los dioses no sufren, ellos no pueden conocer la creación artística. La rebeldía ante los dioses, por lo tanto, es mayor aún: se ha encontrado aquello de lo que los dioses carecen. Una tardía versión de Prometeo, de Luciano de Samosata, versa: “Me parecía que algo le faltaba a la divinidad en tanto no había nada que oponerle”.<br />
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Una mitología, entonces, que podemos leer a la luz fogosa de las ideas anarquistas. Camus lo anotó en su ensayo Prometeo en los infiernos: “Los mitos no tienen vida por sí mismos. Aguardan a que nosotros los encarnemos”. Este mito contiene savia intacta, él puede ser una posible resurrección. Porque es cierto, dice Camus, que si Prometeo volviera a robar el fuego serían los mismos hombres quienes lo encadenarían al Cáucaso, pues ellos no desean más el arte. Solo necesitan la técnica.<br />
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A nosotres nos quedaría preguntarnos: Si encarnamos el mito, ¿a quiénes debemos robar el fuego?, ¿desde dónde debemos extraerlo?, ¿puede la técnica suponer un arte, y viceversa?, ¿reorganizar los oficios de este modo, como diría Proudhon? Recordemos, aun en esta avanzada civilización: Aún queda todo por hacer, que será necesario volver a pensar en el fuego.<br />
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La Anarquía antes del anarquismo:III – La hélade Libertaria<br />
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El anarquismo es una óptica: su ideario, más que un conjunto de teorías y prácticas de libertad que varían con el paso del tiempo, es una forma de ver y proyectar al hombre y la sociedad en relación a su pasado, presente y porvenir. Las más grandes obras teóricas elaboradas por anarquistas constituyen extensos tratados que interpretan la vida humana desde una perspectiva sociológica, geográfica, biológica o histórica, siempre enfocándose a la relación con el medio y a las formas políticas de cada sociedad. Los seis tomos de la magna obra “El Hombre y la Tierra”, de Elíseo Reclus; la tríada kropotkiniana constituida por “El apoyo mutuo; un factor de la evolución”, “La moral anarquista” y “La conquista del pan”, y concluida por “Ética: origen y evolución de la moral”; y, por supuesto, “Nacionalismo y Cultura”, de Rudolf Rocker, obra que, por cierto, fue alabada por Thoman Mann, Albert Einstein y Octavio Paz. <br />
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Este amplio corpus teórico en ningún caso constituye una interpretación unívoca del hombre y el mundo. Más bien, el factor común que podemos encontrar en ellos es su enfoque para interpelar las grandes y pequeñas preguntas de la humanidad: una postura crítica frente a la “ciencia” que colabora con el Poder y situándose desde lo humano mismo, para pensar desde allí sus proyecciones culturales y políticas dentro de las sociedades que cubren el globo. No se trata de otorgar validez histórica al anarquismo, sino más bien de descubrir y pensar la sustancia que lo hace posible. En este sentido, las afirmaciones que realiza Rudolf Rocker en el quinto capítulo del segundo libro de “Nacionalismo y Cultura” sobre la vida política y cultural de la Grecia Antigua son de vital importancia para comprender la composición de las raíces anárquicas, pues no podemos omitir la influencia que ejercieron los griegos sobre Occidente, tanto en la Antigüedad como en el Renacimiento. En dicho capítulo, Rocker señala que “(…) la grandeza espiritual de la cultura griega es indiscutible. Una cultura que pudo influir tanto tiempo, en los dominios más diversos, sobre la totalidad de los pueblos europeos, y cuya fuerza insuperable no se ha agotado todavía, aunque sus representantes han desaparecido de la historia hace ya dos mil años, puede, incluso, ser<br />
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fácilmente sobreestimada, pero difícilmente negada”. La lectura de Rocker señala que no podemos negar el denominado “genio helénico”, ya que “apenas se encuentra otro período en la historia que pueda señalar una vida espiritual tan elevada y tan multiforme”. <br />
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Si bien la sociedad griega contenía grandes defectos, como fue el caso de la esclavitud o del rol femenino, sería un error considerar que estas características eran aceptadas por toda la cultura griega. Bastaría acercarse a los textos de Aristóteles para encontrar la diferencia entre aquellos que creían que la esclavitud era propia de la naturaleza y los que pensaban que la naturaleza había hecho libres a todos los hombres. Los ejemplos son varios: uno de ellos, quizás el más interesante, es leer, por lo menos, el libro II de la “Política” de Aristóteles, donde el discípulo de Platón argumenta que “Mandar y obedecer no sólo son cosas necesarias, sino también convenientes, y ya desde el nacimiento algunos están destinados a obedecer y otros a mandar” ¿Era esto una verdad para todos los griegos? Por ningún motivo. Gracias al mismo Aristóteles tenemos noticias de un olvidado filósofo llamado Alcídamas de Elea, retórico discípulo de Gorgias que habría definido la filosofía como una “una catapulta contra las leyes”. Alcidamas, a diferencia de Aristóteles, señaló que “Dios hizo libres a todos los hombres; a ninguno la naturaleza lo hizo esclavo”, demostrando con esto que las tradiciones sociales, aún sostenidas desde el “derecho natural”, pueden ser enjuiciadas, criticadas y abolidas. Así hubo varios casos, sobre todo en la línea más crítica al platonismo y al aristotelismo, como lo fue en las escuelas cínicas, estoicas y, en parte, sofistas, entre el siglo V y III antes de nuestra era. Una anécdota muy interesante es la que narra el escritor grecolatino Dión de Prusa (o Dión Crisóstomo, siglo II D.C.), donde el filósofo cínico Diógenes voltea los argumentos a favor de la esclavitud basándose, entre otras cosas, en que el bien supremo es aquel que poseen los pájaros, a saber, “carecer de propiedad privada”. <br />
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Desde esta óptica, el conocimiento de la cultura griega no puede plantearse desde la común historia que nos han inculcado, donde algunos pensadores y gobernantes parecieran ser los únicos protagonistas de una antigua y diversa cultura que se desarrolló en el Mediterráneo. Al contrario. Existió una amplitud inmensa en la península de los Balcanes y sus regiones aledañas, que reflejan aquella “fecundidad intelectual y espiritual” que tanto llamó la atención de Rudolf Rocker. Por ende, las condiciones que posibilitaron una vida elevada y multiforme es lo que debería ocuparnos al momento de estudiar a la Grecia Antigua, en cuanto la proyección del ideal ácrata consiste, claro está, en la reunión de formas<br />
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múltiples. Pedro Kropotkin, ocupado del mismo asunto, observa en su libro “Ética: origen y evolución de la moral” que “toda la vida de la Grecia de entonces, formada por pequeñas repúblicas independientes, fue dominada por la sed de conocer la naturaleza y de estudiar el mundo merced a los viajes y a la colonización. Todo esto sirvió para fortalecer la negación del poder del uso y de la fe y para la emancipación del espíritu”. Es decir, la descentralización del Poder, mediante pequeñas repúblicas independientes, es un importante factor que ayudó<br />
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al fecundo progreso griego.<br />
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La multiformidad de la cultura helénica, entonces, se puede comprender desde una perspectiva espacial (presente en la geografía anarquista), donde es posible que surjan, por ejemplo, los poetas “desarraigados”, habitantes de islas, como Safo, que cantaba a las pasiones amorosas, o Alceo, cuya poesía era un grito violento contra la tiranía y, al mismo tiempo, una celebración al vino. Poetas, artesanos de la palabra, que sin duda nos hablan de la libertad y de la emancipación del espíritu.<br />
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Sin embargo, la cultura griega decayó ¿Por qué motivos? Por haber destruido aquella estructura político, social y cultural que persistía gracias a la descentralización del poder. Alejandro Magno, en ningún caso, fue el gran propagador de la cultura helénica. Al contrario, según el análisis de Rocker, “bajo su dominación y la de sus sucesores, se cegaron las fuentes de la vieja cultura griega”, porque, si bien se vivió un tiempo de la antigua vida griega, no se volvieron a desarrollar nuevos valores, ya que “la unidad político-nacional mató la fuerza creadora de la cultura helénica”. La Antigua Grecia, en nacimiento, su apogeo y su muerte, nos legó un conjunto de enseñanzas sobre el espíritu creador, la libertad del pensamiento y, sobre todo, de las formas en que la política, hecha técnica de la dominación, atenta contra las capacidades que aguardan dentro de todas y todos nosotros.<br />
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La anarquía antes del anarquismo IV: Naturaleza y convenciones en la Grecia Antigua.<br />
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La antigua canción “A las mujeres”, que sonaba en voz de las y los anarquistas en la España de 1936, entonaba el siguiente verso: “Todos nacemos iguales, la naturaleza no hace distinción”. Esta afirmación, que sigue siendo motivo de discusión tanto en círculos conservadores como librepensadores, marca un importante punto dentro del pensamiento anarquista, en cuanto allí se debaten varios de sus postulados más relevantes. ¿Somos libres por naturaleza? ¿Las jerarquías, representadas a través del Estado, son producto de una necesidad social y política, o son más bien producto de las convenciones que han creado los hombres y de los accidentes que ha sufrido la humanidad? El debate sigue vivo aún, mas es una discusión muy antigua, que podríamos pensar desde aquella lejana existencia de una “edad de oro”, relato presente en diversas culturas y que versa acerca de un tiempo en que hombres, mujeres, naturaleza y sociedad vivían en plena armonía, en una estructura anárquica que luego fue decayendo, hasta los días de hoy, donde jerarquías, destrucciones mutuas y contaminaciones de la tierra han sido nuestra forma de vida. De ahí las palabras del Conde Saint-Simon: “La edad de oro está en el porvenir”, es decir, el imaginario de una época donde la igualdad y libertad, así como el trato justo con uno mismo, con los otros y con el medio, eran propios de la comunidad humana, nos permite pensar que es posible entablar ese modo de relación social en nuestra utopía libertaria.<br />
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La certeza de esto puede provenir de una pregunta que ya expresó Etienne de La Boétie en el siglo XVI: “¿Podría caber en la mente de nadie que, al darnos a todos la misma compañía, la naturaleza haya querido que algunos fueran esclavos?”. El mismo La Boétie responde: “No hay nada en el mundo más contrario a la naturaleza, llena de razón siempre, que la injusticia”. Queda por decir que todos somos naturalmente libres y que, por ende, nos enfrentamos a un gran dilema: la servidumbre ¿Por qué el tirano es tirano? Él posee el poder que nosotros le damos, nos espía con nuestros mismos ojos. La división entre dominadores y dominados solo puede aparecer como un veneno que comenzó a beberse de a poco, hasta acostumbrar el cuerpo y la vida a la servidumbre y la dominación.<br />
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Pero, como hemos dicho, la discusión es antigua, tan antigua como la idea de autoridad. En nuestro texto anterior hicimos mención a dos pensadores disímiles en la Antigua Grecia: Aristóteles y Alcídamas de Elea, el primero como defensor de la esclavitud en tanto hecho natural (“unos nacen para obedecer, otros para mandar”, dice en su libro “Política”), y el segundo como expresión de que todos nacemos iguales. Sin embargo, la discusión que atraviesa esta polémica es mayor aún: se trata de dos aspectos que se debaten entre sí en la vida humana: la phýsis y el nómos, es decir, la naturaleza y las convenciones, respectivamente, o, dicho de otra forma, “lo que es por naturaleza, lo primero”, y “lo que es derivado, convencional, artificial”. Los pensadores que se debatieron en este ámbito (y que lo pensaron desde lo político) fueron muchísimos, tanto aquellos que creían que el nómos es lo primordial – el sofista Protágoras en su versión el mito de Prometeo –, como otros que discutían si la naturaleza o phýsis consistía en la fuerza y voluntad de dominio sobre otros – como los sofistas Calicles, Critias y Trasímaco que, según Ángel Cappelletti, eran la representación de Hobbes en el siglo V a.C. – o el fundamento de nuestra igualdad y libertad humana – donde los autores Antifonte, Hipias y Alcídamas, diría Cappelletti, serían cercanos a Pedro Kropotkin, en la antípodas del Leviatán hobbesiano.<br />
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Como ya hicimos mención a Alcídamas, veremos qué decían Antifonte e Hipias. Antifonte, sofista del cual se encontraron variados fragmentos a comienzos del siglo XX en papiros, relacionaba la naturaleza con la verdad, mientras que el nómos o las convenciones con la “doxa”, es decir, la opinión. Uno de sus papiros señala que “las exigencias de las leyes son accidentales; las de la naturaleza, en cambio, necesarias”, poniendo de relieve dos aspectos: lo accidental y la necesidad. Las leyes no son necesarias, puesto que, agrega en el mismo papiro, “por nacimiento somos todos naturalmente iguales en todo, tanto griegos como bárbaros. Y es posible observar que las necesidades naturales son igualmente necesarias a todos los hombres. Ninguno de nosotros ha sido distinguido, desde el comienzo, como griego ni como bárbaro. Pues todos respiramos el aire por la boca y por las narices y comemos ‘todos con las manos’…”. La raíz que nos une, situada en la naturaleza y la necesidad, es más verdadera que la que nos separa. Similar idea sostenía Hipias de Elide, para quien la libertad y la igualdad se suponían el uno al otro y el individuo tenía un rol fundamental como representación de la naturaleza. En este sentido es que defendió la “autarquía”, que sería la independencia del individuo respecto a la comunidad. Si bien no quedaron muchos testimonios de su obra, podemos leer una de sus frases citada por Platón, en su diálogo “Protágoras”: “dijo el sabio Hipias: «Amigos presentes, yo creo que vosotros todos pertenecéis a un linaje, una familia, una ciudad, por naturaleza, no por ley. Porque lo semejante es pariente de lo semejante por naturaleza; la ley, en cambio, al imponer su tiranía sobre los hombres, actúa frecuentemente con violencia, en contra de la naturaleza»”. Según esto, la independencia del hombre respecto a la comunidad se propondría como un modo de enfrentar aquella violencia con que las leyes rigen la comunidad. Y sería, también, un acercamiento a la naturaleza humana, la cual, sin necesidad de convenciones, se puede hacer autosuficiente.<br />
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Como podemos ver, la discusión se abre y tiene distintas vertientes. Lo cierto es que, más allá de entrar en acuerdo o no con los autores, el enfoque que nos entregan nos permiten pensar en la pertinencia o necesidad del Estado y sus leyes, así como de cualquier representación de la autoridad. El próximo capítulo veremos los pensadores que siguieron esta línea y que se transformaron en verdaderas catapultas contra las leyes y las jerarquías.<br />
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La anarquía antes del anarquismo V: Naturaleza y convenciones en la Grecia Antigua (segunda parte)<br />
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Volver la mirada hacia las vidas y sociedades que nos antecedieron es un ejercicio que permite preguntarse acerca de los rumbos que ha ido tomando la humanidad. Es, sin duda una forma de problematizar el entramado del Poder y las consecuencias que ha traído la sociedad dividida. Ejemplo de ello es la historia de la filosofía griega y, específicamente, la aparición de Sócrates en el pensamiento occidental. Considerado como el punto de inflexión en la pregunta de lo humano, tenemos noticia de su influencia gracias a su discípulo Platón, pensador de gran relevancia para el desarrollo de las ciencias y el pensamiento humano en Occidente. Discípulo de Platón, pero en apariencia diferente a él, fue Aristóteles, filósofo que se consideró a sí mismo como el punto culmine de la filosofía. Y así le siguió Teofrasto, y la tradición continúa, hasta ser los filósofos que más obras han sido conservadas hasta nuestros días… ¿Por qué razón? ¿El azar, la buena gracia los conservó? Platón fundó la “Academia”, Aristóteles “El Liceo”, dos lugares donde se cultivó el estudio por la geometría, las ideas, la política, las ciencias, y que, además, eran frecuentados por un público especializado y aristócrata, es decir, reservado para un grupo privilegiado de la sociedad. De ahí que el comunismo platónico sea un orden político encabezado por “los más sabios” y “los mejores guerreros”, o que Aristóteles haya justificado la existencia de la esclavitud como un asunto “natural”.<br />
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Ahora bien, siendo Sócrates un personaje tan enigmático y rupturista para su época, ¿cómo es posible que esta haya sido su única tradición? La verdad es que no lo fue. A Sócrates lo rodearon diversos personajes e, incluso, aquellos que recién nombramos ni siquiera fueron los más populares de su época. Así como Platón y Aristóteles fueron considerados los “socráticos mayores”, también existieron los “socráticos menores”, pensadores cuyas obras no fueron conservadas y que abarcaron otros aspectos del pensamiento, muchas veces incómodos para las clases pudientes. Entre ellos podemos contar a los hedonistas, amantes de la vida placentera, reunidos en torno a Aristipo de Cirene, o los racionalistas megáricos. No obstante, quien sin duda marcó una interesante<br />
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tradición fue Antístenes, también conocido como el “Sócrates enloquecido”, en tanto siguió las ideas relacionadas a la ética y a la vida frugal e independiente que defendía Sócrates, llevándolas al extremo de propugnar una vida autosuficiente, a través de una crítica voraz a las convenciones sociales y preguntándose acerca de qué es lo natural en el hombre. Se le recuerda, al igual que al presocrático Anaxágoras, por declararse “cosmopolita”, o sea, una ciudadano del Cosmos, del mundo, no de una región delimitada. Su filosofía no nacía de los grupos privilegiados, sino simplemente de los espacios públicos, de la gente más común y<br />
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corriente. Dicen que visitaba con frecuencia el llamado “Cinosargo”, un gimnasio adonde concurrían los extranjeros y humildes de Atenas, que eran aquellos cuyo linaje no provenía de las antiguas familias atenienses. Antístenes tuvo un discípulo, a quien en verdad nunca quiso adoptar como tal, y que fue, luego, el más conocido promotor de sus ideas: Diógenes de Sinope, o Diógenes “El Cínico”, particular personaje, muy popular en su época (siglo IV antes de Cristo) y que luego podremos encontrar en toda la tradición de filósofos cínicos, quienes expondrían varias de sus ideas en obras literarias (como Luciano de Samosata y<br />
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Dión de Prusa), o en la imaginación popular, que conservó sus anécdotas como retrato desabiduría y humor (Diógenes Laercio es el mayor expositor, en el siglo II d.C). Su origen, por cierto, no era de reconocidas castas. Todo lo contrario: su padre había sido falsificador de monedas. ¿Y qué tiene que ver el “cinismo” en todo esto, palabra que, además, está cargada de un sentido negativo en nuestra lengua? El cínico griego es distinto: proviene de la palabra “kyon”, es decir, “perro”, de ahí nuestra palabra “canino” o “cínico”. Efectivamente, Diógenes vivía como un perro, despojado de todo bien material y de toda propiedad privada, que para él eran fruto de las convenciones y, por lo tanto, innecesarias para la vida. Deambulaba por las calles de Atenas y Corinto, dormía en un tonel, imitaba a los animales (a quienes admiraba por carecer de propiedad privada), defecaba y meaba en cualquier lugar. Conservó el atuendo de su maestro Antístenes, muy sencillo: una capa y un bastón. Criticó ferozmente a la Academia de Platón, que según él se preocupaba por asuntos superfluos, poco prácticos para la vida humana y el desarrollo de la virtud.<br />
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La historia más popular tiene relación con uno de sus grandes admiradores: Alejandro Magno. Habiéndose encontrado ambos, Alejandro, hombre poderoso, le consulta a un Diógenes que reposa en la tierra si puede hacer algo por él, a lo que responde: “Sí, que te apartes del sol”. No le importaba que fuera el rey. Todos somos iguales ante la naturaleza.Pensador problemático, cuyo legado filosófico siguió presente no sólo entre quienes recuerdan sus cómicas historias, sino también entre aquellos que siguieron su forma de vida. Aquí cabe mencionar a Crates de Tebas, poeta y filósofo que llega a Atenas después de que su ciudad fuera destruida por las cruentas guerras de los poderosos. Proveniente de una familia de clase alta, abandona todas sus riquezas y se entrega a las enseñanzas<br />
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cínicas. Sostenía que para vivir le bastaba una alforja y un puñado de lentejas. Lo<br />
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denominaban “el Abrepuertas”, pues, dado que muchos deseaban escuchar sus consejos, abrían sus puertas para oír sus palabras. Está, además, implicado en una bella historia amorosa: Hiparquía, hermana del cínico Metrocles, se enamoró profundamente de Crates. Éste, que renegaba de mantener una relación amorosa y, en cierta medida, rechazaba el amor de Hiparquía, un día se saca su manta, queda desnudo y dice a Hiparquía: “No tengo nada más que esto”. Ella lo acepta, quiere vivir con él esa vida cínica. Crates, entonces, se casa con ella, pese a las contrareidades familiares. Comienzan a deambular juntos, frugales y enamorados, por los pasajes griegos. Hiparquía se transforma en la única filósofa conocida en la historia de la filosofía griega, disciplina exclusiva de hombres y defendida como tal por el machista Aristóteles. Los cínicos, en este sentido, ponen una novedosa crítica a la división entre géneros.Y la historia continúa. Discípulo de Crates fue Zenon de Citio, fundador de la escuela estoica, de la cual hablaremos en el próximo capítulo y que expresa una de las más interesantes críticas a los gobiernos y a la división social. Se trata, en efecto, de una tradición filosófica poco conocida, cuyo legado solo podemos conocer a través de fragmentos y anécdotas… ¿Quiénes se habrán preocupado de conservar a unos y olvidar a otros? Aquí reside una interesante inquietud: aprender a mirar la historia de las ideas desde una óptica distinta a la que los poderosos, dueños también del conocimiento, nos han querido inculcar.<br />
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La anarquía antes del Anarquismo- La Stoa libertaria.<br />
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Concluíamos nuestro apartado anterior con la siguiente pregunta, aplicada en este caso al campo del pensamiento y de la historia de las ideas: ¿Quiénes se habrán preocupado de conservar a determinados pensadores y olvidar a otros? Podemos, perfectamente, desconfiar de la historia que nos han legado, de la supuesta sabiduría de los sabios, de los maestros del pensamiento. Bastaría preguntarse: ¿Por qué la Iglesia Católica envió a quemar los libros de la poetisa Safo en 1703? ¿Y qué fue de todos los libros escritos por Epicuro? Lo que hemos propuesto a lo largo de estos escritos no es un protoanarquismo, o una filosofía anarquista antigua; más bien, nuestra idea es pensar de otro modo la historia de las ideas, salir a la búsqueda de lo que ha quedado relegado de la historia. Quizás es un gesto similar al de Albert Camus: “Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen”.Por lo mismo, quisiéramos concluir esta colección de artículos con los postulados de la filosofía estoica y así dar forma a esa otra tradición que tiene su origen en Sócrates, pero que se aparta del aristócrata pensamiento de Platón y Aristóteles. Como introdujimos anteriormente, la genealogía se construye desde la filosofía cínica, planteada desde Antístenes, discípulo de Sócrates, trasladada luego a Diógenes de Sinope, el más punzante y crítico de todos, a quien le sigue el austero poeta Crates de Tebas. Hasta ahí, tenemos el panorama de la primera filosofía cínica. Será el encuentro entre Crates y Zenón de Citio en el Pireo lo que dará inicio a la filosofía estoica, corriente filosófica que adquiere diversos rasgos del cinismo, como la idea de que el sabio es un hombre que vive de acuerdo con la naturaleza, pero que toma otras influencias, donde destaca su respeto por las categorías filosóficas platónico-aristotélicas y, sobre todo, la lectura que realizan de los principios heracliteos, a saber, la importancia del fuego como elemento primordial del Cosmos, conforme enseñó el filósofo Heráclito de Efeso en el siglo VI a.C.<br />
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Recién a los 42 años, Zenón comienza a enseñar y forma su primera escuela. Dado que se reunían en el Pórtico Pocilé de Atenas (“Pórtico Cubierto de Pinturas”), fueron llamados “estoicos”, ya que “pórtico” se dice “stoa” en griego antiguo. Era un espacio público, abierto para todos los interesados en sus enseñanzas, pues Zenón no cobraba por ellas. En este sentido, su práctica de la filosofía, cuya base era la lógica, la ética y la física, era considerablemente distinta a la que se impartía en la Academia de Platón, dirigida por Polemón en ese entonces, y al Liceo de Aristóteles, que era dirigido por Teofrasto, quien en su momento reprochó que, si bien la Stoa tenía mucha más concurrencia que su Liceo, éste era mucho más armónico.<br />
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Y es que, efectivamente, las enseñanzas de Zenón tuvieron gran popularidad en el siglo III a.C., extendiendo su influencia hasta al siglo II d.C. Durante este lapsus, es posible distinguir tres períodos: el primero, representado por Zenón y, principalmente, sus discípulos Crisipo y Cleantes; el segundo, que pierde rigidez filosófica y que es desarrollado por pensadores como Antípater de Tarsos y Posidonio de Apamea; y un tercero, quizás el más popular, donde ya no se trabaja la lógica ni la física, y queda solamente la enseñanza moral.<br />
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Este último período es esencialmente romano, siendo Séneca, el emperador Marco Aurelio y el liberto Epícteto sus representantes. En este momento, incluso el cristianismo recibe influencias de la filosofía estoica, sobre todo mediante Pablo de Tarso. Sin embargo, solo podemos conocer esta rica tradición gracias a los escritos, muy posteriores, que Cicerón, Plutarco, Alejandro de Afrodisia, Sexto Empírico, entre otros, hicieron sobre los estoicos, especialmente los antiguos. La otra fuente es de compiladores más o menos mediocres, como Diógenes Laercio o Estobeo, poseedores de anécdotas antes que pensadores. ¿Cuál será el motivo que construyó este puzzle de referencias y no nos dejó ni una sola obra de Zenón? Si bien es cierto que hasta nuestros días llegó el concepto “estoico” para referirse a un estado de fortaleza corporal y espiritual, esto solo se remite a uno de los postulados fundamentales de esta particular filosofía, a saber, que “el dolor hace al filósofo” y que, en cierta medida, la filosofía debe enfocarse al dominio del dolor. Esto, no obstante, no es lo primordial de la filosofía estoica, sino más bien el punto en común entre las tres etapas. En los estoicos antiguos, y sobre todo en Zenón, encontramos múltiples elementos, difíciles de resumir de momento, pero que podemos desglosar desde la noticia que nos legó Plutarco: Zenón habría sido autor de un libro titulado “República”, que constituía una respuesta al libro del mismo nombre de Platón. A diferencia del cultor de la Academia, para quien el gobierno debía ser dirigido por sabios y guerreros, Zenón sostenía un ideal cosmopolita, donde la humanidad no se encuentra divida en naciones o ciudades, sino unida, es decir, una sociedad de conciudadanos, sin diferencia entre riegos y bárbaros. El origen de este imaginario social se encuentra en su idea del Cosmos, donde ética y física están estrechamente ligadas. Para Zenón, el Cosmos se encuentra regido por dos principios: “hyle” (materia) y “pyr” (fuego). La materia es el principio eterno, indeterminado y pasivo, capaz de recibir todas las cualidades, mientras que el fuego, que también es eterno, es determinante, activo e inteligente. Así, de la acción del fuego sobre la materia surgen todos los seres del<br />
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Universo (kósmos). En este sentido, todos tenemos un mismo origen y el Universo en sí es un Todo Orgánico, viviente e inteligente, lo que supone que todo es bueno y perfecto en él. Siendo parte de él, el hombre se adhiere a las leyes de la naturaleza, que nada saben de gobiernos y normas sociales. No se cree en la supuesta racionalidad del Estado, en la institución de la esclavitud o en la diferencia de clases. Por eso se enseñaba en espacios públicos, en tanto la filosofía era un elemento práctico para reflexionar sobre lo que Zenón llamó el “bien supremo”: vivir de acorde a la naturaleza. <br />
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De aquí se desprenden varios elementos, como el nudismo o, según señala Diógenes Laercio, que hombres y mujeres no se diferencien por sus vestidos. De hecho, Plutarco resume en “Sobre la fortuna” la República estoica: “que no debemos ser ciudadanos de Estados y pueblos diferentes, separados todos por leyes particulares, sino que hemos de considerar a todos los hombres como paisanos y conciudadanos; que el modo de vida y el orden deben considerarse uno solo, como corresponde a una multitud que convive alimentada por una ley común”, lo que se complementa con la noticia de Casio el Escéptico: “que no se deben levantar tribunales, ni templos, ni gimnasios”. Ahora, ¿cuál es la ley común<br />
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de esta República? ¿Una ley gubernamental, una orden? En ningún caso. Ateneo, otro comentador, dice que es Eros, considerado como el dios de la amistad y de la libertad, “que procura concordia y nada más”… ¿y qué es aquello de la concordia? Es el pacto, la armonía de las personas, corazones que laten juntos, pero a diferentes ritmos ¿Y es que acaso esto no está expresado en el escrito de Elíseo Reclus “El ideal anarquista”? En efecto, allí Reclus dice que, más que anarquistas, somos “armonicistas”.<br />
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No es fácil el cometido de indagar las ideas sin referencias claras. En estos seis escritos lo hemos intentado. Mención especial merece el viejo compañero Ángel Cappelletti, único traductor a la lengua española de los fragmentos estoicos e interesado, siempre, por ese otro pensamiento, relegado, olvidado intencionalmente. Nuestro interés no es entregar fundamentos a la anarquía, sino pensar de forma anarquista la historia de las ideas. Esto nos permite notar que muchas de nuestras problemáticas ya fueron expuestas en la Antigüedad: ¿Es el Estado un accidente o un hecho natural? ¿Qué es aquello de la “naturaleza humana”? ¿Cómo se piensan las leyes? ¿Por qué la técnica se separó del arte? Preguntas que siguen en suspensión y que, sin duda, encontraron varias luces hace más de dos mil años.<br />
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Para finalizar, solo resta recalcar: la anarquía es tan antigua como la idea de gobierno.<br />
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Salud<br />
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Por <em>Ulises Verbenas</em> </div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-66472812657351522962016-05-21T17:18:00.001-07:002016-05-21T17:18:44.543-07:00Daniel Ahmed: “El islam queer, es un islam de lucha, de disidencia frente a los discursos LGBTQI+fóbicos propios de las lecturas más misóginas y patriarcales del islam”<div style="text-align: justify;">
Daniel Ahmed es licenciado en periodismo, educador social y activista en el ámbito de la islamofobia y la diversidad sexual y de género en el islam. Actualmente, se encuentra realizando una investigación doctoral sobre activismo queer musulmán en la Europa Contemporánea en la UAM (Universidad Autónoma de Madrid). Asimismo, forma parte de la red Nasij. Lo conocimos en la XI Jornadas de Estrategias Positivas de Desarrollo “Resistencias al Modelo Dominante desde la Diversidad Sexual y de Género” organizadas por el Ayuntamiento de Bilbao y la Agencia Vasca de Cooperación. </div>
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<br /><a href="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0005.jpg"><img height="240" src="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0005-1024x768.jpg" width="320" /></a><br /><br />Fotografía realizada por Beatriz Plaza, colaboradora de Pueblos, durante la entrevista. <br /><br />Nasij<a href="http://www.revistapueblos.org/?p=20750#sdendnote1sym">i</a> surge a través de la necesidad de cruzar la diversidad sexual y de género y la religiosidad/espiritualidad. ¿Cómo surgió esa necesidad? ¿Cómo es el proceso en la toma de conciencia individual para convertirlo en un deseo colectivo? <br /><br />La necesidad de una iniciativa como Nasij está vinculada directamente a la propia existencia de personas musulmanas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+<a href="http://www.revistapueblos.org/?p=20750#sdendnote2sym">ii</a>. Parece que cuando hablamos de diversidad sexual y de género y espiritualidad hacemos referencia a categorías diferenciadas. Nasij es un punto de encuentro para las personas en las que se cruzan estos dos ejes: la espiritualidad (musulmana en este caso) y una orientación sexual o identidad de género no normativa. <br /><br />El paso de la necesidad individual a la formación de una iniciativa colectiva nace de la urgencia de hacer frente a las dificultades específicas a las que nos enfrentamos las personas musulmanas queer. En primer lugar, una clara hostilidad hacia todo lo que tenga que ver con el islam. En segundo lugar, una tendencia secularista, más o menos beligerante, dentro de los movimientos sociales (especialmente dentro de los colectivos LGBTIQ+) que en muchas ocasiones acaba plasmándose en una actitud profundamente teofóbica. Por último, también encontramos dentro de las propias comunidades musulmanas un cierto rechazo a hablar sobre diversidad sexual y de género. <br /><br />¿Quiénes formáis parte o participáis en este proyecto? <br /><br />Tal y como lo entendemos desde Nasij, lo importante no es tanto el tener una identidad religiosa, orientación sexual o identidad de género específica, sino el entender más bien que estas identidades, estos ejes, son compatibles. Dentro del colectivo Nasij hay personas musulmanas y queer y personas que no lo son. Lo importante es que todas estamos interesadas en desarticular los prejuicios y los estereotipos que hay en relación al islam, con el objetivo de dar una visión mucho mas inclusiva de dicha tradición espiritual. Somos personas conscientes de que la imagen que se transmite desde los medios de comunicación no se ajusta a la visión que las personas musulmanas (o las personas que han tenido un contacto estrecho con el islam) tenemos de nuestra propia tradición espiritual. <br /><br />Las jornadas en las que has participado en Bilbao tratan de reflexionar sobre la diversidad sexual y de género en las políticas de cooperación al desarrollo. ¿Cuál es tu opinión al respecto? <br /><br />Yo creo que habría que empezar por redefinir qué entendemos por desarrollo. Tal y como se entiende desde Nasij, no puede haber desarrollo sin diversidad. El desarrollo que no tiene en cuenta que las personas somos ampliamente diversas, ya sea en lo relativo a nuestra orientación sexual o identidad de genero, a las lenguas que hablamos, a nuestras pautas culturales o a las creencias que tenemos, no puede llamarse desarrollo. <br /><a href="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0021.jpg"><img src="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0021-300x225.jpg" /></a><br /><br />Fotografía realizada por Beatriz Plaza, colaboradora de Pueblos, durante la entrevista. <br /><br />Reivindicáis la superación de interpretaciones retrogradas y conservadoras de El Corán, realizadas en su mayoría por hombres desde una perspectiva misógina y patriarcal. ¿Cuál es vuestra interpretación? <br /><br />Desde Nasij, desde el propio movimiento musulmán queer, así como desde otros movimientos afines como el feminismo islámico, creemos que de lo que se trata es precisamente de reinterpretar los textos o, mejor dicho, interpretarlos por primera vez ya que, hasta el momento, las únicas interpretaciones que nos han llegado han sido realizadas por hombres pertenecientes a una época y cultura muy específica. Por ello, podemos hablar de la primera interpretación realizada por sujetos invisibilizados hasta el momento: mujeres y personas diversas a nivel de identidad de género u orientación sexual. Este ejercicio de interpretación no sólo se ciñe a El Corán, también se analizan los hádices (los dichos y hechos del profeta), o la jurisprudencia clásica desarrollada durante la Edad Media. <br /><br />De dicho análisis concluimos, de manera inequívoca, que no existe ningún versículo en El Corán que condene explícitamente la homosexualidad. La condena de las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo en el islam (así como en el judaísmo y el cristianismo) surge de una interpretación tendenciosa y sesgada de la historia de Sodoma y Gomorra. Cuando analizamos dicha historia desde una perspectiva mas amplia, comparándola con los textos de otras religiones, atendiendo a los hechos históricos y las investigaciones que han sido registradas sobre la historia y su autenticidad, nos damos cuenta de que las interpretaciones ortodoxas se han centrado en los aspectos relacionados con la sexualidad, confundiendo la violación con una orientación sexual ligada a una identidad y basada en el consenso y respeto mutuo como es la homosexualidad. La homosexualidad no está condenada en El Corán. <br /><br />A pesar de ello, desde “occidente” se utilizan algunas lecturas sobre El Corán para construir discursos islamófobos… <br /><br />Se utilizan porque la jurisprudencia clásica sí que interpretó que lo que se penalizaba eran las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y, en base a ello, se elaboró un código punitivo contra dichas prácticas. Cuando desde ese “occidente” se oyen voces que afirman que el islam es homofóbico por naturaleza, lo que se está asumiendo son los mismos argumentos conservadores, misóginos y patriarcales propios de las interpretaciones clásicas medievales. <br /><br />Tú tomas como referencia el período de la Edad Media, no obstante, en la actualidad desde “occidente” se siguen utilizando argumentos islamófobos para justificar ciertas actitudes y prácticas homofóbicas…. <br /><br />Es cierto que nos encontramos en un momento en el que las legislaciones de algunos de los países de mayoría musulmana criminalizan de forma tácita este tipo de relaciones, pero también habría que tener en cuenta cuál ha sido el papel de la herencia colonial en dicha legislación. Es interesante observar como, si bien no podemos negar una criminalización de determinadas prácticas homosexuales en la jurisprudencia clásica, la vivencia de dichas prácticas era, de alguna manera, mucho más laxa, estaba tolerada siempre y cuando no se realizara en el espacio publico. Existe toda una literatura homoerótica procedente de la época clásica de la civilización arabo islámica que sustenta dicha idea. La llegada de la colonización no sólo llevó toda la imposición de un sistema económico y político, sino también cultural. Las leyes de condena de la homosexualidad de una Europa sumida en una rígida moral victoriana fueron también exportadas e implementadas. <br /><a href="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0013.jpg"><img src="http://www.revistapueblos.org/wp-content/uploads/2016/05/DSCF0013-300x225.jpg" /></a><br /><br />Fotografía realizada por Beatriz Plaza, colaboradora de Pueblos, durante la entrevista. <br /><br />Indicas que existen ciertos países de mayoría musulmana que penalizan las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo, pero hay otros países con otras mayorías religiosas que también las penalizan. <br /><br />Según datos de ILGA (Asociación internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans e Intersexuales), en la actualidad hay 75 países que criminalizan las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo, no la orientación sexual o la identidad de género. De esos 75, hay 26 países que son de mayoría musulmana. 8 de ellos contemplan la pena de muerte aunque es sólo es implementada en excepcionales circunstancias en 5 de ellos (Arabia Saudí, Irán, Sudan, Yemen y Mauritania). El resto de países, 49 en total, son países de mayoría cristiana, hinduista, budista o bahai y, a excepción de Rusia, raramente son mencionados. En este sentido sería interesante plantear algunas cuestiones: ¿es el islam la categoría definitoria detrás de estas leyes? ¿la población musulmana de esos países comulga con dichas leyes?¿es el islam el que criminaliza dichas prácticas o determinadas leyes, dictaminadas por determinados gobiernos amparándose en determinadas tradiciones espirituales o religiosas?¿esta situación de hostilidad vs la homosexualidad siempre ha sido así o ha evolucionado a lo largo de la historia? <br /><br />La “crisis” de la población refugiada que está llegando al Este de Europa está alimentando discursos islamófobos y el auge de partidos de ultraderecha. Estos discursos suelen instrumentalizar los derechos de las personas LGBTIQ+ para criminalizar a las personas musulmanas, a través de estrategias como el homonacionalismo o el pinkwhasing. ¿En qué consisten dichas estrategias? <br /><br />Estamos asistiendo a una hostilidad creciente hacia todo lo que tenga que ver con el islam y las formas en las que se está plasmando esta hostilidad tienen una clara orientación hacia el género, entendido éste de una manera mucho más amplia, incluyendo a todas aquellas personas que no se ajustan al binarismo hombre-mujer heteronormativo.. <br /><br />El término pinkwashing se utiliza normalmente para referirse al lavado de imagen del Estado de Israel en relación a la violación sistemática de los Derechos Humanos de la población palestina. En este caso, el estado de Israel se proyecta como un territorio gay friendly, de manera que el colectivo LGBTIQ+ pueda identificarse con el estado de Israel y acabar apoyando determinadas políticas islamófobas. En este sentido, no sólo se obvia que dicho “paraíso” es reservado sólo a determinadas personas atendiendo a criterios racistas, xenófobos y excluyentes (en función de la clase, la etnia o la pertenencia nacional), sino también la opresión ejercida por dichas políticas sobre la población LGBTIQ+ palestina. <br /><br />El homonacionalismo hace referencia a las políticas feministas y pro derechos de las personas LGBTIQ+ que son instrumentalizadas desde posiciones conservadoras para apoyar posturas (y políticas) racistas, xenófobas y nacionalistas. La publicación de “guías de conducta” para refugiados como la puesta en marcha por el Ministerio del Interior de Austria este mismo año, son un claro ejemplo de dicha estrategia. En ella, no sólo se presupone una superioridad nacional respecto a las personas refugiadas percibidas y representadas como ignorantes, intolerantes, incívicas y LGBTIQ+ fóbicas, sino que reduce a estas personas a un par de ejes (“musulmaneidad” y heterosexualidad) obviando que algunas de ellas también pueden ser no musulmanas y/o pertenecientes al colectivo LGBTIQ+. <br /><br />Además, estos discursos obvian que en Europa también ha habido población musulmana a lo largo de la historia. <br /><br />Dicho discurso parte de la presunción de una identidad europea de origen greco-judío-cristiano donde el islam (entendido como una alteridad oriental y exógena) no tiene cabida. Más allá de las evidencias históricas que ponen en duda tales presunciones, dicha idea obvia que gran parte de la población musulmana residente en Europa en la actualidad está formada por ciudadanos europeos por derecho: descendientes de personas musulmanas migradas, personas musulmanas migrantes nacionalizadas, ciudadanos y ciudadanas europeos convertidos al islam y sus descendientes, musulmanes de los Balcanes, Ceuta y Melilla… <br /><br />¿Qué papel juegan los medios de comunicación de masas en la legitimación del Islam como LGTBIQ+fóbico? <br /><br />El tema de los medios de comunicación es un tema complicado y ante el cual caben dos posturas: o nos callamos y no entramos en su juego o nos valemos de ellos para transmitir una información más fidedigna. En el primero de los casos, si guardamos silencio, lo que hacemos es darles espacio para que sean ellos los que construyan nuestra propia imagen. En el segundo de los casos, corremos el riesgo de ver cómo se tergiversan los discursos, las apariciones y las entrevistas. <br /><br />Desde Nasij somos muy conscientes y críticas sobre el papel que juegan los medios en la transmisión del discurso islamófobo (y de otros muchos discursos) pero no tenemos ninguna línea de actuación específica que vaya en esta dirección más allá de promover públicamente una visión de un islam inclusivo y queer. Es interesante constatar que este tipo de visiones no interesan y los medios nunca se hacen eco de ellas. Vende mucho más una imagen de un islam violento y de muerte. <br /><br />Para finalizar me gustaría preguntarte sobre el cómo: entiendo que Nasij es un movimiento nuevo pero con intención de formar parte de una red transnacional queer musulmán. ¿Qué aportaciones hace el islam queer? ¿Qué pretende transformar? <br /><br />Desde Nasij entendemos el concepto queer como un término paraguas que va más allá de las siglas LGTBIQ+, ya que incluye a personas que igual no se identifican con tales siglas, pero sí con nuestra lucha. Lo queer hace referencia a lo disidente, lo que se sale de la normatividad. Es como un juego de palabras. Cuando añadimos la idea de lo queer al islam, lo que queremos resaltar es que hablamos de un islam de lucha, de disidencia frente a los discursos LGBTQI+fóbicos propios de las lecturas más misóginas y patriarcales del islam, como a los discursos hegemónicos europeos en torno al secularismo, la islamofobia y la diversidad sexual y de género. <br /><br /><br /><a href="http://www.revistapueblos.org/?p=20750#sdendnote1anc">i</a> Nasij: https://www.facebook.com/Nasij-1487428971539744/ <br /><br /><br /><a href="http://www.revistapueblos.org/?p=20750#sdendnote2anc">ii</a> LGTBIQ+ son las siglas que designan a los colectivos; lésbico, gay, transexual, bisexual, intersexual, queer, incluyendo a través del + cualquier otra identidad que se quede en el medio de todas ellas.</div>
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<em><strong>Por: Eneko Calle García </strong>es colaborador de <a href="http://www.pazcondignidad.org/" target="_blank">Paz con Dignidad</a> y de </em><a href="http://www.revistapueblos.org/" target="_blank">Pueblos – Revista de Información y Debate.</a>Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-17540729907007500672016-05-20T18:47:00.000-07:002016-05-20T18:47:02.004-07:00 Tu cáncer te lo cura Zara: Sistema Nacional Patrocinado de Salud. <div style="text-align: justify;">
A menudo nos encontramos con jornadas, artículos y folletos propagandísticos que hablan de cómo fortalecer la colaboración-público-privada (dicho rápido y sin respirar) en el ámbito sanitario. Esa misma colaboración público-privada que ha hecho que en España la sanidad privada sea un sector que funciona con un fuerte dopaje institucional (en forma de conciertos y similares) y que, aunque sea menos fomentado, ha hecho que la sanidad pública sea un ente inane por la fuerte restricción presupuestaria (la de siempre, pero especialmente la que en los últimos años ha disminuido el gasto en un 20%) pero que utiliza para complementarse algunas interacciones con la privada que ahora comentaremos. <br /><br /><br /> Esta introducción nos ha venido a la cabeza tras leer el siguiente titular (que <a href="http://www.ideal.es/andalucia/201605/19/andalucia-contara-equipos-ultima-20160519161808.html?ns_campaign=APPWA&ns_source=BT&ns_linkname=Bottom&ns_fee=0&ns_mchannel=TW">encabeza esta noticia</a>): <br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuTcfB8MFQJwg1pvibXKPJK4wkF5U1zdI7SMPFpxh85qWf1vWmtv7uZOQ_NkE-VKJ-yyo5_p6kA1T7Uk8xn4ZN0qRb162QvbP1sUpSrCd50UGbCcTrUJftGmwarjo_9opvO8Jl4IolATk/s1600/sd.bmp"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuTcfB8MFQJwg1pvibXKPJK4wkF5U1zdI7SMPFpxh85qWf1vWmtv7uZOQ_NkE-VKJ-yyo5_p6kA1T7Uk8xn4ZN0qRb162QvbP1sUpSrCd50UGbCcTrUJftGmwarjo_9opvO8Jl4IolATk/s400/sd.bmp" /></a><br /><br /><br /> En el titular se les ha olvidado poner que será la Fundación Amancio Ortega (es decir, el ente encargado de lavarle la cara a la imagen de Zara) quien pagará 40 millones de euros para que el Sistema Andaluz de Salud cuente con esos aceleradores lineales para radioterapia. <br /><br /><br /> Nos encontramos entonces con una realidad singular: <br /><br /><br /><br /><ul>
<li>Una fundación que ejerce de brazo para la responsabilidad social corporativa de una empresa privada (o de su dueño-fundador) dona dinero de forma desinteresada (ejem, ejem) y de esa manera muestra el compromiso que tiene con la sanidad pública y con la salud de la población española.</li>
</ul>
<ul>
<li>Lo dona a un sistema sanitario público; la presidenta de la Comunidad Autónoma en cuestión se despacha con e lsiguiente posicionamiento:</li>
</ul>
*Susana Díaz, que ha agradecido el "compromiso social" de la Fundación Amancio Ortega con el sistema sanitario público andaluz, ha destacado su compromiso presente y futuro con la sostenibilidad del sistema, que -en su opinión- es el "orgullo" de los andaluces y una garantía de igualdad de oportunidades. <br /> El problema es que más allá de lo que sale en la foto de la noticia existen otras dos realidades que ayudan a entender mejor lo que ocurre: <br /><br /><br /><br /><ul>
<li>El Sistema Andaluz de Salud recibe esos 40 millones de inversión pero Andalucía es la Comunidad Autónoma con un menor gasto sanitario por habitante desde hace años; no solo esto, sino que es de las CCAA que más recortes ha aplicado en este sector desde el inicio de la crisis económica. Cuando se pregunta el porqué, los argumentos oscilan entre (I) la insuficiente financiación vía transferencias de recaudación impositiva que les llega desde el Gobierno Central y (II) la maravillosa gestión económica realizada a nivel regional que les permite dar mejores servicios que nadie en el país con la menor financiación de todas.</li>
</ul>
<ul>
<li>Una fundación vinculada a una empresa sobre la que han caído <a href="http://www.eldiario.es/economia/Inditex-Amancio_Ortega-Pablo_Isla-Pontegadea_0_240426699.html">mil y una acusaciones</a> de montar un entramado societario complejo para <a href="http://www.bloomberg.com/news/videos/b/f1ce40fd-40df-4b20-bcef-b6463977fd95">pagar menos impuestos en España</a> de los que le corresponderían si actuase sin hacer sobreesfuerzos para evadir los miniesfuerzos del fisco español. </li>
</ul>
Resumiendo, y por si no hubiese quedado muy claro: Zara da limosnas, a través de su fundación, a una Sanidad Pública que en parte está infrafinanciada porque las grandes empresas evaden contribuir a financiarla vía impuestos. El eterno dilema: caridad frente a justicia social (o su representante en el mundo fiscal, la justicia tributaria). <br /><br /><br /> Este modelo de interacción público-privada según el cual los servicios sanitarios públicos adquieren material clínico para uso diario que, de ser necesario, debería ser financiado por los presupuestos de los servicios de salud es algo relativamente frecuente y que tiene su expresión más común en dos fenómenos que explicaremos a continuación: <br /><br /><br /><br /><ul>
<li>Las becas de investigación y la actividad clínica: en algunos Servicios Autonómicos de Salud (Andalucía es un ejemplo de ello) una de las pocas posibilidades que un médico joven recién terminada la especialidad lograra un trabajo en un hospital era por medio de una beca de investigación que bien podía hacer que se dedicara a la investigación o bien haría que se dedicara a hacer trabajo clínico con la investigación como excusa. Generalmente esas becas son vehiculizadas por una Fundación de Investigación con titularidad pública, pero en muchas ocasiones los fondos son estrictamente privados (empresas farmacéuticas, de diagnóstico, aseguradoras, ...). Esto nos lleva a una situación en la cual la infradotación de personal contratado por los cauces habituales (bolsa de trabajo, oposición, concurso, loquesea) se ve sustituida por la dotación de personal para investigación cubriendo tareas asistenciales y con criterios de selección que pueden bypassear los mecanismos estandarizados (que nos gustarán más o menos -casi siempre menos-, pero son los mismos para todo el mundo).</li>
</ul>
<ul>
<li>El posicionamiento de medicamentos y la subvención privada a hospitales públicos: uno de los mecanismos que tiene la industria farmacéutica para posicionar sus medicamentos es regalarlos (venta a coste 0€) a los hospitales para que estos se vean incentivados en su uso y los receten para cuando el paciente sea dado de alta, de modo que el hospital no gasta nada en esos medicamentos y ese gasto se ve transferido a la Atención Primaria que tiene que lidiar con medicamentos de alto coste (generalmente), crónicos y cuya indicación tal vez no sea muy adecuada al entrar el factor coste en una ecuación que es distinta a la del hospital (porque el factor coste se ha visto eliminado en ese nivel). Este método de introducción de nuevos medicamentos y expansión de su uso tiene tantos incentivos perversos que uno no sabe por donde empezar, así que nos quedaremos en subrayar que es otra forma de subvención de un sistema infradotado por parte de una industria que, en este caso, ni siquiera está aliviando los costes del sistema, sino que está financiando a una microparte del mismo (hospital) para sobrecargar económicamente a otra parte del conjunto (Atención Primaria). </li>
</ul>
Cuando la filantropía empresarial entra en unos sistemas públicos de salud que han reducido su financiación hasta los límites de la sostenibilidad externa el mango de la sartén no está en las instituciones.</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-35107740433951321302016-05-11T19:28:00.000-07:002016-05-11T19:28:49.920-07:00La minga y el trabajo comunal, por todo el mundo. <br /><div style="text-align: justify;">
<br />"La unión nos hace fuertes, y el individuo es importante como parte de un todo." Evaristo Nugkuag Ikanan, aguaruna. <br /><br /> "Debemos trabajar de forma colectiva porque ahí es donde radica nuestro poder y, ademas, actuar así resulta ventajoso". Tanien Ashini, innu.<br /> </div>
<div style="text-align: justify;">
Para los penan, la peor ofensa social se denomina sihun, que significa no saber compartir. Los yanomami creen que un cazador enfermará si consume su propia caza: el egoísmo es la peor falta. En la vasta estepa de Mongolia, es de mala educación llamar a la puerta y los visitantes simplemente deben entrar y hacer uso de ella de manera libre. Los saharauis erguibat también mantienen siempre la puerta abierta.<br /><br /> Para el pueblo pigmeo bakola de Gabón, el ébola es el "ezanga". Los ezanga son monstruos o malos espíritus con forma humana que devoran los órganos de las personas que no comparten sus cosas con los demás. Además, los ezanga podían convertir a las personas en simios u otros animales. <br /> El ébola se transmite cuando se come carne de un animal infectado, normalmente un mono o un murciélago, en zonas aisladas donde no hay carne fresca para compartir. <br /><br /> En realidad, por todo el mundo abundan creencias de este tipo, y por eso existen antiguos y tradicionales sistemas de trabajo comunitario y redes de apoyo y solidaridad, sin esperar nada a cambio más que el bien de todos. <br /><br /> "Occidente" no es un caso aparte: está el auzolan en Navarra, la prestación asturiana andecha, las hacenderas de Segovia, la tornajeira gallega, el tornallom valenciano, o el coor o meitheal irlandés. En el uso moderno, por ejemplo, un Meitheal podría ser un grupo de vecinos y amigos invitados para ayudar a decorar una casa a cambio de comida y bebida.<br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGcJmTeevMXfkTkmqIt2CP_0r9vJ8DzveYyecGEXUCakAf2FLcWa2taeYzapPhvONAHN5Fhwbo98wPXho-U1rFjPHannIb4G2yOn2EIE6gdIdhyphenhyphengUN24CFm45mVpaQNyIlQsbLOMPwdPD7/s1600/todmorden.jpg"></a> El pueblo Todmorden en Inglaterra utilizó el trabajo comunitario de toda la comunidad para plantar verduras, frutas y hierbas útiles en cada trozo de terreno disponible. 70 espacios públicos y una red de 280 voluntarios, y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha. Incluso el hospital dispone de un jardín de hierbas medicinales.<br /> “Vivíamos en un pueblo sin nada especial, como cualquier otro, abatido por la crisis y por el desempleo”, recuerda la cofundadora Pam Warhurst. “Lo que hemos logrado ha sido no sólo reverdecer nuestras calles, y poner a cultivar a la policía y a los bomberos. Lo más importante ha sido si acaso reactivar el poder la comunidad, y demostrar que juntos podemos”.<br /><br /> “Vengo un par de veces por semana y me dejo inspirar por lo que encuentro”, dice Thomas Manz que coge su cesto, sale a la calle y las recolecta en alguno de los espacios públicos de su localidad, Andernach, una población de unos 30.000 habitantes al norte del estado alemán de Renania-Palatinado. “Los políticos se oponían: temían que los espacios verdes se echasen a perder o se deterioraran, tenían miedo al vandalismo, y al rechazo de la ciudadanía” recuerda el impulsor de esta idea Lutz Kosack. Hoy, los cultivos cubren ya 8.000 metros cuadrados del centro y unas 13 hectáreas a las afueras.<br /><br /> Algunas, como las germanas Minden, Kassel o Waldkirch, o la austriaca Kirchberg y Wagram, ya se están volviendo también ciudades comestibles. <br /><br /> Talkoot, de Finlandia, es una expresión para la reunión de amigos y vecinos para realizar una tarea. El mismo término y en aproximadamente el mismo contexto se utiliza en Estonia (talgu), en Letonia (talka o talkot) y en Lituania (talka o talkauti). Es el equivalente cultural del trabajo comunitario en una aldea, aunque adaptado a las condiciones de Finlandia, donde tradicionalmente la mayoría de las familias vivían en granjas aisladas, muchas veces a millas de distancia del pueblo más cercano.<br /><br /> Dugnad es un término noruego para el trabajo voluntario realizado en conjunto con otras personas. La palabra fue votada como la palabra noruega del año 2004 en el programa de televisión «Typisk Norsk» (Típico noruego). La participación en un Dugnad suele ir seguida de una comida común, servido por el anfitrión.En las zonas urbanas, la Dugnad se identifica con la limpieza de primavera al aire libre y la jardinería. Ocurren más ampliamente en las zonas remotas y rurales. La palabra noruega "Dugnadsånd" es traducible como el espíritu de la voluntad de trabajar juntos por una mejor comunidad. <br /><br /><br />En este poder se basa el término Guanxi (relaciones) de China. Una red de relaciones y contactos entre personas, que cooperan entre sí e intercambian favores, y que se consolida a través del respeto, la lealtad y la confiabilidad. Un pequeño ejemplo es el hecho de que aunque China sea tan extenso como Estados Unidos, tiene un solo huso horario. Es la importancia de mantenerse sincronizados. <br /> Con esta idea general de la filosofía china se entiende la prosperidad de los negocios chinos. Respeto, autoridad, rectitud, lealtad, piedad filial y el deber de reciprocidad. En el proyecto confuciano, la persona buena es la que siempre intenta ser mejor. “Una barra de hierro, a fuerza de ser afilada, puede convertirse en una aguja”, dice un proverbio chino: nada se consigue sin paciencia, constancia y empeño, incluyendo los negocios. De esta manera se consigue ser alguien con prestigio, alguien con mianzi (rostro). Pero este prestigio se consigue únicamente a través del guanxi, las relaciones sociales. Así, se crean redes de apoyo y solidaridad previas a las relaciones de mercado, basada en el don y en la confianza, no en el contrato. <br /><br /><br /> Gotong-royong es una concepción de la sociabilidad familiar de Indonesia y Malasia. <br /><br /> Clifford Geertz habla de "un enorme inventario de instituciones muy específicas y a menudo muy complejas para efectuar la cooperación en el trabajo, la política y las relaciones personales por igual, (...) rukun (ajuste mutuo), gotong royong (trabajo conjunto de las cargas), Tolong-menolong (asistencia recíproca)"<br /><br /><br /><br /><br /> Y en "El parentesco en Bali", Clifford Geertz y Hildred Geertz escriben: "El término genérico para cualquier grupo organizado en Bali es "seka", que significa literalmente "ser como uno". El término se aplica a todos estos grupos que se han descrito: consejo de una aldea a la que generalmente se le llama "seka banjar"; varios grupos de templos referidos como el seka de ese templo; la sociedad de riego es conocida como seka subak; así de continuo. En un seka, todos los miembros tienen idénticos derechos y deberes, con independencia de su posición de estatus.(...) las decisiones son tomadas unánimamente en una reunión de toda la totalidad, y el líder es nominal e inautorizado, ya que la seka no es parte de una gran organización, sino que existe independientemente, libre de otros vínculos o influencias." <br /><br />El antropólogo Robert A. Hahn escribe que "la cultura javanesa está estratificada por la clase social y por el nivel de adhesión al Islam. ... La cultura javanesa tradicional no hace hincapié en la riqueza material. ... Es el respeto a aquellos que contribuyen al bienestar del pueblo en general sobre su beneficio personal. Y el espíritu de royong gotong, o el voluntariado, se promueve como un valor cultural."<br /><br /> Bayanihan es un término filipino tomado de la palabra bayan, en referencia a una nación, país, ciudad o comunidad. El bayanihan se refiere a un espíritu de unidad comunal o esfuerzo para lograr un objetivo particular.<br />Es una tradición comunal en la que miembros de la comunidad ayudan a una familia que se muda para el transporte de la casa a una ubicación específica. El proceso implica, literalmente, llevar la casa a su nueva ubicación. Esto se hace poniendo palos de bambú para levantar los pilares de la tierra y llevar toda la casa encima a cuestas. La tradición también cuenta con una pequeña fiesta organizada por la familia para expresar gratitud a los voluntarios. Bayanihan también ha sido adoptada para referirse a un esfuerzo civil local para resolver los problemas comunales. El concepto está relacionado con damayan ("para ayudarnos unos a otros").<br /><br /> Las "ar gzhas", son canciones de trabajo realizadas durante la construcción de las casas en el Tibet. El Arka (piedra caliza triturada) es laboriosamente compactada por equipos de trabajadores que sellan el suelo con sus pies y apisonan con un largo palo (bogto). Esto normalmente se realiza en grupos: los trabajadores se alinean en filas y se mueven un paso adelante, un paso atrás, al mismo tiempo, golpeando el suelo rítmicamente con la bogto. Estos movimientos rítmicos se acompañan de canciones. <br /><br /><br /><br /> En esta canción, en concreto, dicen:<br /><br />"Alegría y felicidad en la parte superior. En la parte superior que feliz construir una puerta de oro, agregar una puerta de oro, una puerta que vendrá a llenar la casa con lama, con alegría y felicidad.<br />La alegría y la felicidad en la parte media, en la parte media que construir una puerta de plata, una puerta de plata para dar la bienvenida a grandes líderes. La casa llena de alegría y felicidad.<br />En la parte inferior, feliz, en la parte inferior qué feliz construir una puerta de concha. La puerta de la fraternidad y la hermandad, la casa llena de alegría y felicidad." <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGDuPcGFKRjcL2SgrjWyuPAT6pMP1TiH7NKATjVXTtM7X6iFWAuKkz6LvNyOMDrY6XrOJc3XS3Lnbrp_2NI_hC5TDOc8SjcRmPQorPynxXg79Lj-szGVBJNxktv1-UrniV6dbJ0KD-OjLd/s1600/comun6.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGDuPcGFKRjcL2SgrjWyuPAT6pMP1TiH7NKATjVXTtM7X6iFWAuKkz6LvNyOMDrY6XrOJc3XS3Lnbrp_2NI_hC5TDOc8SjcRmPQorPynxXg79Lj-szGVBJNxktv1-UrniV6dbJ0KD-OjLd/s1600/comun6.jpg" /></a>En latinoamérica también entienden que el trabajo duro no está reñido con el buen vivir. La filosofía de la Suma Qamaña de Bolivia, que se podría traducir como “buen (con)vivir”, es la sociedad buena para todos en armonía con los otros y con la naturaleza (la Pacha Mama). Por eso, la manera de expresar regularmente que alguien es ‘pobre’, es waxcha (o waqcha, en quechua), que literalmente significa ‘huérfano, abandonado’. <br /> Los precolombinos ya utilizaban la minka, mingako o minga (del quechua minccacuni «solicitar ayuda prometiendo algo»), que hoy los pueblos indígenas de la cordillera andina usan todavía. El ayni es un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu o aillu (una comunidad que trabaja con propiedad colectiva). Como un banco del tiempo. Lo más común es intercambiar trabajos en labores agrícolas, pastoreo, cocina o en la construcción de casas. <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFgcZZRm63ZD2GWdRQl61x7KL4q_3UtiI_viBT61faujrJRFF3XaYeMvR6ZTjPe5QzFLHI0uGCnXoF9ZNjKKBuc2xewDUtxaJv2LmVnHtv8BJwHyLq7xN-hJjP83RB9CpMyFTI8OrvCR4z/s1600/minga6.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFgcZZRm63ZD2GWdRQl61x7KL4q_3UtiI_viBT61faujrJRFF3XaYeMvR6ZTjPe5QzFLHI0uGCnXoF9ZNjKKBuc2xewDUtxaJv2LmVnHtv8BJwHyLq7xN-hJjP83RB9CpMyFTI8OrvCR4z/s1600/minga6.jpg" /></a> </div>
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El caso más llamativo de minga es el del puente peruano de Q'eswachaka, el último puente colgante hecho exclusivamente de fibras vegetales y que se ha regenerado por más de cinco siglos. Y es que cerca de mil personas de comunidades diferentes (Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Pelcaro) se reúnen anualmente en su renovación. <br /><br /> Mutirão es el mismo sistema pero de origen tupí que se usa en Brasil, el trabajo comunitario para la construcción civil de casas populares en la que todos son beneficiarios y se prestan ayuda con un sistema rotativo y sin jerarquía. Se usa mucho para acciones colectivas no remuneradas como limpieza de parques, calles, escuelas… Para esta práctica de acción comunal existen muchos sinónimos: muxirão, muxirã, muxirom, muquirão, putirão, putirom, putirum, pixurum, ponxirão, punxirão o puxirum.<br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmjBKiotC4fHrx420oETcLyRi9RWBywn3-Op8DYm0EfjrgMpBYriVW1x7-MifaKgqGDjHNs54WX1qo_dcKCFt2sqIpujleYEmK8IwRizXv7bcziXw16Zz1ZgjLocmSixaBGPbfxSW4OzE/s1600/tequio.png"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmjBKiotC4fHrx420oETcLyRi9RWBywn3-Op8DYm0EfjrgMpBYriVW1x7-MifaKgqGDjHNs54WX1qo_dcKCFt2sqIpujleYEmK8IwRizXv7bcziXw16Zz1ZgjLocmSixaBGPbfxSW4OzE/s1600/tequio.png" /></a> En México, en la cultura zapoteca, se conoce como tequio a la faena o trabajo colectivo que todo vecino de un pueblo debe a su comunidad. En el Estado de Oaxaca, el tequio está protegido por una ley estatal. <br /><br /> Jacobo Tomás Yescas, zapoteco de Oaxaca, explica el sentido del tequio y la gozona:<br /><br /> - Acá estamos acostumbrados al tequio para realizar los trabajos del pueblo. Todos juntos... Antes se hacía tequio también cuando se hacía un edificio público... En los últimos años es poco lo que es el tequio, porque quieren quitar esa costumbre, que se haga tequio; pero la mayoría no quiere que se quite esa costumbre... Es muy difícil que se quitara, porque ya están acostumbrados a trabajar así...<br /><br /> - ¿Y qué es la gozona?<br /><br /> - Para nosotros la gozona es para... Por ejemplo, tengo un vecino, ¿no?, voy un día de él a trabajar, y ya va conmigo... Así es, ya van conmigo, ya voy con ellos. Eso en la gozona... Yo mi vecino le voy a ver: “ven a trabajar conmigo porque no tengo ayuda”. Hacemos gozona... El va de conmigo dos, tres días; y ya le repongo yo luego los días que trabajó conmigo...<br /><br /> - De ese modo, no se contrata a ninguna persona...<br /><br /> - No, ya no se contrata. Somos gente de escasos recursos; entonces, ya con la gozona nos evitamos de dinero... Y así funcionamos unos con otros, cooperamos... Aquí no hay gente contratada: ya con la gozona tenemos, pues; resolvemos los trabajos...<br /><br /> El pueblo mexicano rarámuri, que vive en las montañas de Chihuahua, usan el término córima para definir un acto de solidaridad con alguien que lo está pasando mal. No ofrecer córima a alguien que necesita ayuda se considera un incumplimiento a una obligación y una ofensa a la vez. No se trata de caridad dictada por la moral católica, porque el que da limosna mantiene su mano encima de la mano que recibe. En estas sociedades, no hay mano encima de la otra. Simplemente, las manos se entrelazan en un "hoy por ti, mañana por mi".<br /><br /> Esto es parecido a la tradición de guelaguetza del Estado mexicano de Oaxaca, un “intercambio recíproco de regalos y servicios”. Su práctica se teje alrededor de las relaciones recíprocas que unen a la gente. <br /><br />Un ejemplo fue es el que cuenta el escritor oaxaqueño Abel Santiago Díaz, sobre un profesor extranjero que, "sorprendido, vio llegar al aula de la escuela que le servía de hospedaje, uno por uno, al pueblo entero, que le llevaba todo lo necesario para su fiesta nupcial: pollos, guajolotes, maíz, fríjol, especias, cartones de cerveza, cajas de refresco, aguardiente, loza, etc. El presidente municipal y su esposa se ofrecieron como padrinos de la ceremonia, llevándole una banda de música de viento por veinticuatro horas consecutivas. Los que no pudieron llevar obsequios por carecer de recursos, le ofrecieron su trabajo: los hombres construían gigantescos toldos de zacate y carrizo y todo lo relacionado con el trabajo pesado. Las mujeres, todo lo concerniente a la cocina."</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOUJ09PCWSy3EqEVFqcqbD5_Cgzk8UB2rV8u8qLnsp7xmd2_eP781k2SXQyElsPX0I9I3wg2TwAuY1vqbcxad5rwKq3zwX9rPZ7lcl7-5gr4u5iIFaDQDS93-XlYWppHTk3MNW4xeINGCA/s1600/guelaguetza_viajabonitomx20.jpg"></a><br /> Eso sí, después uno por uno fueron a su casa a pedirle de vuelta los dones dados para su boda, cuando así lo necesitaban.<br /><br /> Para este tipo de sistemas, también se utilizan los términos "la faena", "la fajina", "el trabajo de en medio" y "la mano vuelta". Con el fin de detectar en el vecino un motivo para la guelaguetza, una carencia o un problema que pueda exigir la atención comunitaria, es necesario pararse a saludar de manera interrogatoria, sobre su salud, trabajo, familia... "¿Cómo está nuestro maíz?" preguntan los tojolabales. El maíz, aún estando en tierras del vecino, recibe el cuidado de todos y, por lo tanto, dicen "nuestro".<br /><br /> Gadugi en Cherokee significa "trabajar juntos" o "trabajo cooperativo" dentro de una comunidad, para proyectos tales como la recolección de las cosechas o cuidado a los jardines y de los miembros ancianos o enfermos. La palabra Gadugi viene de la palabra para "pan", que es Gadu. En los últimos años, el gobierno tribal Cherokee Nation ha promovido el concepto de Gadugi. <br /><br /> En Uzbekistán, la “Makhalla” es una comunidad que tiene su mezquita, su administración autónoma local, su tradición y su cultura. Esta forma de organización vecinal, nacida de los antiguos gremios de artesanos, garantiza la participación colectiva en los acontecimientos más importantes de todas las familias uzbekas: celebraciones de carácter religioso, resolución de conflictos, educación de los niños y reducción de las desigualdades entre los vecinos. Para ello, se conserva la antigua ceremonia de ayuda mutua “khashar”. Con el método “khashar” ayudan a construir la casa a todas las familias e incluso a urbanizar el barrio, la calle y la ciudad. La importancia de “makhalla” es tan elevada que fue reconocida para la autoadministración local del país. <br /><br /> Los pueblos musulmanes también siguen una retahíla larga y cuidadosa en el<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXOIYU62UIFyLHdDQdOs1SrdLFDO82W7RHPl6vgo6_vrSUSMYJxTUOdL7Jr6h-45oLBV2gD86oUoEId7_wMEupZ65I-S3nB_JAydd0nLzWrpHAbAUuACKVOesuTRBWPkNHjYHvHwgg7xhP/s1600/te-en-el-desierto-sahara-de-mauritania1.jpg"></a> saludo, preguntando por cada miembro de la familia, por su salud y su trabajo. El término musulmán azaque o zakat, zakaat, zakah, o en turco zekât, es una proporción de la riqueza personal que debe tributarse para ayudar a los necesitados. <br /><br /> Entre el pueblo saharaui erguibat, existía una especie de acto de caridad llamada miniha. Un hombre llamado Ismail explicó a la antropóloga Sophie Caratini lo que significaba este sistema: "Cuando tú prestas tus camellas a alguien, es porque no tiene con qué vivir, o porque le han arrebatado su rebaño, o porque la sequía lo ha arruinado. No hay pobres entre los erguibat. Si alguien no tiene nada, cada uno le da uno o más animales para que de nuevo tenga la posibilidad de salir adelante; no hay otra solución. Esto todavía se hace hoy. ¡Los erguibat son más socialistas que vosotros!, ¿sabes?"<br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUKpp2qPMZtMwU-BVxaH-c_oMZdoBrsUL1cE2vl___Ns7eW99zqYur6GbNEv6Tn2EbPLa7y8O4fUwC2Bohs-1GTCDTHzXsb2i5NztWFhaY0f1rikm3JdKvx_VGNOWJ6kz5tYn6eq7oSD2I/s1600/hospitality.jpg"></a> Como modo de reciprocidad, está la hospitalidad islámica, la diyâfa. En Uzbekistán hay un dicho "Mehmon otanda ulugh" ("el invitado es más grande que el padre") <br /> De hecho, el Islam significó la primera globalización del mundo: destruyó las fronteras comerciales y garantizó la seguridad de las personas, de modo que pudiesen trasladarse (y trasladar sus conocimientos y sabiduría) de un lugar a otro sin sufrir daños, protegidos hasta sus últimos pasos y siendo invitados de honor en todos los hogares. Así, comerciaban desde Francia, pasando por Antaki, hasta llegar a Bagdad, para bajar por el Tigris hasta Omán, a India y finalmente a China, y todos estos sitios estaban conectados entre sí sin la menor interrupción. <br /><br /> Naffīr (نفير) es una palabra árabe utilizada en algunas partes de Sudán (incluyendo Kordofán, Darfur, partes de las montañas de Nuba y Kassala) para describir determinados tipos de empresas de trabajo comunal. Se trata de un grupo que recluta a través de las redes familiares, parientes políticos y vecinos de un pueblo, para un propósito en particular, que luego se disuelve cuando se cumple ese propósito. Una alternativa, más reciente, lo describe como "traer a alguien juntos desde el barrio o comunidad para llevar a cabo un determinado proyecto, como la construcción de una casa o la prestación de ayuda durante la temporada de cosecha." <br /> Imece es un nombre dado a una colaboración tradicional turca en un pueblo. Por ejemplo, para la organización general de una ceremonia, el lugar, la comida, la construcción y el arreglo de la nueva casa de los recién casados. <br />La palabra puede estar relacionado con la palabra NAFR del árabe estándar (نفر) que describe una banda, partido, grupo o tropa, típicamente movilizadas para la guerra. <br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuimZeW15MhB52nr3Xxz4BX4Kn77aG5EpO55hI6wwJahipOw2Sw41julvLks8d_EVo5bOCnntmRcXiBwgq6E6ll3fEWZHU2WnM2nQhwD-Sg5JEi6jcuHH-XJwTDSeBo9Q-Rrcn8Gi-UI_d/s1600/tokelau_people_266edit.jpg"></a> Oceanía no está al margen de estos sistemas. En el pequeño archipiélago Tokelau (Nueva Zelanda) y las islas Cook, los archipiélagos más aislado del mundo, el compartir se convirtió en un auténtico sistema de supervivencia. Maopoopo es el principio rector y se traduce como "una unidad de un propósito común que abarca el cuerpo y el espíritu." Este espíritu colectivo es cultivado a través de actividades comunitarias que incluyen expediciones de pesca, proyectos de construcción, carga y descarga de los buques, competiciones deportivas, y la música y la danza.<br /><br />Maopoopo se ejemplifica mejor para el día de hoy a través de la práctica de inati. En días especiales, todos los hombres de las aldeas pescan juntos. A su regreso, se dividen de manera sistemática y ritualmente la captura con todos los clanes familiares de la isla. La pesca fresca se coloca cerca de la playa y se reparte según las necesidades de cada cual. <br /><br /> En Hawai, tiene la "laulima" (trabajar juntos) para proveer comida para todas las familias. La gente del interior llenaba el ‘umeke ‘ai (recipiente de poi), mientras que la gente de la costa llenaba el ipukai (cuenco de carne/pescado). Juntos mantenían y protegían los recursos para asegurarse de que hubiera sostenibilidad. El romper el kapu o las normas sociales que aseguraban esta sostenibilidad era vergonzoso. <br /><br />Que el bienestar de uno depende del bienestar de todos lo saben bien en algunas zonas de Sudáfrica. Su maopoopo se llama ubuntu. Cuando se desea elogiar a alguien, se le dice que tiene ubuntu, que es una persona que se completa a través de otras. Ello significa que los africanos también invitan de modo cotidiano a desconocidos a sus hogares y los niños se crían con la ayuda de toda la comunidad. <br /><br />Harambee es una tradición keniana de eventos de autoayuda de la comunidad, por ejemplo, de recaudación de fondos o de desarrollo actividades. Harambee significa literalmente "tirar todos juntos" en swahili, y es también el lema oficial de Kenia, apareciendo en su escudo de armas.<br />Después de la independencia de Kenia en 1963, el gobierno adoptó el harambee como un concepto para tirar todos juntos del país y construir una nueva nación. Alentó a las comunidades a trabajar juntos para recaudar fondos para todo tipo de proyectos locales, prometiendo que el gobierno proporcionaría sus costos de inicio. Bajo este sistema, los individuos ricos que deseaban entrar en la política podrían donar grandes cantidades de dinero a las unidades harambee locales, ganando con ello la legitimidad.<br /><br /> Algunas zonas de Haití se reconstruyeron gracias al trabajo comunitario llamado kombit. Un terremoto segó la vida a más de 200.000 personas y dejó sin hogar a millón y medio. Para Michaëlle Jean, enviada espacial de Haití en la UNESCO, “liberar” al país del asistencialismo de las ONGs era condición imprescindible para devolver al Estado el rol de liderazgo que debía asumir tras la catástrofe. Con el kombit, fué la población la que planteaba problemas por resolver (una plaza comunitaria, un centro cultural o el asfaltado de un segmento de calle) y cada semana hacían turnos de trabajo comunitario. <br /> </div>
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En Ruanda, la palabra umuganda se puede traducir como "la unión en el propósito común de lograr un resultado". En la cultura ruandesa tradicional, los miembros de la comunidad pedían ayuda a sus familiares, amigos y vecinos para completar una tarea difícil. Como parte de los esfuerzos por reconstruir Ruanda después de la guerra y cultivar una identidad nacional compartida, el Gobierno de Ruanda se basó en esta tradición para enriquecer y adaptar sus programas de desarrollo a las necesidades y el contexto del país.<br />Hoy en día cerca del 80% de los ruandeses participan en trabajos comunitarios mensuales. Los últimos sábados de cada mes, de ocho a once de la mañana, la población se aplica a la tarea de adecentar los espacios públicos. La ley contempla sanciones de seis euros para quienes se escaqueen, pero la mayoría de los ruandeses parecen participar de buen grado: la responsabilidad de limpiar ha generado una voluntad decidida de no ensuciar. <br /><br /> Los proyectos también incluyen la construcción de escuelas, centros médicos y plantas hidroeléctricas, así como la rehabilitación de los humedales y la creación de parcelas agrícolas altamente productivas. <br /> Entre los Masai, la construcción comunitaria de una casa para una nueva pareja recién casada es todo un ritual. Un grupo de mujeres se afanan en la tarea de mezclar adobe y estiércol, ya que son ellas las que construyen las casas oscuras, bajas y sin ventanas, para evitar los mosquitos.<br /><br /> Los Ndebele viven en la región de Transvaal, Sudáfrica y Zimbawe. Tras la pérdida de la guerra contra los Boers, se trasladaron de sus tradicionales cabañas de ramas, destruidas, a otra zona en la que abundaba el barro, y así comienzan a construir casas de adobe y barro. Sus dibujos eran una reafirmación cultural a la vez que un método de comunicación entre tribus. Los dibujos escondían mensajes que sólo los Ndebele comprendían. Las pinturas son realizadas por las mujeres. <br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3oIQwLHKIEUvihj536HX10L0kz9CB3Pf4Yn6lCEodSljyl-vQfYzM_1p_mJLh4smwW29l_xIYsxooX3-5Smlat3BVNjMDz24myYlaioHa83S9HJbOlGU0g6lNyCPj_phx3W1LAJ2PMQIT/s1600/gurunsi.jpg"></a><br /> Los gurunsi son auténticos arquitectos. Sus casas sukhala son construcciones de adobe que se revisten de barro y excrementos y posteriormente son adornadas con motivos abstractos, que las mujeres de la tribu pintan sobre fachadas y muros para después pulirla con ramas. Aunque lo mejor de la construcción no es el acabado, sino el método: las mujeres cantan a ritmo del trabajo, golpeando la mezcla. Después la regenerarán cada cierto tiempo, porque cada una de sus casas está poblada por los espíritus de sus antecesores y, por ello, tratan de preservarlas durante el mayor tiempo posible, pasando de una generación a otra. <a href="http://www.youtube.com/watch?v=NXEVeM_Ythc">http://www.youtube.com/watch?v=NXEVeM_Ythc</a><br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzYw_JmYYrjWZxb3HSZVrp3k2C5sZTU9ZUhonStpDoLzVjw3EzhcxtRCRmq0NgSjb4Clnmc_wN3xo0to39SCmOtvOhAdCTdyld6uYziOQx6OsA9GpCjMwMeaFM9xCe_oSjPe50m6wyPOKQ/s1600/minga4.jpg"></a><br /> El edificio de barro más grande y más antiguo del mundo necesita una capa de lodo cada cierto tiempo. Toda la ciudad de Djenné se une para este evento. Desde la Edad Media, Tombuctú fue un punto de encuentro entre el África negra y los nómadas del desierto, tuaregs, árabes o bereberes. Gracias a la riqueza generada por el comercio, atrajo a estudiosos y arquitectos, que modelaron con el barro del desierto una de las ciudades más impactantes del planeta. La famosa mezquita de Djingareyber se mantiene en pie 700 años después pese a la decadencia de la ciudad, y no es casualidad. Toda la ciudad lo regenera año tras año. <br /><br /> El 1 de abril de 2012, grupos armados de Al Qaeda del Magreb Islámico se hacía con el control de Tombuctú y procedía a la destrucción de mausoleos, considerándolos antiislámicos y sacrílegos, ya que "el hombre debe venerar sólo a Alá”. <br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVsUAzQ0CX8Tx5xIkdN0R6mrHlsJChMtqNf9fOGw95K2f68ZoSsmnVzm66nhVKMM-ezAPn521KMCLCXg62Lu8tKTYGR5U36g7DVIt2zHMK8vfYf03QQwI0a1sllOBhdWnnmJWhwtdkTerz/s1600/Sin+t%C3%ADtulo_phixr.jpg"></a><br /> “Las cosas van mejor, Alhamdoulilah [gracias a Dios], pero aún queda mucho para que Tombuctú vuelva a ser lo que era”, asegura Baba Cissé, un conductor que tiene serias dificultades para mantener a su familia.<br /><br /><br /><br /><br /> Fuentes:<br /><a href="http://www.waterisrising.com/content/tokelau">http://www.waterisrising.com/content/tokelau</a><br /><a href="http://www.lahaine.org/est_espanol.php/tequio_gozona_guelaguetza">http://www.lahaine.org/est_espanol.php/tequio_gozona_guelaguetza</a><br /><a href="http://www.lanacion.com.ar/1672766-huaxi-el-pujante-pueblo-de-china-donde-todos-viven-como-millonarios">http://www.lanacion.com.ar/1672766-huaxi-el-pujante-pueblo-de-china-donde-todos-viven-como-millonarios</a><br /><a href="http://tectonicablog.com/?p=53049">http://tectonicablog.com/?p=53049</a><a href="http://sumakkawsay.files.wordpress.com/2009/06/albo_sumaqamana.pdf">http://sumakkawsay.files.wordpress.com/2009/06/albo_sumaqamana.pdf</a><br /><a href="http://lagenterula.files.wordpress.com/2011/06/la-cultura-del-auzolan.pdf">http://lagenterula.files.wordpress.com/2011/06/la-cultura-del-auzolan.pdf</a><br /><a href="http://www.lapatilla.com/site/2012/07/10/comenzo-la-destruccion-de-la-mayor-mezquita-en-mali/">http://www.lapatilla.com/site/2012/07/10/comenzo-la-destruccion-de-la-mayor-mezquita-en-mali/</a><br /><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/24/actualidad/1356352274_604236.html">http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/24/actualidad/1356352274_604236.html</a><br /><a href="http://elpais.com/elpais/2013/10/09/eps/1381323026_969117.html">http://elpais.com/elpais/2013/10/09/eps/1381323026_969117.html</a><br /> Somos uno: un homenaje a los pueblos indígenas. Joanna Eede. <br /><a href="http://www.elcorreodelsol.com/articulo/el-pueblo-mas-comestible-del-mundo">http://www.elcorreodelsol.com/articulo/el-pueblo-mas-comestible-del-mundo</a><br /><br /><a href="http://www.elciudadano.cl/2011/01/05/jorge-moraga-antropologo-%C2%ABlas-redes-de-apoyo-y-solidaridad-explican-el-gran-exito-de-los-chinos-fuera-de-su-pais%C2%BB/">http://www.elciudadano.cl/2011/01/05/jorge-moraga-antropologo-%C2%ABlas-redes-de-apoyo-y-solidaridad-explican-el-gran-exito-de-los-chinos-fuera-de-su-pais%C2%BB/</a><br /><a href="http://www.rtve.es/alacarta/audios/carne-cruda/">http://www.rtve.es/alacarta/audios/carne-cruda/</a><br /><a href="http://blogs.elpais.com/seres-urbanos/2015/01/la-reconstrucci%C3%B3n-de-hait%C3%AD-cinco-a%C3%B1os-despu%C3%A9s-del-terremoto.html">http://blogs.elpais.com/seres-urbanos/2015/01/la-reconstrucci%C3%B3n-de-hait%C3%AD-cinco-a%C3%B1os-despu%C3%A9s-del-terremoto.html</a><br /><a href="http://www.ecoavant.com/es/notices/2015/01/la-ciudad-comestible-2240.php">http://www.ecoavant.com/es/notices/2015/01/la-ciudad-comestible-2240.php</a><br /><a href="http://uzbekistan-travel.com/">http://uzbekistan-travel.com/</a><a href="http://index.php/es/costumbres-y-">index.php/es/costumbres-y-</a>tradiciones/140-2013-05-01-10-08-25<br /><a href="http://www.ideal.es/sociedad/201507/01/pasar-limpio-20150629122042.html">http://www.ideal.es/sociedad/201507/01/pasar-limpio-20150629122042.html</a><br /> Clifford Geertz. Conocimiento local: ensayo sobre la interpretación de las culturas.<a href="https://antroporecursos.files.wordpress.com/2009/03/geertz-c-1983-conocimiento-local.pdf">https://antroporecursos.files.wordpress.com/2009/03/geertz-c-1983-conocimiento-local.pdf</a><br />http://www.lavanguardia.com/internacional/20140806/54412801559/ebola-epidemia-panico.html<br /><br />Fuente original: http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2014/02/la-palabra-camina-la-minga-transforma.html</div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-30778288723664655582016-04-27T18:37:00.000-07:002016-04-27T18:37:38.965-07:00¿Debemos intervenir en la naturaleza? (sobre sufrimiento animal en estado salvaje) <br />
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<b>Introducción: </b><br />
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Muchas veces entre personas veganas y a veces entre personas no veganas, se discute sobre el sufrimiento de los animales causado por el hombre. Tenemos ejemplos clásicos como la industria de los alimentos(vacas, gallinas, cerdos), para el entretenimiento(tauromaquia, zoológico, circos), para la experimentación (en laboratorios), etc. Pero no es muy frecuente escuchar hablar sobre el sufrimiento de los animales en la naturaleza, es más, parece ser un tema taboo entre las mismas organizaciones que difunden el veganismo. <br />
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Obviamente es un tema un poco complejo y difícil de transmitirle a las personas por el hecho de que va en contra de creencias que se suelen tener. Una de las razones por las cuales las organizaciones que difunden el veganismo tal vez ignoren o no le den mucho énfasis a este tema es porque al transmitirlo puede causar más rechazo (imaginemos que ya es difícil convencer a una persona que tiene que evitar ocasionar el sufrimiento de animales de distintas especies, será aun más difícil convencerla de que evite el daño que puede ocurrir sin la intervención). <br />
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Lo irónico de hablar sobre sufrimiento animal en la naturaleza es que muchos veganos cometen falacias con las cuales se podría desechar el veganismo por completo, esto se va a explicar más abajo en esta misma entrada. </div>
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<b>¿Quiénes sufren?</b></div>
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<b> </b> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRHhPCqrzz6skh0xbmVfM6CM2vhG8JOsj6L5SlEt0JX0S6yHlKrjXwfliIs_L8oDcEcctjKrVP8_JvrPzLQikcI1L5cwVRM5v6gWCoiKbSezCzxt5BVy1UGp9vavaXYuT5tXR8CWDqOPHs/s1600/wild-animals-04.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRHhPCqrzz6skh0xbmVfM6CM2vhG8JOsj6L5SlEt0JX0S6yHlKrjXwfliIs_L8oDcEcctjKrVP8_JvrPzLQikcI1L5cwVRM5v6gWCoiKbSezCzxt5BVy1UGp9vavaXYuT5tXR8CWDqOPHs/s320/wild-animals-04.jpg" /></a><br />
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Millones de animales, incluyendo aves, mamíferos, reptiles, anfibios, etc. Haciendo cuentas rápidas podríamos decir que hay más sufrimiento en la vida salvaje que la que ocasionamos los humanos en casos que expuse ut supra.[i] <br />
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‘La cantidad total de sufrimiento por año en el mundo natural sobrepasa cualquier reflexión decente. Durante el minuto que me lleva componer esta frase,miles de animales están siendo devorados vivos; otros están corriendo para salvarsus vidas, quejándose aterrorizados; otros están siendo devorados lentamente desde el interior por parásitos labradores; miles de criaturas de todas clases están muriéndose hambre, sed y enfermedad.’ -Richard Dawkins <br />
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Muchos de los animales que sufren (si es que lo hacen), son insectos, lo cual tal vez no implique un sufrimiento muy importante, pero teniendo en cuenta a animales más complejos y con más capacidades encontramos muchísimo sufrimiento. <br />
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<b>¿Cómo sufren?</b></div>
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<b> </b> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjCtcCSSbjH7zLOTYVgk-CMLZtR3p2niBVNgrPllYoOGGb6GRHNiCzcd8vXqyi1cneS9tsrFMqo6XMqG2ahJCq-GzlA03s602LxMPEoH0uNOa56SlcpG8zeT3J3EWctBNKdTPLsDOpfTbm/s1600/11011036_496705923831776_2806704943173762952_n.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjCtcCSSbjH7zLOTYVgk-CMLZtR3p2niBVNgrPllYoOGGb6GRHNiCzcd8vXqyi1cneS9tsrFMqo6XMqG2ahJCq-GzlA03s602LxMPEoH0uNOa56SlcpG8zeT3J3EWctBNKdTPLsDOpfTbm/s320/11011036_496705923831776_2806704943173762952_n.jpg" /></a><br />
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<br />
<br />
Los ejemplos sobran pero voy a dar algunos pocos, específicos y generales. Debido a que los animales carnívoros son heterótrofos y deben alimentarse de otros organismos y lo hacen comiendo a otros animales generan sufrimiento, un león comiendo una cebra, un cocodrilo comiendo peces, una serpiente con varios tipos de mamíferos. <br />
<br />
<br />
Y no solo los carnívoros generan sufrimiento sino omnívoros como monos, pirañas, ñandúes, etc. Podemos encontrar diferentes tipos de muertes ya sea de una serpiente que corta la respiración de su víctima y en minutos esta queda inconsciente, o hienas que comen pedazo a pedazo a los animales desgraciados que encuentre. [ii] Podemos escuchar algunos ‘gritos’ de facoceros siendo cazados por leones en este video [iii]. A veces los animales son afortunados y logran escapar [iv], sin embargo no deben ser experiencias placenteras. <br />
<br />
<br />
Además, pueden pelearse animales dentro de una misma especie por cosas como tener una jerarquía a la hora de conseguir ‘pareja’, para proteger un territorio o una estructura social, también la competición por la comida, el agua y otras necesidades básicas. <br />
<br />
<br />
También podemos encontrar sufrimiento en el estrés que padecen al tener que presenciar depredadores. En un estudio donde se expone ratones a gatos, estos presentan cambios cognitivos similares a los de una persona con trastorno por estrés agudo. [v] Y no solo eso, otro estudio hecho por el mismo autor muestra que los ratones expuestos a ese estrés sufren de problemas a la hora de aprender laberintos (hasta 20 días después de lo sucedido). [vi] Otros estudios confirman esto ya que muestran que los animales expuestos a condiciones de miedo sufren síntomas similares a los de un humano con estrés post-traumático, hasta semanas y meses después del trauma.[vii] Si comparamos animales domésticos con los animales salvajes encontramos cambios hasta evolutivos, los conejillos de indias (domesticados) a diferencia de sus antepasados son menos proclives a estresarse, vemos también que tienen menos epinefrina y norepinefrina, lo que implica menos adrenalina [viii] <br />
<br />
Millones de animales incluyendo peces sufren estrés por diferentes situaciones en la naturaleza.[ix] <br />
Los animales pueden sufrir de otras formas por ejemplo por enfermedades como ulceras o neumonía. Las aves pueden sufrir ‘avian salmonellosis’, otros tienen parasitos, etc. sufren deshidratación si el verano es seco o falta de comida en el invierno. Los fenómenos climáticos como las tormentas de nieve pueden ocasionarles daños, a los pajaros por ejemplo. [x] <br />
<br />
De igual manera muchísimas personas ignoran estas cosas y creen que porque muchas veces los animales se ven tranquilos o no lastimados no están sufriendo. Una de estas razones es por el proceso de evolución dotó a los animales de ciertos mecanismos para reducir los signos del dolor (ya que las presas más fáciles son las lastimadas o enfermas). <br />
<br />
<br />
Otras formas de sufrimiento talvez sorprendan a algunos, violaciones por ejemplo son cometidas entre aves acuáticas [xi], violaciones entre monos arañas(y también infanticidio)[xii], las cosas a veces son peores en un tipo de cercetas se encuentran hasta ‘vuelos de violacione’s.[xiii]También hay relaciones forzosas en moscas de fruta[xiv] grillos[xv] y en otras muchas especies(tanto vertebrados como invertebrados). [xvi] <br />
<br />
<br />
<b><br /> ¿Debemos evitar todo este sufrimiento? </b><br />
<br />
<br />
Esta pregunta tal vez sea fácil de responder después de haber visto la evidencia del sufrimiento de los animales en la naturaleza, en caso contrario se pueden traer a colación algunos argumentos y demostraciones de por qué deberíamos intervenir para evitar sufrimiento. <br />
<br />
<br />
Veamos la siguiente situación: Nos encontramos al lado de una piscina con un niño ahogándose, tenemos 2 opciones o salvar al niño o dejar que se ahogue. La gran mayoría que lea esto supongo que pensará que tenemos la responsabilidad de ayudarlo ya que hay 2 acciones posibles (si, elegir quedarnos parados sin movernos también es una acción) y una de las dos evita más sufrimiento. <br />
Además podemos mostrar que la muerte de ese niño es causa de nuestra elección de no ayudarlo: <br />
<br />
<br />
1º) la elección de perjudicar/beneficiar a una persona (en el caso de que exista intencionalidad); <br />
<br />
2º) la acción elegida que perjudica/beneficia a dicha persona; <br />
<br />
3º) la consecuencia consistente en dicha persona perjudicada/beneficiada; <br />
<br />
4º) Volver al paso 1. <br />
(extraído de: [xvii]) <br />
<br />
<br />
Este puede ser un punto un poco controversial, y habría que argumentarlo de forma más sólida como se hace en el link de Respuestas Veganas de donde se sacaron los puntos 1 2 3 y 4. <br />
<br />
<br />
Sin embargo IGNORANDO la responsabilidad que tenemos sobre otros podemos decir que es ÉTICAMENTE mejor reducir el sufrimiento animal en la naturaleza, ya que esta no es como muchos creen ‘un lugar donde el goce y la alegría no tienen fin’. <br />
<br />
<br />
<b>Algunas objeciones: </b><br />
<br />
<br />
Objeción 1 <br />
<br />
<br />
1) Lo natural es bueno <br />
2) Al intervenir estamos haciendo que algo no sea natural. <br />
3) No debemos intervenir porque no es bueno. <br />
<br />
<br />
Este argumento se basa en la falacia naturalista[xviii], la cual exclama que lo natural siempre es mejor que lo artificial, esto es falso por muchísimas razones, pero más allá de explicarlas en este post, voy a pasar a refutar este argumento reduciéndolo al absurdo.[xix] <br />
<br />
<br />
1) Lo natural es bueno. <br />
2) Que un gato cace a un pajaro es natural. <br />
3) Por lo tanto no deberíamos evitar que un gato cace. <br />
<br />
<br />
O <br />
<br />
<br />
1) Lo natural es bueno <br />
2) Los parasitos o enfermedades son naturales <br />
3) Evitar parasitos o enfermedades en animales no es natural y por lo tanto no debemos hacerlo. <br />
<br />
<br />
Objeción 2 <br />
<br />
<br />
1) Intervenir en la naturaleza puede causar un ‘desequilibrio’ en los ecosistemas <br />
2) El desequilibrio puede causar más sufrimiento <br />
3) No debemos intervenir <br />
<br />
<br />
Esto puede ser posible (1 y 2), sin embargo cuando hablamos de reducir sufrimiento en la naturaleza debemos asegurarnos que haciendo esto no se genere más sufrimiento de lo deseado. De la misma forma que buscamos combatir enfermedades y utilizando la ciencia solamente cuando se demuestra que es segura para combatir la enfermedad (o al menos esto se debería hacer en la mayoría de los casos), debemos utilizar la ciencia para evitar el sufrimiento una vez que hemos logrado prevenir los posibles efectos adversos o reducirlos al mínimo. <br />
<br />
<br />
Objeción 3 (similar a la 2) <br />
<br />
<br />
1) Intervenir en la naturaleza es difícil sin causar daños <br />
2) Buscamos evitar daños <br />
3) No debemos intervenir <br />
<br />
<br />
Si bien puede ser difícil primero hay que tener en claro que peor que investigar las mejores formas de intervenir es dejar que todo ese sufrimiento siga teniendo lugar. Cuando hablamos de eliminar enfermedades (siguiendo con la temática del contra-argumento anterior) no nos ponemos a pensar que puede ser muy difícil y por eso desechamos la idea de eliminarlas, sino que nos enfocamos en lo que debemos hacer y buscamos por todos los medios lograrlo. <br />
<br />
<br />
¿Es difícil tratar el cáncer? Si <br />
¿Debemos dejar de tratar el cáncer? No, ya que podemos encontrar mejores formas en el futuro si seguimos investigando. <br />
<br />
<br />
Objeción 4 <br />
<br />
<br />
1) La vida de esos animales son así. (?) <br />
Este punto ni siquiera tiene un sustento sólido, y solamente sirve para distraer. La vida hoy en día también es de la manera que es (gente muriendo de hambre sin agua potable, algunos bombardeos de países y homicidios por todo el mundo) y eso no implica que no debamos hacer nada para cambiarlo, querer mantener el estado en el que las cosas están simplemente por el hecho de que están en ese estado es ridículo. <br />
<br />
<br />
Objeción 5 (similar a la 2) <br />
<br />
<br />
1) Se controla la superpoblación de animales cuando se comen entre ellos o cuando mueren. <br />
2) Puede haber superpoblación si intervenimos. <br />
3) No debemos intervenir. <br />
<br />
<br />
Más allá de que (1) sea cierto o no, la superpoblación no es mala per se, la superpoblación puede ser mala en un caso que perjudique a los individuos dentro de la misma. Imaginemos un mundo diferente donde todos disfrutan al máximo sin sufrir, y un grupo de personas prefiere vivir junto a otros en un lugar determinado generando una superpoblación pero estas personas les gusta vivir de esa forma, es más, esto aumenta su bienestar, en ese caso la superpoblación no es mala. Hoy en día en el mundo que vivimos es muy probable que la superpoblación genere problemas y por lo tanto siempre la pensamos como algo malo. La refutación de este argumento es que no necesariamente habría superpoblación si intervenimos ya que podemos encontrar diferentes formas de intervenir. <br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<b><br /> ¿Qué podemos hacer? </b><br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtjioC5UWHR-4flKaT_sP1K4IlcOI-VFYknyoLhVKysNYsIMcA9yR1rJzeYsFc3Xk8SkCRHYxW-_l45QnpKEiAJD1_NOol9Wms2D0lJjjPMT-X84ONjUYZ70O2QZU5mhbhPeK0CLaoOsdO/s1600/Beautiful%252Bamazing%252Blion%252Bpicture%252Bbeautiful%252Bamszing%252Blion%252Bface%252Bbeautiful%252Bamazing%252Blion%252Bsmilling%252Bweired%252Baimals%252Bweired%252Blions%252Bhundsome%252Blions%252Bhappy%252Blion%252Bhappy%252Blion%252Bproud%252Blion%252B%252Bbeautiful%252Bamazing%252B%252Bafrican%252Banimal%252Bsafari%252Bpicture.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtjioC5UWHR-4flKaT_sP1K4IlcOI-VFYknyoLhVKysNYsIMcA9yR1rJzeYsFc3Xk8SkCRHYxW-_l45QnpKEiAJD1_NOol9Wms2D0lJjjPMT-X84ONjUYZ70O2QZU5mhbhPeK0CLaoOsdO/s320/Beautiful%252Bamazing%252Blion%252Bpicture%252Bbeautiful%252Bamszing%252Blion%252Bface%252Bbeautiful%252Bamazing%252Blion%252Bsmilling%252Bweired%252Baimals%252Bweired%252Blions%252Bhundsome%252Blions%252Bhappy%252Blion%252Bhappy%252Blion%252Bproud%252Blion%252B%252Bbeautiful%252Bamazing%252B%252Bafrican%252Banimal%252Bsafari%252Bpicture.jpg" /></a><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9YOmsMwllcbeoVQx9PkWD3VjTrmko00Gu0JEdsgadSWlOSG1GvPPLbOfqM5EBvkR-9v0ikYRLm2f4CszkpvhQO6_SPU344DFUrXKjbBRORUJ6DGsmuHoFUoShx3UFaI9Hmh7j-PmSmenK/s1600/wild-animals-04.jpg"></a><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9YOmsMwllcbeoVQx9PkWD3VjTrmko00Gu0JEdsgadSWlOSG1GvPPLbOfqM5EBvkR-9v0ikYRLm2f4CszkpvhQO6_SPU344DFUrXKjbBRORUJ6DGsmuHoFUoShx3UFaI9Hmh7j-PmSmenK/s1600/wild-animals-04.jpg"></a><br />
Bueno hoy en día ya hay ayuda a animales en peligro de extinción por ejemplo. También podemos ver que hay información sobre como tratar problemas de animales salvajes.[xx] O sucesos registrados por diarios sobre gente que ‘salva’ animales como ballenas que están en la playa [xxi], lo irónico de esto es que solamente la gente se preocupa más por animales sufriendo cerca de uno y no de animales que están lejos, esto también pasa con los humanos, a uno le parecería horrible ver morir a un niño en la calle de hambre y hasta se compadece dando monedas, pero no tiene en cuenta que en otros países sufren muchas más personas y que el dinero utilizado de ciertas formas es más eficaz (no importa el lugar donde esté, importa el sufrimiento). <br />
<br />
<br />
Pero si somos honestos, todavía nos falta tiempo e información para poder evitar sufrimiento animal en la naturaleza de forma práctica y sin causar estragos. Una forma de ayudar podría ser dejando de dañar ecosistemas con prácticas humanas, aunque esto podría ser un poco controversial, porque si vamos al caso muchas veces destruir ecosistemas limita la cantidad de animales que viven y sufren en el mismo, por lo que estaríamos evitando existencia de animales los cuales tal vez sufran demasiado. Algunos argumentan que evitar la existencia implica sufrimiento, porque el animal que no existe no sufre, es como criticar a una madre que decide no tener hijos. <br />
<br />
<br />
Algunas personas hablan de que dejar libres a los animales es algo bueno, es como ‘liberarlos y dejar que disfruten de la vida’ pero esto no sirve para reducir sufrimiento, liberar animales es como tomar a un humano y ponerlo en el medio de la selva para que viva feliz y libre. El animal como vimos más arriba va a enfrentar muchos obstáculos en su supervivencia, al liberar la gente suele querer desentenderse del problema, esto por razones prácticas tiene a veces sentido (por ejemplo no podemos tener un león en un apartamento), pero creo que se debería pensar al respecto. <br />
<br />
<br />
Parecería ser que lo que debemos hacer por ahora es 1) evitar ocasionar daño a animales de forma directa (por ejemplo en ganadería) y 2) Empezar a hablar de estos temas y darle la consideración que se merecen. Uno cuando habla de acabar con enfermedades como diferentes tipos de cáncer, no se detiene tanto en como hacerlo para decir que es algo muy importante de hacer. <br />
<br />
<b><br /> Conclusión y resumen </b><br />
<br />
<br />
Bueno básicamente los animales en la naturaleza sufren de diferentes formas, y muchos de ellos pueden sentir al igual que las vacas, chanchos, perros, etc. No hacer nada es prácticamente como pasar al lado de un perro ahogándose y no preocuparse, la elección de no hacer nada también es una elección que lleva a consecuencias. <br />
<br />
<br />
Hoy en día no tenemos muchas ideas prácticas y debemos solucionar algunos problemas antes (es más difícil que la gente se preocupe por el sufrimiento en la naturaleza si todavía produce sufrimiento de forma directa). Pero es importante hablar sobre el tema y darle consideración para el futuro. <br />
<br />
<br />
Recomiendo para leer más sobre estos temas algunos sitios que me ayudaron en la realización de esta entrada: <br />
<br />
<br />
<a href="http://foundational-research.org/the-importance-of-wild-animal-suffering/">http://foundational-research.org/the-importance-of-wild-animal-suffering/</a><br />
<a href="http://www.animal-ethics.org/wild-animal-suffering/">http://www.animal-ethics.org/wild-animal-suffering/</a><a href="https://www.facebook.com/sensocentrismosensocentrismo/photos/pb.405568259612210.-2207520000.1461740436./496705923831776/?type=3&theater">https://www.facebook.com/sensocentrismosensocentrismo/photos/pb.405568259612210.-2207520000.1461740436./496705923831776/?type=3&theater</a><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
[i] http://reducing-suffering.org/how-many-wild-animals-are-there/ <br />
<br />
[ii] https://www.youtube.com/watch?v=8xdA9fvZqg0 <br />
<br />
[iii] https://www.youtube.com/watch?v=TYzzU7cV70Q <br />
<br />
[iv] https://www.youtube.com/watch?v=-JVTe9FnAto <br />
<br />
[v] El Hage, W., El Hage, W., Peronny, S., Peronny, S., Griebel, G., Griebel, G., … Belzung, C. (2004). Impaired memory following predatory stress in mice is improved by fluoxetine. Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry. http://doi.org/10.1016/j.pnpbp.2003.09.028 <br />
<br />
[vi] El Hage, W., Griebel, G., & Belzung, C. (2006). Long-term impaired memory following predatory stress in mice. Physiology and Behavior, 87(1), 45–50. http://doi.org/10.1016/j.physbeh.2005.08.039 <br />
<br />
[vii] Stam, R. (2007). PTSD and stress sensitisation: A tale of brain and body. Part 1: Human studies. Neuroscience and Biobehavioral Reviews. http://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2006.11.010 <br />
<br />
[viii] Künzl, C., & Sachser, N. (1999). The behavioral endocrinology of domestication: A comparison between the domestic guinea pig (Cavia aperea f. porcellus) and its wild ancestor, the cavy (Cavia aperea). Hormones and Behavior, 35(1), 28–37. http://doi.org/10.1006/hbeh.1998.1493 <br />
<br />
[ix] Lepage, O., ??verli, ??yvind, Petersson, E., J??rvi, T., & Winberg, S. (2000). Differential stress coping in wild and domesticated sea trout. Brain, Behavior and Evolution, 56(5), 259–268. http://doi.org/10.1159/000047209 <br />
<br />
[x] http://www.islandnet.com/~see/weather/elements/icestorm.htm <br />
<br />
[xi] McKinney, F., & Evarts, S. (1998). Sexual coercion in waterfowl and other birds. Ornithological Monographs, (49), 163–195. Retrieved from http://www.jstor.org/stable/40166723 <br />
<br />
[xii] Gibson, K. N., Vick, L. G., Palma, A. C., Carrasco, F. M., Taub, D., & Ramos-Fernandez, G. (2008). Intra-community infanticide and forced copulation in spider monkeys: A multi-site comparison between Cocha Cashu, Peru and Punta Laguna, Mexico. American Journal of Primatology, 70(5), 485–489. http://doi.org/10.1002/ajp.20511 <br />
<br />
[xiii] https://sora.unm.edu/sites/default/files/journals/auk/v095n01/p0188-p0190.pdf <br />
<br />
[xiv] Markow, T. a. (2000). Forced Matings in Natural Populations of Drosophila. American Naturalist, 156(1), 155–156. http://doi.org/10.1258/002367770781036508 <br />
<br />
[xv] Vahed, K. (2002). Coercive copulation in the Alpine Bushcricket Anonconotus alpinus Yersin (Tettigoniidae: Tettigoniinae: Platycleidini). Ethology, 108(12), 1065–1075. http://doi.org/10.1046/j.1439-0310.2002.00838.x <br />
<br />
[xvi]Clutton-Brock, T. H., & Parker, G. A. (1995). Sexual coercion in animal societies. Animal Behaviour, 49(5), 1345–1365. http://doi.org/10.1006/anbe.1995.0166 <br />
<br />
[xvii] http://www.respuestasveganas.org/2011/06/argumento-los-humanos-no-debemos.html <br />
<br />
[xviii] https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_naturalista <br />
<br />
[xix] https://es.wikipedia.org/wiki/Reductio_ad_absurdum <br />
<br />
[xx] http://wildpro.twycrosszoo.org/Lists_HealthMan/Navigation_Online_Management/Management.htm <br />
<br />
[xxi] https://www.youtube.com/watch?v=AlFp9dZ1RBg<br />
<br />
<br />
Fuente original: http://veganismoracional.blogspot.com.es/2016/04/debemos-intervenir-en-la-naturaleza.html </div>
Nit Soliumhttp://www.blogger.com/profile/12733078181953884555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-470895236284076922.post-21773572394987848392016-04-27T18:20:00.000-07:002016-04-27T18:20:48.564-07:005 propuestas para acabar con la violencia machista en las relaciones de pareja<div style="text-align: justify;">
<b>1. Educación en Igualdad, Diversidad, Sexualidad y Emociones. </b><br /> <br /> No sirve de nada que enseñemos a poner condones a la gente joven, si no les enseñamos a tratarse bien cuando se juntan en pareja. No sirve de nada que les enseñemos en un gráfico cómo son los genitales masculinos y femeninos, si no les explicamos que hay niñas con pene y niños con vagina. No sirve de nada que se aprendan la lista de los reyes godos si luego no saben cómo gestionar un duelo romántico y cómo separarse con amor y cariño. <br /> <br /> Si, los niños y las niñas necesitan aprender a respetar y a valorar la diversidad: sólo así podríamos acabar con el acoso escolar hacia las personas raras que no se adaptan a los cánones de la "normalidad" patriarcal y hegemónica: todos somos únicos y diferentes, pero tenemos los mismos derechos. <a href="http://haikita.blogspot.com/2013/06/ningun-amor-es-ilegal.html">Ningún amor es ilegal</a>, y todos tenemos derecho a amar a quien queramos: sólo con estos principios podríamos acabar con la violencia hacia gays, lesbianas, personas transexuales, y gente diversa e inclasificable. <br /> <br /> También necesitan <a href="http://haikita.blogspot.com/2012/11/educacion-sexual-sin-educacion-emocional.html">aprender a gestionar sus emociones:</a> sus miedos, su rabia, su deseo sexual, su alegría y su euforia, su tristeza, su ira, sus frustraciones. No es justo que sólo les ofrezcamos una solución terapéutica cuando ya han sufrido y están sufriendo horrores: los y las psicólogas están ahí no sólo para ayudar cuando estamos viviendo situaciones dolorosas, sino para ayudar a la gente a construir sus propias herramientas y estrategias para gestionar sus sentimientos.<br /> <br /> También es fundamental enseñar a los niños y a las niñas lo <a href="http://haikita.blogspot.com/2012/08/para-que-sirve-el-feminismo.html">que es el feminismo y para qué sirve</a> y la importancia de los derechos humanos de las mujeres, para ello es preciso que todas las asignaturas estén atravesadas por una perspectiva de género de manera que las mujeres que se borraron del mapa, vuelvan a estar presentes. matemáticas, políticas, gobernantes, poetisas, artistas, astrónomas, doctoras, guerrilleras, filósofas, novelistas, químicas, físicas, periodistas han de ser rescatadas del olvido para que los niños y las niñas entiendan por qué fueron borradas e invisibilizadas. <br /> <br /> Por último, tendríamos que dotar al alumnado de las herramientas precisas para defenderse de los estereotipos, los roles y los mitos de los productos culturales, para que puedan leer entre líneas los mensajes de violencia y machismo que les envían a diario a través de los medios de comunicación, y puedan neutralizar y cuestionarlos. No sirve de mucho educarlos en la cultura del buen trato y el amor si al llegar a casa consumen sin filtros historias en los que <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/08/la-masculinidad-patriarcal-y-la.html">el protagonista resuelve siempre sus conflictos utilizando la violencia.</a><br /> <br /> <br /> <br /> <b>2. Transformar la industria cultural, <a href="http://haikita.blogspot.com/2011/11/la-violencia-de-genero-en-la-publicidad.html">la publicidad</a> y la producción audiovisual: otras historias son posibles, otros héroes y heroínas son posibles, otros finales felices son posibles.</b> En la actualidad, los medios incentivan y promueven el machismo a través de sus noticias: nos presentan los asesinatos de mujeres como crímenes pasionales, nos ofrecen los cuerpos de las mujeres como mercancía para usar y tirar, para comerciar y para violar, nos bombardean con sus estereotipos sobre la masculinidad y la feminidad, y nos imponen la cultura de la violencia romántica como algo "natural" y "normal". <br /> <br /> Los dueños de los medios, los productores de las películas, los guionistas, los directores, los jefes de informativos, son en su mayoría hombres machistas. Por eso hay que acabar con el monopolio que ostentan, y promover otras producciones culturales alternativas que promuevan la diversidad, la igualdad y el fin de la violencia. También hay que <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/09/17-claves-para-el-tratamiento.html">motivar a los y las periodistas para que se formen en temas de género e igualdad:</a> otra comunicación es posible. <br /> <br /> <br /> <br /> <b>3. Feminismo para hombres: el feminismo trabaja en el empoderamiento de las mujeres, pero es esencial trabajar también con hombres.</b> Para que podamos <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/11/elegir-un-buen-companero-elegir-una.html">elegir buenos compañeros o compañeras de vida</a>, es esencial promover la autonomía económica y emocional de las mujeres, pero no sirve de nada concienciar a la mitad de la población si la otra mitad sigue anclado en la cultura patriarcal, sin conocimientos y sin herramientas para salir de ella. Tampoco sirve de mucho encarcelar a los hombres: es más efectivo educarles para que aprendan a resolver sus conflictos y problemas sin violencia. <br /> <br /> Así pues, necesitamos muchos talleres, mucha formación y sensibilización, y muchas alianzas con los hombres feministas e igualitarios para poder acabar con la <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/08/la-masculinidad-patriarcal-y-la.html">masculinidad patriarcal y la violencia machista</a>. <br /> <br /> <a href="http://haikita.blogspot.com/2011/12/otras-masculinidades.html">Otras masculinidades son posibles...</a><br /> <br /> <br /> <br /> <b>4. Lo Romántico es político, la violencia de género por tanto también es un asunto político porque nos afecta a todas y a todos: el machismo mata muchas mujeres a diario en todo el mundo.</b> Es esencial acabar con el negacionismo: cada vez son más las personas que niegan la existencia de la violencia de género pese a las escalofriantes cifras de mujeres asesinadas, violadas, acosadas, maltratadas, esclavizadas, mutiladas genitalmente. . Hay que desmontar las tesis del neomachismo que promueven la idea de que el feminismo es un movimiento de mujeres que odian a los hombres. El desprestigio del término "feminismo" ha creado términos como el hembrismo y el feminazismo que solo sirven para deslegitimar la lucha por la igualdad y los derechos humanos de las mujeres. <br /> <br /> Es esencial, por tanto, explicarle a la gente lo que es el feminismo, para qué sirve el feminismo, y acabar con el ataque constante a las activistas y ciberactivistas por parte de grupos organizados de machistas que niegan la desigualdad y la violencia, o que tratan la violencia como un asunto individual que pertenece a la intimidad de las personas y sus familias. Sufrir violencia no es un asunto de "mala suerte", ni debe culpabilizarse a las víctimas que la sufren, pues es un asunto estructural que afecta a millones de personas en todo el planeta. <br /> <br /> <br /> <br /> <b>5. Otras formas de querernos son posibles: urge despatriarcalizar el amor romántico y desmitificar la violencia pasional.</b> Tenemos que acabar con las guerras románticas y los mitos románticos que nos hacen creer este tipo de monstruosidades. <br /> - Quien bien te quiere, te hará llorar; los que más se pelean son los que más se desean; del amor al odio hay un paso. <br /> - Las mujeres y los hombres solo están completos cuando encuentran a su media naranja, siempre del sexo opuesto, eso sí. <br /> - El amor de verdad todo lo puede, si amas te cambiará la vida, <a href="http://haikita.blogspot.com/2016/04/el-mito-de-la-transformacion-magica-del.html">la magia del amor </a>lo hace todo posible, sólo tienes que aguantar y esperar. <br /> - Para ser felices en el amor hay que sufrir mucho, y hay que sacrificarse mucho, y hay que saber <br /> - Los celos y la posesividad es una prueba de amor, la violencia y los malos tratos son una prueba de amor. aguantar los golpes y las desgracias. <br /> - El eje de la vida de una mujer es el amor de un hombre, y los hijos e hijas que tenga con el hombre, no hay nada más importante para nosotras que el amor. <br /> - Yo soy una mujer especial, por eso algún día <a href="http://haikita.blogspot.com/2014/02/el-salvador-y-el-principe-azul-grandes.html">vendrá a salvarme un príncipe azul guapo y millonario. </a><br /> - Yo soy una buena mujer, pero las demás son todas unas zorras que quieren quitarme a mi novio y yo tengo que estar alerta para impedirlo.<br /> - Yo soy un buen hombre pero tengo que protegerme de todas las zorras que me quieren por mi dinero y mi virilidad, y escoger a la mujer buena que me querrá incondicionalmente y nunca me traicionará. <br /> - Yo soy un hombre y aunque quiero a mi esposa tengo derecho a gozar de los cuerpos de otras mujeres, pagando o sin pagar. <a href="http://haikita.blogspot.com/2012/03/la-doble-moral-sexual.html">Mi esposa no tiene el derecho de gozar con otras personas</a> porque no es un privilegio sólo reservado a los hombres. <br /> <br /> <br /> Hay muchos otros <a href="http://haikita.blogspot.com/2010/08/los-mitos-del-amor-romantico.html">mitos románticos</a> que legitiman esta cultura del odio romántico y la batalla de los sexos, por eso es tan importante desmontarlos y promover <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/06/otras-formas-de-quererse-version-corta.html">otras formas de quererse y de relacionarse. </a><br /> <br /> Es posible construir relaciones más allá de la desigualdad, la dependencia y la violencia, <a href="http://haikita.blogspot.com/2015/01/sufrir-menos-y-disfrutar-mas-del-amor.html">es posible disfrutar del amor</a> y construir relaciones sanas, libres, igualitarias, y diversas. <br /> <br /> Coral Herrera Gómez <span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b><br /></b></span></div>
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