sábado, 29 de agosto de 2015

El lado oscuro y destructor de las ONG´s



Mala gente que camina
y va apestando la tierra…
- Antonio Machado, 1875-1939,
en el poema "He andado muchos caminos"

Desde los años 1980 las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se expandieron por todo el mundo abriendo un importante espacio político, cultural y socio económico, prácticamente en cada rincón del planeta. Se calcula que actualmente hay más de 10 millones de ONG en el mundo. En la India, por ejemplo, hay una ONG por cada 600 personas.

Para lograr esto, los medios de comunicación globalizados destacan día a día su rol en la educación, la lucha contra la pobreza y el analfabetismo, la protección del medio ambiente, la promoción de libertades civiles, protección de los derechos humanos etc. Pero ocultan su lado oscuro.

Hay aproximadamente unas 40.000 ONG subvencionadas por los gobiernos norteamericanos y europeos y que fueron creadas con el fin específico de ser instrumentos de los globalizadores de Washington y Bruselas. La idea de montar organizaciones no gubernamentales que podrían ser utilizadas por los servicios de inteligencia para la creación de las redes sociales en África, Asia y América Latina con el propósito de promover los intereses norteamericanos, surgió inicialmente al final de los años cuarenta. Sin embargo, este proyecto demoró casi una década y recién fue puesto en marcha en 1961 impulsado por el triunfo de la revolución cubana en 1959, cuando por una orden ejecutiva fue creada la Agencia de EEUU para el Desarrollo (USAID). Su propósito oficial fue reforzar la política exterior norteamericana cooperando con los países receptores de la ayuda en áreas económica, agrícola, sanitaria, política y humanitaria.

En 1972 el profesor norteamericano William A. Douglas elaboró una idea más compleja del prototipo de una futura ONG en su libro “Developing Democracy”. Según el estudioso, la gente en Asia, África y Latinoamérica eran como unos “niños” que necesitaban para su desarrollo, en términos norteamericanos, “tutela, reglamentación y el control del gobierno de EEUU”. Posteriormente este concepto abarcó todo el planeta, incluyendo al pueblo norteamericano. Para Douglas, el proceso de transformación global no podría ser realizado a través de los gobiernos, se necesitaba crear organizaciones de base en cada lugar del planeta bajo el control de unas agencias especializadas estadounidenses. Estas organizaciones de base tomaron en los años 1980 la forma de Organizaciones No Gubernamentales que fueron incorporadas como instrumentos vitales del “Proyecto Democracia” para fortalecer la globalización neoliberal del mundo entero bajo la tutela de Washington.

Para cumplir con su tarea, las ONG bajo el control del departamento de Estado tenían que desestabilizar a los gobiernos no afines a la política norteamericana a través de un trabajo sutil, encubriendo sus propósitos subversivos con unos programas reales como la lucha contra la pobreza extrema. A la vez, fue precisamente USAID la que envió al famoso especialista norteamericano en tortura Dan Mitrione a Brasil en 1960-1967 [en 1964 fue el golpe de Estado], a República Dominicana en 1965 [el año de la invasión yanqui] y a Uruguay en 1969-1970 [donde fue finalmente capturado y ajusticiado por los Tupamaros]. También la USAID participó activamente en todos los golpes de Estado e intentos de golpes que tuvieron lugar en África, Asia y Latinoamérica desde 1961 hasta ahora, en estrecha colaboración con la CIA, DIA (Servicio de Inteligencia Militar, el FBI, la DEA [Agencia "contra" la droga], NSA (Agencia Nacional de Seguridad) etc.

Mientras existía la Unión Soviética y el campo socialista, USAID junto con otras ONG, como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) hicieron todo lo posible para contener la influencia ideológica de la URSS siendo misioneros ideológicos y operativos del imperio durante la Guerra Fría. Las revelaciones sobre la participación de la CIA y su organización encubierta USAID en el asesinato de Patricio Lumumba en Congo, en la muerte de Salvador Allende en Chile y cientos de atentados contra Fidel Castro obligaron al gobierno norteamericano a crear la NED en 1983. El presidente Ronald Reagan anunció entonces que “este programa no actuará desde las sombras. Va ser visible y al mismo tiempo consistente con los intereses nacionales de EEUU.

Su creador, el profesor de Georgetown University Allen Weinstein, fue más específico cuando en 1991 durante una entrevista declaró: “la gran cantidad de tareas que cumplimos hoy día fueron, 25 atrás, responsabilidad de la CIA”. Unos años antes, en 1986, el primer director de la NED, Carl Gershman, reconoció que su organización era una fachada de la CIA.

En la Declaración de Principios firmada por sus líderes neoconservadores, Elliot Abrams (envuelto en el escándalo Iran-Contra), Francis Fukuyama (autor de 'El fin de la Historia y el último hombre'), Zalmay Khalilzad (ex embajador de EEUU en Irak y Afganistán) y Vin Weber (uno de los autores republicanos del Proyecto del Nuevo Siglo Norteamericano), se afirma que “tenemos que aceptar la responsabilidad de asumir el rol único en la preservación y extensión de un orden internacional amigable con nuestra seguridad, prosperidad y nuestros principios”.

Para cumplir con esta tarea la NED junto con sus cuatro organizaciones: Free Trade Union Institute, Centre for International Private Enterprise, the National Republican Institute for International Affairs, the National Democratic Institute for International Affairs y su subordinada la ONG Freedom House, en coordinación con la USAID, se dedican oficialmente a financiar y canalizar las fuerzas de las principales organizaciones de la sociedad civil en casi 100 países del mundo. Para esto tienen un fuerte presupuesto: para el año fiscal 2016 la USAID dispone de 22,3 mil millones de dólares y la NED tiene a su disposición 170 millones. Con este dinero no es difícil crear ONGs afines a los intereses norteamericanos utilizando las organizaciones de base.

Esto explica porqué los indígenas misquitos de Nicaragua se convirtieron en colaboradores de los contrarrevolucionarios y de la CIA durante la revolución sandinista. También aclara la reciente marcha indígena contra el gobierno de Rafael Correa después que el presidente de Ecuador cuestionó la labor de 31 ONG en Amazonía con un presupuesto de 56,2 millones de dólares provenientes de la NED, USAID y varias otras ONG extranjeras, esencialmente norteamericanas. Los indígenas de la región amazónica marcharon 700 kilómetros para protestar violentamente contra una posible futura reelección de Rafael Correa.

Una de las tareas de las ONGs afines a los intereses de los globalizadores es formar a miles de disidentes en los países que no siguen el rumbo norteamericano e influir en las elecciones presidenciales, legislativas y municipales en esas naciones. Según los cálculos del departamento de Estado, en cada país que no está de acuerdo con la política norteamericana hay no menos de un 10 por ciento de la población que apoya a Norteamérica. Y puede formar una quinta columna para desestabilizar el gobierno en países como Rusia, China, Cuba, Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Armenia, Bielorrusia, Tayikistán, Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán o Egipto.

Entonces la cuestión es organizar y financiar a los potenciales descontentos y lavarles el cerebro a través de los medios de comunicación. Así sucedió en Polonia en 1989 cuando la NED, en colaboración con el Vaticano, entregó al movimiento Solidaridad 2,5 millones de dólares con la condición de promover la candidatura de su líder pro norteamericano Lech Walesa a la presidencia. Posteriormente la NED y USAID financiaron organizaciones tales como “OTPOR” en Serbia, “KHMARA” en Georgia, “PORA” en Ucrania, “KELKER” en Kirguistán, “ZUBR” en Bielorrusia. Después promovieron la “revolución de las rosas” en Georgia, la “revolución de los tulipanes” en Kirguistán, la “revolución naranja” y posteriormente “Maidan” en Ucrania. Intentaron sin éxito una revolución en Armenia bajo la consigna “Ereván Eléctrico” y también fracasaron hace poco en Hong Kong tratando de instigar la “revolución de los paraguas”.

Los líderes de oposición en América Latina, como Henrique Capriles y Leopoldo López en Venezuela, Mauricio Rodas en Ecuador o Aecio Neves en Brasil, son creaciones de la NED y los eslabones de la derecha nacional en su lucha contra los gobiernos progresistas legítimamente elegidos. Su agenda principal consiste en desestabilizar a estos gobiernos para retornar sus países al “patio trasero” norteamericano. Todos ellos tienen estrechos contactos con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y con los sectores de ultra derecha latinoamericana.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo los países de nuestro mundo adquieren cada vez más conciencia, se dan cuenta de los propósitos de la USAID, de la NED y de sus ONGs subsidiarias y toman las medidas correspondientes. Ya son tres países del grupo BRICS: Rusia, China e India, los que promulgaron la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, para controlar a las ONGs que reciben fondos del extranjero. Es en realidad la misma ley que utiliza EEUU desde 1938, pero su uso en otros países produjo indignación y rechazo en Washington, cuyos dirigentes anunciaron el fin de la democracia en China y Rusia. Lo que al mismo tiempo no quieren reconocer los actuales líderes norteamericanos, tanto los neoliberales como los neoconservadores, es que su propio país ya dejó de representar una democracia. Se convirtió en un estado autoritario que cada vez más se inclina hacia el totalitarismo.

En un reciente artículo publicado por 'Counterpunch', el estudioso norteamericano Henry A. Giroux escribió que “los tiempos oscuros no nos están esperando en el futuro sino ya están presentes, pero esto no significa que se quedarán para siempre”.

sputniknews.com / La Haine

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Texto completo en: http://www.lahaine.org/el-lado-oscuro-y-destructor

Blanco bueno busca negro pobre: el lado oscuro de la ayuda al desarrollo.

"El continente africano es un inmenso cementerio. Un cementerio plagado de proyectos abandonados: hospitales que nunca llegaron a ser inaugurados, letrinas que no se utilizaron, granjas de pollos que han durado tanto como las subvenciones, guarderías en ruinas que jamás han visto un niño, ordenadores viejos parados por falta de electricidad..." 
Así describe el antropólogo Gustau Nerín el mundo de la ayuda al desarrollo, en su libro "Blanco bueno busca negro pobre". Estos son algunos fragmentos:



"En África todo el mundo sabe que las políticas de cooperación no funcionano, como mínimo, que no sirven para lo que se supone que deberían servir. Pero este secreto de dominio público no llega a Occidente, donde la acción humanitaria se presenta como la solución a todos los problemas africanos." "No hay nadie que critique los proyectos de cooperación. Nadie se atreve a cuestionar una cosa que se ha hecho con «buena voluntad»".

"Ante este papanatismo, es imprescindible decir algunas cosas bien claras: la
historia de la cooperación al desarrollo en África es la historia de un fracaso. Nunca tanta gente con tan buenas intenciones había dedicado tantas energías a una causa tan inútil.Hace ya cincuenta años que se impulsan políticas de desarrollo en el continente africano. A lo largo de estos cincuenta años, estas políticas de bien poco han servido. Y, en numerosos casos, incluso han sido contraproducentes".

"No hay ninguna duda de que en el mundo de la cooperación se encuentra gente de mucho valor. Algunos cooperantes han pasado años y años en una sociedad muy distante de la suya, en condiciones precarias, con la firme intención de ayudar a sus habitantes.(...) Pero de la existencia de «buenos» cooperantes no se puede inferir que los proyectos en que trabajen desarrollen África."

“Las ONG viven en un mundo terriblemente competitivo, en el cual para arrebatar donativos a las otras organizaciones no se puede recurrir a argumentos complicados. No es cuestión de iniciar un complejo debate sobre las estrategias de desarrollo, difíciles de entender, sino de sacudir al ciudadano mediante las emociones. Y para conseguirlo, nada mejor que ofrecer imágenes impactantes: niños con vientres hinchados, casas arrasadas por huracanes, inundaciones que arrastran cadáveres putrefactos…”


"Quien contemple los anuncios de las ONG difícilmente podrá deducir queOccidente está explotando a África. En las imágenes, el donante siempre ve a cooperantes enviados por el Norte para resolver unos problemas que el Sur es incapaz de gestionar."


"En 1942, el Comité Internacional de la Cruz Roja se enteró de la existencia de los campos de exterminio nazis, pero no hizo pública esa información por temor a que los alemanes no dejaran trabajar a esta institución en los territorios que ocupaban." "Medio siglo más tarde, en 1994, Ruanda era uno de los países del mundo con más ONG por km cuadrado. Prácticamente, ninguna de ellas denunció los preparativos del genocidio."

Dambisa Moyo., economista zambiana escribió otro libro, "Dead Aid", de crítica a la ayuda sistemática, de gobierno a gobierno, normalmente por medio de instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, donde ella trabajó. "No ha habido nunca un país en el mundo que haya alcanzado un crecimiento constante y haya reducido la pobreza de manera significativa con las herramientas de la ayuda internacional externa. Simplemente, no ha ocurrido jamás" "Lo que digo es que necesitamos una estrategia de salida. Puede que la ayuda sólo funcione cuando sepamos que el grifo se cerrará en algún momento"


Un funcionario del FMI, que dimitió un año más tarde, redactó un demoledor informe en el que aseguraba que “el sistema de corrupción de Zaire es tan pernicioso que no hay ninguna posibilidad de que sus acreedores vayan a poder cobrar sus préstamos”. Poco después de este informe, el propio FMI concedió a Zaire el mayor préstamo jamás concedido a un país africano; 700 millones de dólares a diez años. 

Dambisa Moyo, empleando datos del BM y del FMI, calcula que en los últimos 60 años se han enviado más de un trillón, con t, de dólares, en términos anglosajones, a África. África sigue siendo la región más pobre del mundo.
Cuando llega la hora de devolver la deuda, los gobiernos no pueden. Es entonces cuando recurre a un nuevo préstamo para pagar el anterior. Además, la ayuda crea inflación. Si en una economía entra de pronto una gran cantidad de dinero pero no se producen más cantidad de bienes, habrá pocos bienes para mucho dinero, con lo que aumenta el precio de las cosas. Con la llegada de la inflación, llega el aumento del tipo de interés, que no hace otra cosa que perjudicar la inversión. Menos inversión equivale a menos empleo, que conlleva más pobreza, y más pobreza implica más ayuda... es lo que ella llama el “círculo vicioso”de la ayuda




La ayuda también ahoga la iniciativa privada de otras maneras. Imaginemos una zona de África afectada por el paludismo, donde un ciudadano local decide crear una empresa para producir redes antimosquito. Empieza a producir redes, y le va bien. De repente, un famoso cantante se entera del problema del paludismo en esa zona, y organiza un concierto por todo lo alto. Consigue recaudar un millón de dólares, y con él compra miles de redes antimosquito e inunda la zona con ellas. Lógicamente, nuestro fabricante se ve abocado acerrar su empresa y a despedir a empleados, que ya no podrán mantener a sus parientes. Además, las redes se empezarán a estropear, y ya no habrá ningún fabricante que las repare o que produzca nuevas.

"Yo no quiero oír lo que los famosos piensan que deberíamos hacer los africanos así como un canadiense no querría oír lo que opina Michael Jackson sobre la crisis crediticia."

"Quieren centrarse en la guerra, las enfermedades, la pobreza y la corrupción. Ese es uno de los principales problemas con la cultura del famoseo. El enfoque es muy negativo. En mi libro los llamo los cuatro jinetes del apocalipsis africano. Conocí a una mujer africana en Kenia que decía que es muy difícil criar a un adolescente en cualquier lugar del mundo, pero que criar a un adolescente para que sea un ingeniero o un doctor cuando te están diciendo constantemente que eres pobre, ineficaz y que necesitas ayuda de la caridad... Esta no es la fórmula del éxito. Es indignante ver a los famosos, en términos generales, usar sus plataformas para contar básicamente una historia negativa. Esto jamás animará a nadie para que invierta en África."

James Shikwati es otro economista, keniata. "Si las naciones occidentales realmente quieren ayudar a los africanos, deberían terminar con esas horribles ayudas. Los países que más ayudas han recibido son también los que están en una situación más lamentable."



Él pone otros ejemplos clarificadores: "Miles de toneladas de cereales son remitidas a África. Una porción de los cereales va directamente a las manos de políticos sin escrúpulos que luego lo entregan a sus clientes políticos para impulsar su próxima campaña electoral. Otra porción del envío va a parar al mercado negro donde el mercado se vende a precios extremadamente bajos. Los granjeros locales tienen que dejar de usar sus azadas; nadie puede competir con el Programa de Alimentos de la ONU"

En su discurso de posesión como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 1949,Harry Truman anunció al mundo su llamado a Estados Unidos y al mundo para resolver los problemas de las “áreas subdesarrolladas” del globo:


"Creo que deberíamos poner a disposición de los amantes de la paz los beneficios de nuestro acervo de conocimiento técnico para ayudarlos a lograr sus aspiraciones de una vida mejor... Lo que tenemos en mente es un programa de desarrollo basado en los conceptos del trato justo y democrático... Producir más es la clave para la paz y la prosperidad. (Truman, 1964).


Sin embargo, no era tarea fácil. Las Naciones Unidas lo expresaba así en un documento de 1951:"Hay un sentido en el que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas instituciones sociales tienen que desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de una vida cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio del progreso económico."


El antropólogo Arturo Escobar lo deja claro: "En vez del reino de abundancia prometido por teóricos y políticos de los años cincuenta, el discurso y la estrategia del desarrollo produjeron lo contrario: miseria y subdesarrollo masivos, explotación y opresión sin nombre. La crisis de la deuda, la hambruna (saheliana), la creciente pobreza, desnutrición y violencia son apenas los síntomas más patéticos del fracaso de cincuenta años de desarrollo."


"La marca Missing Johnny, con la colaboración de Cruz Roja, organizó una colección de otoño-invierno basada en el look cooperante. El mundo de la cooperación reaccionó con indignación, y fue retirado.


Fuentes:
"Blanco bueno busca negro pobre. El lado oscuro de la ayuda al desarrollo" Gustau Nerin 
"Dead Aid. Cuando la ayuda es el problema". Dambisa Moyo
http://www.teledocumentales.com/con-animo-de-lucro/
http://www.ivoox.com/haiti-pais-ongs-audios-mp3_rf_3556506_1.html
"La invención del Tercer Mundo" Arturo Escobar.
http://www.nytimes.com/2009/02/22/magazine/22wwln-q4-t.html?_r=3&
http://www.libertaddigital.com/economia/una-economista-africana-carga-contra-las-ayudas-al-tercer-mundo-1276355758/
http://www.fundacionfaes.org/file_upload/publication/pdf/20130521152551dead-aid.pdf
http://www.africafundacion.org/spip.php?article4204
http://www.ceapedi.com.ar/imagenes/biblioteca/libros/218.pdf
http://www.ted.com/talks/ernesto_sirolli_want_to_help_someone_shut_up_and_listen?embed=true&language=es
http://www.liberalismo.org/bitacoras/1/2685/detengan/ayuda/tercer/mundo/

De: http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/

viernes, 28 de agosto de 2015

Sujeto y verdad: “conócete a ti mismo” e “inquietud de sí”

Para los griegos, Delfos era el ombligo del mundo, donde se habían reunido las dos águilas enviadas por Zeus desde los bordes opuestos de la circunferencia de la Tierra. Allí se consagraba el culto a Apolo, y la pitia o pitonisa pronunciaba sus augurios. “Conócete a ti mismo” (gnothi seauton) eran las palabras escritas sobre el oráculo. El oráculo délfico se convierte en fundador, en la historia del pensamiento occidental, de las relaciones entre “sujeto” y “verdad”.


Sin embargo, en su curso en el Collège de France de 1982, La hermenéutica del sujeto, Michel Foucault decide investigar las relaciones entre subjetividad y verdad a partir de otra noción, la de “inquietud de sí mismo” (epimeleia heautou), que designa el “ocuparse” o “preocuparse de sí”, y se relaciona con una serie de prácticas y acciones que uno ejerce sobre sí mismo.


Foucault concibe la inquietud de sí mismo como una actitud general, una manera determinada de atención, de mirada sobre lo que se piensa y lo que sucede en el pensamiento. Implica también acciones que uno ejerce sobre sí, mediante las cuales se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma y transfigura. En síntesis, es una actitud con respecto de sí mismo, con respecto a los otros, y con respecto al mundo.


El ocuparse de sí tiene como ancestro en la Grecia arcaica una serie de prácticas que Foucault reúne bajo el nombre de “técnicas de sí” o “tecnologías de sí”. Por éstas entiende “prácticas meditadas y voluntarias mediante las cuales los hombres no sólo fijan reglas de conducta, sino que procuran transformarse a sí mismos, modificarse en su ser singular y hacer de su vida una obra”.


El precepto griego del famoso oráculo de Delfos “conócete a ti mismo” estaba en la Antigüedad Clásica ligado al precepto de la inquietud de sí. Por aquél no se entendía, como luego, una búsqueda en la interioridad o reflexión sobre sí mismo; la fórmula no era el autoconocimiento como fundamento moral o religioso. Era un precepto práctico de atención a uno mismo, y por eso se asocia con el cuidado u ocupación de sí, que tiene como fin la transformación del sujeto.


Las cuestiones “¿cómo tener acceso a la verdad?” y “¿cuáles son las transformaciones necesarias en el ser mismo del sujeto para tener acceso a la verdad?” se encontraban vinculadas en la Antigüedad. Filosofía y espiritualidad, de algún modo, iban juntas.


“Llamemos “filosofía” la forma de pensamiento que se interroga acerca de lo que permite al sujeto tener acceso a la verdad, la forma de pensamiento que intenta determinar las condiciones y los límites del acceso del sujeto a la verdad. Pues bien, si llamamos “filosofía” a eso, creo que podríamos llamar “espiritualidad” la búsqueda, la práctica, la experiencia por las cuales el sujeto efectúa en sí mismo las transformaciones necesarias para tener acceso a la verdad”


Luego, en la historia del pensamiento occidental la noción de inquietud de sí fue desplazada o reabsorbida por la noción délfica del conócete a ti mismo. El encubrimiento de la inquietud de sí por el conócete a ti mismo obedece a las modificaciones en las relaciones entre sujeto y verdad, que partir del “momento cartesiano” y de acuerdo al modo en que el pensamiento rehizo su propia historia, situó el punto de partida en la evidencia del cogito. Descartes con su célebre frase “cogito ergo sum” (“pienso, luego existo”), señaló el autoconocimiento como principio de evidencia de lo real. La indubitabilidad de la existencia del sujeto se vuelve el acceso fundamental a la verdad.


La escisión entre el conocimiento de sí y la inquietud de sí tiene como consecuencia, para la historia del pensamiento y de la subjetividad, que el sujeto ya no tiene que transformarse para ser poseedor de la verdad; es la ruptura entre el acceso a la verdad y la exigencia de una transformación del sujeto. Sin embargo, Foucault muestra que en la historia de la filosofía esta cuestión no desapareció del todo, y que en el caso del marxismo o en el psicoanálisis están en el corazón mismo de sus reflexiones.


La sospecha de Marx, Nietzsche y Freud se situará sobre el armazón que el “conócete a ti mismo” se construyó a lo largo de varios siglos. El descubrimiento del inconciente es de gran importancia por el papel epistemológico que juega en las llamadas “ciencias del hombre”, ya que señala un principio de la anunciada muerte del hombre, es decir, la desaparición del hombre como fundamento y la desaparición de la identificación de la conciencia con la representación. Foucault es heredero de esa sospecha. La filosofía del sujeto había mostrado la identificación entre el sujeto y la interioridad o reflexión. Al enunciar la problemática de la subjetividad en términos de dispositivos de saber, de poder y de tecnologías del yo, Foucault pone de relieve una subjetividad que no es del orden de lo originario, sino del orden de la producción. Y la propuesta de realizar una historia de los acontecimientos en el pensamiento permite pensar una historia de la subjetividad deconstructiva del sujeto como fundamento.

http://experienciadesi.blogspot.mx/

Hasta el 95% de la investigación en psicología pueden ser falacias sin rebatir



Tomar vitamina E para reducir el riesgo de dolencias del corazón o ingerir una aspirina al día para controlar la presión sanguínea son dos consejos que se han podido escuchar en consultas médicas. Ambas recomendaciones estaban sustentadas por estudios científicos que aparecieron en revistas científicas de prestigio y que eran considerados de referencia por muchos investigadores. Sin embargo, estudios posteriores más amplios mostraron que estos tratamientos no eran efectivos. La medicina moderna apoyada en la ciencia ha demostrado su capacidad para curar enfermedades frente a las que las medicinas tradicionales, algunas milenarias, se habían mostrado impotentes. Pero también ha tenido que reconocer las limitaciones que muestran todos los frutos del intelecto humano cuando se les pone a prueba frente a la realidad y no se les protege con el velo de la magia.



Pioneros de la psicología, en 1909. Delante, Sigmund Freud, G. Stanley Hall y Carl Jung. Atrás, Abraham A. Brill, Ernest Jones, Sándor Ferenczi /

En un artículo reciente, el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Standford John Ioannidis calculaba que “la prevalencia de las falacias sin rebatir pueden representar hasta un 95% (si no más) de los hallazgos significativos en algunas áreas de la investigación en psicología”. Ioannidis creció en Atenas y mantiene un discurso digno de los filósofos griegos de la Antigüedad. “La ciencia trata de acercarse a la verdad lo más posible y no de obtener resultados espectaculares pero erróneos”, afirma en su artículo en el que pide que se dé a la búsqueda de la verdad la máxima prioridad.

Su trabajo es un aldabonazo más en la conciencia de los científicos desde que en 2005 publicó un estudio en el afirmaba que hasta el 90% de los estudios utilizados por los médicos para orientar sus diagnósticos eran defectuosos. Desde entonces, una mayoría de los científicos, en lugar de mostrarse ofendidos por las advertencias de Ioannidis, han acogido con interés sus trabajos y lo han convertido en uno de los investigadores más citados de su área.

En ese trabajo explica que, debido a la propia forma de plantear los estudios y diseñarlos, con muestras demasiado pequeñas para probar la efectividad de un tratamiento y una gran cantidad de sesgos agudizados por factores como las posibilidades de obtener financiación o ser publicados en revistas de mayor prestigio, la ciencia está abandonando la búsqueda de la verdad por la producción de resultados espectaculares, financiables, publicables, pero muy poco útiles.

Uno de los aspectos que muestran las costuras de buena parte de la investigación biomédica es la baja tasa de resultados obtenidos en un laboratorio que se pueden repetir en otro independiente, algo fundamental para comprobar si una afirmación es cierta. Como se recuerda en el MIT Technology Review, el año pasado la empresa biotecnológica Amgen explicó en la revista Nature cómo sus investigadores habían sido incapaces de reproducir 47 de 53 resultados muy prometedores para el tratamiento de enfermedades de la sangre y del cáncer, y un año antes, la farmacéutica Bayer publicaba en ese mismo medio que no había podido replicar dos terceras partes de una serie de estudios que identificaban dianas para tratamientos.

“Este problema viene porque muchas veces se realizan investigaciones muy individualizadas y para ver un efecto concreto”, explica Ferrán Torres, director de la Plataforma de Bioestadística y Gestión de Datos del IDIBAPS-Hospital Clinic. “Esta investigación diseñada con un objetivo tan particular no se va a poder replicar”, añade. Torres enfatiza que no se trata de una cuestión de fraude científico sino de realizar estudios que puedan cumplir objetivos concretos para satisfacer a la industria farmacéutica, donde está el dinero, y a la evaluación pública y la publicación de artículos científicos, que es donde se encuentra la carrera y el prestigio de un investigador. “Todo el mundo debe ser consciente de ello para poder mejorarlo”, señala.

La presión para obtener resultados novedosos y espectaculares que luego puedan recibir financiación ha llevado también a que pierda interés algo tan poco llamativo, pero tan necesario, como intentar repetir los resultados de otros equipos. En su artículo, Ioannidis asegura que la gran mayoría de los supuestos descubrimientos de la ciencia en psicología no han sido replicados y que, en el mejor de los casos, son los propios científicos que obtuvieron el resultado los que publican una confirmación.
La presión dificulta la revisión de artículos

Antoni Andreu, subdirector general de Evaluación y Fomento de la Investigación del Instituto de Salud Carlos III, el principal organismo que gestiona la investigación biomédica en España, cree que el problema de la replicación de los estudios “es antiguo”, pero “se ha visto hiperdimensionado porque la capacidad de publicar se ha multiplicado”. Andreu considera que “la revisión por pares (el sistema de análisis por otros expertos que determina qué artículos se publican o se financian y cuáles no) es razonablemente buena, pero hay que ser conscientes de que existe un margen de error”. En este sentido, explica que para mejorar estas revisiones serían necesarios muchos recursos. Hasta ahora, los investigadores que llevan a cabo esa tarea lo hacen normalmente de forma altruista y el incremento de las publicaciones y de la presión por publicar está limitando el tiempo que se puede dedicar a ese trabajo.

Pese a que tanto Torres como Andreu creen que hay una cantidad importante de estudios que no se pueden replicar, ambos reconocen que no existen estadísticas sobre cuál es la dimensión exacta del problema para poder empezar a corregirlo. Para combatir esta debilidad de la ciencia, Ioannidis recomienda en su artículo mejorar la valoración de los trabajos de replicación en las revistas científicas y separar el trabajo de exploración del de confirmación de los resultados. En este sentido, Andreu cree que hay que mejorar la capacidad para evaluar el impacto de los estudios publicados gracias a la financiación pública y recuerda que el nuevo Plan Nacional de I+D+i incluirá por primera vez una mención a las evaluaciones a posteriori de los estudios. Además, el Horizonte 2020, el programa de la UE para fomentar la investigación y la innovación en Europa, ha colocado la evaluación del impacto de la ciencia solo por detrás de la excelencia dentro de sus prioridades, algo que no sorprende después de saber que la mitad de los estudios de salud pagados por la UE no publica sus resultados. El problema es que, como reconocen los gestores de la investigación biomédica, este tipo de trabajos de control a posteriori, que aún ni se consideran, requieren una gran cantidad de recursos justo ahora cuando más escasos son.

En su artículo, Ioannidis advierte de que, pese a lo que muchos creen, si no se toman las medidas adecuadas, la ciencia no se corregirá a sí misma y puede retroceder. El profesor de Standford compara lo sucedido cuando se quemó la biblioteca de Alejandría con la pérdida de credibilidad y de documentación fiable provocada por la ingente producción de investigación a la que no se somete a las mínimas pruebas de calidad. Andreu es más optimista y opina que la detección de los errores como los que publica el investigador griego deben ser un acicate. “Es una parte fundamental de la ciencia, ser consciente de las limitaciones, reconocer los errores y corregirlos. Es importante equivocarse”, concluye.

REFERENCIA
'Why Science Is Not Necessarily Self-Correcting' DOI: 10.1177/1745691612464056

Por: Daniel Mediavilla en esmateria.com

sábado, 15 de agosto de 2015

Estrategias para afrontar la represión



La escalada represiva en estos últimos tiempos ha venido a raíz del aumento de la protesta social ante la crisis, y por ello, el Estado se encuentra en la necesidad de blindarse ante una posible escalada de conflictos sociales que desestabilicen los cimientos del sistema. Con ETA disuelta (fuera del escenario político actual), el Estado esta tratando de fabricar nuevos enemigos, y en este caso, ha tocado a las anarquistas, aunque no solamente. Colectivos antifascistas y la izquierda extraparlamentaria también se están viendo afectados por la represión, incluidas las plataformas ciudadanas. Casos como el de Alfon, el de Carlos y Carmen y otras detenciones a raíz de las últimas huelgas generales, las operaciones Pandora y Piñata, Aturem el Parlament, el Caso Expert en el cual piden años de cárcel a quienes defendieron su puesto de trabajo, represaliadas en la huelga indefinida de técnicos y técnicas de Movistar… son conocidos en nuestros ambientes. Ahora nos preguntamos, ¿qué es la represión y cuál es su objetivo? ¿en qué medida nos afecta y qué consecuencias nos produce? ¿estamos respondiendo adecuadamente a toda esta oleada represiva? Son cuestiones que iremos respondiendo a continuación para que podamos enfrentar la represión más eficazmente.

¿Qué es?

La represión es la manifestación del monopolio de la violencia del Estado, la cual, es utilizada para establecer el actual orden capitalista evitando el surgimiento de nuevas formas de organización política y social que amenacen su paz social. Hay que entender que la represión no es una deriva autoritaria de los Estados ni por su corrupción, sino que es inherente al capitalismo para que este sistema económico pueda mantenerse. La represión se materializa en varios niveles:

– En el más ‘directo’ encontramos a los cuerpos policiales y las fuerzas armadas, pues éstas actúan como fuerzas de choque que neutralizan las nuestras a través de la violencia tanto fisica como psicologica.

– En el nivel intermedio encontramos al poder judicial y el Código Penal. A través del entramado judicial y legal, nos llevan aquí al terreno del Estado, donde nos obligan a jugar sus cartas y donde nos podemos jugar la prisión o multas.

– Y finalmente, el tercer nivel es el castigo: las multas, la prisión y el sistema penitenciario. Las multas son castigos economicos, para dejarnos sin recursos, mientras que la cárcel, a parte de privarnos de libertad, sirve para destruirnos fisica y moralmente apartándonos de nuestros seres queridos y la socialización con el resto de la sociedad.

El objetivo principal de la represión es obstaculizar y neutralizar nuestra capacidad de lucha así como impedir que crezcan alternativas políticas que rompan con la explotación capitalista y aspiren a una sociedad más justa. Para ello, las estrategias represivas van encaminadas a, por un lado, aislarnos de la sociedad y evitar que nuestras actividades ganen apoyos populares, y por otro, generar miedo entre la población, evitando así que la gente comience a cuestionar las continuas medidas antisociales (recortes en general, privatizaciones, precarización laboral, pérdida de derechos sociales…) que nos imponen. La recientemente aprobada ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, es un intento del poder político de avanzar en este camino, es decir, establecer un marco legal sobre la represión y preventivo en su aplicación. La finalidad es violentar directamente la organización colectiva, la protesta social y las acciones cuyo objetivo sea construir alternativas a su sistema. Con el tiempo se pretende que, no solamente desde el activismo anarquista se tenga temor, sino que en general como sociedad asumamos y acatemos una serie de normas que van en la línea de reforzar su control dictatorial, a costa de normalizar la represión y amenazar preventivamente con severos castigos y venganzas ejemplarizantes ante la lucha social.

No debemos olvidar que, como herramienta inherente al capitalismo, la represión ha estado presente en toda la contemporaneidad histórica, por situar un periodo concreto que desemboca en la actualidad. A distintos niveles y con una gradualidad muy variada, las prácticas represivas por parte de la clase dominante hacia las disidencias políticas y sociales, se han venido dando de manera interrelacionada en el mismo espacio temporal y en lugares geográficos distintos. Podemos hablar de periodos temporales de distintos grados de represión en todos los países del mundo, ejercida esta represión siempre en escalada creciente cuanto mayor es la organización y resistencia ofrecida por la clase trabajadora.

Los montajes policiales, como un recurso de la perfecta maquinaria del Estado, como herramienta para la represión con el fin del mantenimiento del statu quo, deben ser asumidos como lo que son: una aberrante manipulación judicial y mediática que tratan de poner al conjunto de la sociedad en contra de los movimientos sociales comprometidos con la lucha. Estos montajes no son casuales sino sistemáticos, donde las irregularidades en los procesos judiciales, la manipulación de las pruebas, los testimonios sesgados, las declaraciones embusteras de la policía, etc, están a la orden del día. Actualmente, la represión nos está salpicando de dos maneras fundamentales: Primeramente, en manifestaciones en las que expresamos nuestras sensaciones de hartazgo y rabia, acabando arrolladas por la apisonadora policial. Segundo, organizando la solidaridad, y la lucha por la búsqueda de alternativas sociales, nos vemos atacadas antes incluso de llegar a crear una organziación potente o una red de coordinación, porque se infiltran en nuestras filas y consiguen reprimirnos antes de hacernos fuertes y difundir nuestras propuestas, criminalizando pensar o tener determinada ideología.

¿En qué medida la represión nos afecta?

Aunque la represión parezca que caiga con mayor peso sobre las anarquistas, la realidad ha demostrado que no. La represión cae sobre todos aquellos colectivos, personas u organizaciones que tengan el potencial de romper con su paz social, y por tanto, afecta a todo el movimiento popular: desde las activistas de la PAH y otros movimientos sociales, pasando por militantes de diferentes tendencias de izquierdas (comunistas, antifascistas, anarquistas, republicanas socialistas…), hasta huelguistas de cualquier sindicato mínimamente combativo o sin sindicar pero no agachan la cabeza. Entonces, ¿por qué los montajes policiales llamados Operación Pandora y Piñata han ido dirigidos expresamente contra anarquistas? La razones son sencillas: primero, a causa del cese de la actividad armada de ETA y su desaparición de la escena política, necesitan fabricar nuevos enemigos para infundir miedo entre la población. Y segundo, porque saben que el anarquismo no tiene una base social como otros movimientos sociales y que la estética insurreccionalista del anarquismo es fácilmente criminalizable, y por tanto, más facilidad para aislarnos política y socialmente del resto de la sociedad empujándonos hacia el bandidismo.

La represión es el principal factor de riesgo en la militancia política y social que puede caer sobre cualquier militante. Los daños producidos por la represión se traducen en un enorme desgaste en todos los niveles. Así pues, como activistas, somos conscientes del desgaste tan acuciante que supone la represión. En primer lugar, el daño físico: contusiones, lesiones y dolor al vernos expuestos a las agresiones policiales, además bastantes personas sufren consecuencias físicas graves y con secuelas para toda su vida (pérdida de órganos por pelotazos de la policía, marcas y disfunciones debido a torturas etc.) En segundo lugar, el desgaste psicológico: tanto para nosotras, como para las familias de represaliadas, puede ser muy grande la desestabilización emocional, las secuelas psicológicas, traumas, la inoculación del miedo, sensaciones de vulnerabilidad, impotencia, paranoia y debilidad, o sentirnos estigmatizadas socialmente. Pero la represión no solo afecta a nuestra integridad, también repercute en nuestra economía como es el caso de las multas y la necesidad de dinero para gastos judiciales tanto propios como para otras represaliadas además de para poder realizar campañas de visibilización, grupos y colectivos de apoyo y solidaridad con los y las presas… A nivel colectivo, la represión nos produce otro desgaste que tiene que ver con la carga de trabajo extra pero necesario al invertir esfuerzos en apoyar a nuestras compañeras, pues abandonar a las represaliadas supondría levantar la bandera blanca. En esta línea, se quiere decir que sin descuidar las principales vertientes en nuestro activismo, es cierto que mientras estamos trasladando bastantes de nuestros esfuerzos a la labor antirrepresiva, el trabajo constructivo de base en el que estamos inmersos los movimientos sociales existentes, se ve mermado en gran parte a costa de este esfuerzo de reacción frente a los golpes represivos que sufrimos.

No obstante, la represión no solo recae sobre los movimientos sociales, también afecta a los sectores más empobrecidos de la sociedad más preocupadas por buscarse la vida que por su estabilidad, a menudo mejor integradas en sus espacios (familia, pandilla, barrio) que en las conveniencias sociales y legales, tienden más a cometer lo que se suelen llamar “delitos comunes”, como por ejemplo, delitos contra la propiedad, trapicheo con drogas… Este aspecto invisibilizado pero real, es otro castigo más a la pobreza. Esta clase de represión invisibilizada y aceptada socialmente, tiene su raíz en habernos robado la capacidad de análisis de las arduas situaciones sociales a las que el sistema capitalista nos expone en nuestra vida cotidiana, y que en concreto, empuja a las capas más azotadas por la pobreza de la clase trabajadora a cometer actos que provocan rechazo social. Hemos aceptado simplonamente el código moral dominante y sus normas sociales, de esta manera moralmente condenamos la usurpación, el hurto, la delincuencia común y juzgamos a las “malhechores” como si de defender a ultranza el bien social se tratara. Con ello, olvidamos que deberíamos analizar y establecer críticas sobre cuál es el origen de estos hechos, por qué somos los y las pobres quienes para sobrevivir nos vemos arrastradas en muchas ocasiones a estas prácticas. La delincuencia es el reflejo de que algo va muy mal en una sociedad, y que la desigualdad social y económica es la causa principal de la misma.

Ante todo esto, ¿cómo estamos reaccionando?

Cuando se parten de análisis erróneos, se llegan a conclusiones erróneas. Tal es el caso que los análisis hechos desde el anarquismo hasta hoy apuntaban solamente a que la represión era más fuerte contra las anarquistas porque somos la única tendencia que pone en peligro al sistema, y puesto que estamos contra el Estado, era normal que nos persiguieran con más saña que contra el resto de tendencias políticas. De ésto han salido incluso ideas románticas acerca de la persecución del Estado contra las anarquistas, presentándonos como una suerte de inocentes justicieras que luchan por una sociedad libre. ¡Craso error si tenemos en cuenta los puntos anteriormente expuestos aquí!

De este manera, en cuanto al modo de enfrentar esta represión, se ha enfocado mucho en un pulso de tú a tú, es decir, del “anarquistas vs Estado”, lo que ha llevado a un enfrentamiento de tipo guerra de guerrillas dentro de un contexto marcado por una desigualdad descomunal de fuerzas, en el cual, los únicos actores de la contienda son la maquinaria represiva del Estado (policía, sistema judicial y penitenciario) contra anarquistas, que operan en pequeños grupos de afinidad informales en estado de semiclandestinidad en muchos casos, aunque existan otros casos donde hay más anarquistas involucradas en la lucha antirrepresiva. No obstante, el gran problema es el propio hermetismo de estas luchas hasta hoy. Al mirar solamente a las presas anarquistas y no al resto de represaliadas, ha llevado a las anarquistas a una lucha meramente autorreferencial y únicamente enfocada a las propias anarquistas, alejando este frente del resto de los movimientos populares, cuyas activistas también sufren golpes represivos y condenas, culpando además al resto por no solidarizarse con las anarquistas represaliadas.

De hecho, esta desigual correlación de fuerzas ha ocasionado que las luchas antirrepresivas de carácter anarquista adquieran una forma defensiva, donde al Estado le es fácil hacernos la guerra sucia y manejarnos como quieran, sea infiltrando secretas en nuestros colectivos o forzar a que nos solidaricemos con unas compañeras atacadas por puro azar para obtenernos más información, ficharnos y así mantenernos más controladas sabiendo de antemano que somos muy pocas y prácticamente sin apoyo popular. Esto supone también que acabemos actuando por inercia y forzadas por la coyuntura, cuyo principal síntoma es el tirar del acción-reacción, lo que se traduce en “golpe policial importante – respuesta en las calles”. Incluso en ocasiones, las respuestas en las calles provocan el efecto contrario al deseado: en vez de ganar más apoyos populares, provoca su rechazo (como pueden ser armar unos disturbios en actos antirrepresivos, utilizar la estética del encapuchado y las consignas autorreferenciales). Estas dinámicas dan como consecuencia que en la cuenta de resultados nos salgan números negativos, es decir, suponen más detenciones y rechazo popular, lo que provoca más aislamiento y pérdida de simpatía entre la población e incluso entre los propios movimientos sociales.

Otro problema que se observa es la repetición de modus operandi que se ha demostrado que no funcionan: los mensajes autorreferenciales en las manifestaciones, el autoaislamiento culpando al resto de personas su indiferencia ante la represión, y el peor de todos, una estética inapropiada traducida en campañas antirrepresivas en que aparecen imágenes de disturbios, ataques a la policía, barricadas y encapuchadas, con lemas que no buscan el apoyo popular, sino que desafían directamente al Estado. Con esto además, alzamos a nuestras presas casi a la posición de mártires, haciendo flaco favor al movimiento antirrepresivo, porque somos útiles en las calles y no llenando las cárceles. La automartirización además es un signo de debilidad al basarse en el victimismo, o llegando en otras ocasiones a adoptar posiciones arrogantes y vanguardistas donde relacionan la radicalidad de las luchas por la cantidad de militantes presas. En muchos casos descontextualizamos los hechos y algunos movimientos buscan dar a conocer sus siglas, a través de los mártires de las luchas sociales. Parece que la consigna única y válida es la demostración a cualquier precio de la inocencia de nuestras compañeras. Sabemos que en muchas ocasiones, según los códigos penales de cada Estado, estaremos incurriendo en delitos que sabemos tipificados como tales, si aceptamos la legitimidad de una lucha contra el poder dominante que ejerce su violencia estructural, nos debería importar poco la culpabilidad de una compañera represaliada, y por lo tanto ejerceremos el apoyo mutuo automáticamente, porque asumiremos que los principios que nos mueven son los mismos. En otras palabras, atendemos a la legitimidad de las luchas, no a la legalidad. Más aún, en un escenario social donde la norma es “todas contra todas”, seguimos abiertas a críticas por nuestras acciones -legales o ilegales-, pero de otros miembros de nuestra clase esperamos, en ese caso, un tirón de orejas, no que nos denuncie a las instituciones de la clase opresora. La represión no es motivo para exigir adhesiones acríticas, pero la crítica no es motivo para entregarnos unas a otras a la represión.

Hasta ahora, hemos estado repitiendo esquemas que se han demostrado ineficaces. No hemos visto que uno de los objetivos de represión es aislarnos para tenernos controladas. Por ello, es necesario romper este aislamiento, situación no solo provocada por la represión estatal, sino fomentada incluso entre las propias anarquistas, lo cual supone condenarnos a nosotras mismas. El distanciamiento con los movimientos sociales y los procesos de lucha actuales nos relega únicamente a los ghettos políticos, espacios herméticos incapaces de influir en la realidad material, lo que nos lleva también a esta incapacidad para enfrentar la represión marcada por la dificultad de encontrar apoyos fuera de nuestros círculos. La ineficacia de los métodos ocasiona otro desgaste extra en forma de frustración y desmoralización al invertir enormes esfuerzos para cosechar pocos resultados, aun teniendo que afrontar las propias personas solidarias la represión. Por ello, es momento de replantearnos un cambio de tácticas y estrategias con el fin de encontrar una salida hacia delante ante esta escalada represiva y no ya responder solo como anarquistas, sino también como todo el movimiento popular.

Unas pinceladas para el avance.

Por supuesto, no todo va a ser flagelarnos o hundirnos ante los peligros que sufrimos como militantes políticos, ni acabar siendo correa de transmisión del miedo al resto de la sociedad, ese ya es el trabajo de los medios de comunicación controlados desde la clase dominante. No obstante, después de conocer los detalles sobre lo que es la represión y lo que nos supone física, psicológica y socialmente, nuestra labor para avanzar será encontrar nuevos caminos o explorar algunos ya conocidos para autodefendernos y protegernos unas a otras en el ejercicio de nuestra lucha según nuestras convicciones. Por ello, expondremos unas bases de cara a construir unas estrategias de avance. Debemos aprender a informarnos colectivamente sobre la represión que podemos sufrir, dado el riesgo que corremos en cualquier protesta social actualmente. Es imprescindible difundir la información a nuestro alcance y realizar talleres y charlas, dando a conocer diversas experiencias represivas, con el objetivo de saber identificar de dónde viene esta represión y cuál es la legitimidad de quien la ejerce. Solo de esta manera podremos comprender que necesitamos el apoyo colectivo, y estar conectados con los movimientos sociales de manera amplia, pues si algo nos puede unir es la lucha contra la represión.

La maquinaria represiva tiene tácticas y estrategias. La policía no es tonta, al contrario, sabe en todo momento lo que está haciendo. El Estado justamente nos quiere empujar hacia el bandidismo o el terrorismo de baja intensidad, despojándonos de cualquier contenido político y social constructivo y jugando a una guerra de desgaste donde nos manejan como quieren, recibimos y encajamos duros golpes y nos hacen la vida imposible. En esta posición, aunque el Estado podría tranquilamente acabar con nosotras, les beneficia mantenernos en una lucha de tú a tú permanente para pintarnos como enemigo interno de cara a infundir miedo a la población. Tenemos que buscar, por tanto, una salida hacia delante ante semejante situación y a partir de aquí es donde tenemos que trazar hojas de ruta para superar esta dinámica.

Primero, tenemos que fortalecernos internamente. Por ello, lo esencial es cuidarnos a nosotras mismas, lo que nos lleva a tomar medidas de prevención adecuadas. Como primera barrera: medidas de seguridad y discreción en las redes y en la vida real, no compartir información sensible evitando facilitar información a los cuerpos represivos. Actualmente, las medidas de ataque del aparato estatal están íntimamente relacionadas con el avance tecnológico, por lo tanto, para conocer cuáles son las metodologías de represión actual y qué pretenden cada una de ellas, deberemos aprender cuáles son estas herramientas utilizadas contra nosotras y las estrategias para evadirlas. Para evitar la represión debemos acercarnos a la mimetización, sin destacar e incluso trabajar con suma discreción, como se ha hecho tantas veces. Como segunda barrera, establecer anteriormente en un documento que entregaremos a algún familiar o compañera de confianza, cómo se ha de proceder en la coyuntura de que nos veamos atacadas por la represión estatal, es decir, estar prevenidas y que no nos sorprenda desorganizadas. En caso de caer sobre nuestras compañeras, los cuidados y la asistencia, tanto psicológica como legal, para evitar que se derrumben o se quemen es vital para no tener bajas en nuestras filas. Estos cuidados van desde el envío de cartas de apoyo a las personas presas hasta estar cerca de aquellas envueltas en procesos judiciales, los grupos de apoyo y plataformas de solidaridad son la única manera de sentir cerca los lazos de amistad de quienes nos apoyan. Entran también en la prevención, como tercera barrera, el minimizar o evitar en todo lo posible más represalias en los actos de solidaridad con las personas represaliadas, esto es, tratar de no generar más carga de trabajo y no encajar más golpes represivos cuando salimos a las calles en apoyo a las personas detenidas, multadas y/o presas.

Lo segundo es la necesidad de dotarnos de herramientas de análisis para conocer a qué nos enfrentamos y poder dar respuestas efectivas. En este sentido, es necesario documentar las experiencias de otras luchas antirrepresivas para aprender de sus errores y aciertos. Todo esto servirá para elaborar estrategias con las que enfrentar la represión de forma eficaz, superando la inercia, minimmizando el desgaste y poner un punto de inflexión en las luchas sociales, asi para no caer una y otra vez en los mismos errores señalados. Difundir cada caso de represión en un contexto social concreto, como ejemplo de la injusticia del sistema capitalista. Afirmar a otras personas que no se tratan de formas autoritarias puntuales del sistema político, ni son casos aislados, sino que la represión es inherente al sistema de dominación impuesto. En este sentido, ayudar a construir una memoria viva sobre la represión contra las disidencias obreras organizadas tanto en el Estado español como internacionalmente, facilitará atesorar una perspectiva histórica enriquecedora, encaminada a comprender el presente.

De cara al exterior, necesitamos superar el problema del aislamiento y la marginalidad para poder conseguir más apoyos. Las campañas antirrepresivas tienen que tener la mayor visibilidad posible, por ello, es de vital importancia que trascendamos el hermetismo. Ante esto, tenemos que seguir trabajando en los siguientes puntos:

– La inserción en los movimientos sociales/populares. Debemos reconocernos en las luchas cotidianas como personas que luchan contra toda esta serie de injusticias que azotan a la clase trabajadora a causa de la reestructuración del capitalismo, y que las anarquistas somos personas que también compartimos problemas comunes con el resto de mortales pero que no se encierran en épocas nostálgicas, ni se quedan contemplando los disturbios de otras partes del mundo ni se quedan en eternos debates teóricos, sino que estamos igual que otras personas en primera línea presentando batalla. Y que además, desde el anarquismo planteemos alternativas políticas realizables y permitan mantener y escalar los actuales conflictos sociales al margen de las instituciones. Solo formando parte de los movimientos populares, es decir, completamente insertos en ellos, conseguiremos que, al caer sobre nosotras la represión, tengamos una base social de apoyo amplia. Logrando esto, superaremos el aislamiento.

– Estrategias comunicativas y renovación estética. ¿A quiénes benefician cuando el anarquismo es visto como caos, barbarie, destrucción, fuego, barricadas, terroristas, etc? Exacto, a la clase dominante. Claro que de cara para dentro, sabemos las propias anarquistas que no somos esas definiciones pero de cara al exterior, ¿qué hacemos para demostrar lo contrario a estas descalificaciones? Más estética del encapuchado, los disturbios y sus justificaciones, en vez de aportar experiencias constructivas de las anarquistas en las luchas sociales. Otro punto importante es no reivindicar siempre la ideología, pues la represión no cae solo encima de las anarquistas, cae sobre la clase trabajadora en su conjunto, en concreto a aquellas personas que luchan, independientemente si son sindicalistas, comunistas, socialistas, anarquistas o sin ideología definida, hasta sobre aquellas personas sin recursos que terminan cometiendo pequeños delitos. Resaltar siempre la ideología (¡son anarquistas y por eso los encierran!) en vez de su condición social (trabajadora, en paro, precaria, estudiante, …) en las campañas antirrepresivas solo servirá para movilizar a anarquistas minimizando la posibilidad de conseguir adhesiones de personas no anarquistas. Sin embargo, la reivindicación de la ideología de la represaliada tendrá más o menos éxito dependiendo del grado de inserción del anarquismo en los movimientos populares, lo cual indica que existe una retroalimentación entre estrategias comunicativas e inserción social. También es importante presentar una imagen cercana de las represaliadas: como vecinas, personas integradas en el barrio y con buenas amistades, que poseen una conciencia social y por ello luchan por causas justas, evitando que las represaliadas se vean como locas, extrañas y antisociales.

Una buena estrategia comunicativa debe enfocarse a lograr el máximo apoyo y difusión posibles, y debe encaminarse a despertar la solidaridad de otras personas al margen de su ideología. Para ello hay que huir de las estéticas agresivas y la autorreferencialidad, optando por unas imágenes más cercanas.

– Multisectorialidad y política de alianzas. Como ampliación de la inserción social, la multisectorialidad es una estrategia que parte de trascender el propio sector de lucha, en este caso, tender puentes desde los frentes antirrepresivos con otros frentes tales como el sindicalismo y el movimiento obrero, el movimiento estudiantil, las mareas en defensa de los servicios públicos, movimientos barriales (vivienda, okupación, vecinales), luchas territoriales/ambientales/ecologistas, etc…, puesto que la represión nos golpea a todas las que luchan en estos ámbitos. La política de alianzas implica tejer alianzas tácticas con otras tendencias políticas con quienes compartamos objetivos inmediatos comunes (que no metodologías, metas políticas y programáticas). Esto quiere decir que tenemos que superar la costumbre de mirar hacia nuestras propias presas y solidarizarnos con represaliadas de otras tendencias políticas con las que podamos compartir espacios de lucha, así como tratar de trabajar conjuntamente para sumar fuerzas con el fin de fortalecernos ante la escalada represiva no solamente como anarquistas, sino como movimiento popular en conjunto. A través de esta propuesta, pretendemos una escalada en los conflictos y suponga además una estrategia de avance.

Unas palabras finales

De las numerosas experiencias de luchas antirrepresivas, podemos extraer importantes lecciones que nos sirvan para la reflexión colectiva, sortear los callejones sin salida y construir metodologías, hojas de ruta y estrategias eficaces. Podemos ver el ejemplo de la lucha antirrepresiva del pueblo vasco y su masividad, así como la campaña por la libertad de Alfon. En todas estas campañas se ha buscado la mayor difusión posible y que se sumen la mayor cantidad de personas a la causa. No obstante, en las campañas por la libertad de las detenidas en las Operaciones Pandora y Piñata, tuvo un enfoque más dirigido a anarquistas convencidas que a personas no anarquistas, y lo único que provocó la solidaridad de personas fuera del ámbito anarquista con estas anarquistas detenidas fueron los montajes policiales chapuceros acusándoles de terrorismo por tener libros, petardos y botes de campingás. Sirva también como experiencias la manifestación del 232º Centígrados en Madrid, donde se logró la multisectorialidad (confluencia con huelguistas de Telefónica-Movistar y trabajadoras de Correos, entre otros colectivos de barrio), aunque no se superaron algunos lemas autorreferenciales como “Muerte al Estado y viva la anarquía”. Ese mismo día tuvo lugar también la manifestación #LluitantRespondrem en Barcelona, en cuya convocatoria acudieron casi todas anarquistas, y además hubo destrozos en el transcurso de los actos, terminando disuelto la convocatoria por cargas policiales y pasadas unas horas, 6 personas fueron detenidas. En cambio, en la convocatoria de Madrid, los actos terminaron más tarde y el ambiente ha sido propicio para sumar apoyos y tejer lazos de unión entre quienes acudieron.

El balance muestra diferentes resultados: mientras que en Madrid el saldo salió positivo al darse unos pequeños pasos adelante pese al pequeño fallo de la autorreferencialidad en algunos lemas, en Barcelona, la cuenta de resultados dio negativo, ya que se optó por una metodología que se demostró no funcionar y que provocó más rechazo que simpatías de cara al exterior generando justificaciones de culpabilidad contra las anarquistas, contando además con las 6 detenciones horas después.

Ahora con la entrada en vigor de la Ley Mordaza que supone un retroceso más de libertades y derechos civiles, urge que trabajemos en formar frentes antirrepresivos que trasciendan nuestro propio mundo militante, que se integren en la lucha social y suponga además un cambio radical en nuestros métodos de lucha en otros ámbitos. Podríamos entender el movimiento antirrepresivo también como una forma de ataque y no solo defensivo. Normalmente tendemos a reaccionar frente a la represión de una forma defensiva pidiendo como mucho la libertad de nuestrxs compas encarcelados, hay que dar un paso más y avanzar de la necesidad militante a la necesidad social, hay que hablar de lxs chavalxs que son diarimente secuestrados por el estado por temas relacionados con el trapicheo de drogas o pequeños robos, esto es al final el 90% de los casos de gente que entra a prisión, dato como que somos unos de los paises con menor tasa de crimen y mayores condenas creo que son importantes a la hora de analizar todo esto. Las únicas armas contra la represión son, no solo la solidaridad y el apoyo mutuo, sino también la inserción social, las estrategias comunicativas y la multisectorialidad. Aspiremos a superar las dinámicas de acción-reacción y el aislamiento. Hay que ganar en eficacia y hacer que enfrentar la represión no sea una carga de trabajo extra, sino que dicha carga de trabajo se traduzca en un mayor fortalecimiento de los movimientos populares al tejer redes de solidaridad más sólidas para que nuestra legitimidad supere la legalidad burguesa.

Lusbert y Angel Malatesta
Con aportaciones de Bari y MrBrown

La verdad, como la sensibilidad, es un puyazo para la tauromaquia

Se puede despreciar muchas cosas, pero cuando la desconsideración es hacia el sufrimiento extremo de alguien, cuando la indiferencia se adereza con altanería, convirtiéndose en menosprecio, tanto en las palabras como en los actos, para con la vida de un ser tan capaz de sentir, padecer, agonizar y morir como lo es el indiferente y altanero, describe con exactitud la catadura moral de esa persona.

Decía Albert Camus que toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura el fascismo. Por analogía, si interviene en la ética y en la conducta, adoctrina en la sumisión de cualquier sentimiento de compasión o empatía en la acción que se defiende y practica, aunque dicha acción lleve implícita la vulneración de derechos básicos ajenos, la angustia psíquica y física del otro, y su muerte.

Pero a veces lo anterior no viene solo, sino que lo hace acompañado del desconocimiento, y éste puede ser auténtico o fingido. El primero es el caso del ignorante que, por serlo, ignora hasta su propia ignorancia. El segundo es el del embustero, el de la hipocresía que exhibe aquel que, en palabras de Plauto, en una mano lleva la piedra y en la otra muestra el pan. El peor de los dos casos.

Cuando se juntan desdén, soberbia y falsedad el resultado es muy peligroso, si quien los atesora tiene la capacidad, sobre todo legal, de hacer daño, y el poder de acceder a los medios de comunicación. Porque siempre habrá quienes, por ser como él, se hagan eco de sus argumentos para ser palmeros o discípulos de sus desmanes; y otros que, simplemente, le crean, aunque no hagan más, a pesar de que en ellos no haya intención de admirar o de imitar. Y ya basta con eso para proteger y perpetuar el mal, pues el silencio, cuando hay víctimas, siempre se torna a favor de las armas que se usan contra ellas y de quienes las empuñan.

Enrique Ponce, el matador de toros, es un sujeto preciso para tan desagradable predicado porque encarna ese conjunto de valores en su pensamiento y en su proceder. Como muestra, una entrevista que concedió hace unas semanas a un conocido diario.

En ella asegura que: los antitaurinos tienen la mente cerrada y no ven más allá del “pobre animalito” (entrecomillado en el original), para añadir que: no se dan cuenta de que ese animalito existe gracias a las corridas de toros. En menos de treinta palabras, este hombre, que comenzó a matar toros en público con quince años y que en 2013 llevaba -a la vista, que serán muchos más a puerta cerrada-torturados y ejecutados más de 5.000, almacena en esa declaración la desfachatez, la arrogancia, la burla, el letargo ético y la patraña. Todo ello al servicio de su bolsillo ( cobra unos 120.000 euros por tarde) y de un lobby, el taurino, que ha hecho del engaño su forma de sobrevivir en un camino de un solo sentido. La mentira ha de alimentarse de más mentiras y, jurado que el primer toro no sufre, que disfruta en la plaza o que desparecería como especie si lo hace la lidia, no queda más remedio que repetirlas en el segundo, en el tercero, en el sexto y en los aproximadamente 70.000 que son martirizados hasta la muerte, con saña y lentitud, cada año en España.

Enrique Ponce sabe perfectamente que el toro no desparecería como especie si lo hacen las corridas, sino que desaparecerían los toreros. No hace falta ser biólogo para comprender que los bóvidos de lidia no son especie y sí un producto de la selección genética por parte del hombre para proveerse de criaturas a las que destrozar en cualquier plaza, y en cualquier Tordesillas, Medinaceli o Terres de l´Ebre. Si se dejara de manipular artificialmente al bulldog inglés para que sea más tranquilo de carácter y se adapte a los pisos, o al shar-pei para lograr que tenga cada vez una piel más arrugada, ¿se extinguirían los perros? Tampoco es imprescindible ser veterinario para conocer que el toro sufre en el ruedo o enmaromado por las calles de Benavente. Pero sí es necesario cumplir el requisito de mentir para ser torero, de su cuadrilla, ganadero de lidia o empresario taurino.

Calificar de mentes cerradas precisamente a quienes lo que quieren y están haciendo -a menudo bajo amenazas e incluso agresiones- es divulgar esa verdad que tanto perjudica al mundo de la tauromaquia, y luchan por abrir las puertas de un zulo siniestro donde hiede a siglos de oscurantismo y crueldad para que entren el conocimiento, la justicia y el respeto -que en el siglo XXI no pueden admitir excepciones ni justificaciones para ser desechados-, es un ejercicio de estupidez que sólo puede ser fingida para alcanzar semejante envergadura.

Lo de “pobres animalitos”, con su carga de mofa hacia las criaturas que, como todos los matadores, Ponce jura amar y, no obstante, somete a un tormento atroz para luego acabar con su vida, demuestra hasta qué punto es capaz de la humillación y negación de los derechos básicos y la naturaleza de sus víctimas. Sin embargo, en la misma entrevista, asegura que cuando ve jugar a sus hijas con la muletilla y ellas le dicen “mira, papá, se torea así”, solo se divierte porque sabe que no van a ir a más, que no querría de ningún modo verlas delante de un toro y que eso le produciría mucho miedo. Pero el miedo del toro parece no contar para él. Ni, según él, para sus hijas.

No, Enrique Ponce no es estúpido, sólo es egoísta, inconmovible, mendaz, presuntuoso y sanguinario cuando quien sufre las consecuencias de sus actos no es él o los suyos, sino un animal al que la ley, esa que a él le aterra que cambie (la entrevista es anterior a las elecciones municipales y en ella explica que no quiere que ganen los “antitaurinos” de Podemos), le permite torturar y matar haciéndose además rico con ello.

No, Enrique Ponce no es estúpido, Enrique Ponce es como es y dice lo que dice porque hace lo que hace y pretende continuar. Es así porque es torero. Y que fuese el primer matador académico de la Historia, puesto que ese título le fue otorgado en 2007 por la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Artes Modernas de Córdoba, sólo suma vergüenza a todo este asunto, ya que el galardonado matarife descabella la ciencia cuando habla de lo que desea y sienten los muertos de su profesión, encuentra belleza en sus heridas, en su pavor, en su agonía, y lo único moderno en lo que hace, mejor dicho, futurista, son sus ingresos, porque el resto sólo se trata de una ferocidad, un desprecio y una ignorancia primitivas.

Julio Ortega Fraile

domingo, 2 de agosto de 2015

Entrevista Viruta FTM

Viruta durante la entrevista en Madrid. / FOTO: ÁLVARO MINGUITO


"Consumimos aire, sueños, identidad, relación, alma".
Testo Yonki (2008). Beto Preciado. 

Si tecleamos desde España en cualquier buscador de internet FTM, lo más probable es que lo primero que aparezca sea la Federación de Tenis de Madrid. Si elegimos la opción vídeos, la cosa cambia. Decenas de ventanas con la palabra transgender, timeline o testosterone se despliegan ante nosotras. FTM o Female to Male- de mujer a hombre-, es un código que se usa para identificar a la gente que está en transición y es también la coletilla que acompaña a un cantautor que lleva años rodando por Madrid acompañado de su guitarra, Viruta FTM. “Es algo horrorosamente binario pero sirve para que las personas que transitamos, los chicos trans, podamos encontrarnos”, explica.

Viruta se mueve por Madrid en una diminuta bici roja plegable, “es perfecta y es lo único que me dejan meter en el metro a cualquier hora”. Sabe que tiene aspecto de chaval, “bajito y sonriente” a pesar de los tatuajes. El último que se ha hecho dice "born this way"-nacido de esta manera-y va acompañado de un símbolo transfeminista. Viruta, que en otro tiempo se llamó Virginia, comenzó dando conciertos para sus amigas en pequeñas salas de Madrid, “era como una cantautora bollera y tierna”, cuenta. Desde entonces ha llovido mucho.
¿Por qué Viruta?

Viruta lo conservo desde hace muchos años. La versión real es que me colocaron este mochuelo mis amigas con esa cosa tan machista y universal de que cuando te enrollas con mucha gente en un breve espacio de tiempo te llaman puta, directamente. Mi nombre registrado era Virginia, así que juntaron el Virgina con el puta y me empezaron a llamar Viruta. Empecé a enrollarme a diestro y siniestro, con chicos, chicas y todo lo que se moviera por la misma razón por al que empecé a ponerme mórbidamente gordo entre los 20 y los 25. Me convertí en una versión bajita de lesbiana butch. Se supone que todas las lesbianas de los sueños o las pesadillas de la gente eran más o menos como yo, pero la realidad era que en ese momento había un repunte de bollo lipstick, se podía ser femenina y gustarle a las mujeres. Hubo un bombardeo en los medios en el que las lesbianas de pronto aparecían, pero tenían que aparecer normalizadas y yo ya tenía la mosca detrás de la oreja con todo el proceso de normalización. Tenía escaso interés en mi cuerpo. Sabía que mi cuerpo y mi manera de funcionar por el mundo no eran las que quería y entonces comía sin fin, sin ningún problema, y me enrollaba con gente todo el tiempo. Sin embargo, en vez de estar rayado, como mucha gente trans que lo que hace es intentar mutilarse o encerrarse y no dejar que nadie le toque hasta que no transicione, pues yo lo hice al revés, dejé que todo el mundo me manoseara sin ningún problema ni ninguna carga, pero el cartelito me lo colgaron. Lo de puta es algo con lo que siempre me ha gustado jugar, siempre me ha interesado mucho todo lo que rodea al mundo de la prostitución y el trabajo sexual, toda la construcción social que se organiza en torno al estigma de puta. Me quedé con Viruta porque me parecía adecuado apropiarme del insulto.
Lo de reapropiarse de las etiquetas, lo de resignificar es algo que haces mucho. Tus primeras canciones son versiones de temas más famosos y comerciales, pero poco a poco vas jugando con otras melodías y otras letras, compones himnos contra el amor romántico como Peras y Manzanas o I'm slut, de la Marcha de las Putas de Ecuador, untimeline también sobre tu transición.

Mis últimos dos o tres años han sido la locura. Antes, al estar en otro contexto, hacía canciones distintas. Creo que somos presas de los que estamos viviendo y nunca he podido evitar hacer canciones desde las emociones. Pero han cambiado un montón porque ahora estoy atravesado por mucha información que antes no tenía y mis canciones se han vuelto cada vez más feministas y más integristas. Lo de sufrir por amor romántico o a lo pantoja lo tenía incorporado, y aún tengo un regustito cuando oigo una canción de amor rotundo y me gusta. Ha habido muchos años de construcción para tener una deconstrucción repentina.

Viruta, en un momento de la entrevista.
¿"Con tetas no hay ParaDisko”? ¿Lanzas un crowdfunding para quitarte el pecho y sacar un disco?

Estuvimos pensando mucho tiempo el nombre. Este año tengo dos necesidades urgentes. Lo de quitarme las tetas como persona transexual podría haber sido secundario, pero ya me he hartado. Me he hartado de no poder respirar, de no poder ir a la piscina, de no poder llevar una vida normal en el mundo normal, ese del que tantas pestes echo. Yo quiero seguir luchando porque la gente quiera sus cuerpos y yo querer el mío, pero tengo la sensación de que no voy a vivir para ver esos cambios de mentalidad en la sociedad que van a permitir que la gente camine con la expresión de género que le de la gana acompañando al cuerpo que tiene.

"Me meto en el metro y la gente no se da cuenta de que soy un muchacho trans, pero sigue habiendo un montón de parcelas de mi vida en las que no puedo funcionar de manera cotidiana"
¿Realmente crees que esos cambios llegarán en algún momento?

Creo que sí. Los estoy viendo llegar. Poco a poco la gente joven se está lanzando a expresarse. En los '90 ser la lesbiana de tu barrio, aunque fuera una ciudad grande como Madrid, era significativo, había mucho bullying. Ahora parece que ya está mucho más presente en la sociedad. Sin embargo, la cuestión trans aún está congelada, es algo muy denostado y criticado, y aunque hay mucha lucha entre manos, no creo que me vaya a permitir la vida pasear por ahí sin dar el cante. Yo me meto en el metro y la gente no se da cuenta de que soy un muchacho trans, pero sigue habiendo un montón de parcelas de mi vida en las que no puedo funcionar de manera cotidiana. No puedo salir a tirar la basura sin ponerme una faja o salir a la terraza a tender la ropa porque los vecinos de enfrente me echan fotos si ven algo raro en mi cuerpo. Tengo la sensación de que quedan muchos veranos, que me acerco a los cuarenta años y me apetece hacer otras cosas. Si tuviera 18 años estaría el triple de empoderado y podría ahorrarme la vehemencia con la que defiendo una operación de cirugía plástica, porque hasta yo tengo al sensación de que es una operación de cirugía. Tengo un duelo interno, porque estoy haciendo mucha lucha a favor de la diversidad de los cuerpos y amar nuestros cuerpos y en el fondo siento que estoy traicionándome a mí mismo. Igual hay gente que opina que con la nariz que tiene no va a poder funcionar el resto de su vida, que le frena para las relaciones sociales y que todo el mundo se mete con su nariz. Lo mismo puede pasar con cualquier parte del cuerpo. Pero ya me he lanzado a la piscina porque sé que me va a mejorar la vida y que me va a ayudar a estar mejor por el mundo.

¿Y el disco?

El disco me hace falta y no me hace falta, pero más allá de eso, tengo la sensación de que hay mucha gente que quiere oír mi música. Yo de pequeño no soñaba con ser cantante, pero sí con ser un señor, o algo así. Mucho más que ahora, que no sueño con ser un señor, sino quedarme en una expresión de género media. Lo que pasa es la gente te tiene que encasillar en una cosa u otra, así que algo habrá que parecer. Desde luego prefiero parecer un señor que una señora, que me queda muy mal, pero yo en mi activismo, en mi entorno de comodidad, prefiero estar en ese limbo extraño. Haciendo música tengo la sensación de que hay muchas cosas que a la gente le han servido para algo, hay madres de niños trans que me dicen que les he ayudado en la transición.

Aunque no me gusta generalizar, lo que se busca desde el colectivo trans es la invisibilidad
Es cierto que te expones mucho en tus conciertos y en tus canciones y eso no es algo tan habitual. Incluso en los vídeos visibilizas tu transición.

Es que paradójicamente, aunque no me gusta generalizar, lo que se busca desde el colectivo trans es la invisibilidad, la normalización de los individuos o individuas trans, el hecho de que no hayas nacido con unos items de mujer o de hombre y puedas pasar por el mundo sin que la gente detecte que has nacido con las partes del cuerpo que corresponden al otro género. Yo no es que busque lo contrario si no es por un objetivo dentro del activismo. Pasar inadvertido por el mundo me viene bien para que la gente no me acose, no me insulte, no me diga cosas. Pero también me resulta útil que la gente se dé cuenta de que soy trans para que encuentren otros referentes porque a mí es lo único que me ha servido para transitara mí en mi vida. Yo en los 90 intentaba decírselo a mis parejas, pero mientras, hacía una especie de performance de lesbiana o algo así, porque me gustaban las mujeres y entonces me tocaba ser lesbiana porque yo tenía tetas. No sabía que había ninguna otra posibilidad, porque la transexualidad era lo que estaba asociado a la prostitución, a La Veneno, Bibi Andersen y poco más. La idea de hombre trans ni siquiera existía y hasta que las redes no se metieron en la cuestión y empiezas a descubrir transiciones de otras personas, otros lugares del mundo donde hay gente que decide cambiar su expresión de género, no te planteas que tú puedes hacerlo. Es necesario siempre que haya referentes y pensar que no eres la única persona que está pasando por eso.
¿Y qué referentes encuentras tú?

En los 90 no hay nada, sobre todo encuentro a partir de 2005 casi todo en YouTube. Hubo gente que empezó a contar sus penas y su situación, a querer cambiar y, sobre todo, a hacer una especie de timeline en el que mostraban su cambios. Se empezaban a hormonar y contaban mes por mes cómo cambiaban y lo que se iban encontrando, haciendo una especie de tutoriales. Es algo dual porque hay una parte de vanidad, porque te empiezas a mirar en el espejo mucho más que durante el resto de tu vida porque te vas pareciendo más a aquello que querías conseguir, pero también tienes ganas de que el resto lo vea, por si puedes ayudar a alguien.
La reflexión puede sonar viejuna, pero es cierto que en este sentido internet ha hecho mucho, ¿no?

El YouTube a mí me ha cambiado la vida, igual que a muchísima gente. El transitar es algo que aún a día de hoy no se entiende, sigue resultando muy impactante que la gente decida cambiar una obligación tan importantísima como es mantener tu expresión de género hasta que te mueras. La ventana del YouTube permite que la gente que está haciendo cosas en su intimidad las saque fuera. Yo al principio era super tecnófobo. Nunca había pensado en hacer cosas en internet, pero todo fue de la mano del feminismo. Había tenido militancia feminista de joven, de puño en alto y mani 8 de marzo, pero muy tibia a los 20 años. De ahí me metí en el momento LGTB másmainstream de Chueca, dejé de lado la lucha feminista pero en Chueca tampoco encajé. Así que al volver a Lavapiés y meterme en temas de contenido me di cuenta de que mi lugar estaba aquí, con gente que tuviera más diversidad de expresiones de género. Como persona trans en el colectivo LGTB creo que no se encaja. Se encaja muchísimo mejor en cualquier submundo de gente que no se plantee tanto las cuestiones éticas y estéticas como en el mundo LGTB mainstrream, que está todo muy observado. Igual que las unidades de género, que son muy criticadas por los colectivos trans, porque te obligan a una transexualidad muy hegemónica en la que si eres un hombre trans eres muy hombre con sus camisas de cuadros, su fútbol y cosas así, en el entorno LGTBmainstream también es así, tienes que encajar con una cosas, una música y vestirte de una manera concreta.

Has hablado de las Unidades de Género ¿Cómo es la transición por la sanidad pública?

Es todo complicado, hay una posibilidad de intervenirse por la Seguridad Social pero tienes que entrar por el ojo de la aguja. Yo estoy vetado en la UTIG (Unidad de Transtornos de Identidad de Género de la Comunidad de Madrid), que es horrible, porque estuvimos en un congreso de transexualidad, donde por cierto no había sin gente trans e hicimos preguntas incómodas tipo "¿Ustedes saben que les mentido en los test y que cuando nos preguntan si somos heteros o nos gusta el fútbol mentimos y decimos que sí?". Después me dijeron que mi solicitud podría demorarse años y años.
¿Y el cambio de nombre a nivel legal?

Dentro de la sanidad pública hay un protocolo, pero también hay una alternativa para la gente que no tiene tarjeta sanitaria. Está Médicos del Mundo y la posibilidad de acceder a un psicólogo o psiquiatra privado, eso sí pagándolo, y necesitas dos informes, uno de un endocrino, alguien que te haya estado siguiendo durante dos años, porque te tienes que estar hormonando durante dos años para cambiarte el nombre, necesitan una prueba de que en tu paso futuro por la "vida real" vas a ser leído como un hombre. Y mientras, vas asistiendo a terapia para que confirmen tu cambio. Te hacen test y distintas preguntas en las consultas, un historial completo de tu vida personal, de tu vida sexual, y sobre cómo te has comportado con tus parejas. Si determinan que hay algo en tu vida que no les cuadra, el informe puede ser vetado y no te dejan cambiarte el nombre, es muy perverso. Así que intentas responder siempre lo que crees que quieren oír. Y estás supeditado a lo normativo y conservador. Una de las preguntas más clásicas es "¿cómo sabes que no eres una mujer lesbiana?" Alguien con 17 o 18 años les imponen una masculinidad que ellos no tenían y eso es lo que da miedo, les devuelven a su casa hechos una mierda porque no les gusta el fútbol.
¿Cuánto llevas hormonándote? ¿Has notado muchos cambios?

Llevo dos años y medio y las hormonas me han cambiado la vida. Me hubiera podido mantener igual el resto de mi vida, sin operarme, si la parte protésica de esconder las tetas no fuera tan incómoda para vivir, pero tener una faja en medio el pecho te impide vivir y respirar, genera lesiones con los años. Lo de la hormonación lo he notado en la voz, que me ha bajado un par de escalas y eso ha sido muy complicado. No hay más chicos trans que canten porque es muy difícil. Yo lo que hago ahora es jugar porque cuando te cambia la voz te quedas en menos de una escala. Es un cambio de voz artificial y adulta que se produce porque las cuerdas vocales crecen y al crecer, la garganta se estrecha. La hormonación también hace que te crezcan músculos y puede que la mala leche, pero no te implanta una violencia que no resida en ti. También he notado que ha cambiado mi manera de socializarme, porque la gente ha dejado de leerme como una lesbiana camionera y verme como un muchacho y ser más invisible, porque los muchachos son más invisibles. Y si eres bajito, como yo, eres medio hombre para muchas cosas. Las mujeres hetero genéricas del mundo, tampoco reparan en ti porque eres bajito. Los muchachos gays sí me miran más.

"Me hubiera podido mantener igual el resto de mi vida sin operarme si la parte protésica de esconder las tetas no fuera tan incómoda para vivir"
¿Y desde que eres leído como hombre sientes que tienes privilegios masculinos, que te tratan de manera diferente?
Por supuesto que sí, tienes privilegios en un millón de cosas. Las primeras, las más sutiles, ser más escuchado, todo eso que llaman micro machismos, que en realidad son machismos tal cual, desde que te pongan a ti la caña y a tu compañera la fanta hasta el tema de la ocupación en el espacio público, no tener miedo por la noche en la calle o que una misma broma caiga de manera diferente según de qué boca salga. Lo esperabas porque lo sabes desde siempre, y ocurre. Te das cuenta de que exactamente con la misma circunstancia y viviendo la vida en tu mismo envase, solo porque la cáscara ha cambiado, la cosa funciona de manera diferente.

¿El género binario es uno de nuestros mayores problemas? Al menos eso decías en unaentrevista de Pikara Magazine.
Es el primero de nuestros problemas porque eso nos da una carga vital, una mochila de quehaceres. Desde que existen las ecografías que pueden definir en teoría qué es lo que te cuelga entre las piernas, hay una educación en género, incluso a través de la tripa. Se habla de lo bonita que va a ser la niña o de que el niño va a ser futbolista. Hay una necesidad imperiosa de poner etiquetas. Todo en la vida nos llega en forma de binario, hasta que no nos desviemos de todo eso, el mundo no va a cambiar, aunque los grupos de gente joven ya están cambiando. Hay niños y niñas hegemónicos que no se conforman con ser un macho macho o una hembra periputi. Hay mucha gentetransgender o gender fucker, gente que no quiere ser él o ella, o que se nombra como "elle". Como los góticos de mi juventud, que era lo más andrógino que me encontraba en mi época. Muchachos que se maquillaban, dulces, femeninos... ahora pasa mucho con la gente joven en el mundo del cómic y se empieza a deshacer el género desde la cultura japonesa, porque tienen una manera más andrógina de sentir la vida. Son sujeto de bullying a saco, porque en el cole tienes que ser una barbie malibú o el garrulo que da collejas a los demás. Es un patio de instituto que viene de Estados Unidos, pero es el mismo que veíamos en la peli de Grease en los 80 en la que los nerds se ponen en un banco y los quarterbacks en otro. Eso está en todas partes pero la gente joven lo está intentando disolver poco a poco.