domingo, 24 de enero de 2016

Los inmigrantes y la delincuencia en prensa. Una imagen distorsionada



El fenómeno migratorio se ha convertido en los últimos años en el Estado Español en una realidad de entidad demográfica, que está teniendo además un tratamiento mediático continuado y extensivo. Desde los medios de comunicación se aborda tal realidad como un problema vinculado con la delincuencia. El presente trabajo analiza en los dos periódicos de referencia de tirada nacional, El País y El Mundo, el volumen, la intensidad y el tono de los textos publicados en el año 2002 en los que el vínculo discursivo entre las categorías delincuencia e inmigración sea de entidad. El 2002 supuso un salto cualitativo en este tipo de textos periodísticos aparecidos en las dos cabeceras de referencia, pues aparecen textos que se hacen eco de declaraciones políticas, de cifras estadísticas... en los que existe una vinculación explícita entre el fenómeno inmigratorio y el delictivo, con la acusación poco matizada de que el incremento de la delincuencia estaba relacionado con el aumento del número de inmigrantes. Este tipo de información periodística se añade a la ya tradicional, narración de sucesos violentos y/ o delictivos en la que se hace énfasis en la nacionalidad de origen o el color de la piel del agresor, a pesar de que los códigos deontológico desaconsejan su uso porque este tipo de informaciones implican formas periodísticas más o menos veladas de racismo implícito e institucional. Además, la investigación analiza la responsabilidad social de la prensa en la (re)producción del consenso (étnico) - su capacidad de fijar y (re) producir una idea de inmigración sesgada y problemática- y las estrategias discursivas que llevan a los lectores asumir esta generalización. Relacionar discursivamente la inmigración con la delincuencia puede llegar a tener profundas repercusiones además de en la imagen de los inmigrantes y en sus vidas cotidianas o en la sensación de inseguridad ciudadana, en las prácticas sociales, y en especial en la labor punitiva y represiva del sistema penal. Como argumentan las teorías criminológicas más actuales, los estereotipos y prejuicios raciales están filtrados en todas las instancias sociales, y por supuesto también en los ámbitos de decisión del sistema penal, lo que lleva en parte a la sobrerrepresentación de los migrantes en nuestro sistema penal, tanto como víctimas como culpables, aunque las cifras de esa sobrerrespresentación que los teóricos del delito manejan sean infinitamente menores a las alarmistas que se publican en prensa.

La construcción de un espacio europeo unificado, tanto en el plano físico (el denominado espacio Schengen) como en el simbólico, pasa por el establecimiento de unas fronteras bien delimitadas y protegidas del(os) exterior(es). Las fronteras protegidas tecnológica y militarmente 1 tienen su correlato simbólico en los discursos sociales que señalan quienes están fuera amenazando con la invasión: esos nuevos ‘extraños’ son los inmigrantes que son definidos como ‘los otros’, los ajenos, los delincuentes, los marginados... La empatía y el conocimiento es cada vez más difícil con estos parámetros discursivos porque además, los de “este lado” de la frontera también somos categorizados como homogéneos y pero nos definimos como buenos 2 . Los inmigrantes no son ciudadanos 3 , es más, muchos de ellos, los llamados ‘ilegales’ desde los medios de comunicación, jurídicamente ni son. Algunos discursos van más allá de la invisibilización o de la asunción del fenómeno migratorio como un problema, dando un paso significativo hacia discursos criminalizadores. El año 2002 supuso un salto cualitativo, en este progresivo endurecimiento de los discursos que se (re)producen en los medios de comunicación españoles acerca del fenómeno inmigratorio. Por primera vez, aparecía en las páginas de las dos cabeceras de referencia nacional EL PAÍS y EL MUNDO un discurso en el que se vinculaba explícitamente la delincuencia con la inmigración. De la mano de la argumentación política y enmarcada en un debate más general sobre la delincuencia y la inseguridad ciudadana, se responsabilizó a los inmigrantes de un aumento desproporcionado de ambas, alimentado con tal generalización los fuegos del miedo, el racismo y la xenofobia.


El valor social de la prensa y su interés como objeto de estudio


Los discursos que crean y recrean los medios de comunicación, y en especial de la prensa escrita de referencia – EL PAÍS y EL MUNDO- tienen especial interés por ser los medios, el espacio en el que negocian y articulan, de forma dinámica y continuada, las imágenes de diversos colectivos e individuos. La selección de los periódicos de EL MUNDO y EL PAÍS como objetos susceptibles de investigación responde primeramente a la consideración social que tienen ambas cabeceras, tanto por su tirada- nacional y de las más numerosas entre la prensa escrita- como por su prestigio como prensa ‘seria’. Además, la prensa escrita sigue siendo considerada un referente y una fuente de información, para el resto de los medios de comunicación, a pesar de ser su público el más minoritario de los medios de comunicación masivos. El periódico es considerado socialmente el medio en el que se le otorga un mayor espacio a la reflexión (sobre todo por su propia naturaleza lectora). Es importante además, recordar rol que los medios de comunicación desempeñan en nuestras Sociedades Complejas. Los medios son actualmente, una de las instancias de socialización más importantes, pues tenemos que tener en cuenta que tanto el papel de la escuela cómo el de la familia están siendo progresivamente desplazados por los éstos como ámbitos de socialización primaria. Esto supone que los medios de comunicación son una fuente de conocimiento y de formación de opiniones. Por ello, tienen la capacidad de fijar la conciencia social mayoritaria acerca de temas a los que los lectores no tienen acceso cotidiano más directo. En el caso de la inmigración, la distancia y el desconocimiento real es especialmente relevante, entre otras cosas, porque los inmigrantes son identificados como ‘otros’, ‘los ajenos’. Esta misma definición social es la que reciben los delincuentes. Según Hess (1986), los delincuentes están definidos en prensa por la anormalidad, la distancia, la locura, la imposibilidad de empatía... Estos discursos sociales pueden llegar a ser tan potentes que en ocasiones, se asumen aunque pueda contradecir la realidad cotidiana, porque los medios son espacios poderosos de legitimación social. El análisis del discurso que vamos a abordar aquí, es necesariamente interdisciplinar. Para entender el vínculo discursivo entre delincuencia e inmigración y sus relaciones con otros discursos que también aparecen en prensa, tenemos que contextualizarlo diacrónica y sincrónicamente, apoyándonos en otras disciplinas como 5 la Sociología, la Criminología, la Filosofía del Derecho, la Antropología o la Historia... que ayuden a enriquecer nuestro análisis comunicativo. Esta relación compleja y muchas veces opaca entre lo social y lo discursivo es el principal objeto de estudio del Análisis Crítico del Discurso. Más que un paradigma de investigación o una disciplina científica, el Análisis Crítico supone una forma distinta y comprometida 4 de observar los textos, entendiendo este concepto de forma amplia relacionando textos con contextos (mediáticos pero también sociales, es decir incardinados en espacios y tiempos históricos concretos). Nos interesan los discursos 5 periodísticos. Pretendemos demostrar la estrecha vinculación entre lo social y lo comunicativo, y poner de relieve los filtros y estrategias que se manejaron desde las páginas de EL PAÍS y EL MUNDO para formar la opinión de sus lectores, acerca de un fenómeno- la inmigración- que era conceptualizado como conflictivo, peligroso.


Conceptualización y discursos. Puntos de partida.

Podríamos señalar antes que nada, a qué se refieren los medios cuando hablan de inmigrantes, porque los rasgos definitorios no son los denotativos que aparecen en los diccionarios 6 El Diccionario de la Real Academia considera que: Inmigrar Dicho del natural de un país: llegar a otro país para establecerse en él, especialmente con la idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas. Emigrar. Dicho de una persona, de una familia o de un pueblo. Dejar o abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero. Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro, determinadas faenas. Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida. Hemos recogido las dos definiciones por varias razones. Primero porque son conceptos complementarios: el que emigra de un lugar, se convierte en inmigrante al llegar a su destino. Pero además porque ambas definiciones ponen sutilmente de manifiesto, algunas de las diferencias que socialmente existen entre ambos conceptos. Así, el diccionario enfatiza que el emigrante viaja para ‘buscar mejores condiciones de vida’ o señala que la ausencia puede ser temporal, mientras que en el caso del inmigrante no se señalan las razones de ese viaje, y sólo recoge a los inmigrantes que se establecen permanentemente. A pesar de todo ello, podemos evaluar ambos conceptos como un todo y entresacar tres características, que nos ayudaran a acercarnos a la idea denotativa de inmigración. En estas definiciones se hace énfasis en: el desplazamiento hacia MI territorio desde OTRO territorio para trabajar. Si contrastamos ahora estas tres características, con los textos publicados en prensa que tengan a la inmigración y a los inmigrantes como referentes, podremos acercarnos a la idea de inmigración que mana de los medios de comunicación. En prensa la concepción de la inmigración como un desplazamiento de un lugar a otro está de alguna forma distorsionada porque la inmigración tiene poco que ver con la emigración. El inmigrante caracterizado, como luego veremos como ‘pobre’, ‘distinto’, ‘marginado’ no tiene nada en común con la idea social de emigrante ‘emprendedor’, trabajador’... De modo que como inmigrar no tiene que ver con emigrar, lo que queda a los que emprenden del viaje migratorio es, como muy irónicamente señala De Lucas, es ponerse en órbita. Además, la idea de territorialidad se amplía mucho en los medios. En prensa se habla de inmigrantes en países distintos del nuestro, que según la definición del diccionario sería la referencia espacial que define el concepto. Así, se habla de inmigrantes en EEUU 7 , en Israel, en Gran Bretaña, en Dinamarca, en Italia. Se podría argumentar de los últimos dos países que al pertenecer a la UE forman parte de nuestro territorio. Pero, ¿qué vínculo territorial nos une a Israel?, ¿y a EEUU? En realidad, cuando se habla en prensa de inmigrantes en EEUU o Israel a lo que se está apelando es una solidaridad supraestatal entre países desarrollados que tienen que ‘sufrir’ la presencia de inmigrados. 

La idea de viajar para mejorar las condiciones de vida mediante el trabajo tampoco es evidente en las páginas de los periódicos. Sobre todo si tenemos en cuenta referencias como las que se hacen a los ‘menores inmigrantes’ o la confusión entre inmigrantes y asilados políticos 8 . Con titulares como ‘La ONU exige al Gobierno que erradique los “malos tratos” a menores inmigrantes’ 9 no se pretende hacer apología del trabajo infantil desde un periódico definido como demócrata porque lo que subyace a la etiqueta de menores inmigrantes es la idea de que la inmigración no siempre está relacionada con el trabajo, con lo que si los inmigrantes no vienen a trabajar se puede caer en la acusación de ‘vagos’ o incluso de ‘delincuentes’. El concepto mediático de inmigración es por tanto una etiqueta que homogeneiza a colectivos de personas de muy distintas procedencias geográficas, con diferencias de formación, de género o de clase... y pone el acento en dos rasgos: en ‘la otredad’ (lo extraño, lo desconocido, lo raro) y en la marginalidad. Los inmigrantes en prensa son individuos procedentes de países en los márgenes de la globalización internacional 10 y también progresivamente marginados por la legalidad española, una indefensión jurídica que provoca en ocasiones abusos por parte de los autóctonos 11 Estos abusos además, no entran en la órbita discursiva 12 de lo delictivo (la culpa, el castigo, el daño social)- aunque sean delitos cometidos contra los inmigrantes 13 sino en el ámbito discursivo de lo problemático; de los problemas que padecen los inmigrantes. Esta afirmación es deudora sobre todo de análisis actanciales 14 que autores como Bañón (2002) ya hicieron en el caso de la narración periodística de los ataques racistas a inmigrantes.

De esta manera las características de la imagen mediática de la inmigración son:
1. Procedencia del ‘Tercer Mundo (antiguas colonias...).
2. Percibidos como ‘pobres’
3.Étnicamente diferenciados

Esta caracterización es muy potente y hace que sujetos que si responderían a las características que entresacamos de la definición del diccionario, ‘persona que viaja para trabajar’ generalmente no sean concebidos en los medios de comunicación como inmigrantes, y a la inversa personas que no son inmigrantes pero que si parecen responder a la caracterización mediática sean confundidos como tales. Así, por ejemplo, en las noticias de enfermeras españolas que emigran a Gran Bretaña para encontrar trabajo, se habla de futuro, de viaje, de esperanzas, de mejores condiciones de vida... pero no de que se conviertan en inmigrantes. Otro ejemplo, en una noticia 15 de EL MUNDO que narraba el ataque racista que había sufrido un turista puertorriqueño, en la que se insinuaba la duda acerca condición de turista del sujeto porque respondía a las tres características que hemos mencionado (procede de un país en desarrollo, es negro y parece no tener dinero). Para autores como Antonio Izquierdo, el paradigma del inmigrante en el que se sintetizan las características reseñadas (‘el extraño’16, ‘el étnicamente diferenciado’, el pobre...) es el magrebí. Antecedentes discursivos del vínculo entre delincuencia e inmigración. Evolución del discurso problemático de la inmigración. La progresiva construcción de esta nueva otredad, una de las manifestaciones más evidentes es la vinculación discursiva que nos ocupa, no tiene más de 15 o 20 años, momento en el que, según demógrafos como Antonio Izquierdo (1996), el número de inmigrantes comenzó a ser significativo. Siguiendo a autoras como Wodak (2003), quien hace un especial énfasis en la historicidad de los discursos, podríamos afirmar que el tratamiento mediático de los inmigrantes, tendría varios hitos clave. En 1992, el asesinato de Lucrecia por un guardia civil que fue definido en prensa como ‘el primer asesinato racista en España’, caracterizó un periodo que Wilson y Gutiérrez (1985) denominan ‘fase de exclusión’, en el que la presencia de los inmigrados en las calles iba progresivamente en aumento, pero en las páginas de prensa era muy escasa. Estaba marcada por sucesos aislados e inconexos y el tratamiento periodístico era el propio de la narración de sucesos: algo novedoso, morboso, dramático, con una alta densidad emocional, estereotipado y cercano a lo mítico. El goteo de sucesos que tenían como protagonistas a los inmigrantes, tanto como víctimas como culpables, se hizo cada vez más continuo y hoy es un tipo de narración muy presente en las páginas de los periódicos que nos ocupan, sobre todo en las secciones o cuadernillos locales. El paradigma de este segundo momento es la narración de la llegada de las pateras que progresivamente y por saturación, ha ido perdiendo efectismo dramático, aunque no presencia en la prensa, y consolidando la idea de incontenibilidad, de avalancha.17 Entre el año 1999 y 2000 con los ataques racistas de Ca’Anglada y el Ejido respectivamente, se produjo un crecimiento exponencial del volumen de noticias relacionadas con la inmigración. Desarrolló la idea de inmigración como foco informativo y su correlato en la Opinión Pública de preocupación social.18 Actualmente, temas relacionados con la inmigración aparecen casi diariamente en las páginas de prensa. Sólo un dato: en el vaciado de prensa realizado 19, incluso en el día de la Huelga General (en el que los periódicos no tenían más de 30 páginas) hubo noticias sobre inmigración. En el progresivo crecimiento del volumen de textos relacionados con la inmigración a lo largo del tiempo, podemos señalar una constante: el enfoque problemático de la inmigración. El problema de la inmigración o los problemas de los inmigrantes, dependiendo del rango ideológico de la cabecera que tratemos, es prácticamente la única forma entender la inmigración. Será pocas veces connotado positivamente: en el 2002 hablamos de unos 20 textos que hacen referencia al aporte demográfico de la inmigración -el texto tipo era el reportaje de tasas de natalidad en el que se enfatizaban los nacimientos de inmigrados 20 de segunda generación- o al aporte económico – en este caso el texto modelo era el reportaje que recogía las cifras de nuevos afiliados extranjeros a la Seguridad Social 21. Tampoco será un fenómeno neutro: discursivamente, la inmigración no es un Natural Demográfico como la muerte, o el nacimiento, tampoco es un Derecho Universal 22. Es en este contexto discursivo problemático, en el que se ha ido construyendo una idea de inmigración homogénea y vinculada al suceso, en el que surge el vínculo discursivo explícito entre delincuencia e inmigración.


Algunas estrategias utilizadas en los textos

En 2002, y principalmente desde los atriles políticos, se relacionó explícitamente la delincuencia con la inmigración. El debate social, que se prolongó en el tiempo durante todo el año y que fue abierto a primeros de año por el Partido Socialista como forma de atacar al Gobierno, tenía como argumento principal el espectacular crecimiento de la delincuencia y la responsabilidad de la inmigración. Uno de los elementos argumentativos más potentes fue el uso de la cifra estadística 23. Los tantos por ciento, y los muchos ceros aparecían con mucha frecuencia en la gran mayoría de los textos en los que se vinculaba de forma más o menos explícita la inmigración con la delincuencia y tenían un valor discursivo importante. Las cifras en prensa son un elemento de credibilidad en los textos. Deudoras de una tradición científica que cree la objetividad y la imparcialidad del número y de un periodismo que aspira a esa misma objetividad, las cifras dan brillantez y veracidad a los textos. El número, es además un concepto abstracto difícil de visualizar. Además de señalar la legitimidad discursiva que tiene el número- como argumento muy resistente a la puesta en cuestión- interesa analizar el poco rigor periodístico con el que son tratadas las cifras, porque. De modo que en ocasiones variaban del titular de portada al del interior: como en EL MUNDO del 11 febrero 2002 ‘más de la mitad de los 332147 detenidos fueron extranjeros (portada), ‘más de la mitad de los 232000 detenidos fueron extranjeros’ (interior). Esto es así porque realmente lo importante discursivamente es la sensación de superación que produce: esto es mucho, es demasiado. Autores como García España (2001) o Wagman (2002) si rebatieron insistentemente las cifras que se manejaban en prensa. Argumentaban que no se debía confundir la tasa delictiva de los inmigrantes con la de los extranjeros (en la que estaban incluidos turistas y ‘transeúntes’), que no se podía titular mezclando los delitos con las faltas (ya en el caso de los inmigrados un volumen muy importante de detenciones se debían a carecer de documentación, y eso sólo es una falta administrativa), que debíamos comparar la tasa delictiva de los inmigrantes con la Población Activa de los autóctonos, porque la Criminología ha demostrado que son los hombres jóvenes- perfil que coincide con los inmigrantes- los más proclives al delito... Es decir, contrastaban el poderoso y falaz argumento de ‘el 50% de los robos con violencia lo cometen los inmigrantes’ 24 o ‘el 90% de los presos preventivos es extranjero 25’ con parámetros reales de la delincuencia extranjera 26. Otra característica discursiva de estos textos es el tipo de fuentes periodísticas que se utilizan. La práctica totalidad de este conjunto de textos en los que aparece el binomio delincuencia- inmigración utiliza con exclusividad fuentes institucionales muy cercanas a los medios 27. Responsables políticos y oposición, Policía, Ministerio del Interior, Instituciones Penitenciarias, el Centro de investigaciones Sociológicas, expertos, columnistas de opinión... dieron forma a un debate social generado desde los medios de comunicación. Esto pone de manifiesto la relación de las élites y los medios de comunicación que analiza Van Dijk (1990). Las fuentes oficiales tienen un acceso privilegiado a los medios de comunicación además de una legitimidad de la que no gozan ninguna otra fuente alternativa. Para Fairclough (1998), este acceso privilegiado a los medios de comunicación es una cuestión de poder, de tener voz, además de tener capacidad de transformación social y de negociación. En este sentido, el Análisis Crítico del Discurso tiene como objeto de estudio privilegiado las relaciones de poder como elemento también discursivo. Hace visibles unas relaciones de poder desiguales, que como bien señala Van Dijk, tienen un sustrato de racismo institucional, entendido éste como sistema de prejuicios de carácter estructural e histórico, que basado en supuestas diferencias biológicas, que legitima las desigualdades 28. El concepto de Cuadrado Ideológico nos ayuda a entender otra de las estrategias básicas presentes en los textos mediáticos que nos interesan y que podríamos llamar ‘el nosotros contra ellos’. ‘Nosotros’ se convierte así en una categoría en la que estaría incluido el periodista, pero también el lector y más generalmente, la Comunidad compartida por ambos. 29 De la misma forma, la categoría ‘ellos’ se configura también como homogénea, estable y de rasgos fijos, definidos y antagónicos de los ‘nuestros’. A partir de esta estrategia se construyen los principales discursos problemáticos acerca de la inmigración que se están viendo aquí. 

NOSOTROS 

Enfatizar lo positivo +

Silenciar lo negativo -

ELLOS

Enfatizar lo negativo - 

Silenciar lo positivo +

Al analizar los roles activos y pasivos de los sujetos protagonistas de este tipo de noticias, se percibe que en el caso de los abusos o ataques cometidos por los autónomos sobre los migrantes, se tiende a difuminar (minimizar) la responsabilidad individual de los primeros, con estrategias como la despersonalización o la gradación léxica. 

Así en la narración de delitos de abusos cometidos contra inmigrantes en ocasiones ni se nombra al responsable a través de la estructura pasiva: 

‘Asesinado de una puñalada en el cuello un ciudadano argelino en un local nocturno de Torremolinos’ (EL PAÍS, 03/01/02) 

´Un marroquí muere en Salou de un tiro al salir de un bar en Año Nuevo’. La policía no descarta el móvil xenófobo y afirma que el autor está identificado’ (subt) (EL PAÍS, 04/01/02) 

O no se da ningún nombre o referencia del delincuente: 

‘Condenadas tres personas por falsificar ofertas de trabajo para extranjeros’. Cobraban hasta 1,5 millones de pesetas’ (antetítulo) (EL PAÍS, 29/01/02) 

O se obvia la agresión: ‘Diez menores, condenados a 28 horas de trabajos a favor de los inmigrantes’ (EL PAÍS 16/01/02)

Otra forma de minimizar la responsabilidad de los autóctonos es lo que hemos denominado gradación léxica que se puede conseguir por ejemplo, enfatizando que son menores (inconscientes, cachorros…) al hablar de ataques racistas: 

‘Detenidos dos jóvenes racistas de Ultra Sur por pintadas racistas en Canillejas. 

“Todo es un montaje”, afirman los chavales (antetítulo) (EL PAÍS.MADRID 19/02/02) 

Estas breves notas sobre el análisis actancial tienen mucho que ver también con el ya citado, Cuadrado Ideológico.


Tipos básicos de textos en los que se vincula delincuencia con inmigración


En el análisis de los textos publicados en 2002 en los que se relacione de forma más o menos directa la inmigración con la delincuencia podemos encontrarlos con dos prototipos básicos de textos que hemos denominado: los sucesos étnicos y las declaraciones políticas. La narración de lo que podemos llamar sucesos étnicos, es decir de textos en los que en la que se hace un énfasis especial en la otredad (la nacionalidad, la religión, el color de la piel...) de la víctima o del culpable se ha convertido en un tipo de textos ya clásicos al hablar de inmigración, muy presente sobre todo en los cuadernillos locales. En nuestro año de investigación se publicaron una media mensual de unos 35 o 40 de este tipo de textos en los cuadernillos de Madrid (EL PAÍS) y unos 50 o 55 en M2 y 15 Madrid (de EL MUNDO) a pesar de ser desaconsejadas repetidamente en los distintos Códigos Deontológico 30 Hemos de decir que a pesar de la continuidad temporal de este tipo de narración de sucesos- desde los orígenes de las noticias sobre inmigración en el Estado que hemos situado en 1992 con el asesinato de Lucrecia- en los últimos años se ha observado un mayor cuidado en la forma de titular, siendo ya muy raro tanto en EL PAÍS como en EL MUNDO titulares del tipo: ‘pakistaní acusado de matar a su compañera a golpes se escuda en los efectos del alcohol’ 31 . El otro tipo de textos básico recoge declaraciones de políticos, de especialistas, de representantes policiales, de columnistas... El llamado periodismo de citas da sentido a una gran cantidad de textos periodísticos. Las declaraciones cruzadas de los políticos, las cifras- en ocasiones también contradictorias 32- dadas por organismos como el Ministerio del Interior, la Policía, el Defensor del Pueblo, los debates cruzados entre columnistas, las argumentaciones de especialistas... estuvieron presentes en las páginas de ambos periódicos durante el 2002.


Una nueva concepción de la seguridad

Ya hemos visto que el vínculos discursivos como el que nos ocupa, no son puros y no permanecen aislados ni del contexto social, ni del mediático. Algunos de los conceptos teóricos más interesantes que apuntan a la continuidad e hibridación que existen entre los discursos pueden ser el concepto de arco discursivo manejado por Antonio Bañón (2002), con el que se pone de manifiesto los vínculos discursivos que existen entre discursos incluso contradictorios o el de trama de la facticidad que propone Van Dijk (1997). Ambos señalan la necesidad de evitar considerar aisladamente los discursos de manera que, al hablar del discurso sobre la responsabilidad inmigrante en el aumento de la delincuencia predominantemente en los textos analizados, estaremos relacionándolos también con los textos en el que se manejen discursos sobre las mafias y el tráfico de personas o los ‘ilegales’.
Nos parece interesante en este punto una breve digresión acerca del concepto ilegal pues nos parece uno de los prolegómenos más importantes del proceso de criminalización que analizamos. En algunos textos periodísticos se hace una valoración entre los buenos y los malos inmigrantes. Los buenos inmigrantes 33 (los que tienen documentación) son trabajadores, emprendedores, sumisos... y los malos (los ilegales) son vagos, peligrosos, delincuentes, extraños... por lo que se justifican las políticas contra la inmigración ilegal 34 que se están adoptando en toda Europa. Son discursos políticos que responsabilizan individualmente a los inmigrantes de su situación y no atienden a otras causas estructurales reales como las profundas desiguales Norte/Sur o crecimiento de los flujos migratorios derivados del proceso de Globalización. El problema es que, como han demostrado autoras como Calavitta (1998), la dicotomía entre legales e ilegales no es real, porque la gran mayoría de los inmigrantes, debido principalmente a una legislación represiva y policial, pasan por períodos de legalidad e ilegalidad, por lo que es fácil generalizar los miedos que provocan el ser ilegal al conjunto de los inmigrantes. 35 El binomio delincuencia inmigración es un discurso especialmente eficaz. Es una generalización muy creíble y políticamente rentable 36 que está relacionada con otros discursos acerca de los inmigrantes, que se manejan en los terrenos del desconocimiento y del miedo. 
‘La lucha contra la inmigración ilegal’ (y otras luchas paralelas como la lucha contra la delincuencia o la lucha contra el terrorismo) es un arma electoral poderosa, como demostró sobradamente Le Pen en las pasadas elecciones francesas. El crecimiento de los discursos xenófobos en Europa y la progresiva asunción de los partidos democráticos de parte de sus presupuestos para no perder votos, es otra de las claves que podrían explicar el éxito de la relación delincuencia – inmigración. Como también lo es el contexto que podríamos llamar 12 de Septiembre, que ha generado una determinada concepción de la seguridad que enfatiza el miedo, la desconfianza en lo distante culturalmente y la necesidad de protección constante por parte del Estado.



Algunas conclusiones


La necesidad de entender los textos de análisis en su contexto comunicativo responde al interés de comprender la importancia y el valor que se le dio al discurso mediático que vinculaba la inmigración con la delincuencia y también para reconstruir este discurso mediático en un contexto social más amplio, ya que formó parte de lo que fue el presente social del momento, en el sentido de que muchos de los discursos cotidianos, que quedaron reflejados- por ejemplo en las sucesivas encuestas de opinión del CIS 37 en las que se preguntaba por la sensación de inseguridad ciudadana o por el miedo a lo extranjero- recogían una creciente desconfianza y miedo a los inmigrantes. Y podemos ir más allá, aún hoy, y en parte por el seguimiento y la trascendencia que se le dio a ese vínculo, los discursos de criminalización de los inmigrantes son nuestro presente puesto que al hablar de inmigración no es difícil que esa asociación mental se haga presente.38 La idea de ‘hablar de lo que hay que hablar’, porque es lo importante según los medios de comunicación y con ‘las claves con las que hay que hacerlo’, es decir, de profundizar en la función socializadora de los medios de comunicación nos ayuda a entender el concepto discursivo de comunidades de sentido. Compartir conocimientos comunes que muchas veces se (re)producen en los medios de comunicación, ayuda a la cohesión social, como también lo hacen la sensaciones como las que despiertan este tipo de discursos. Textos como los que nos ocupan apelan sobre todo al miedo, argumento fácilmente demostrable si echamos un vistazo al léxico que se maneja en todos ellos: delincuencia, violencia, asesinatos, robos, inmigración... Para autores como Varela y Álvarez Urías (1987), el miedo en las actuales Sociedades Complejas tiene una función cohesiva muy importante frente a los que se sitúan en los márgenes de la sociedad. Además, los miedos sociales están teniendo en la actualidad una especial efervescencia discursiva: la islamofobia, el choque de civilizaciones, la lucha contra el terrorismo, la lucha contra la delincuencia... y se está convirtiendo en una baza electoral internacional muy potente. Un concepto especular del teórico comunidades de sentido es el cotidiano sentido común, concepto sobre el que se ha reflexionado también desde la Criminología Crítica para entender lo que significa el delito hoy. Como nos recuerda la teoría del Etiquetamiento, tenemos que entender los procesos sociales que se ponen en juego en el proceso de criminalización de una conducta. Es decir, analizando las prácticas sociales de instancias de control social 39 como la policía, los jueces o la cárcel entenderemos, en parte, porque están sobrerrepresentados los inmigrantes en el Sistema Penal. Según este planteamiento teórico detrás del Código Penal estaría el Código Social, es decir, procesos sociales no explícitos 40, que guiarían la mirada de policías, jueces y funcionarios penitenciarios hacia determinados sujetos, entre los que se encontrarían los inmigrantes, de los que socialmente se espera que sean más proclives al delito. Esas expectativas sociales tendrían repercusiones, también en sujetos como los inmigrantes, que Varela denomina frágiles, cayendo en lo que los sociólogos de la desviación denominan la Profecía que se Autocumple. Unas expectativas que formarían parte de ese sentido común no cuestionado pues estarían sustentadas en prejuicios, estereotipos sociales y binomios mediáticos como el que hemos tratado aquí.


BIBLIOGRAFÍA 

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Referencias a fuentes citadas

1 Ejemplifican esto titulares publicados también en el 2002 como: ‘Londres planea frenar la inmigración ilegal con buques de guerra en el Mediterráneo’ (EL MUNDO, 24/05/02); ‘La UE estudia planes de repatriación masiva de ‘clandestinos’ ’ (EL PAÍS, 14/09/02); ‘El Partido Popular de Fuerteventura pide buques de la Armada para frenar la llegada de pateras’ (EL PAÍS, 25/01/02); ‘Policías y servicios secretos alertan sobre la avalancha de ‘ilegales’ en la UE’ (EL PAÍS, 26/05/02); ‘Italia demolerá los barcos para “impedir la invasión de inmigrantes” (EL MUNDO 29/03/02); ‘El Gobierno activa el control electrónico para detectar pateras’ (EL MUNDO, 12/08/02)’

2 Esta estrategia discursiva, como veremos a posteriori es definida por Van Dijk como el Cuadrado Ideológico.

3 Entendemos la Ciudadanía en este contexto, vinculada al concepto de Estado-Nación. Hablamos, siguiendo a autores como De Lucas (2002) o Zapata (2002) conjunto de derechos derivados de la vinculación de los sujetos (por sangre o por ascendencia) a un territorio. Desde el punto de vista de la igualdad de derechos, los inmigrantes se han convertido en sujetos sociales de segundo orden regidos por una legislación distinta del resto de la sociedad, la ley de Extranjería, cuyo sentido último es despojar a los inmigrantes de derechos como el de asociación, el de reunión, el de huelga...

4 Esa forma de mirar implica la atención hacia determinados temas como el racismo o el sexismo en los medios de comunicación con la intención de desvelar relaciones de poder y desigualdad no explícitas.

5 Entendemos el discurso periodístico, como una forma particular de discurso público que mantiene una estrecha relación, aunque mediada y compleja, con lo social. Consideramos los discursos, prácticas sociales, espacios de producción de sentidos sociales.

6 No podemos afirmar que el significado de las palabras en los diccionarios sea puramente denotativo ya que está elaborado por un conjunto de académicos, es decir que también está en manos de sujetos que tienen una forma determinada, no sólo individual, de mirar y comprender el mundo. Pero es la definición más canónica que socialmente se maneja. 

7 ‘el Reino Unido deportará a los inmigrantes ilegales a los que no conceda el derecho de asilo’ (EL PAÍS, 31/05/02), el derecho de asilo sólo puede ser solicitado por refugiados; ‘EEUU extrema medidas para ‘fichar’ a inmigrantes (EL MUNDO, 06/06/02); ‘Israel emprende deportaciones masivas de inmigrantes’ (EL MUNDO, 03/09/02)

8 Los refugiados están sujetos a protección internacional pero en prensa se confunde por ejemplo: “Italia decreta el estado de emergencia en Sicilia ante el aluvión de refugiados ” (publicada en portada 19/03/02 en EL PAÍS), esa misma noticia aparecería en el interior del periódico pero sustituyendo la palabra refugiados por ‘inmigrantes’

9 08/06/02 de EL PAÍS

10 De países que son definidos territorialmente también como ‘los otros’ en el sentido de que como hemos visto existe un vínculo supraestatal entre países desarrollados en los titulares de prensa.

11 ‘40 000 pesetas al mes por colchón’ (EL PAÍS, 09/04/02); ‘detenidas en Barcelona nueve personas acusadas de engañar a 500 inmigrantes con documentos falsos (EL PAÍS, 16/02/02); ‘Detenido un alcalde del PP por vender carnés de conducir’ , en el texto se especifica que eran para inmigrantes (EL PAÍS, 29/08/02); ‘Cama a 90 en un edificio en ruinas’ (EL PAÍS, 18/01/02); ‘tres policías nacionales, detenidos por el robo de 3000 euros a tres chinos’ (EL PAÍS. MADRID 26/04/02)

12 Como veremos posteriormente, un concepto más adecuado que esta expresión metafórica que ayuda a visualizar la relación entre discursos es el de trama de la facticidad.

13 El otro tipo de delitos básicos cometidos por autóctonos que recoge la prensa son los ataques racistas: ‘Amnistía Internacional denuncia un aumento de torturas por racismo a manos de la policía’ (EL PAÍS 17/04/02); ‘Detenidos 9 menores por asaltar la casa de un marroquí en Murcia. Los adolescentes derribaron la puerta a palos y persiguieron al inmigrante (subt) (EL PAÍS, 20/04/02); ‘Un acusado por un ataque racista afirma que actuó “movido por el odio” (EL PAÍS 24/05/02)

14 El análisis del valor de los roles activos y pasivos de los protagonistas de estas noticias, lo abordaremos a posteriori.

15 ‘Un puertorriqueño de 41 años muere en el paseo de Recoletos tras sufrir un atraco. La víctima, que pereció en plena calle, había llegado en noviembre a España como turista’ (subt) (EL PAÍS, 16/12/02). Es interesante esta noticia porque, ¿qué sentido tiene para la comprensión de la noticia, la insinuación de la falsa condición de turista?

16 La palabra extranjero comparte la misma etimología que extraño. Este mismo paralelismo se da en otros idiomas: stranger (en inglés, forastero y extraño); barbaro (latín, extranjero, extraño). 

17 ‘Cruz Roja afirma que unos 2000 africanos esperan pasar el Estrecho’ (EL PAÍS, 14/05/02); ‘Un millar de africanos se hacinan en la terminal de Fuerteventura por la avalancha de pateras’ (EL PAÍS, 24/09/02); ‘Policías y servicios secretos alertan sobre la avalancha de ilegales en la UE. Decenas de miles de inmigrantes son rechazados cada mes en las fronteras de los Quince’ (subt) (EL PAÍS 25/06/02) ‘Interceptados 1412 inmigrantes a bordo de siete pateras y un pesquero en sólo 48 horas’ (EL PAÍS, 22/03/02).

18 Este interés informativo podría darnos algunas claves de porqué repetidamente en los últimos años la inmigración aparece en las encuestas del CIS como tercer o cuatro problema de preocupación de los españoles, tras el paro y el terrorismo. 

19 Hablamos de un volumen de textos que excede los 3700 por periódico.

20 El concepto de inmigrante de segunda generación es problemático porque en realidad los niños nacidos de inmigrantes no han hecho ningún viaje, ni trabajan. Pero hemos encontrado otro concepto apropiado que sea socialmente compartido.

21 Pero además, podemos poner en entredicho esta idea de inmigración aparentemente positiva, porque la concepción de la inmigración que subyace es muy instrumental, ‘los inmigrantes son buenos, porque nos sirven’.

22 Artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia dentro de un Estado”. “Toda persona tiene derecho a salir a cualquier país, incluso del propio y a regresar a su país”. 

23 Ejemplos del alud de cifras que aparecieron en estos textos podemos encontrarlos en titulares como: ‘Interior atribuye a la inmigración el aumento de la criminalidad en más de un 9%. ‘EL PAÍS, 03/01/02); ‘Interior pide ‘tolerancia cero’ con el multirreincidente. El Director de la Policía achaca a la inmigración irregular la subida de la delincuencia en un 10,52%’ (subt) (EL PAÍS, 11/02/02); ‘El Gobierno culpa del aumento de la delincuencia a la inmigración y a la facilidad para denunciar. Interior asegura que el 50% de los robos con violencia los cometen ciudadanos extranjeros’ (antetítulo) (EL PAÍS, 05/03/02); ‘Rajoy revela que nueve de cada diez nuevos reclusos preventivos son extranjeros. El vicepresidente insisten en atribuir el aumento de la delincuencia a los inmigrantes irregulares’ (subt) (EL PAÍS, 07/03/02); ‘Interior destaca que la mayoría de los homicidios del 2001 fueron ajustes de cuentas entre extranjeros. La población de los centros penitenciarios sobrepasa los 40 000; casi 10000 de ellos son inmigrantes’ (subt) (EL MUNDO, 03/01/02). 

24 05/3/02, EL PAÍS

25 26/06/02 EL PAÍS

26 Criminólogos como Baratta (1986), García España (2001), Flowers (1988) y sociólogos Manzanos Bilbao (1999), Wacquant (2000), Becker (1971),Varela (1987) han demostrado repetidamente que no se puede establecer una relación causal entre el fenómeno inmigratorio y el delictivo. Entre las teorías que se manejan para explicar la actual sobrerrepresentación -que tampoco es una constante temporal ni espacialde las minorías étnicas (de los inmigrados pero también de minorías autóctonas como los gitanos) en el Sistema Penal Español podemos destacar dos interesantes para nuestro análisis: la llamada teoría del arraigo social de Hirschi, (1969) y la Teoría del Etiquetamiento. La primera afirma que un sujeto es menos proclive a cometer un delito cuanto más lazos sociales (más referentes morales, afectivos...) tenga por el miedo a perderlos. En este sentido, la situación de los inmigrantes se ajusta a esta definición, por el propio trayecto migratorio, tienen que reconstruir lazos sociales en una sociedad distinta a la propia, donde además viven condiciones más degradadas que el resto de la población, en situaciones de marginalidad que los teóricos denominan de riesgo delictivo. La Teoría del Etiquetamiento, con la que autores como Goffman, Becker, Dahrendorf, Garfinkel... afirman que: es imposible conocer la criminalidad si no se estudia la acción del sistema penal que la define y reacciona contra ella empezando por las normas abstractas hasta llevar a la acción de las instancias oficiales (Baratta, 1986).

27 Estudios etnometodológicos sobre las rutinas periodísticas de obtención de información han demostrado que la consideración de ‘fuente fiable’ tiene mucho que ver además de con el prestigio social de la fuente de información, con el contacto continuado con los medios de comunicación. En el caso de las instituciones que se citan esto es cierto porque todas ellas cuentan con mecanismos de acceso preferente a los medios de comunicación como son los gabinetes de comunicación, las ruedas de prensa periódicas… 

28 No hablamos por tanto del racismo que si es censurado de forma continuada desde los medios de comunicación con titulares como: ‘Dos nuevos ‘skins’ detenidos por el ataque racista de Barcelona’ (EL MUNDO 18/06/02); ‘el rebrote de la violencia ‘ultra’; ‘dos hombres en estado muy grave tras ser apuñalados a plena luz del día’ (EL MUNDO 22/12/02); ‘Ataque xenófobo a otro templo evangélico en Villa de Vallecas’.’Un municipio donde residen muchos rumanos con profesiones cualificadas’ (subt) (EL PAIS, 07/05/02); ‘arrestados otros dos jóvenes tras apalear a un rumano en un bar’. ‘El inmigrante tuvo que ser hospitalizado al sufrir un traumatismo craneoencefálico’ (subt) (EL PAÍS, 10/05/02) Este tipo de racismo más o menos coyuntural, explícito, violento y poco elaborado teóricamente es sólo la punta del iceberg de un concepto más amplio: el de racismo simbólico que siguiendo a autores como Balibar (1991) manejamos aquí.

29 Nos referimos aquí al concepto también discursivo de comunidad de sentido que hace referencia a una colectividad (en este caso la sociedad ‘de acogida’) que comparte valores, creencias, actitudes. 

30 Por la posibilidad de generalización a todas las comunidades de inmigrantes. Sólo se recomienda enfatizar esa otredad cuando es imprescindible para la comprensión global de la noticia.

31 Este titular es un año posterior a nuestro análisis (11/03/03) pero es de ABC. Las diferencias con respecto al tratamiento de la vinculación entre inmigración y delincuencia entre cabeceras de referencia como las que abordamos aquí con otras más populistas como ABC, es un estudio interesante que aún está por hacer.

32 Durante el 2002 hubo incluso un desmentido de Valdivieso, Director General de la Guardia Civil, negando las cifras de detenidos extranjeros que proponía el Ministerio del Interior y el Director de la Policía.

 33 ‘los otros inmigrantes. Más de 30 000 extranjeros han creados sus propias empresas y 820 000 ya estándados de alta en la Seguridad Social (subt)’ (EL MUNDO, 29/09/02).

34 ‘Defensa incluye “la inmigración ilegal masiva” entre las amenazas para la seguridad nacional’ (EL PAÍS, 18/11/02)

35 Posteriormente abordaremos la relación que existe entre el miedo y el vínculo entre delincuencia e inmigración. Ahora nos interesa ejemplificar la indefensión y el miedo que padecen en general los inmigrantes como colectivo cada vez más marginalizado y perseguido, de forma que hasta se han podido documentar enfermedades mentales específicas de los inmigrantes derivadas de una cronificación de ese miedo: ‘Síndrome de Ulises, la enfermedad del emigrante Los psiquiatras observan un aumento de los trastornos psíquicos entre los inmigrantes (subt). “Como si me hubieran apuñalado” (Destacado) [profundo miedo, delirios de persecución] (EL PAÍS, 26/11/02); ‘Un sin papeles con depresión se quema a lo bonzo en Barcelona (EL MUNDO, 24/12/02)

36 ‘La aprobación de una ley de inmigración en Alemania deriva en un rifirrafe electoral’. ‘La Unión
acusa al SPD de violar la ley fundamental y Stoiber afirma que cambiará las normas si gana (subt) (EL MUNDO 23/03/02); ‘Un pequeño partido trastoca el mapa electoral sueco con un polémico plan sobre inmigración’.‘Los socialdemócratas ven peligrar su mayoría para las elecciones del domingo’ (subt) (EL PAÍS 14/09/02); ‘Los partidos canarios dejarán la inmigración fuera de la lucha electoral’. ‘CC, PSOE, PP y AHÍ se comprometen por escrito a combatir la xenofobia’ (subt) (EL PAÍS 30/10/02); ‘PP y PSOE utilizan el argumento de la inseguridad como baza electoral’ (EL PAÍS,10/11/02); ‘PP y PSOE convierten la seguridad ciudadana en el centro de sus primeros actos preelectorales’ (EL MUNDO 10/11/02)

37 De este momento es una encuesta de el CIS en la que subrepticiamente se preguntaba a los encuestados si creían que existía relación entre la inmigración y la inseguridad ciudadana (‘¿está usted muy, bastante, poco o nada de acuerdo con que, hoy en día existe en España relación entre inseguridad ciudadana e inmigración?’). En este tipo de discursos no periodísticos sino científicos (revestidos de autoridad, legitimidad y veracidad) lo interesante es destacar la relación que establece ya la pregunta, pues independientemente de lo que se responda, propone una asociación mental de la que el entrevistado no se puede zafar. 

38 ‘El 58% de los españoles relaciona inseguridad e inmigración’ (EL MUNDO. ES 23/06/03) La noticia recoge los resultados del barómetro del CIS Mayo 2003.

39 Este planteamiento teórico no supone que la policía, por ejemplo, sea una institución especialmente racista, mantiene por el contrario que el racismo es una relación de desigualdad estructural que afecta a todas las instituciones y sujetos sociales de nuestras sociedades occidentales.

40 Los implícitos son uno de los objetos de investigación preferentes del Análisis Crítico del Discurso.



Cristina Villalobos Grupo de Investigación en Comunicación y Cultura Departamento de Periodismo (Universidad de Sevilla) 

miércoles, 20 de enero de 2016

Mary fue ejecutada en 1916 por rebelarse contra el circo. Hoy nos rebelamos contra el circo por Mary

(…) En 1916, la compañía “Sparks World´s Famous Show” era propietaria de Mary la elefanta. Mary era la atracción estrella, y Charlie Sparks la promocionaba como el animal terrestre vivo más grande de la Tierra. De acuerdo con los registros del show, era tres pulgadas más alta que Jumbo y pesaba más de cinco toneladas. Por supuesto, estas manifestaciones eran muy dudosas; pero así era el negocio del circo, una profesión menos que honesta, popularizada por empresarios que normalmente exageraban sobre absolutamente todo (…)

La mañana del 12 de septiembre comenzó como lo hacían la mayoría de las mañanas en Sparks Circus. Se despertaba a los animales y se les llevaba fuera de los furgones. Algunos de ellos eran entonces cargados dentro de vagones y remolques. Otros, en concreto caballos y elefantes, eran puestos a trabajar (…)

Había ocasiones, no obstante, en las que los elefantes obtenían algún respiro de esta monótona y agotadora agenda. El tipo más común eran los cortos paseos recreativos (…) Irónicamente, fue durante uno de estos paseos tan relajantes en Kingsport, cuando Mary decidió rebelarse contra su entrenador. Un testigo describiría la escena más tarde.

Mientras caminaba por Kingsport, Mary divisó un poco de sandía. Este descubrimiento debió de picar su curiosidad, ya que paró y se fue hacia la cáscara. La pausa temporal perturbó a su cuidador. Al principio, pegó a la elefanta con un palo largo y la gritó para que continuara moviéndose. Mary ignoró la orden, y simplemente continuó masticando. Algunas de las personas que observaron este altercado, lo encontraron de lo más cómico, y empezaron a reírse a carcajadas. El entrenador estaba cada vez más avergonzado. Gritó furiosamente y golpeó a la elefanta con virulencia a un lado de la cabeza. Este impetuoso acto de violencia no fue un movimiento muy inteligente.

Mary agarró al hombre con su trompa, lo levantó en el aire, y lo lanzó contra el lateral de una choza cercana. Fue tal la fuerza de este lance, que el entrenador atravesó la pared del edificio. Con el golpe del cuerpo, el chasquido de las tablas de madera, y el crujido de los huesos, la multitud se quedó allí en pie, en estado de shock. ¿Estaba el hombre muerto? ¿Estaba vivo todavía? ¿Se atrevería alguien a intentar ayudarle? Pero Mary puso fin a esta clase de pensamientos, caminó calmadamente sobre su cuidador, y le pisó certeramente la cabeza. La multitud se dispersó.

Tal vez fue lo deliberado de la acción de Mary, o quizá la frialdad de su conducta; pero, fuera cual fuera la causa, una vez que la situación se hubo estabilizado, los buenos ciudadanos de Kingsport querían sangre. No parecía importar que nadie de la ciudad conociera al hombre muerto. Una elefanta había matado a un humano, y esa era una razón lo suficientemente buena para una ejecución. Mary debía morir. Charlie Sparks, no obstante, no iba a dejar que su preciada “artista” y principal sustento de la familia, le fuera arrebatada tan fácilmente. La elefanta estaba valorada en muchos miles de dólares. Por lo tanto, Sparks hizo todo lo que estaba en su mano para aplacar la ira del público y convencer a los lugareños de que cambiaran de idea. De momento, Mary estaba a salvo.

A medida que las noticias sobre el pisotón se extendieron por el condado y el estado, el clamor a favor de la violencia retributiva no hizo más que incrementarse. Un periódico del este de Tennessee se refirió a la elefanta como “Mary la Sanguinaria”. Las ciudades anunciaron que los próximos espectáculos de circo serían cancelados si actuaba la elefanta asesina de hombres. Circulaban rumores de próximos linchamientos populares, utilización de la fuerza policial, intervención del gobierno del estado… Cada grupo demandaba su propia versión de ejecución sumaria. Para cuando el circo llegó a la localidad de Erwin en la mañana del 13 de septiembre, la presión para tomar acciones se había intensificado. El propietario fue forzado a tomar una dura decisión. Mary sería ejecutada después de la matiné. Según escribió el folklorista Charles Price, este sería “el día que colgaran al elefante”. No sería la primera vez que un elefante fuera llevado a la muerte de esta manera (…)

El 13 de septiembre de 1916, Mary la elefanta fue retirada del show de la tarde. Más adelante, ella y los otros elefantes fueron recogidos y dirigidos juntos a la terminal ferroviaria adyacente. Aunque sólo Mary iba a ser castigada, los entrenadores sabían que cualquier esfuerzo por sacarla sólo levantaría sospechas. Preferían prevenir que curar. Al llegar al lugar, Mary fue separada de sus compañeras, y asegurada en su sitio. Allí, esperó.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo fue elegido el método de ejecución. La leyenda dice que fueron discutidas muchas maneras: veneno, electrocución, e incluso ahogamiento y descuartizamiento mediante la oposición de dos máquinas de tracción a vapor. En cualquier caso, sabemos cuál fue la decisión final: muerte por ahorcamiento.

Esto era el Sur, y el linchamiento era la forma habitual de castigo para quienes se atrevían a oponer resistencia contra el poder y los privilegios del hombre blanco. De hecho, algunos testigos juraron que uno o dos afroamericanos también fueron colgados aquella tarde en la aldea de Erwin. Pero para Mighty Mary (la Enorme Mary), una cuerda y la rama de un árbol no bastarían. Se requería un dispositivo mucho más grande y resistente. Finalmente, se expropió una grúa industrial de 100 toneladas para la tarea.

Para cuando Mary fue posicionada bajo la grúa, tres mil hombres, mujeres y niños se habían amontonado alrededor de la terminal. Esta multitud suponía un tamaño mucho mayor que la población total de la pequeña Erwin. Aparentemente,todo el mundo de los alrededores del condado quería ver a la abominable elefanta ser llevada a la muerte por la mano del hombre. Ninguno de ellos sería decepcionado.

El remolque se puso en marcha, y una polea bajó un pesado cable de metal. Al final del cable, había enganchada una cadena. Un entrenador cogió el artefacto y lo ajustó alrededor del cuello de la elefanta. El motor de vapor comenzó a rugir, y la remolcó hacia arriba. Mary, sin embargo, no se iba a ir sin luchar. Mientras el nudo corredizo se apretaba y tiraba, empezó a revolverse y retorcer el cuerpo. El cable no era lo suficientemente fuerte como para soportar al mismo tiempo el peso y la resistencia. Se rompió, y Mary se vino abajo con un estruendo. Los espectadores estallaron en pánico, la elefanta asesina estaba ahora libre. ¿Se iría en estampida contra la multitud? ¿Fijaría el objetivo en sus entrenadores? ¿O atacaría a la plataforma y la haría pedazos? En realidad, Mary no estaba en condiciones de obtener su revancha. La caída le había destrozado la cadera. Derrumbada allí, inmovilizada y agonizando de dolor, Mary debió de haber sido una imagen conmovedora. Pero sus entrenadores permanecieron indiferentes, rehicieron el lazo, y la deslizaron una vez más. Esta vez, Mary no fue capaz de liberarse. Los felices espectadores se recolocaron y miraron cómo la elefanta moría asfixiada.

Este texto ha sido traducido y extraído del libro Fear of the animal plantet. The hidden history of animal resistance, de Jason Hribal (Counter Punch/AKA Press, 2010). Puedes leer la historia completa y la de muchas otras en nuestra sección POR QUIÉN o en el blog QUERERLALIBERTAD.

Hace ya casi 100 años que Mary se rebeló contra la explotación a la que le sometía su domador. Un siglo más tarde, animales no humanos como ella siguen rebelándose, intentando escapar, desobedeciendo y atacando a quienes les esclavizan. Hoy, casi un siglo más tarde, nosotras nos rebelamos contra el uso de animales en los circos por Mary y por todos los individuos que, como ella, viven y mueren bajo el yugo de estos negocios, el yugo del dinero, de la diversión egoísta, del antropocentrismo y la indiferencia.

domingo, 10 de enero de 2016

El sufrimiento de los animales empleados en atracciones y desfiles

El objeto del presente informe es la puesta en evidencia del sufrimiento físico y emocional que pueden llegar a padecer varias especies animales que han venido siendo empleadas en festividades locales, tanto para cabalgatas y desfiles como en distintas atracciones para el público infantil. Se nos ha facilitado material gráfico consistente en imágenes fotográficas y grabaciones de vídeo de los hechos acontecidos durante las pasadas fiestas de Navidad en Zaragoza, donde se utilizaron asnos y dromedarios para dar paseos a los niños en la Plaza del Pilar y en las que decenas de animales de diferentes especies (burros, caballos, ocas) fueron obligados a desfilar en la cabalgata de Reyes.

A lo largo de las últimas décadas se está concediendo una importancia creciente al trato que se supone deben recibir en general los animales por parte de la sociedad, y de ello se derivan las distintas normativas que sobre bienestar y protección animal han ido promulgándose sin cesar durante este período en las distintas Comunidades Autónomas españolas. Según la Ley 11/2003 de 19 marzo de protección de los animales en Aragón está prohibido “maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir daños o sufrimientos innecesarios e injustificados”. Del mismo modo, está prohibido “someter a los animales a trabajos excesivos hasta el punto de que puedan producirles sufrimientos o alteraciones patológicas”. También se prohíbe “la utilización de animales en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad, maltrato, sufrimiento, tratar de modo antinatural o contrario a sus necesidades fisiológicas y etológicas”

Si bien es cierto que en los últimos años se han producido grandes avances en lo que respecta a la legislación sobre protección animal, quedan aun grandes vacíos que deben ser resueltos con suma urgencia. La utilización de los animales para nuestro disfrute y diversión, puede y debe ser cuestionada desde un punto vista ético y de lo que se conoce como bienestar animal.

Cuando hablamos de bienestar animal nos referimos a:

El organismo en cuestión, dotado de un sistema neuroendocrino, es decir nervioso y hormonal muy similar al nuestro, debería no presentar alteraciones fisiológicas, es decir, sus manifestaciones emocionales no deberían diferir de las que presentan en condiciones normales.

El bienestar animal tiene que ver con las sensaciones experimentadas por ellos, esto es: la ausencia de fuertes sensaciones negativas llamadas en general sufrimiento, y la presencia de otras positivas, que suelen denominarse placer. Toda evaluación del grado de bienestar animal debe centrarse en las mediciones de esas sensaciones.

La preocupación por el bienestar animal es el resultado de dos elementos: por una parte el reconocimiento de que los animales pueden experimentar dolor y sufrimiento, y por otra, la convicción de que causarles sufrimiento injustificado no es moralmente aceptable. Como veterinarios, consideramos que el uso de estos animales en espectáculos para simple entretenimiento es totalmente injustificable.

Cuando los animales están en su ambiente natural pueden expresar sus comportamientos normales, mientras que éstos se ven afectados cuando son obligados a permanecer en un ambiente artificial. Cualquier alteración que saque a un animal de su medio natural le producirá miedo y ansiedad, lo que llevará a su organismo a manifestar una serie de respuestas neurofisiológicas perfectamente estudiadas. El miedo es un poderoso causante de estrés.

El estrés se define como

“el conjunto de reacciones biológicas y psicológicas que se desencadenan en un organismo cuando se enfrenta con un agente nocivo, cualquiera que sea su naturaleza”, como “la situación de un individuo o de alguno de sus órganos o aparatos qué, por exigir de ellos un rendimiento superior del normal, los pone en riesgo de enfermar” o también como“cualquier tensión o interferencia que altera el normal funcionamiento de un organismo”.

Sabemos que a los animales, los factores estresantes ambientales son los que más les afectan. No nos cabe la menor duda de que podemos adaptar alguna de estas definiciones de estrés a lo que les ocurre cuando se ven sometidos al ambiente para ellos antinatural de una ciudad, con ruidos, luces artificiales y bullicio de la gente.

Un determinado grado de estrés estimula al organismo y permite que este alcance su objetivo volviendo a la normalidad tras el cese del estímulo. Pero cuando el estrés es muy fuerte o las defensas inadecuadas, puede producirse una alteración psicosomática o mental. Al mantenerse la tensión, se entra en lo que se conoce como “estado de resistencia”, estableciéndose entonces eldisconfort, y, de continuar el factor estresante, se llega a un estado de agotamiento de los mecanismos de defensa fisiológicos, con la aparición de alteraciones funcionales y orgánicas. Nos parece que la situación a la que son sometidos los animales empleados en atracciones y desfiles va a provocar una respuesta por parte de su organismo, que se encuadra dentro de lo que se define como “respuesta al estrés”, y que dicha respuesta se verá condicionada tanto por la intensidad como por la reiteración de los estímulos estresantes. A la presencia de dichos estímulos aversivos, debemos añadir –entre otras variables– la previa del transporte hasta el lugar de la cabalgata o en el que se ubica la atracción de alquiler de asnos, en su caso. Estaríamos por tanto ante un conjunto de estímulos desagradables para los animales, que se van sumando desde el momento en que abandonan su lugar de origen.

No debemos hablar entonces solo de estrés, sino de diestres, que es el estado de disconfort que se presenta cuando la capacidad de respuesta del organismo ante situaciones estresantes se sobrepasa, o cuando el organismo en cuestión no se adapta a las mismas. Existen numerosos estudios que hacen referencia a un fenómeno que se produce en estas circunstancias, que es la inmunosupresión que se presenta en animales a corto y medio plazo cuando han pasado por situaciones estresantes, lo que les lleva a enfermar e incluso sucumbir antes enfermedades que no habrían tenido problema en superar si sus sistemas orgánicos hubieran estado al máximo de su capacidad defensiva.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los animales empleados en las actividades que estamos describiendo en este informe suelen emplearse reiteradamente para festejos y espectáculos, podríamos pensar que podría darse cierta adaptación de estos animales al repetirse una y otra vez el sometimiento a este tipo de estímulos aversivos a lo largo de su vida. En este sentido, se sabe que las reacciones de cada animal están regidas por la interacción compleja entre su constitución genética y sus experiencias previas. Por ejemplo, animales con experiencias previas de manejo rudo, las recordarán, y en el futuro, cuando sean expuestos a situaciones similares, podrán padecer un estrés aún mayor, con lo que su reutilización hará que sus experiencias negativas, causantes del estrés, se acumulen, pudiendo derivar en incapacidad orgánica para dar adecuadas respuesta a las mismas, lo que a su vez devendrá en un fracaso global de sus sistemas de defensa ante situaciones que les provocan miedo. Algunos científicos expertos en la disciplina de la neurociencia explican que es muy difícil erradicar una respuesta condicionada de miedo, porque eso requiere que el animal suprima el recuerdo del miedo mediante un proceso de aprendizaje. Así, un único suceso aterrorizante puede producir una respuesta condicionada de gran intensidad que es casi imposible de neutralizar. Por consiguiente, los animales sometidos a estrés agudo están en disposición de desarrollar un miedo crónico.

Los veterinarios somos los que podemos dar luz a cuestiones como la capacidad de los animales para sufrir o de sentir placer. El mundo científico, del que formamos parte, sabe que el dolor, el malestar y el sufrimiento son estados considerados como no placenteros o desagradables, y es por esto que todos los seres vivos se esfuerzan por evitarlos. Siendo el sufrimiento altamente desagradable, decir que los animales pueden padecerlo es sinónimo de decir que ciertos procedimientos que les son realizados o acciones que les son impuestas son inmorales. Incluso la comunidad científica se ha vuelto más sensible a lo largo de las últimas décadas. Por ejemplo, sobre la ética con respecto al trato que les damos y el mundo de la investigación con animales, ya se aplica el “PRINCIPIO DE ANALOGÍA”: se asume que aquello que es doloroso o desagradable para el ser humano, también lo es para los animales.

Animales utilizados en cabalgatas

Decenas de animales fueron obligados a participar el año pasado en el desfile de la festividad de reyes de Zaragoza. A pesar de que todos ellos pertenecían a especies domésticas (equinos, dromedarios y aves de corral), ninguno de esos individuos está adaptado a las condiciones antinaturales que les suponen desfilar y estar expuestos a golpes y caídas sobre el asfalto y a andar entre el gentío, la música, los gritos, las luces artificiales, los destellos de los flashes e incluso algún eventual elemento de pirotecnia. Una actividad de este tipo implica someter, a unos animales asustados, a un considerable estrés.

Partimos de la base ética (y legal) de que los animales no deben estar sujetos a actos que les supongan sufrimiento físico o psicológico, y deben recibir un trato que, atendiendo a sus necesidades etológicas, procure su bienestar.

Los animales que suelen emplearse en estos eventos pueden proceder de lugares muy variados. Algunos de especies más “exóticas”, como los dromedarios, pueden incluso provenir de cautividad en zoos o de ser explotados en circos. En cualquiera de los casos, suelen ser transportados durante largas distancias en remolques de camiones. Por tanto, el stress o sufrimiento al que se ven sometidos estos animales no se limita únicamente al momento del desfile, sino que debe ser considerado desde su origen: su introducción en los vehículos, su traslado, y finalmente el tiempo que transcurren recorriendo el duro asfalto de la ciudad entre el estruendo y el bullicio de la gente.

En el caso de las ocas, al tratarse las aves de animales especialmente sensibles, podemos decir que sufren el estrés de manera particularmente acusada y se adaptan peor a él. Cuando son expuestas a estímulos aversivos que no pueden predecir, pueden presentar estados de ansiedad o miedo, observándose en ellas manifestaciones conductuales como la vigilancia extrema, el aumento en el estado de alerta, y el incremento en la capacidad de reaccionar o reactividad (nerviosismo).

Una de las causas más frecuentes de estrés en las aves es el ambiente: cambios bruscos de temperatura, modificaciones en el entorno u horarios, ruidos, alboroto, presencia de personas desconocidas, alteraciones en el ciclo de luz-oscuridad o cualquier elemento que interrumpa patrón de sueño normal del ave. Esto último es importante resaltarlo, puesto que los desfiles o cabalgatas que se realizan en época invernal conllevan que los animales estén despiertos en un horario nocturno, completamente ajeno a sus biorritmos naturales.

Por último, destacar el hecho de que si estas aves anátidas son frecuentemente utilizadas para estos fines, y se las hace caminar a menudo sobre asfalto o suelos duros, están predispuestas a desarrollar, a la larga, pododermatitis ulcerativa, una lesión inflamatoria o degenerativa en la planta de las patas, muy dolorosa, que puede ir desde un enrojecimiento ó inflamación leve hasta un absceso de carácter crónico.

Uso de burros como atracciones infantiles

El pasado año, un grupo de asnos permanecieron 3 días en la Plaza del Pilar de Zaragoza. Se alquilaron para dar paseos a los niños. Estos recorridos duraban 20 minutos, y estuvieron trabajando, supuestamente, un máximo de 6 horas al día.

Sin embargo, todo indica que los animales que participan en este tipo de actividades no se encuentran en una situación de bienestar.

Para empezar, los burros van atados unos a otros con cuerdas. En las imágenes que nos han facilitado, hemos podido observar resistencia a moverse en algunos de ellos, que clavaban sus pezuñas en el suelo y tenían que ser literalmente arrastrados para reanudar la marcha. Tampoco están libres de recibir gritos de los niños o alguna que otra patada en sus costados, con la pretensión de que vayan más rápido.

El suelo pavimentado de la plaza tampoco es un firme adecuado para animales de pezuña, pues ésta está diseñada para el desplazamiento por suelo de tierra, lo que puede generar a los animales cierto grado de inseguridad al caminar.

Las imágenes observadas sobre lo ocurrido el año pasado muestran que uno de los burros se desplomó exhausto en el suelo, y tuvieron que hacer verdaderos esfuerzos para poder volver a colocarlo en pie, pues el animal puso una enorme resistencia a levantarse. Pensamos que es probable, que estos animales trabajen jornadas más largas de lo que a priori declaren sus propietarios y que los turnos de trabajo no sean estrictos, sino que dependan más bien de la cantidad de gente que esté dispuesta a pagar por el paseo.

Además, hay que tener en cuenta que estos burros no trabajan unos cuantos días aislados al año, sino que se pasan la vida siendo transportados de una localidad a otra para ser alquilados como atracción en fiestas locales, ferias, mercados medievales, etc. Por tanto, se ven sometidos al continuo estrés del transporte y a la itinerancia. El mero hecho de desubicarles de su lugar cotidiano de convivencia ya les produce algún grado de estrés. Asimismo, el transporte resulta en general para ellos una experiencia desagradable, pues no están fisiológicamente adaptados a dicha situación (subida y bajada a través de rampas, bamboleo del vehículo, baches del firme, temperaturas inadecuadas…).En este sentido, existen numerosos estudios científicos realizados en equinos durante el transporte por carretera que dejan claro el alto nivel de estrés que este tipo de situaciones provocan en ellos

CONCLUSIONES

Si nos atenemos a las consideraciones reflejadas en este informe, las prácticas a las que se ven sometidos los animales en las actividades que se han venido celebrando hasta ahora en su municipio, pese a no existir, aparentemente, violencia física, les producen un maltrato emocional, que provoca daños y angustia injustificada. En cualquier caso no se encuentran en un medio idóneo para manifestar su comportamiento natural cuando se ven introducidos en ambientes antinaturales como los que les rodean en los espectáculos en los que son utilizados.

Podemos afirmar, por tanto, que el escenario en que se desarrollan estas actividades con animales resulta incompatible con la preservación del bienestar de los mismos, y que por ello incumple la antes citada normativa (Ley 11/2003), que prohíbe“someterlos a cualquier práctica que les pueda producir daños o sufrimientos innecesarios e injustificados”, “someterlos a trabajos excesivos hasta el punto de que puedan producirles sufrimientos o alteraciones patológicas” y “su utilización de en espectáculos, fiestas populares y otras actividades que impliquen sufrimiento, tratarlos de modo antinatural o contrario a sus necesidades fisiológicas y etológicas”.

Consideramos que las administraciones locales deberían favorecer y potenciar las conductas cívicas y de respeto de la ciudadanía hacia los demás animales, especialmente entre los más jóvenes. Ello comienza por el compromiso de no volver a permitir el uso de animales en este tipo de espectáculos, empleando más creatividad para ofrecer alternativas éticas de ocio, que puedan ilusionar y divertir sin que decenas de individuos se vean perjudicados por ello. De lo contrario, el mensaje que se está lanzando es antipedagógico para los niños, ya que se les da a entender que es lícito y adecuado obligar a los animales a hacer lo que deseemos para nuestra diversión.

Finalmente apuntar que el ser humano tiene una obligación urgente que incorporar aún a sus códigos de conducta: el respeto y la compasión hacía todos los animales. Estos deberán estar presentes de forma prioritaria en sus principios morales, lo que nos conducirá a dotarlos de una vida digna, de bienestar, y a no someterlos a maltratos ni a padecimientos innecesarios. Si somos capaces de adquirir ese deber como especie, habremos avanzado un largo trecho en el camino que nos lleve a dotarlos a derechos.

Firmantes del documento.

-Virginia Iniesta Orozco Profesora de la facultad de veterinaria de Cáceres.

-Rubén Muñoz Madrid. Profesor de la facultad de veterinaria de Cáceres.

-José Enrique Zaldívar Laguía. Colegiado 1499. Madrid.

-Ana Isabel Marín García. Colegiada 357. Cádiz.

-Fernando A Marín Segura. Colegiado 550. Alicante.

-Lina Sáez de Antoni. Colegiada 1498. Madrid.

-Inmaculada Manresa Elson. Colegiada 1650. Zaragoza.

-Inés María Rodrigo Monje. Colegiada 5189. Madrid.

-María Teresa Alonso de Pedro. Colegiada 1161. Sevilla.

-María Luisa Pastor Martinez. Colegiada 742. Guadalajara.

-Rafaél Luna Murillo. Colegiado 994. Master en Etología por la UCO.

-Esther Vicente Pareja. Colegiada 4110. Madrid.

-Natalia Jaraba. Colegiada 4387. Madrid. Master en comportamiento y bienestar animal.

-Esther Pérez Catalán. Colegiada 923. Toledo

-Alicia Campanero Heras. Colegiada 2000. Madrid.

-Fátima Hernández Balsera. Colegiada 1564. Murcia.

-Maria Canals Gúzman. Colegiada 1678. Cordoba. Master en Etologia clinica y Bienestar Animal por la UCM.

-Eduardo de la Serna. Veterinario no colegiado.

Asociación de veterinarios abolicionistas de la tauromaquia y del maltrato animal http://avatma.org/

sábado, 9 de enero de 2016

Vienen a violar a nuestras mujeres

La noticia de mil de hombres organizados para robar y violar a mujeres en Colonia durante la celebración de la Nochevieja ha saltado los periódicos. Mil hombres que, a medida que transcurren las horas, van tomando forma de “árabes o norteafricanos” y cuyo fantasma ha ido azuzando el racismo y la xenofobia de la población blanca, ahora bajo una “nueva dimensión de la delincuencia”, como han titulado algunos medios. La noticia ha tenido una inusitada repercusión en los espacios de comunicación convencionales, siempre reacios a nombrar como tal la violencia de género. “Indignación en Alemania por la ola de agresiones a mujeres en Nochevieja”, titulaba El País, o “Conmoción en Colonia por la ola de agresiones sexuales en Nochevieja”, en El Mundo, por citar algunos.

La cultura de la violación no conoce fronteras

Sobre este caso hay un baile de cifras que arriesga a desviar el debate de donde realmente hace daño. No dudo que en los próximos días los mil hombres iniciales se rebajen a unos cuantos, como tampoco dudo que las 90 denuncias presentadas son completamente reales. Mil, noventa o cinco no cambia el hecho de que hubo agresiones y de que es escandaloso que se sigan produciendo. Y las hubo, sin duda alguna; para que no las haya es necesario establecer un protocolo específico y hacer un esfuerzo colectivo. Y aún así, se siguen produciendo, como bien sabe cualquiera que haya organizado eventos con mirada de género. Tampoco dudo que sigan apareciendo denuncias, cuando en este caso, por fin, se ha creado un ambiente receptivo en el sistema policial y judicial a las denuncias por tocamientos, algo generalmente impensable y que debería ser la norma.

Lo específico de este caso es que ha puesto el foco en el origen supuesto de los agresores. Norteafricanos. Extranjeros. Incluso hay medios que apuntan a que eran refugiados, así, directamente. Bajemos las copas, pues, porque el acento puesto en esa particularidad es extremadamente preocupante. Y es una trampa. Europa no se ha vuelto feminista con el Año Nuevo, sino que sigue siendo tan racista como siempre. Porque lo que tienen en común las agresiones sexuales en espacios de fiesta, todas, las que suceden en Colonia, en Cairo o en Barcelona, no es el origen o el color de los agresores, sino la construcción que les permite pensar a estos hombres que la agresión puede formar parte de su sexualidad. Los agresores no son blancos o negros, cristianos o musulmanes: son hombres construidos en la masculinidad hegemónica. Sin más. Ni menos.

Esta lectura que propongo, claro, no contará con el aplauso de la extrema derecha, de la derechona tradicional y del machismo de izquierdas, que se han vuelto feministas por un rato para denunciar la violencia que vivimos cada día las y los que somos leídos como violables (con el masculino que incluye también a hombres trans, a niños y a homosexuales). Y, sin embargo, es la lectura que nos permite plantarnos, como feministas, contra el racismo y seguir exigiendo medidas contundentes contra estas agresiones.

De la cultura de la violación, desgraciadamente, no se libra nadie. Ni los norteafricanos. Todos los hombres del mundo globalizado, desde que nacen, son alentados a violar. Todos los que crecen con el cine mainstream, los que tienen conexión a internet, los que tienen como única educación sexual los manuales de biología y el porno online más chusco. Todos los que han crecido en sociedades patriarcales donde la demostración de la masculinidad pasa por una sexualización agresiva y conquistadora. Todos son incitados a violar de una u otra manera, con violencia, por insistencia, o por cansancio, todos aprenden que un “no” es un tal vez, que tocarle el culo a una chavala en el autobús sale gratis y que si te pones caliente tienes derecho a exigir tu recompensa. Que “robar un beso”, es decir, besar a alguien en contra de su voluntad, es un acto romántico y pedir permiso es símbolo de debilidad (y le quita el morbo al asunto).

Las campañas publicitarias de grandes marcas de ropa no dudan en jugar con el imaginario de la violación (de hombres a mujeres, claro) y con la masculinidad sexualmente violenta, como también lo hacen la música pop (¿recodáis el video de Los Tres, haciendo apología del asesinato machista y lesbófobo?), el cine ( ‘A tres metros sobre el cielo’ o ‘Crepúsculo’ animan a los hombres a ser una amenaza y a las mujeres a enamorarse de ellos precisamente porque lo son), el fútbol, con estrellas trogloditas como Cristiano Ronaldo o Gerard Piqué (del que dice Shakira que “se sobreentiende en nuestra relación que él es muy territorial. Es un macho español, sectívero. Conservador. Un tipo también con una mente abierta, pero le gusta defender su territorio, la defensa. A mí me gusta que sea así”).

Que todos sean incitados a violar, claro, no quiere decir que todos violen. Porque los hay que resisten a toda esa mierda, los hay que se deconstruyen, y los hay que, simplemente, no quieren ser machos así. Y todos estos saben de las violencias que supone resistir a lo hegemónico. Porque lo que se premia es violar, no lo contrario.

El terror renovado que produce la idea de hordas de señores venidos de fuera dispuestos a violarnos a la primera de cambio es una trampa de la cultura de la violación, que ha logrado naturalizar que, realmente, cada vez que salimos de fiesta hay hordas de chavales programados para esperar que estemos lo bastante borrachas como para dejarnos follar sin consentimiento alguno. Que cuando denunciamos una violación se busca primero en nosotras la causa de los sucedido (que si la ropa que llevamos, que si nos habíamos drogado, que si habíamos tonteado con el violador). Generar el terror en los otros hace que pensemos que esa amenaza no existe más allá de los otros. Que no vivimos en esa amenaza constantemente.

Purplewashing: no en nuestro nombre

Si la caverna se ha encabritado esta vez, es porque son otros los que nos violan. Y a nosotras solo tienen derecho a violarnos nuestros hombres. Basta recordar el artículo ‘Tetas y toros’ que publicó Emilia Arias en Pikara Magazine denunciando la violencia sexual que se vive en los San Fermines. Si repasáis los comentarios a aquel artículo, veréis qué lejos estamos de escandalizarnos cuando los que nos tocan son los que se creen legitimados a hacerlo: “Si en una fiesta llena de borrachos te levantas la camiseta y mueves las tetas y te tocan es más o menos lo mismo que si vas a un barrio con serios problemas de delincuencia y para no tener tanto calor…te abanicas con billetes de 500€…te los van a robar, y serán unos delincuentes…pero tu tendrás una gran parte de la culpa! echársela toda a los que te atraquen o, en este caso, a los tíos con la mano larga es lo que realmente es vivir en un “Lollypop World” o “pobres mujeres se les ve ofendidas y las tocan sin su consentimiento (solo hay que mirar en internet las cientos de fotos de guiris en su mayoría), cuando son unas calientapollas provocadoras que desean que las soben por todas partes”. Algunos foros, como custodiapaterna.blogspot.com.es, escribían artículos llenos de agravio: “San Fermín…una fiesta machista? fiesta hembrista? Agresion sexual en masa? Pos va a ser que no….bacanal de sexo y alcohol” (las faltas de ortografía son suyas, que conste)

La cultura de la violación está en plena salud, y cualquier intento de denunciarla genera una enorme violencia. Así, mil hombres agrediendo a mujeres en una noche de fiesta no es una nueva dimensión de la delincuencia: es la misma dimensión de siempre.

La jugada, en este caso, se llama purplewashing: hacerle un lavado de cara feminista a políticas represivas de corte fascista y racista. Alimentar la xenofobia para defender a “nuestras mujeres” a “nuestros homosexuales”, “a nuestras personas trans”, de pronto amenazadas por esa masa de machos violentos y LGTBI-fóbicos que vienen de más allá de nuestras paradisíacas fronteras. Cuando hace apenas una semana del asesinato de Alan por parte de compañeros y compañeras acosadoras de un instituto de Barcelona con el beneplácito de todo el entorno silencioso, no podemos permitir que se use nuestro nombre en vano. No son ellos: somos todos.

El racismo y la xenofobia que quiere encender la caverna apunta y criminaliza a toda una franja de población, también mujeres, hombres homosexuales, personas trans y de hombres que reniegan de esas construcciones hegemónicas, un sinfín de identidades que son nuestras aliadas, y que sufren en su día a día la violencia de la masculinidad guerrera, de la masculinidad violenta, del macho conquistador. Desviar la atención de las agresiones sexuales hacia el color, el origen, la clase o la religión del agresor solo hace obviar la cruda realidad: que las agresiones sexuales son sistémicas, y es el sistema el que hay que cambiar. Por entero. Y eso a la caverna ya no le hace tanta gracia.

Racismo y género

Tan inútil será el feminismo que no atienda a opresión de raza, como una lucha antirracista que no atienda al género. Precisamente porque se está utilizando el género para alimentar el racismo, y el racismo para alimentar el machismo más casposo. Porque son parte del mismo desastre, necesitamos alianzas urgentes para parar esto con todos los brazos, todos los gritos y todos los cuerpos posibles. Para que denunciar las violaciones no se utilice para construir racismo, para que podamos denunciar siempre, para que siempre salga en los periódicos, para que siempre los alcaldes y las alcaldesas tomen medidas de urgencia. Para que esas medidas apunten a donde tienen que apuntar: ni la clase, ni la raza, ni el origen. Sino a la construcción de la masculinidad guerrera, conquistadora y violadora.

Brigitte Vasallo en Pikara Magazine