Claves para encontrar el patriarcado dentro de un@:
-La Posesividad es patriarcal: la gente no es tuya: te
acompaña un ratito en el camino. Se nos olvida que todos
nacemos libres y que los humanos no somos mercancía, se nos olvida
que a la gente hay que quererla como a los pájaros que vuelan libres
y acuden libremente a tu ventana. Encerrar pajaritos lindos y
cortarles las alas es una auténtica crueldad. Se nos olvida todo
esto mientras cantamos canciones de amor patriarcal: "Yo soy
tuya para siempreeeee", "Él es mío todo mío, mi amor es
todo para él...", "Sin ti no soy nada".
-Las jerarquías del Amor son patriarcales: Darle todo el
amor a una sola persona es jerarquizar sentimientos. Todos estamos
rodeados de gente que nos aprecia y a la que apreciamos. Tenemos
familia, amigos y amigas, y gente con la que compartimos aficiones.
Olvidarse de estas redes de amor y vivir por y para una sola persona
es totalmente antinatural. Una sola persona no puede ser nuestra
única razón para ser felices. Demasiada responsabilidad... Tu
felicidad está dentro de ti y en las redes de afecto que has
construido. Decir cosas como "Estoy sola" cuando hay un
montón de gente que te quiere, es patriarcal. Jerarquizar afectos y
emociones es patriarcal, porque abriendo un poco nuestros horizontes
afectivos nos daremos cuenta que el querer es un fenómeno muy
diverso.
- Someterse o dominar a la otra persona es patriarcal, porque
las relaciones basadas en la lógica del amo y el esclavo son
patriarcales. Si estableces relaciones basadas en luchas de
poder, estás reproduciendo la dinámica patriarcal de las relaciones
sádicas y masoquistas. No hablo de la gente que juega en la cama,
sino de la gente que disfruta humillando o dejándose humillar fuera
de ella. Las herramientas de control y dominación son sutiles y
apenas visibles, por eso tanto mujeres como hombres al juntarnos
asumimos roles contrarios y reproducimos la batalla eterna de género.
Ellas tratarán de retenerlos en el calor del hogar, ellos tratarán
de hacer respetar su libertad y sus espacios. Ellos tratarán de que
ellas se queden en el calor del hogar, ellas defenderán sus derechos
y libertades... unas y otros tratando de llevar a su terreno a la
persona amada, a la que probablemente conocieron libre.
- Exigir a alguien que permanezca a tu lado aunque ya te
haya expresado su desamor o su rechazo, es patriarcal. El amor
no se puede exigir, se da, se recibe, se comparte libremente.
Cualquier mecanismo violento para doblegar la voluntad ajena es
patriarcal: amenazas, chantajes, estrategias sucias, etc. Así pues,
no permitas que nadie te obligue a hacer nada, y pon ojo cuando tú
necesitas algo de alguien... no sea que sin darte cuenta te portes
mal. Haz autocrítica para ver si eres una persona con ética
amatoria o si careces de escrúpulos en el mundillo de las relaciones
amorosas...
-Portarse mal con la persona amada es patriarcal, porque las
mentiras, las traiciones, los gritos, la violencia, las exigencias,
la humillación, el chantaje, los insultos, las amenazas, el
mal trato, el control y la vigilancia, los reproches continuos son
patriarcales. Si no tratas con amor a tu pareja, en un plano de
igualdad y cariño mutuo, tienes que plantearte cómo cambiar y
despatriarcalizar tu forma de relacionarte. Porque los malos tratos
son patriarcales, vengan de donde vengan.
-Aguantar que se porten mal contigo es patriarcal. Porque
somos capaces de aguantar situaciones espantosas y creemos que lo
hacemos "por amor". La cultura sublima a la mujer que
sufre, a la dolorosa, a la llorona, porque solo alcanza grandeza
cuanto mayor es su sacrificio. Así que muchas cumplimos el papel de
mujeres sufridoras sin medir las consecuencias que esto tiene en
nuestro bienestar, en nuestra psique, en nuestras emociones. Cuanto
peor se portan con nosotras, más vulnerables y dependientes somos. Y
como nos han enseñado a esperar a que las cosas cambien por sí
solas, o que alguien venga a salvarnos, tardamos mucho en darnos
cuenta de que nuestra pareja no es buena persona con nosotras, aunque
de cara a los demás parezca un amor. El masoquismo es patriarcal y
hay que evitarlo: es cierto que nos cuesta aceptar que no nos aman, o
identificar cuándo nuestra pareja o amante no nos está tratando
bien. No es fácil saber cuándo es el momento de parar esas
situaciones que nos van dejando huella y se prolongan a veces toda
una vida, pero cualquier momento es bueno para romper con las cadenas
que nos aprisionan, nos empequeñecen, nos torturan con sufrimientos
románticos. Por ejemplo, ahora mismo.
-Ser egoísta es patriarcal: Estar siempre pensando en lo que
"necesitamos". En nuestro deseo, nuestros sentimientos, en
lo que el otro no nos da. Estar siempre exigiéndolo. Aislar a tu
pareja de su círculo familiares y redes afectivas es
patriarcal. Pretender encerrar a tu pareja en el ámbito
doméstico es patriarcal. Tener a tu pareja siempre pendiente de ti
es de ser una persona egocéntrica. El ego nos tiende muchas trampas
patriarcales, y se adapta estupendamente a los privilegios de
género...
- La culpabilidad es patriarcal. Porque es un arma que sirve
para bloquearnos y oprimirnos. Porque podemos utilizarlo como arma
para oprimir a los seres amados en actos de chantaje terrible. Las
mujeres hemos vivido inmersas en esta cultura cristiana de la gran
culpa y del pecado de Eva, por eso nos sentimos mal por todo: porque
rompimos la relación que no nos hacía felices, porque trabajas y no
cuidas a tus bebés, porque no das el cien por cien a diario, porque
engordamos si no hacemos ejercicio, porque tomamos decisiones o
porque no las tomamos... Pero también intentamos que los demás
se sientan culpables usando el victimismo para hacer sentir culpable
al hombre que te abandona, o a la mujer que te confiesa que ya no te
ama. Si lo que quieres es lograr tus objetivos exigiendo a la otra
persona que te satisfaga tus deseos y dando pena, estás cayendo en
la cultura patriarcal que ata a las mujeres con las cadenas
invisibles del patriarcado.
- La división tradicional de roles es patriarcal: Si eres de las
mujeres heteros que piensan que "todos los hombres son iguales",
si eres lesbiana y le das a tu pareja todo el poder sobre ti, si eres
gay y decides asumir el rol de "mujer" con tu pareja, si
eres lesbiana y decides que tú eres la que manda en la relación, si
eres un hombre heterosexual que todavía tiene problemas con su
masculinidad y te haces el macho alfa para no parecer beta.... la
división de roles no sólo se da en parejas heterosexuales, sino en
todo tipo de parejas. Incluso se da en grupos: si una gente se reúne
a celebrar la vida en el campo para comer carne asada, ellos estarán
junto al fuego, con la carne, y ellas estarán haciendo la ensalada o
limpiando mientras cada grupo habla de sus cosas: ellos de fútbol,
motos, coches, etc., ellas de moda, salud, nutrición, maternidad y
crianza, y chismes.
Esto es la división de roles: que por ser mujer tengas que hablar
de determinados temas, que por tu condición femenina tengas que
aparentar ser frágil y débil, que por ser hombre te veas obligado a
ser valiente o agresivo. En nombre del amor, ellas asumen el papel de
princesa elegida para el trono (sumisas, complacientes, felices,
domésticas, tranquilas), y ellos asumen toda la carga de la
ideología patriarcal mientras construyen su identidad de género y
sufren por todas las obligaciones que conlleva la masculinidad
(apariencias, represión de las emociones, relaciones competitivas,
conteo de fracasos deportivos, laborales y sociales...).
Coral Herrera Gómez
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